Capítulo 6 La Gran Reunión y un idiota pegajoso (el pasado del chico rudo)

Llegó el viernes y asistí al sitio, era una especie de gran salón de eventos, pero se notaba de lejos que era una mierda de putos millonarios, había muchas mesas con manteles rojos y en el centro arreglos florales. Habían organizado una especie de pelea clandestina en la que apostaban cantidades absurdas de dinero, no era el único tipo normal en el lugar, supongo que los otros que veían también eran distribuidores como yo. Me paré en un rincón cualquiera a esperar que iniciara el maldito espectáculo, mientras estaba ahí de pie tenía vista de todo.

Entonces, pasé la vista por todo el lugar, todo estaba poco iluminado, sólo se veía con claridad el escenario central que era el ring donde ocurriría la pelea.

Con dificultad por la poca luz ubiqué una señora con cabello largo hasta los hombros, no miraba por completo su rostro, pero lucía seria e intimidante. Supuse que ella era Regina.

-Te recomiendo que no la mires a los ojos, podría ser razón suficiente para borrarte del mapa -Dijo Ojos Locos con seriedad, al parecer no me había equivocado en deducir que ella era Regina. Casi de inmediato aparté la mirada y me quedé viendo el piso-. Al menos ya sabe de tu existencia, aunque por obvias razones no le dije que eras un parásito. Sólo escucha atentamente la reunión y luego puedes divertirte con el show, ¡esto es una maldita fiesta! -Dijo eufórico y se retiró.

Todo estaba ruidoso hasta que Regina golpeó una copa con un cubierto y de repente todos se callaron, fue como si los hubiera silenciado con un puto botón.

-Buenas noches, bienvenidos todos -Dijo con seriedad y continúo-. Reporte de Zona Norte.

-Sin novedades -Respondió un tipo con voz gruesa al que ni siquiera conseguí verle la cara.

-Zona Oeste -Continúo Regina.

-Hay dos parásitos en la zona -Dijo un tipo con voz apagada, como si dudara en decirlo.

-¿Por qué no han sido eliminados? -Cuestionó Regina y pareció lanzar una mirada fulminante a la mesa del tipo que había hablado, casi en automático todos, sin excepción alguna, los que estaban alrededor de la mesa con ella también voltearon a ver en la dirección que ella miró. Parecía una broma porque era como si todos estuvieran conectados.

-El reporte oficial se generó hoy y pensé que podía esperar hasta mañana -Dijo el tipo con algo de impaciencia, como si le costara mucho decir cada palabra, pero de todas formas tenía afán de terminar la conversación.

-¿Esperar? Este negocio no da espera, si no están eliminados mañana a primera hora, te eliminaré yo misma -Dijo Regina llena de rabia. En ese momento supe que Ojos Locos había salvado mi pellejo, ¿por lástima? No tengo ni idea, aunque en realidad no me importa si no lo hubiera hecho.

-Me encargaré apenas abandone el recinto -Dijo el tipo con algo más de seguridad.

-Zona Oriente.

-Todo en orden -Respondió una mujer.

-Zona Sur.

-Toda marcha con normalidad, pero se ha notado movimientos sospechosos de una Banda en el extremo de la calle Zirón -Dijo Ojos Locos con la calma y seguridad que lo caracterizan.

-¿Movimientos sospechosos? Esa mierda no me dice nada, investiga, tendré la vista sobre ti. Primero, incluyes un tipo nuevo, -dijo Regina y volteó la vista levemente hacia mí y pude notar como todos los que la rodeaban hicieron lo mismo, eso resultaba incómodo-, y sin ser eso suficiente, ahora das reportes incompletos -Ojos Locos casi se encogió de hombros y se hizo a un lado.

-Supongo que eso ha sido todo, disfruten la noche y recuerden no descuidar el negocio, buen trabajo -Dijo Regina con mayor tranquilidad mientras se acomodaba a ver el espectáculo central, estaba a punto de iniciar la pelea.

Dos hombres fornidos subieron al ring y empezaron a darse golpes, el uno parecía tener mayor defensiva, pero quedaba en desventaja porque de lejos se veía que el otro era más fuerte. Sólo se escuchaba el ruido de los apostadores apoyando a su favorito o insultándolo por no dar la talla, los dos hombres seguían peleando a buen ritmo y a puño limpio, después de unos minutos empezó a aburrirme el panorama. Decidí ir al baño a fumar un poco, de todos modos uno de los hombres estaba a punto de ser derrotado, ese sería el fin, no me perdería de nada.

