El rey Alfa me desea.
img img El rey Alfa me desea. img Capítulo 3 Uno Uno.
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Capítulo 10 Seis. img
Capítulo 11 Siete. img
Capítulo 12 Ocho. img
Capítulo 13 Nueve. img
Capítulo 14 Diez. img
Capítulo 15 Once. img
Capítulo 16 Doce. img
Capítulo 17 Trece. img
Capítulo 18 Catorce. img
Capítulo 19 Quince. img
Capítulo 20 Diesciséis. img
Capítulo 21 Diescisiete. img
Capítulo 22 Diesciocho. img
Capítulo 23 Diecinueve. img
Capítulo 24 Veinte. img
Capítulo 25 Veintiuno. img
Capítulo 26 Veintidos. img
Capítulo 27 Veintitrés. img
Capítulo 28 Veinticuatro. img
Capítulo 29 Veinticinco. img
Capítulo 30 Veintiséis. img
Capítulo 31 Veintisiete. img
Capítulo 32 Veintiocho. img
Capítulo 33 Veintinueve. img
Capítulo 34 Treinta. img
Capítulo 35 Treinta y uno. img
Capítulo 36 Treinta y dos, y treinta y tres. img
Capítulo 37 Treinta y cuatro. img
Capítulo 38 Treinta y cinco. img
Capítulo 39 Treinta y seis. img
Capítulo 40 Treinta y siete. img
Capítulo 41 Treinta y ocho. img
Capítulo 42 Treinta y nueve. img
Capítulo 43 Cuarenta. img
Capítulo 44 Cuarenta y uno. img
Capítulo 45 Cuarenta y dos. img
Capítulo 46 Cuarenta y tres. img
Capítulo 47 Cuarenta y cuatro. img
Capítulo 48 Cuarenta y cinco. img
Capítulo 49 Cuarenta y seis. img
Capítulo 50 Cuarenta y siete. img
Capítulo 51 Cuarenta y ocho. img
Capítulo 52 Cuarenta y nueve. img
Capítulo 53 Cincuenta. img
Capítulo 54 Cincuenta y uno. img
Capítulo 55 Cincuenta y dos. img
Capítulo 56 Cincuenta y tres. img
Capítulo 57 Cincuenta y cuatro. img
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Capítulo 3 Uno Uno.

Yo seguí sus instrucciones y comencé a oler frascos.

-¿Tengo que buscar uno en específico? - Dije rascando mi nariz. Hasta ahora todas eran esencias que me resultaban conocidas pero nada especial.

-No exactamente. Tienes que detenerte cuando encuentres un perfume que te resulte más agradable que cualquiera. Tu nariz te dirá cuál es la esencia de tu lobo, luego solo tenemos que maximizar ese olor en ti.

Yo seguí oliendo pero nada me pareció particularmente atractivo.

-De acuerdo, no es una esencia floral ni frutal. - Dijo Gisselle pensativa. - Intentemos estos entonces. - Dijo sacando más frascos de debajo de la mesa. - Estos no son los olores comunes y los perfumes hechos con estos son más caros también.

-¿Por qué? - Pregunté curiosa.

-Bueno, más que nada porque son difíciles de conseguir en el continente. Ahora calla y huele, tenemos poco tiempo y mucho que hacer.

Entonces me callé y seguí oliendo hasta que encontré uno pequeño al que quise aferrarme.

-Creo que es este. ¿Qué estoy oliendo? - Dije con mi nariz casi metida en el frasco.

-¡Oh! Ese es extra especial. - Dijo con una sonrisa. - Se llama "Vainilla" y solo se encuentra en las islas cercanas al continente del Este.

-Vainilla... me gusta.

-Por suerte para ti, con lo que tengo puedo hacer uno o dos frascos de perfume. Ahora vamos a la segunda parte de la noche. ¿Ya sabes qué vas a usar mañana?

-Uh... ¿Tengo que usar otra cosa que no sea mi uniforme? - Pregunté confundida.

-Chica... tu tío Chad te ha echado a perder.

Durante la noche me enseñó a hacer perfume, así como crema y shampoo con el delicioso aroma de la vainilla. También sacó un baúl de debajo de la cama y me pidió que eligiera lo que quisiera.

Dentro había varios vestidos elegantes y la miré arqueando una ceja.

-¿Esta es la parte en la que me preguntas sobre mi misterioso pasado? - Dijo Gisselle divertida. - Pequeña, tardaste 10 años.

-No me importa tu pasado. Si quisieras compartirlo, lo habrías mencionado desde hace 10 años. - Dije divertida. - Solo me preguntaba por qué guardarías vestidos tan bonitos. Creo que nunca te los he visto puestos.

-Ah, pequeña. Te contaré una historia mientras te ayudo a ajustar tu nuevo vestido. - Dijo con una sonrisa triste.

