Capítulo 9 ¿Cómo podría odiar a su familia

"¿Sophia?".

En ese preciso instante, una agradable voz masculina resonó detrás de ella. Sonaba como un violonchelo con la capacidad de tocar las fibras de la gente.

No hacía falta mencionar que ella estaba más que familiarizada con ese tono. Es más, hace apenas cinco años, estaba absolutamente loca por quien habló. En aquel entonces, ella incluso renunció a toda su dignidad por él, pero después de que se aprovechara de su amor para lastimarla, ya no consideraba agradable escuchar esa voz.

"¿Sophia? ¿Eres tú?", preguntó el hombre caminando hacia ella.

Por su lado, secándose las lágrimas, Kylie sonrió, tomando al chico por el brazo. "Langston, aquí está Sophia", dijo obedientemente.

"Hola, señor Qi, no esperaba verlo aquí", saludó Sophia educadamente.

Él seguía siendo el mismo chico guapo y amable de años atrás, pero ya la joven había superado su obsesión con él. Pues el Langston al que amaba había muerto cuando ella voló a los Estados Unidos para dejar todo atrás.

Ahora resultaba que el hombre frente a ella era el prometido de Kylie.

Aun así, apenas Langston la vio, abrió los ojos asombrado. Sobre todo porque no la había visto en mucho tiempo.

Ella solía seguirlo a todos lados, sin embargo, en este momento parecía un poco indiferente. Realmente había cambiado mucho. Ni siquiera sus ojos mostraban la pureza y la pasión de antes. Al contrario, estaban llenos de una especie de frialdad indescifrable.

Si bien las noticias sobre sus escándalos durante los últimos años habían llegado a oídos de Langston, quien era consciente de que ella pertenecía al mundo de entretenimiento, nunca se había dado una razón para buscarla. Por un lado, no podía dejar de pensar en esos rumores que circularon en el pasado, y por el otro, había escuchado que su vida privada actual era un absoluto desastre.

Francamente, el hombre no tenía idea de cómo enfrentarse a esta chica.

Pero ahora que la tenía en frente, sintió como si algo le hubiera golpeado el corazón.

"Langston, Sophia no quiere volver a casa con nosotros. ¿Podrías intentar persuadirla? Ella solía hacerte caso". Por supuesto, Kylie iba a seguir con su drama hasta el final.

En ese momento, los recuerdos de Langston fueron interrumpidos abruptamente, de modo que asintió, diciendo: "Sí, está bien".

"Sophia, es un poco raro que nos hayamos encontrado así. ¿Qué tal si vuelves con nosotros a casa? Supongo que tienes mucho de qué hablar con Langston, ¿no?", agregó Kylie que, con una mirada maliciosa, presionó la cabeza contra el brazo del chico.

"¿Por qué haría eso?", preguntó Sophia arreglándose el cabello. "¿Quieres que los vea a ustedes dos o a tus padres demostrar su amor? Kylie, no soy estúpida".

Ante esa respuesta, Kylie se mordió los labios antes de decirle a Langston con lágrimas en los ojos: "Oh, cariño, ¿qué podemos hacer? Sophia no quiere volver con nosotros. Parece que todavía nos odia".

"No, esa es solo su forma de hablar. Digo, ¿cómo podría odiar a su propia familia?", murmuró él.

Sonriendo con ironía, Sophia replicó: "No me consideres como alguien amable. Realmente sí los odio, señor Qi. Usted nunca experimentó las cosas por las que yo pasé, ¡así que jamás lo entendería! ¡Por favor, manténgase al margen de mis asuntos con la familia Ye!".

Y antes de que perdiera el control de sus emociones, se dio media vuelta para irse hacia la parada del autobús con determinación.

Para la gente, todos los miembros de la familia Ye eran buenos y decentes, menos ella. En los últimos cinco años, Kylie le había hecho la vida imposible. En definitiva, los Ye sacaron lo peor de ella. En ese caso, ¿por qué no los odiaría? ¡Sophia no era estúpida!

¿Familia? ¡Ja!

No había dudas de que había sido muy ingenua cuando era más joven. ¿Cómo pudo haberse enamorado de semejante idiota en ese entonces?

Con esto en mente, la mujer se subió al autobús sin tener idea de adónde iba. Todo lo que necesitaba era alejarse de ellos, como ya lo había hecho en el pasado.

"Señores pasajeros, han llegado a la terminal de HS Business District. Por favor, bajen de la unidad", anunció el chofer a través de los megáfonos del bus.

No fue hasta ese instante que Sophia pareció recuperar el sentido. Por lo que mirando hacia afuera, pensó: 'No hay nada mejor para deshacerse de toda esa energía negativa que una buena ida de compras'.

Por lo tanto, con esa idea en la cabeza, se bajó del autobús sonriendo.

No obstante, tan pronto como llegó al centro comercial, vio a un niño que, por alguna razón, le resultaba familiar, llorando en una esquina.