Capítulo 5 CAPITULO

Jonas responde con cierto reproche

-Oye, tenemos un trabajo digno y que nos hace completamente felices, también hemos logrado nuestra cómoda cuenta bancaria gracias a eso. – dice con suficiencia

-Claro, lo mejor de todo son las fans entrando a los hoteles dispuestas a todo supongo no? -digo resoplando

Querido primo son gajes del oficio- dice Jimi con una gran sonrisa en la boca

Mis primos tiene una banda de rock, a pesar que somos de la misma edad tenemos vidas muy distintas. Aunque eso no cambia la cercanía que tenemos. Y son los hermanos menores de Mateo

Hasta ahora no me han dicho que quieren ustedes dos mensajeros del demonio-.

-Queremos invitarte a un concierto en la zona vip con todo pago y quizás una que otra fan enamorada.- dice Jimi

-Es una idea tentadora, me gusta.- digo tomando mi barbilla, realmente me gustan sus canciones siempre tienen buena letra.

-Listo, entonces te esperamos el lunes a las 8 pm en casa, te vas con nosotros en la van.- salen tan rápido que no puedo responder

-Por qué tendría que ir yo en la van con ellos?- digo – Están locos de verdad estos dos.

De repente algo viene a mi mente y decido llamar a los chicos

-No me digas que ya te arrepentiste- suelta Jonas apenas atiende la llamada

-No, idiota. Que Mateo vaya también conmigo ese día

-Que ahora son siameses o que? -grita Jimi

-Y ustedes es que están pegados siempre para escuchar todo o que?

-Disculpa primo pero nosotros compartimos todo, irás con Mateo no te preocupes. Nos vemos. – y cuelga rápidamente

6

Amelia

-Chao Amelia, nos encantó verte. Tan amable y dulce como siempre-.

Pasan guiñándole un ojo a Kate quien no siente su cara de lo roja que se ha puesto.

-Te queda bonito el rojo, preciosa. Podríamos combinarnos-. Le dice el pelirrojo Jonas desapareciendo por el ascensor

Amelia no aguanta una carcajada por la situación. Ella conoce a los gemelos desde hace años, siempre han sido cercanos a su tío Jacob. Por lo que en muchas reuniones ha compartido con ellos al igual que con Mateo. Cabe destacar que los Lanz siempre cautivan a todas sin esfuerzo y por lo visto Kate no es la excepción.

-Y el que de cree? Que por qué tiene una bandita de rock me puede coquetear? -. Dice Kate roja de la vergüenza

-Pero si te has enamorado tu solita antes- dice Amelia entre carcajadas- se te caía la baba, seguro ni te decides cuál te gusta más.-

-Ninguno, son unos engreídos los dos. No ves como me miraron y lo que me dijeron?-. Dice con cierta indignación

-Ay Katherine pero si te gustaron, por cierto ellos comparten todo. Quizás puedas probarlos a los dos.- digo con picardía

-Pero que dices Amelia, estás loca? Ni loca me meto con alguno de ellos, son unos sinvergüenzas.-

-Si como digas, ya te veré.- digo con ojos entrecerrados

Se hacen la 1 pm y mi estómago grita por algo de comer, en la empresa tenemos un comedor gratis de self service. Va incluido en nuestros beneficios, no me puedo quedar hacen buena comida. El señor Lanz siempre fue cuidadoso y exigente por esa parte. Se preocupaba por el bien de sus trabajadores

-Kate vamos a comer que muero de hambre, solo tenemos 1 hora para eso y sabes que a veces el comedor se llena mucho.- digo con mis cosas en mano ya dispuesta a salir

Kate está sentada viendo algo en su computadora pero cuando va a contestarme alguien más lo hace antes

-Señorita Garibaldi, esta vez almorzará conmigo afuera. Hay algo que debemos hacer, de trabajo claro.-

Creo que el hambre que sentía se me va enseguida.

-Oh, pero si quiere puedo comer acá luego de regresar no se preocupe-. Digo restándole importancia

-Ni hablar, acabas de dice que mueres de hambre, vamos a comer a otro lado de una vez.- hizo señas hacia el ascensor y entramos ambos

Nos bajamos en un restaurante italiano conocido y visitado mucho en nuestras reuniones de la empresa, ya he venido muchas veces incluso conozco al dueño Y chef eso.

Enseguida que me siento escucho

-La mia bella principessa, dolce Amelia- Vincenzo me abraza luego de darme dos besos como siempre- estás preciosa, siempre disfruto verte por acá- habla sin quitar sus manos de mi cintura. Suele ser cariñoso