Yo elegí un vestido verde esmeralda que me llamó la atención.

-Si, te quedará precioso con tu cabello rubio y ojos azules. - Dijo dándome una inclinación de aprobación y luego me desnudó para probar el vestido. Solo debíamos de modificar el largo y ajustar la tira de los hombros. - Ahora, no te muevas. Hace treinta años fue mi primer baile... no me mires sorprendida, yo también soy una loba blanca. Mi padre era un noble mercader que se dedicaba a los perfumes. Yo quería ser como él. - Dijo dándome una sonrisa. - Así que realmente no ponía mucha atención a mis clases en la Casa de la manada. Un día se me terminó la esencia de jazmín, que era mi propio perfume, así que salí por los terrenos de la Casa de la manada a buscar algunas flores. Yo sabía que había algunas cerca de la barda que daba a la salida y fui directa hacia allí; en el camino me topé con un chico que pensé que era uno de los guardias. En seguida sentí la atracción y supe que él era mi pareja. Estaba feliz y quise arrojarme a sus brazos; eso significaba que no necesitaba pasar por el baile y que podría comenzar con mi vida de emparejamiento más rápido, también. Era tan joven y creía firmemente en el amor y cosas románticas. - Dijo con una risa sin humor. - Hablamos por horas hasta que tuve que regresar por el toque de queda. Me prometió que lo vería en el baile.

Yo estaba quieta escuchando su historia, por su cara de tristeza dudo que haya terminado bien.

- Entonces llegó el día del baile. Fui con este mismo vestido. - Dijo acariciando la tela. - Me puse bonita para mi pareja y no podía contener mi emoción. Entonces hizo una gran entrada y ahí fue cuando descubrí que mi pareja... que mi pareja era el Rey. Me miró fríamente a los ojos y declaró ante toda la nobleza que había encontrado a su pareja. Entonces dio un paso al frente su madre, que en ese entonces era la Luna de la manada, y preguntó quién de nosotras era su pareja destinada. Cuando me señaló todas mis compañeras hicieron una mueca. Él alzó la voz y preguntó a su madre si yo era digna de ser la Luna del continente. Ella... ella me miró con desprecio y soltó un bufido. Le dijo que era hija de un noble mercader pero pobre y que mis modales y linaje solo traerían vergüenza al continente.

Yo solté un jadeo horrorizado.

-Pero... pero eras su pareja.

-Si, y su madre no me consideraba digna. La única opinión que importaba para mí era la de mi pareja. Lo miré con ojos suplicantes solo para ser rechazada. Me miró y pronunció las palabras más horribles para romper el lazo del destino. Cuando por fin pude levantarme del suelo, donde terminé cuando el dolor de romper el vínculo me dejó, me encontré con que mi ex pareja se encontraba eligiendo entre las presentes a una "loba con mejor linaje, modales y perfecta para el puesto".

-Entonces, Luna Isabella...

-Tomó la vida que debió haber sido mía. Tuve que asistir por protocolo a los siguientes 10 bailes sin que nadie quisiera elegirme como su pareja porque era algo así como "las sobras del Rey". -Señaló los vestidos en el baúl. - Los guardé todos para quemarlos después. Mi padre cayó en la bancarrota debido a la vergüenza que traje a casa y se suicidó poco después de que me dejaran salir de la Casa de la manada. Hui con este baúl, algunas esencias y el poco dinero que pude reunir por haber vendido algunas posesiones de mi madre. Llegué a esta playa con intención de irme del continente pero nunca encontré el valor, todo lo que conocía estaba aquí.

-Lo lamento. - Dije mirándola a los ojos.

-¿Por qué? La vida de la corte nunca hubiera sido para mí de todas formas. He vivido más feliz y tranquila aquí en la playa que en los pocos años que pasé allá. Bueno, hasta que dos personas se estrellaron en mi vida. - Dijo con una sonrisa. - Ahora, basta de hablar sobre mí. Vamos a practicar peinados para mañana.

-Lo llevaré suelto. A tío Chad le gusta así. - Dije con una sonrisa. - A menos que pienses que debo recogerlo para entrar en una pelea.

-Debes estar preparada para todo. - Dijo seriamente. - A mí tampoco me gustan los rumores que corren por ahí y no me gustaría que mi pequeña corriera peligro. - Dijo despeinándome el cabello. - No más charlas, te verás preciosa mañana.

-¿Para qué? De todas formas no creo que mi pareja aparezca mágicamente en el baile. Hay más continentes llenos de lobos, así que las probabilidades de que esté por aquí son bajas. - Dije rezongando. - Y aunque lo encontrara, si es un noble no creo que me deje ser una guardia y tendría que dejarlo de todas formas.

-Que pesimista y amargada para tu edad. Calla, tú déjaselo todo a tía Gisselle.

            
            

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