-¿Para el o para mi?-
-Para el-
Nuestros labios se rozaban con tanta suavidad.
-Tengo algo que decir-
-Dime-
-Quizás suene algo acosador pero...-
-Dime- repitió-
-Hace algunos meses, te vi sentado en la ventana de tu departamento y cuando llegue a casa, me toque pensando en ti-
No estaba lista para decirle que esa fue una de las muchas noches que me toque fantaseando con el.
Su mirada se oscureció, y su mano izquierda se instalo en mi nuca.
-Y yo me masturbe escuchando tus gemidos- me confeso-
-¿Como sabes que fue la misma noche?-
Mi cuerpo de dejaba de estremecerse, podía sentir como mi vagina se humedecía mas y mas.
-Por que te vi cruzar la calle, te vi caminar por el pasillo, vestida con ese vestido amarillo con flores de colores, y una hora después te escuche gemir-
Su mano abandono mi nuca y emprendió viaje hacia mis piernas, abriéndolas hasta dejar un libre acceso a vagina.
-Mmm...estas tan mojada- su voz se volvió ronca-
Sus dedos recorrían mi vulva de arriba hacia abajo sobre la tela de mi tanga. Podía sentir como mi respiración se volvía cada vez mas pesada.
-¿Y de quien es la culpa?- gemí-
-¿Dices que es mi culpa?- susurro contra mi labios-
-Si...es toda culpa tuya-
-Entonces creo que será mejor que me encargue de eso, ¿No crees?-
-Si-
No quería sonar desesperada pero lo estaba. Lo necesitaba. Su mirada seguía fija en mi y eso me estaba derritiendo por dentro. Y puede que su mirada estuviera fija en mi pero sus manos, sus manos eran un tema diferente.
-¿Sabes que mas pensé esa noche mientras me tocaba?- me pregunto-
Negué con la cabeza con un movimiento simple.
-En ser yo quien te hiciera gemir, quería escucharte gemir mi nombre, quería me suplicaras por mas, quería venirme tan profundo dentro de ti, eso era en lo único que pensaba esa noche-
-Si hubieras tocado mi puerta esa noche, ni siquiera me hubiera importado que fueras un desconocido- admití-
-¿Me hubieras dejado entrar?-
-Si-
-Esa es una idea peligrosa-
-Y dejar entrar a una desconocida a las tres de mañana a tu casa, ¿No lo es?-
-Cierto-
Para cuando quise darme cuenta mi tanga y mi remera habían desaparecido.
-Alex...- solté en un suspiro-
Su lengua paseaba por mi pezón, mientras que una de sus manos jugaba con el otro, obligándome instintivamente a empujar mi pecho hacia delante, contra su boca y su mano. Los círculos que hacia con su lengua sobre mi pezón humedeciéndolo mas y mas, me estaban volviendo loca, lo que comenzó con una simple lamida se convirtieron en succiones y mordidas suaves, haciendo que una electricidad intermitente me recorriera el cuerpo.
Unos minutos después su boca continuo bajando hasta llegar a mi expuesta vulva, sus brazos se enredaron en mis muslos sujetándome con fuerza. Sin dejar de mirarme se inclino hacia delante y paso su húmeda lengua muy firmemente sobre los pliegues de mi vagina, mordí mi mano para no gritar al sentir el placer casi abrumador que me estaban dando cada una de sus lamidas, el me mordió, succiono y lamio cada parte de arriba hacia abajo, volviéndome loca en el proceso.
-Alex...- gemí por lo bajo- Amor...ah...por...favor-
Uno de sus brazos dejo libre mi pierna, y su mano comenzó a acompañar los movimientos de su boca, en cuestión de segundos, introdujo dos de sus dedos dentro de mi.
Mi mirada y la suya se encontraron al sentir como acelero sus movimientos con sus dedos, quería que me viniera, y yo quería hacerlo, necesitaba hacerlo.
