Capítulo 8 Esa es tu casa, no la mía

Después de leer el amable mensaje de Amy, Sophia le envió una serie de emojis cariñosos para luego entrar al hotel con un humor considerablemente mejor.

Observándola desde un estacionamiento cercano, Vincent y Jimmy suspiraron aliviados al verla ingresar al edificio.

"¿Quieres que mande a alguien a vigilarla?", preguntó Daniel.

"No te preocupes, mis hombres se encargarán de eso", contestó Vincent, acariciando el cabello de su hijo.

Con esto, Daniel no tocó más el tema, simplemente se encogió de hombros y comentó: "Bien, entonces solo monitorearé su progreso laboral".

Durante los siguientes días, Sophia fue a las audiciones con constancia, decidida a conseguir algún papel. Sin embargo, el hecho de presentarse sin un agente le jugaba en contra, al punto de recibir comentarios sarcásticos de otros actores

Así que poco después de no quedar en otra audición, la chica salió abatida del lugar. A pesar de que el sol brillaba intensamente, su estado de ánimo era lo totalmente opuesto.

Una vez afuera, estaba a punto de llamar a un taxi cuando, de repente, un auto deportivo rojo apareció en el estacionamiento del lugar. Por lo llamativo del automóvil, los ojos de todos los transeúntes estaban fijos en él, curiosos por ver quién lo conducía.

En ese instante, Sophia reconoció el número de matrícula de inmediato. Se trataba de su enemiga número uno, Kylie.

Hasta donde ella sabía, en el Hotel Heyder se estaban llevando a cabo dos audiciones simultáneas. Una para "A Dream In Her Previous Life" y la otra para "Dance of the Phoenix". Sophia tenía claro que Kylie ya había sido elegida para ser la protagonista de uno de esos proyectos. Por lo que lógicamente, no tenía absolutamente ninguna razón para ir allí ese día.

Sin embargo, Sophia estaba cerca de descubrir el motivo detrás de la presencia de Kylie cuando la vio caminando en su dirección luciendo un hermoso vestido blanco.

"Sophia, ¿viniste a la audición?", le preguntó con malicia.

Mirándola con frialdad, la chica ignoró su pregunta.

Anticipando que ella actuaría así, Kylie sonrió torpemente para continuar hablando. "Mira, puedo entender cómo te sientes, solo quiero advertirte que tú nunca podrías sobrevivir en el mundo del entretenimiento. Así que, ¿por qué no te vas a casa como una buena niña y te disculpas con papá? Si tienes suerte, tal vez puedas seguir siendo parte de la familia Ye".

Agachando la cabeza para sonreír levemente, Sophia fingió ignorancia. "No tengo idea de lo que estás hablando. Creo que debes estar confundiéndome con alguien más".

"Sabes muy bien que estoy hablando con la persona indicada. Sophia Ye, ¡escúchame con atención! Te estoy diciendo todo esto por el bien de papá. Él ya se ha esforzado demasiado para encontrar a un hombre adecuado para que se case contigo. Si tienes sentido común, ¡volverás a casa y harás lo que él te diga!".

Escuchando las tonterías de Kylie, Sophia ya ni siquiera podía fingir reír, por lo que apretó los puños con ira y amargura. ¡Sin duda era una vergüenza que las personas que la torturaban emocionalmente fueran su propia familia! ¡Su hermana, o mejor dicho, su media hermana"

Su padre, Aaron Ye, había tenido una aventura con otra mujer que luego dio a luz a Kylie y Bill, sus medio hermanos. Y tras la muerte de la madre de Sophia, esa otra mujer finalmente tuvo la oportunidad de casarse con Aaron. En ese contexto, no era difícil imaginar lo compleja que se volvió la vida de Sophia cuando eso pasó.

Cinco años atrás, mientras Sophia estaba estudiando en el extranjero, terminó perdiendo su virginidad como consecuencia de uno de los planes malévolos de Kylie. Ese encuentro sexual derivó en un embarazo, pero desafortunadamente, el día en el que nació el bebé, un fuerte terremoto sacudió la ciudad, provocando que Sophia se separara del pequeño en medio del caos. Ella nunca regresó con los Ye después de lo sucedido. De hecho, la única razón por la que los Ye habían comenzado a pensar en ella nuevamente era porque necesitaban casarla con alguien en función de consolidar una sociedad comercial. ¡Ella era solo un peón para ellos!

"Lo lamento, pero ese tipo del que estás hablando es tú padre, no el mío. Él no tiene ningún derecho a tomar decisiones por mí. Yo no necesito a nadie. Tampoco soy parte de la familia Ye. ¡Así que asúmelo!", gritó Sophia enojada.

Aquello dejó a Kylie frunciendo el ceño con decepción mientras miraba a su medio hermana alejarse. De pronto, como de la nada, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. Seguidamente, agarró el brazo de Sophia para intentar convencerla con lástima. "Hermana, escúchame. Deja el negocio del entretenimiento y vuelve a casa. Todos te extrañamos mucho".

Ante el repentino cambio de actitud de Kylie, Sophia le volteó los ojos, sabiendo que solo se trataba de uno de sus trucos. Lo más probable era que alguien las estuviera viendo, de modo que Kylie estaba actuando a propósito. "Kylie Ye, esa es tu casa, no la mía. De todas formas, gracias por tu amabilidad", replicó Sophia con calma, liberándose del agarre de Kylie.