Entré a uno de los baños y empecé a fumarme un porro. Entonces, escuché que alguien ingresó, no le di mucha importancia, pero al escuchar algunos estruendos provenientes del salón decidí salir. Cuando salí cerca a la entrada vi a un chico casi de mi altura, de cabello castaño claro y bien vestido, parecía el típico niño rico. ¿Qué diablos hace aquí alguien así? Era lo único que pasaba por mi cabeza, empecé a escuchar disparos provenientes del exterior y supe que se había armado alguna especie de tropel. Supe que debía irme de ese sitio si no quería terminar muerto por una maldita bala, caminé en dirección a la salida e intenté pasar siendo indiferente con el chico que estaba ahí, parecía no tener ni idea de qué hacer; ese no era mi problema, así que continúe mi camino.

*Mientras tanto en el exterior, narra Regina*

Después de que uno de los hombres cayó al piso, se definió el ganador de la maldita pelea. Sin embargo, un hijo de puta se levantó indignado porque "habían comprado la pelea para dejarlo en la ruina". Como la patrona de este lugar no puedo tolerar esas estupideces, así que yo misma iba a encargarme hasta que el hijo de puta empezó a lanzar tiros al aire y se dirigió amenazante hacia mí, cómo si a mí me interesara su dinero, no podría ni tener ¼ de lo que yo tengo. Mi gente se dedica a protegerme, así que se inicia un intercambio de disparos e insultos inigualable, este parece el propio espectáculo al que habíamos asistido. Entonces, me quedo sentada en mi lugar mientras me sirvo una copa de ginebra y enciendo un cigarrillo, no hay nada mejor para disfrutar una estúpida balacera sin sentido.

*De vuelta con Roger*

Salí del baño sigilosamente y me escabullí con rapidez por detrás de unas mesas, a lo lejos vi un pasillo y me dirigí hacia allá. Entonces, noté que el chico del baño me estaba siguiendo, me dieron ganas de mandarlo a la mierda, pero por alguna extraña razón dejé que fuera a mis espaldas. Supuse que sería útil que él recibiera un disparo en lugar de mí. Después de correr por un rato, ingresé al pasillo y me senté en un montón de cajas apiladas, el chico que me seguía se sentó a mi lado.

-¿Sabes qué pasa allá? Todos enloquecieron -Dijo algo desconcertado, yo no lo determiné, lo ignoré como si ni siquiera se estuviera dirigiendo a mí y a él ni siquiera pareció importarle-. Esta noche se fue un poco a la mierda, ¿tú qué haces aquí? -Continúo hablándome y yo volví a ignorarlo, mi posición no me daba lugar a confiar en nadie en absoluto, mucho menos en un chico como él.

-Pff, parece que no te gusta hablar mucho. Bueno, estabas fumando en el baño ¿podrías darme un poco? -Dice mientras me mira expectante, sólo en ese momento logró captar algo de mi atención.

-Supongo que sí. -Busqué en mi bolsillo y le pasé la mitad del porro que quedaba. Él lo recibió y de inmediato se puso a fumar, me ofreció de vuelta y así estuvimos un rato hasta terminarlo. Era extraño estar tan tranquilos en ese lugar mientras afuera se mataban unos a otros, supongo que esa es la mejor manera de describir la vida, siempre es lo mismo, unos sufren y otros son indiferentes.

-Ja, quién diría que terminaría aquí, vine a acompañar a una amiga a este sitio, andaba acechando a un chico y supongo que ahora mismo la muy zorra está cogiendo -Dijo mientras se le escapaban risitas, como si contara algo en verdad gracioso. Volví a ser indiferente porque en verdad no me interesaba tener que conversar con él de alguna trivialidad.

*Mientras tanto la amiga de nuestro chico pegajoso*

Vine a este sitio porque Mati es hijo de un empresario importante, prácticamente lo obligué a que viniera y me trajera aquí. Necesitaba ubicar al hijo de otro empresario que se la pasa en este tipo de peleas clandestinas, parece disfrutar el morbo de ver a otros dándose golpes hasta que quedan inconscientes. No me importa eso, sólo importa que le traigo ganas desde hace un buen tiempo.

Cuando llegamos a este lugar no tardé mucho en ubicarlo, usé las clásicas técnicas de seducción que usamos en mi grupito de amigas y siguen funcionando a la perfección con cada presa. Lo primero que hacemos es captar su atención, eso no es muy difícil cuando tienes el don, con mover tu cabello coquetamente o que se te escape una sutil sonrisa cuando se cruzan miradas es suficiente. Después de captar su atención se debe intentar acortar la distancia, para ello dejé de lado a Mati y me fui a la barra de bebidas, me estaba sirviendo un trago cuando él se acercó sin ni siquiera dejarme continuar con el paso a paso.

            
            

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