No era mi primer sexo oral, pero en definitiva era el mas intenso, y excitante que había tenido. Mi manos sujetaban las sabanas con fuerza, mi respiración estaba totalmente descontrolada, y su mirada en mi, hacia que me sintiera tan deseada. Y ahí estaba, ese hormigueo en mi espalda.
-Mas...fuerte...amor...-
Su boca se pego aun mas a mi clítoris, empujando su lengua con mas firmeza, podía sentir como mi cuerpo se contraía. Y antes de que me diera cuenta tuve el orgasmo mas duro y rápido de toda mi vida.
-¡Ah!...-
Arquee la espalda y mis manos abandonaron las sabanas para sujetar la almohada con fuerza. Lo sentir subir de a poco hasta mi cuello, su mano sujeto mi cuello obligándome a mirarlo.
-Esa es mi chica-
Lo bese, al principio fue lento, podía saborear mis jugos en su boca, salado y dulce a la vez. Definitivamente estos besos son mis favoritos, lentos, mojados, apasionados, podría volverme adicta a sus besos.
Mis manos se movían por si solas por todo su cuerpo, al menos hasta que llegue a mi objetivo, su duro, grueso, largo pene. Mientras nos besamos, comencé a recorrer su pene, de arriba hacia abajo, apretándolo, acariciándolo.
Alex me arrastro con el hasta quedar sentado en la cama y yo sentada sobre el.
-Déjame probarlo-
Le suplique al oído.
-Te dije que iba a compensarte-
-Eso puedes hacerlo otro día-
Le pedí haciendo puchero, a lo que el mordió mi labio y dijo:
-Quiero que juegues con el de otra forma-
Sonreí para volverlo a besar. Me levante lo suficiente para dejar su glande directamente en mi entrada. Puso sus manos en mi cadera y comenzó a empujar hacia a bajo mi cuerpo, haciendo que su dura erección entre en mi, ambos gemimos mientras seguíamos besándonos. No mentía cuando dije nunca había estado con un chico que la tuviera así de grande. Me hacia sentir tan llena.
-Es tan grande..- susurre-
-¿Te gusta, amor?-
-Si, mucho-
Nuestros movimientos estaban tan sincronizados que parecíamos uno solo, mis brazos rodearon su cuello y sus brazos me envolvieron para pegarme aun mas a el.
Comencé a moverme un poco mas rápido, y mas rápido. Su ojos me suplicaban porque fuera mas rápido.
-Oh... justo así...esa en mi chica... así amor...muévete así-
Su cabeza se enterró en mi cuello, mordiéndome.
-¿Así?- le pregunte moviéndome en círculos-
-¡Dios!, Nena. ¡Si!, ¡muévete así!- su voz estaba completamente ronca-
-Recuerda lo que me dijiste..."Quería venirme tan profundo dentro de ti"- le recordé-
-¿Tienes idea de lo duro que me estas poniendo al pedirme eso?- me confeso entre gemidos-
Mi mirada se fijo en sus ojos.
-Déjame sentirlo, quiero sentirlo dentro, mi amor, lléname...lléname con tu semen- le suplique-
Sujeto mis caderas con fuerza y me giro quedando sobre mi. Quería que el me tomara con fuerza, quería que me hiciera rogarle mas, y lo estaba haciendo, era como si estuviera leyendo mi mente, su manos se fijaron mis caderas y sus movimientos se volvieron mas duros y precisos. Quería venirse y yo también, mis manos se posaron sobre las suyas, y nuestras miradas conectadas, parecía una escena sacada de un video porno. Todo era tan excitante, tan intimo, tan salvaje, y tan hambrientos el uno del otro. Se inclino hacia mi para volver a besarme con mas intensidad que antes. Mi segundo orgasmo estaba a casi nada, podía sentir cada parte de mi cuerpo tensarse y contraerse.
Su mirada estaba fija en mis ojos, mi mano en su cuello, solo un par de penetraciones mas fueron suficientes para que ambos explotemos en un gran y muy deseado orgasmo.
