Capítulo 8 Destino Entre Sombras

La conversación con Sara, finalmente, ha dejado a Dominic Sinclair, un poco más tranquilo, un poco más relajado de lo que podría haber deseado que él estaría.

Parece que ahora sí, las cosas entre ambos se han arreglado como él esperaba que así hubiera sido, pues la verdad es que por una mala confusión de amores, él no hubiera querido desear tener a Sara de enemiga dentro de la manada, y más para cuando él, pronto, iba a ser el alfa.

Finalmente, Dominic ha conseguido regresar a su habitación luego de haberse despedido de Sara con un delicado y pequeño abrazo. Sara se había regresado a su habitación, no sin antes, haberse quedado viendo a Dominic marcharse a su habitación sin que este se hubiera dado cuenta; ella le miró fijamente, sintiéndose atraída por él, mirando fijamente como se meneaba el trasero de aquel hombre alejándose poco a poco de su vista.

Luego de haberse asegurado de que Dominic se había metido dentro de su habitación, Sara volvió a refugiarse dentro de la de ella, cerrando la puerta para tener privacidad, y volviendo a lo suyo; ella había estado todo ese tiempo jugando en su computadora.

Ya estando a solas en su cuarto, Dominic se ha quedado contemplando la penumbra de una solitaria habitación.

Las sombras se dibujaban en las esquinas de los rincones donde la oscuridad acechaba.

Rápidamente, Dominic dejó caer pesadamente su cuerpo encima de la cama desde su cercana posición, su mente estaba invadida de muchos pensamientos que él quería aclarar.

El silencio de su recámara era ensordecedor, solamente está siendo roto por el leve sonido que pronunciaban las cortinas de la ventana al ser movidas por la brisa fría y fresca de la noche.

Lo que había pasado hace un momento con Sara todavía resonaba en su cabeza.

¿Sería él capaz de mantener esa barrera entre la línea confusa de un hijo inesperado, de una mujer desconocida que había comenzado de mostrar quién era en realidad frente a sus ojos, sin importar su origen? ¿Sería él capaz de mantenerse alejado de querer romper la barrera invisible que hay entre la amistad y la atracción para con Sara?

El peso de una gran responsabilidad estaba cayendo en sus hombros; él no quería ser alfa, pero por su legado, debe de hacerlo, tampoco quería ser padre, pero Anastasia le había confesado su cruda realidad, y ahora, él se debatía entre querer saber si estaba dispuesto a hacerse cargo de un hijo que ha sido engendrado con su esperma así haya sido mediante la inseminación, o decidir, si quería mantenerse alejado porque la manada ahora era la cosa más importante en su vida.

Pronto, como si todo hubiera sido por culpa de haber bebido tanto Whisky, los recuerdos del pasado le han asaltado a Dominic, encontrándose con momento de su vida en los que había un límite invisible entre su línea de la humanidad y su línea de ser un hombre lobo.

Recostado en la cama, Dominic ha mirado el techo como si, esperando que en este, él pudiera encontrarse con las respuestas necesarias a las preguntas que se estaba haciendo silenciosamente.

Los minutos parecían pasar aceleradamente.

El tiempo transcurría muy velozmente.

Intentó querer quedarse profundamente dormido, pero no consiguió hacerlo, y entonces, un murmullo apenas perceptible lo ha sacado de su momento de privacidad consigo mismo.

Algo parecía resonar en su mente, como si fuera este una especie de eco distante.

Él se levantó con cautela, el murmullo todavía persistía, pero esta vez, él logró escucharlo con mucha más claridad que antes.

Entonces, él decidió seguir la dirección de sonido que lo llevó hasta la ventana que permanecía siempre entreabierta en su habitación. La luz de la luna iluminaba suavemente la habitación lo suficiente como para no haber tenido que usar la luz artificial de la casa durante toda la noche para moverse a su alrededor.

Fue allí cuando él supo que la que había estado provocando todo ese ruido desde la calle, había sido Sara, quien había estado trepando por la pared hasta llegar a la habitación de Dominic y querer entrar por allí cuando ella sabía muy bien que hubiera sido mejor que lo hubiera hecho por el pasillo, sin embargo, Sara tuvo que haber pensado en una razón para no querer haber ido a la habitación de Dominic por el pasillo y haber entrado por la puerta como una persona normal lo hubiera hecho.

- ¿Sara? Pero ¿Qué estás haciendo? ¿Sabías que podías haber usado la puerta para entrar a mi habitación, verdad? Pudiste haber tocado - observó Dominic, mientras que estiraba su mano hacia donde venía de camino Sara trepando por la pared.

Sara tomó la mano de Dominic, y ambos, usando sus fuerzas de hombres lobos, hicieron lo mejor que pudieron para que ella entrara rápidamente a la habitación sin tener que seguir trepando por la pared.

Y entonces, debido a esa fuerza que ambos hicieron para ayudar a Sara, Dominic cayó con el cuerpo de espaldas al suelo, golpeándose un poco fuerte la espalda, sintiendo que a sus pulmones les faltaba aire, pero por suerte, no fue mucho tiempo el que tuvo que pasar para sentirse mejor.

Sara terminó cayendo acostada encima de Dominic.

En ese momento, ambos se han mirado a los ojos, ambos se han puesto nerviosos por la incómoda situación que se había presentado.

- ¡Santo cielo, lo siento mucho! ¿Estás bien? - preguntó Sara sin querer moverse porque parecía que su cuerpo no quería alejarse del cuerpo de Dominic porque cada parte de su cuerpo aparentaba no querer moverse ante su petición.

- Sí... Estoy bien, solamente me he golpeado un poco la espalda, es todo - contestó Dominic, él quiso mirar a Sara a los ojos, sin embargo, no pudo lograrlo, porque en lugar de haberlo hecho, sus ojos miraron hacia el escote de la chica, el escote estaba un poco caído hacia adelante porque este le quedaba un poco flojo al ser su pijama de lencería, una pijama fabricada con seda.

Dominic no es como que fuera un hombre mirón, a él no le gustaba ser así, le gustaba respetar a las mujeres, pero en la circunstancia en que se ha presentado esta situación, no había escapatoria de que Dominic no hubiera querido mirar el pecho de Sara.

- ¿Estás seguro? - insistió Sara, aun sin querer moverse de encima de Dominic.

Dominic asintió con la cabeza, y sin poder haber dicho algo para impedirlo, Sara no se resistió, y se acercó rápidamente a los labios de Dominic para besarlo justo antes de que este pudiera habérsele escapado.

Dominic no dudó en corresponder el beso de Sara.