Capítulo 9 El amante oculto

Los ojos de Emily se abrieron con total sorpresa y conmoción ante lo que se estaba desplegando frente a ella. Podía escuchar claramente el crujido de huesos rompiéndose...

Todo el rostro de Leo se retorcía por la agonía, quien estaba gritando como un cerdo herido.

Unos minutos más tarde, Jacob finalmente dejó de pisar la mano de Leo. Limpió la sangre que había manchado sus zapatos con la alfombra que estaba junto a Leo. Sus rasgos faciales expresaban el desmedido asco que le provocaba el vil hombre que yacía en el suelo.

Emily se sintió aliviada y feliz al ver que Jacob no había asesinado a Leo.

De haberlo matado, ella no podría librarse de las acusaciones. Para alguien tan distinguido como Jacob, era normal no tenerles miedo a dichas circunstancias, sin embargo, ella no era nadie, así que definitivamente se enfrentaría a muchos problemas por parte de las autoridades.

Mientras Emily pensaba en lo siguiente que debería hacer, escuchó pasos que venían desde fuera de la habitación. Esto hizo que su corazón dejara de latir.

¿Acaso alguien ya había escuchado todo el ruido y venía a revisar? ¿Y en ese momento qué debía hacer?

"Señor Jacob...", Emily se dio la vuelta para mirarlo, descubriendo que estaba allí parado, ausente de emociones. Rápidamente Emily tiró de su mano y le dijo: "¡Lo siento!".

...

Fue una coincidencia que los pasos proviniendo de afuera pertenecían a Jack y Rose, quienes iban tomados de la mano y se acercaban a la habitación de Emily. Rose seguía avivando las llamas de su odio al decirle a Jack: "Jack, no creo que debamos echarle la culpa a Emily. Ella ya había terminado contigo, así que no hizo nada malo al encontrar a alguien más con quien estar. Tal vez lo único que Emily quiere es ganar la competencia, y por eso decidió sobornar a los jueces...".

"¡Cállate!", Jack interrumpió de forma grosera a Rose y soltó su mano para ir corriendo directamente hacia la habitación de Emily.

Al llegar, descubrieron que la puerta estaba completamente abierta. Emily, quien tenía una expresión vacía en su rostro, se encontraba de pie en medio de la habitación. A sus pies yacía un hombre golpeado y apenas consciente.

Jack estaba conmocionado y repleto de confusión, preguntándose qué estaba pasando. Su rostro se volvió sombrío cuando preguntó a Emily: "Emily, ¡¿qué estás haciendo?!".

Rose estaba mucho más sorprendida. ¿Por qué Emily no estaba en la cama con Leo? ¿Y por qué él estaba en el suelo, aparentemente molido a golpes? ¿Qué demonios pasó?

Jack y Rose habían aparecido en el momento preciso. Emily tendría que ser muy ingenua y tonta como para no poder comprender todo lo que estaba pasando. Por suerte, no lo era. De no ser por la ayuda de Jacob, justo ahora podría haber estado enredada en un montón de problemas.

Justo en ese momento, su mayor esperanza era que ese gran macho oculto en la habitación estuviera un poco dispuesto a cooperar y no dejara que nadie más lo viera allí dentro.

Después de todo, incluso cuando ellos ya habían terminado la relación, Jack seguía buscando al supuesto 'amante' de Emily. ¡Ni siquiera quería imaginar qué pasaría si Jack llegara a descubrir que todo este tiempo ese 'amante' era Jacob!

"¿Ustedes qué creen?", Emily los miró con frialdad, y luego dijo alzando la voz: "¡Este hombre intentó violarme! Como claramente lo pueden ver, ¡actué en defensa propia!", aunque Emily hablaba con tranquilidad, en el fondo de su corazón y sin ningún motivo aparente, se sentía culpable.

"¡¿Cómo es posible?!", Jack se plantó frente a la cara de Emily, intentando comprobar si ella estaba mintiendo, pero fue en vano. "¡Si hay moscas, es porque algo está podrido!

Si eres tan inocente como dices, ¿por qué él vino a verte?".

Agregando a dicha observación, Emily no era físicamente capaz de hacer semejante hazaña; con su complexión apenas podría vencer a Rose en una pelea. ¿Cómo pudo vencer a un hombre adulto con tanta brutalidad? '¡Seguramente alguien la ayudó!', Rose y Jack llegaron a esa conclusión al mismo tiempo. Querían entrar para comprobar si había alguien más en la habitación, pero Emily los detuvo al abrir sus brazos justo en la entrada.