Nos llevo un rato calmarnos y regular nuestras respiraciones. El aun seguía dentro de mi, completamente recostado sobre mi, con su cabeza enterrada en mi cuello.
-Prometo compensarte la próxima- le prometí
-Te tomo la palabra-
Estaba a punto de preguntarle que le preguntaron mis papas en la florería cuando mi celular comenzó a vibrar.
-Mierda, me había olvidado-
-¿De que?-
El salió de mi, y una sensación de vacío me abordo, pero aun así se mantuvo a mi lado dándome espacio para que contestara el teléfono.
-Son mis amigas, ellas siempre me llaman cuando son las doce de la noche en Argentina, para desearme feliz cumpleaños- le avise y añadí- Perdón por los gritos que vas a escuchar-
-Esta bien, contesta antes de que se corte-
Me sonrió mostrando sus diente, se veía jodidamente perfecto.
Lo único que encontré cerca para ponerme fue su remera, tome el teléfono y conecte los auriculares, las conocía bien, esto iba a ser un gritadero y tenia un bebe durmiendo. Camine hasta la mesa y me senté en una silla, lo mas alejada posible. Atendí la video llamada.
-Hija de tu grandísima y buena madre, ¿Por que mierda tardaste tanto en atender?-me cuestiono Ludmila, que fue la primera en hablarme, a su lado estaban Camila y Carolina-
Aun que no se veía muy bien en donde estaban.
-Perdón amor...estaba algo...ocupada-
-Que ocupada ni que mierda, esa cara es de acabo de tener un súper orgasmo, no nos mientas- vocifero Camila-
-Estabas cogiendo con tu nuevo novio, ¿No?- me pregunto Carolina-
-¿Como lo...?-
Solo había una sola respuesta para eso, mi mama.
-Chiquita, ¿Todavía no conoces a tu mama?-
-¿A quien le conto?-
Para que pregunto si ya se la respuesta.
-¿A quien crees?, estoy segura de que toda Argentina ya sabe que tienes esposo y un hijo-
-¿Esposo?, aguanten no es para tanto-
-Así le conto tu tía a nuestras madres, y tu mama lo confirmo en Facebook con una foto, ¿No la viste?, dice..."El mejor yerno del mundo" y aparece un chico todo musculoso, transpirado, lleno de tierra y cargando una bolsa de tierra-
Deje el teléfono en la mesa, leve mis manos a mi cara y tuve que aguantarme las fuertes ganas de gritar y matar a mi mama.
-Boluda estoy segura de que no lo vio-
-Eso seguro, y seguro debe estar pegándose contra la mesa-
Volví a levantar el teléfono.
-No, pero casi-
-Deberías ver los comentarios-
-No me digas eso- le pedí-
-Todos y repito TODOS son comentarios de tus parientes, tíos, tías, primos, primas, algunos vecinos, y supongo que tampoco viste la foto anterior a esa-
-¡¿Que foto?!-
-Te dije que tampoco la había visto- se burlo Camila-
Busque mi computadora portátil, la prendí y abrí Facebook, tenia mas de cien notificaciones, algunos mensajes, solicitudes, pero nada de eso me importaba, fui a mi perfil y ahí están, mi mama me había etiquetado en dos fotos, la primera, Alex y yo durmiendo abrazados, y la cuna de Liam al lado nuestro, con el titulo, " Orgullosa de vos hija", y la otra foto era la que dijeron las chicas, era Alex, era misma foto que mi mama me envió por mensaje. La voy a matar, esa señora esta muy muerta.
-Y así es como un alma abandona un cuerpo- comento Carolina burlándose de mi-
-Mi mama esta muerta, solo que todavía no lo sabe-
-¿Muerta?. No mi reina, muerta vas a estar vos por no decirnos que tenias novio y un hijo, ¡UN HIJO!, ¿Justo vos un hijo?-
Si Ludmila lo decía, era porque iba a hacerlo. Mientras hablábamos revise todas las notificaciones, solicitudes y mensajes que tenia pendientes, algunos eran de mis primos, la mayoría de la notificaciones eran de mi mama, mi hermano, algunas de mi papa y el resto de mis amigas, pero en solicitudes me apareció una que me dejo estúpida. Alexander Steven te ha enviado una solicitud, la acepte de inmediato, cuando entro a su perfil a ver sus cosas, me doy cuenta de que tiene la foto que nos tomo mi mama de foto de perfil, y en la foto de portada tiene la foto que le envié a mi mama en donde se veía a Liam durmiendo con una sonrisa.
