/0/8617/coverbig.jpg?v=eca99d714a78a52876ca7a2cdb26af61)
Me remuevo en la cama al sentir una corriente bastante excitante correr todo mi cuerpo, muerdo mi labio inferior y llevó mis manos a los senos disfrutando de aquella sensación. Arqueo mi espalda y suelto un gemido fuerte al alcanzar aquel punto máximo del placer y entonces... Abro mis ojos el techo es lo primero que me recibe, bajo mi mirada y vaya sorpresa me llevo cuando veo aquellos ojos color esmeralda, a pesar de no ver su boca se que esta sonriendo.
Su lengua caliente se pasea por toda mi abertura y en ningún momento perdimos el contacto visual, lo estaba... lo estoy disfrutando al máximo, sin embargo no podía permitírselo.
Me separo rápidamente de él y rápidamente me cubro con la sábana, Jason con su sonrisa lobuna limpia sus labios y lleva dos de sus dedos a su boca y los chupa. aquella imagen me fascinó.
- Buenos días gatita. - se inclina hacia delante quedando a unos escasos centímetros de mi rostro, trago en seco lastimando un poco mi garganta.
- Bu... buenos días. - me sentía chiquita frente este imponente hombre.
- Tienes un sabor exquisito ¿Te lo han dicho alguna vez?
- N... no, no. - niego con mi cabeza.
- Pues me complace ser el primero en hacerlo, y me gustaría seguir probando tu exquisito cuerpo, Jason comenzó a besar mi cuello, suelto un largo suspiro disfrutando de esta grandiosa atención. Él me quitó lentamente las sábanas dejando al descubierto mis senos, mis pezones estaban tan erectos que con cualquier roce me llevaba hasta las nubes.
La humedad de su boca me hizo gemir cuando se llevó mi pezón a la boca, coloco mi mano encima de su cabeza y lo veo succionar y morderlos ligeramente, con su otra mano estimula mi otro pezón. Este hombre definitivamente hace maravillas con su boca y sus manos.
Se me mete entre mis piernas y de inmediato siento su erección, hace movimientos simulando una penetración chocando justamente en mi punto, me estaba volviendo loca y estaba a nada de llegar nuevamente a un orgasmo. Jason apresuró sus movimientos.
- Dios. - gimo enterrando mis uñas en su espalda.
- Vamos gatita, dame tu orgasmo. - Jason me toma mis piernas y las sube a sus hombros y desde aquella posición pude sentir la verdadera gloria golpeando con fuerza mi centro vital, allí estalle nuevamente en un riquísimo orgasmo, agarro las sabanas en un puño y dejó que las energías abandonen mi cuerpo. Nunca antes me había sentido de aquella forma, todo era completamente nuevo para mi y mi ex simplemente pensaba en su placer dejándome a medias.
Veo como Jason rasga el pantalón de baño y pude ver su miembro grande y erecto... Dios, es simplemente... impresionante tener en todo su esplendor, El guerrero de macedônia definitivamente estaba para chu...
¡Miranda en qué carajos estás pensando! Exclama aquella voz en mi cabeza.
Como pude me levanté de la cama semi desnuda, podía sentir como mi vagina estaba húmeda y pude apreciar un pequeño chupetón que afloraba en el valle de mis senos. Jason me miraba confundido, mientras trataba de no desviar mi mirada.
- No, no, no, esto está muy mal ¿Ok? Esto no debe volver a repetirse.
- ¿Y me dejaras así? - cuestiona Jason señalando su miembro. - Por lo menos dejame metértela y sentir tu humedad, apretando mi miembro así como lo hacía con mis dedos. - Con cada palabra que decía, se iba a acercando mucho más a mí y yo daba unos cuantos pasos atrás hasta chocar con una pared, con su fuerza descomunal me cargo y coloque mis piernas alrededor de sus caderas y mi culo cayendo sobre su pene. - Dejame hacerte mia Miranda. - susurro sobre mis labios. - Dejame hacerte sentir mujer.
Nuestros labios se unieron en un profundo beso, no sé qué clase de encanto tiene Jason de Macedonia, pero definitivamente cualquiera puede caer fácilmente en ellos. Llevo sus manos a mi culo y lo azotó tan fuerte que en vez de gemir de dolor lo hice por placer, de inmediato Jason aprovechó aquello para meter su lengua en mi boca.
Me agarro fuertemente de su nuca para no caer, soy consciente de que soy un poco pesada y no quería pasar vergüenza con este corpulento hombre.
- Jason... - me separo de él. - Déjame bajar. - intentó zafarme, pero él me apretó más. - Déjame bajar Jason estoy muy gorda para ser cargada.
- ¿Gorda? - se separa de mí con su respiración entrecortada. - Gorda tengo mi polla y te la quiero hundir por completo y escucharme gemir mi nombre.
Mis labios se separan ante aquellas grotescas y... candentes palabras, claramente nunca le habían hablado de aquella forma tan sucia y esa sensación de estar deseosa me invadía.
Rápidamente me bajo de sus brazos y me alejé nuevamente de él.
- A ver Jason. - Comienzo a caminar de un lado a otro. - Yo te invoqué por error.
- ¿Y? ya cojamos por diversión. - intentó acercarse nuevamente a mí, pero corrí hacia otro lugar de la habitación.
- No vamos a hacer nada, hasta que no esté aquí quien me obligó a invocarte. - lo señalo con mi dedo índice.
- Estoy seguro que Alicia está completamente de acuerdo conmigo. - se cruza de brazos. eso era cierto, peor no iba a tener sexo con él ¿Que tal y tenga una enfermedad antigua de transmisión sexual?
- Por lo menos respeta mi decisión, si no te denunciare ante la policía y te llevaran con ellos muy lejos de aquí.
- Eso será imposible.
- ¿Por?
- No puedo alejarme de quien me invoco, en este caso eres tú, si me llevan lejos, mágicamente desaparecere ¿Y cómo le vas a explicar eso a los... policías?
- ¡Ugh! - comienzo a pisotear con fuerza tratando de organizar mis pensamientos. - Voy a ir al baño, necesito ducharme.
- ¿Puedo acompa...?
- No. - rápidamente lo interrumpo.