"¿Por qué este juez vino a verme? ¿No deberías hacerle esa pregunta a tu amante?", le dijo Emily con una pizca de sarcasmo: "Rose, esto no salió como tú lo planeaste. Seguramente te sientes muy decepcionada, ¿verdad?".

La sonrisa de Rose se puso boca abajo. Mordiéndose el labio con fuerza y con un tono amable, le dijo Rose: "Emily, ¿cómo puedes decir eso? ¿Yo qué ganaría con hacerlo...?".

"¡Guau, eres tan buena actriz! ¡Deberías ganarte un Oscar por tu gran actuación!".

"Emily, no trates de invertir las cosas. ¡Tú sabes lo que hiciste!", Jack estaba perdiendo la paciencia y haciendo todo lo posible para reprimir su ira. ¡Lo único que quería era ver si había alguien más en la habitación!

Finalmente Jack empujó a Emily hacia un lado y entró. Esta última se puso nerviosa, y al no saber qué hacer, ¡pisó el pie de Jack y lo empujó con fuerza!

Jack se tambaleó y retrocedió algunos pasos, luego estalló de gran furia y gritó: "Emily, ¿acaso estás escondiendo a tu amante ahí dentro?".

"¡¿Qué te pasa?!", Emily también estaba enfurecida por la conducta de su ex-novio, así que se resistió: "¿Qué te hace pensar que puedes entrar a mi habitación? ¿Quién te crees que eres? ¡Ambos, salgan de aquí! ¡Si no lo hacen, llamaré a la policía!".

Cuanto más se comportaba Emily de esta manera, más despertaba las sospechas de Jack: "¿Quieres que yo salga? ¡Hoy estoy decidido a entrar ahí!".

Rose estaba ansiosa por ver a dónde llegaría todo esto. ¡Si Jack lograba encontrar a un hombre en esta habitación, Emily enfrentaría un destino mucho peor que la muerte!

Emily hizo todo lo posible por detenerlo, pero ya no pudo seguir resistiendo cuando su fuerza se vio superada por la de Jack.

"¡Zaz!", la puerta se abrió con fuerza. Para su sorpresa, no había nadie adentro.

"¿Ya estás satisfecho?", mirando a su ex-novio con disgusto, Emily le dijo fríamente: "Jack, ahora te estás comportando como una mujer celosa".

"¡Emily, no empieces a creerte la gran cosa!", al sentirse insultado por los comentarios de Emily, Jack le replicó: "¡Yo, Jack, nunca amaría a una mujer inmunda!".

Emily pensaba que lo peor ya había pasado, por lo que su mente se volvió tan tranquila y quieta como el agua. Sin embargo, escuchar lo que dijo Jack hizo que su sangre hirviera desde adentro. Sonriendo sarcásticamente, Emily le dijo: "¿Inmunda? ¡No creo que haya persona más inmunda que tú! ¡Y no olvides que fui yo la que rompí contigo!".

Jack se quedó callado ante estas palabras de Emily. Apretando los dientes con frustración, y enfatizando lentamente cada sílaba, Jack le dijo: "¡Emily, algún día volverás a mí, rogando que vuelva a estar contigo!".

Esas palabras sonaban muy familiares. No era de extrañar que tanto Jack como Jacob pertenecieran a la misma familia. Usaban los mismos métodos para amenazar a las personas.

"¡Espero no volver a ver a ninguno de ustedes dos! Por cierto, Rose, recuerda que la basura de un hombre es el tesoro de otro. ¿Crees que esto es gracioso?".

'¿Gracioso? ¡Por supuesto que es gracioso! ¡Tu miseria siempre será la fuente de mi felicidad!', pensó Rose para sí misma. A pesar de todo lo que estaba sucediendo, ella siguió en su papel de mujer sensible y amable. 'Pero qué mujer tan dramática', pensó Emily.

Jack se dio cuenta de que las damas lo estaban distrayendo, y al recordar su propósito, continuó buscando en la habitación.

Emily estaba mucho más que molesta. Su ex-novio se estaba convirtiendo en una molestia y no iba a detenerse hasta que encontrara a su supuesto amante oculto. La idea de que Jack se enfrentara a Jacob era inconcebible para Emily.

Esta última ya no tenía idea de qué hacer con Jack, y cuando ella se sentía al final de la cuerda, de repente oyeron una voz que llegó desde afuera: "¡Señor Jack!".

Todos fijaron su atención en esta nueva voz. Giraron la cabeza hacia la puerta y vieron al asistente especial de Jacob, Sam.

"Señor Jack, el señor Jacob quiere hablar con usted".