Mi corazón latía rápido, sentía como me ardía la cara.
-Estas colorada, ¿Que te pasa?- me pregunto Lud-
-Espero que sea un infarto, no valla a ser amor- me limite a decirles-
-Pero, ¿Si te gusta ese chico?-
No respondí, ¿Me gustaba?, ¿O solo me parecía lindo?, no sabría que elegir.
-No se- admití-
-¿Como que no sabes?-
Les explique todo lo que había pasado hasta ahora, todo con lujo de detalles, y cuando digo todo es TODO.
-¿Y si algo sale mal?-
-En algún punto esa estupidez de "solo sexo", se va a acabar y no te vas a dar cuenta, te va a empezar a gustar, te vas a enamorar y al final vas a caer, y vas a caer tan fuerte que cuando quieras darte cuentas vas a estar casada, con hijos, y con ese bombón dándote como a cajón que no cierra el resto de tu vida-
-Puede que Cami tenga razón, pero por ahora, disfruto esto, me gusta esto, si mas a delante me empieza a gustar de verdad, como le dije a Donna, voy a ser lo suficientemente madura como para admitirlo-
-¿Vas a admitir que te vuela la cabeza?-
-Si, lo hace, pero eso no significa nada-
-Claro que significa algo estúpida, ya caíste solo que no te diste cuentas-
-No digas mamadas Mary Jane- me defendí-
-No tiene tiempo de responder nuestros mensajes pero si de ver memes, que poca vergüenza de tu parte-
-Hay prioridades-
-¿Seguís tomando pastillas?-
-Siempre-
-Que bueno porque hace unos días soñé que estabas embarazada-
-Carolina no seas hija de puta boluda. ¿Por que asustarme así?. ¿Cual es la necesidad de eso?-
Toque madera sin pensarlo. No soy muy supersticiosa pero esa chica sueña que algo pasa y algo pasa.
-Déjala boluda, ¿No la vez?, mírale la cara-
-Esta despeinada-
-No me había dado cuenta- me defendí-
-Esta brillando- la golpeo en el brazo- No importa si te gusta o no, si te tiene así de feliz, que te siga dando como rata en balde, porque mi ciela uno de esos no se encuentra todo los días-
-Que tenga un pistolón-
-¡Ludmila!-
-¿Que?, vos misma lo dijiste, el tipo tiene lo suyo o, ¿No?-
-Bueno, si pero...-
-Pero nada, esa es mi amiga, estoy orgullosa-
-El tamaño no importa- intervino Carolina-
-Eso es pura mierda- le reproche- Mas vale que el tamaño importa y el que diga lo contrario miente-
-No es cierto-
-Por favor, Caro, si vas y le preguntas a un hombre si el físico de una mujer importa te va a decir que si, porque yo, debería mentir y decir que el tamaño no importa-
-Tiene razón, ¿Lautaro no me dejo porque aumente unos kilos?-
-Lautaro era pelotudo-
-¿Y tu ex no te hizo lo mismo?- le replico Ludmila a Carolina-
-Caro, no digo que todos piensen lo mismo, pero la gran mayoría lo piensa, que mientan y digan que no, no significa que no sea cierto-
-Pero nada, cuando te encuentres a uno, con la cosa enorme, vas a ver la diferencia y después vas a venir a decirnos que teníamos razón-
-No creo que sea así pero si ustedes lo dicen-
Después de eso se despidieron a las apuradas porque tenían que hacer algo importante. Era la madrugada del sábado en Argentina, como mínimo saldrían de fiesta o algo así.