Capítulo 4 El primer beso.

Raven Braus.

Al día siguiente.

Durante todo el día me dediqué a preparar peras al vino y compré helado de vainilla para acompañarlo, es un postre muy delicioso que mi madre me enseñó a preparar. Se lo llevaré a Alessandro, creo que está molesto porque tiene hambre. Mi padre algunas veces se encuentra de mal humor por eso razón. Mamá siempre dice que primero se conquista el corazón de un hombre y después su estómago.

Escuchó el timbre y voy a abrir la puerta.

-¡Hola, hermosa!

-Hola, Cassie, pasa por favor, amiga.

Bambú entra y se lanza sobre mí.

-¡Hola, hermoso! Estás enorme, Bambú.

-¿Estás lista para irnos, Raven?

-Lo estoy, ¿ha sospechado algo sobre esto Damla?

-No, no te preocupes, estudia arquitectura y los proyectos la tienen ocupada. Tiene que entregar los planos y fachada de una casa de madera dentro de tres días.

-Espero que le vaya bien, no me gusta que le ocultemos esto, pero ella se molestara cuando se entere.

-Lo sé, Raven, pero solo preocúpate por tu felicidad. A propósito, ¿crees que algún día ese hombre quiera algo contigo? Me preocupa que te rompa el corazón, hoy es la noche número cuatro que lo visitas por la noche, espero que hoy tengas resultados, amiga.

-Yo también espero eso, Cassie, pero no me voy a rendir, le preparé un postre, iré por él y nos vamos.

-Está bien, date prisa.

Voy por el postre y vuelvo con Cassie. Cierro la puerta y después subimos a su auto, ella lo pone en marcha. La felicidad invade mi cuerpo, hoy lo veré, aunque sea a través del vidrio de su puerta, me siento feliz cada vez que esos ojos azules me miran.

Al llegar me despido de Cassie y me adentro en el bosque, llevo una lámpara conmigo para iluminar el camino. Al llegar me escondo en la parte de atrás y lo escucho hablar con otro hombre.

-¡No sé lo que haré, Calum!

-Ninguna sirvienta quiso venir y ayudarte, es por tu actitud, amigo.

-Mis socios estarán aquí en algunos minutos, se vería muy mal que yo mismo los atienda. Un respetado millonario sirviendo a sus invitados, no me tomarán enserió.

-Debo irme, sé que puedes con eso, amigo.

-Claro, lárgate, imbécil, bueno para nada.

-Sí, sí, como digas, Alessandro.

Su amigo se va, tengo una idea. Espero algunos minutos hasta que tres hombres llegan, esos deben ser sus invitados. Escucho que Alessandro los saluda y es hora de poner mi plan a andar. Camino rápidamente y antes de que ellos entren me paro ante ellos.

-Alessandro, ¿quién es esta hermosa señorita?

-Es un placer conocerlo, señor, soy Raven, la ayudante del señor Alessandro, esta noche estaré a sus órdenes, solo salí para comprar un postre y ya estoy de vuelta.

Alessandro me mira como si quisiera matarme.

-Vamos adentro, por favor.

-Vamos a platicar a mi oficina, por favor.

Él me lanza otra mirada, sé que me gritará después de esto.

-Señor Alessandro, ¿sus invitados se quedarán a cenar?

-¡Por supuesto! Quiero que una linda mujer me prepare la cena, bueno, si Alessandro lo aprueba -dice el hombre más alto, de cabello negro y ojos grises.

Tal vez tenga unos cincuenta años. Me miran como si fuera un objeto, no entiendo por qué me mira así, y los otros dos no se quedan atrás.

-Por supuesto, es un placer que ustedes me acompañen en la cena. Raven, prepara la cena.

-Cómo usted diga, señor Alessandro.

Ellos suben y yo voy a la cocina, al llegar me sorprendo. Todo está tan limpio y ordenado, y es enorme, abro el refrigerador y también está lleno de comida, creo que la señora que me encontré la otra noche lo consiente mucho con la comida. Será un honor cocinar en la cocina de Alessandro.

Pienso por un momento en que podría preparar, ¿qué le gustará a Alessandro? Bueno, haré el menú de cena que mamá hace cuando lleva invitados del trabajo a casa, todos la elogian cuando prepara esa cena.

