Capítulo 2 CAER:

Imaginar la caída estrepitosa de un astro tan hermoso como el Sol, sería algo inaudito, imposible de imaginar, indescriptible y horrible, la luz se iría con él, y los seres humanos no están preparados para el monto de oscuridad que vendría con ello, no podrían con el dolor de saber que la desolación será parte de su sí mismos a cada paso y, la llama de la vida se extinguirá poco a poco, entonces, ¿así se siente caer?, imaginar que el corazón es el sol y el alma la luna sería un buen indicio, necesitando de ambos para mantenerte vivo, el cuerpo sin un corazón no funciona, el cuerpo sin alma, es

tá igual de muerto, y saber que, aquello impensable viene de la mano de quién nunca podría ser posible, de quien te ha ofrecido el manto de protección que te ha mantenido con vida, quien ha sido tu cielo, de la estrella más brillante y hermosa, de la que proveía de luz a tu alma, dejando esta marchita y vacía, carente y triste, ¿Qué queda?, Sólo eso, caer,

Duele, duele mucho, era lo único que podía pensar entre mientras el quinto trago caía por su garganta y quemaba, lento y caliente, burbujeando hasta desaparecer en su estómago, dejando un ligero picor a su paso.

Alex estaba herido, herido y dolido por alguna razón que ni siquiera tenía sentido por el mínimo hecho de que la persona que lo provocaba ni siquiera era consciente de eso.

Vincent no lo amaba, y Alex nunca había tenido el valor suficiente para decirle cuánto lo deseaba, posiblemente fue lo mejor, Alex no estaba preparado para un rechazo, de hecho no lo estaba para nada en lo absoluto, demasiado apegado, demasiado enamorado, tan tímido y tan solitario que no podía darse el lujo de perderlo.

Ni siquiera toda la imaginación de Alex y los múltiples posibles y horribles escenarios que había creado en su mente durante toda su vida respecto a cómo de la manera más drástica y patética posible terminaría su relación con Vincent pensó en esto.

            
            

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