De entrada haré rollos de salmón y queso con una crema de verduras, como plato fuerte haré solomillo con frutos rojos, es un delicioso plato de carne. Y, como postre, mousse de queso y fresas, y vino para beber.

¡Manos a la obra! Solo tengo dos horas para preparar todo, sé que puedo hacerlo y todo será delicioso.

Genko MC-Daniel (Alessandro)

No puedo concentrarme, me gusta el orden y esa puta niña podría arruinar algo o causar un incendio en la cocina. También podría preparar una cena horrible y yo quedaría mal con mis invitados.

Trato de presentar mi nueva idea de negocio, pero solo pienso en esa mujer. Juro que cuando esto termine la voy a matar, no me gusta que reten o cuestionen.

-Alessandro, para cerrar el negocio de arena para nuestra construcción queremos mostrarte el nuevo proyecto. Tal vez con esto puedes decidir si quieres formar parte del proyecto.

-Está bien, lo tomaré en cuenta, señor Anders, tal vez cambie de opinión.

-Me agrada esa respuesta, Alessandro. Toni, muéstrale el prototipo del proyecto y edificación.

-Escucho a Toni explicar, pero mi mente se encuentra en otro lado.

Después de dos horas, la reunión concluye y llegamos a un acuerdo.

-¡Bueno, es un placer hacer negocios contigo, Alessandro!

-Lo mismo digo, señor Anders.

-Señor Alessandro, la cena está lista, acompáñenme a la mesa, por favor.

Ellos se sientan en el comedor y la comida ya está servida, debo admitir que huele y se ve increíble, parece la comida de un restaurante.

Mis invitados prueban la comida y se ven fascinados. Ella nos sirve vino a todos, la miro y le sonríe.

-Alessandro, debes decirme en donde encuentraste a esta chica, es hermosa, joven y sabe cocinar tan bien, cariño, cuando te aburras de Alessandro yo te espero en mi mansión con las puertas abiertas.

-Se lo agradezco, señor, pero quiero estar al lado del señor Alessandro.

-Oh, ya veo, como tú quieras linda.

-Estaré en la cocina, si necesita algo me llama, señor Alessandro.

Asiento y ella se va.

Anders no para de hablar de ella, estoy harto de escucharlo.

Cuando la cena al fin termina, me despido de ellos en la puerta.

-Alessandro, ¿dónde está la chica? Me parece una falta de respeto, no despedirme.

-¡Estoy aquí! Les deseo muy buenas noches, caballeros.

-Lo mismo digo, linda, toma, es mi tarjeta, cualquier cosa no dudes en pedir mi ayuda, estoy a tus órdenes.

-Se lo agradezco, será un placer contar con usted, por el momento me encuentro bien.

Ellos se van y cierro la puerta, cuando lo hago me volteo y la miro a ella.

-¡Lárgate de mi casa!

Ella corre y sube por las escaleras.

Voy detrás de ella, esa maldita mujer es muy rápida.

Ella se encierra en mi habitación.

-¡¿Qué haces, maldita mujer loca?! ¡Abre la maldita puerta! Mi paciencia llegó a su límite.

Ella abre y tiene una corbata en su mano.

-Lo siento, pero esta es la única forma de conseguir algo tuyo, huele a ti, mi amor. Desde ahora eres eso, mi amor, incluso enojado eres tan sexy y encantador.

-¡Largo!

La tomo del brazo, pero ella cae al suelo. Solo esto me faltaba, se desmayó. Dijo ayer tenía una enfermedad grave.

-¡Oye! Niña, despierta.

¡Maldita sea! Me arrodillé y le toqué la cara, era suave y pequeña, podía tapar su carita con mis manos, me veía enorme frente a su cuerpecito, mido 1.89.

Me acerqué a su rostro y ella se puso de pie, rápidamente apartó las manos de mi rostro y me besó en la boca. Se levantó y corrió, y por unos segundos estuve de rodillas, conmocionado.

Me levanto y corro tras ella.

-¡Nos vemos! Te amo, y volveré mañana en la noche.

¡Maldición, no pude atraparla! Limpio mi boca, ella sabía a fresas, debe ser su labial.

Cuando la atrape la haré pagar por todo.

            
            

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