Su mano se mueve hacia uno de los bolsillos sacando la jeringa, observa a su alrededor y sin que nadie lo note vacía el contenido en la ojiva.
_ ¿Qué mierda...?
_ Teniente, ¿qué ocurre? _ insisten del otro lado.
_ Él está haciendo algo _ intento explicarlo, pero creo que ni yo misma sé lo que estoy haciendo.
_ Eso no importa, hágalo _ brama.
Y juro que estoy dispuesta a cumplir mi orden, pero hay algo que me grita que aguarde un poco más, solo un poco mientras lo veo introducir la mano en el cuerpo del misil y de manera sigilosa verter unas gotas de agua en los circuitos, y una leve chispa sale.
Uno de los hombres más cercano lo observa y él simplemente finge que no es nada, y no creo que eso que esté haciendo le de más rapidez o efectividad a ese misil.
_ ¿Qué decían los informes sobre él? _ susurro arriesgándome a que me detecten, pero mi instinto me dice que debo saber.
_ No importa teniente _ ladra y digamos que Raúl no está de humor hoy.
O más bien que la cabeza adornada con un tiro de gracia de un experto en bombas cargadas de toxinas quedarían bien en su expediente.
_ Que no se había identificado si él estaba con ellos o simplemente está siendo obligado _ Eimy rompe la cadena dándome la información.
_ Creo que intenta sabotearla ...
_ Eso no importa, ¡hazlo! _ Juro que luego de tantos años de entrenamiento cada célula de mi cuerpo me indica que debo cumplir la orden, como si todo en mí estuviera programado para ello, para obedecer, pero mi instinto esta vez no acompaña a mis reflejos mientras el disparo suena y la bala se incrusta en la cabeza del sujeto, el mismo que lo observaba y sacaba su arma dándose cuenta de lo que hacía.
_ ¡Corra! _ grito mostrando mi ubicación, dejando que los otros 7 hombres se preparen para venir a por mí, pero les facilito el trabajo saltando del barandal y cayendo sobre una de las mesas llenas de papeles.
El científico se mueve de inmediato y se apresura a tomar el cilindro, pero no se marcha, simplemente toma un martillo y comienza a golpear la ojiva y so sé qué carajo hace mientras los tipos se me vienen encima y los manejo como puedo mientras algunos caen debido a los disparos que llegan de arriba. Mi equipo está aquí, y es evidente que unos segundos estarán el de ellos también.
Hago que caigan de apoco mientras entierro mi navaja de combate en el cuello de uno y el abdomen de otro deslizándola hasta llegar a sus costillas y casi abrirlo como a un cerdo.
Paso al siguiente y el otro y en poco tiempo solo queda uno, mis manos aún gotean la sangre de los hombres mientras él presiona el cilindro contra su cuerpo cuando me acerco.
_ ¿Lo quieres para tu gobierno? _ pregunta en mi idioma aun cuando el suyo natal es ruso.
_ Quiero destruirlo, y que no se utilice con nadie _ respondo y le toma unos segundos mientras mi nombre resuena.
_ ¡Alina, carajo! _ truena tras mi espalda.
_ Tendrás que tomar una decisión ahora _ le advierto, ambos sabemos que el tiempo se acaba.
_ Júralo _. No es una petición, condiciona el acto mientras su barbilla señala el cuchillo en mi mano, sé lo que pide, no estará con ellos, pero sin duda alguna conoce las tradiciones de la mafia.
Tomo el cuchillo y con precisión corto la palma de mi mano _. Lo juro, no dejaré que nadie utilice ese cilindro.
_ Sea quien sea lo impedirás _ recalca y su insistencia y aclaraciones se vuelve molesta cuando tenemos tan poco tiempo.
_ Sea quien sea _ afirmo y solo entonces se mueve acercándose a mí, por instinto preparo el arma en mi mano, pero solo se toma el tiempo de tomar un maletín en el que envuelve el cilindro.
_ Vámonos _ me ordena y me quedo clavada del estupor _. ¿Qué esperas?, sácame de aquí, tengo que desactivar esto _ señala el maletín en su mano y decido hacer lo mío, porque justo ahora me estoy arrepintiendo de dejarlo con vida.
Eso y la mirada de mi flamante capitán que promete darme azotes por desobedecerlo mientras se apresura a cerrar su mano en torno a mi brazo con toda su fuerza.
_ Creí que había quedado claro que mis órdenes no se discuten _. La mirada de brilla, peligrosa, letal.
_ Creí que te había quedado claro que no disparo a inocentes _. Su agarre se afloja de inmediato, el resto del equipo solo se hace a un lado permitiendo el paso mientras hago que el ruso camine.
Digamos que las cosas no han sido fáciles para nadie desde ese incidente. Conozco su motivo para no dejarme ir, me quiere cerca, en donde puede comprobar que mi boca permanece cerrada sobre esa noche.
_ Si querías hacerlo enojar, lo has conseguido _ Eimy murmura mientras paso entre las filas y me gano la mala mirada de más de uno.
_ Ya está hecho _ advierto por si alguno piensa en completar lo que yo no hice, me respetan como su teniente, pero también saben quién soy y solo por las dudas les recuerdo _. Nadie lo toca.
Menuda mierda en la que me metí esta vez, observo mi mano aun ensangrentada en donde está la marca que yo misma me hice.
Carajo.
Solo espero que en serio me haya guiado mi instinto y no las ganas de fastidiarle el ascenso. Digamos que la rabia aumenta cada día que veo al hombre que no conocí por más que fue mi pareja por 5 años. Nunca sabré cómo pude ser tan siega, o es que él fue demasiado bueno mintiendo.
Las salidas que antes estaban despejadas ahora son inundadas de soldados de la mafia, y todos tenemos claro lo que pasaría si uno de nosotros es capturado.
Como podemos nos abrimos paso entre los pasillos, el humo llena el lugar mientras nos acomodamos las máscaras y hago que el científico se coloque la suya. El tipo aprieta el maletín contra su cuerpo con toda su fuerza mientras observa a cada uno de mis compañeros como si alguno de ellos en cualquier momento pudiera quitárselo.
Algo me dice que es lo que espera que pase exactamente.
_ Quédate atrás _ advierto y habla en un perfecto ruso, cosa que me llama la atención ya que hace apenas unos minutos conmigo hablaba mi idioma.
Raúl me observa para nada contento, pero se aguanta _. En marcha _ brama para todos, aunque el enojo es solo conmigo.
Si salimos vivos de esta va a cobrármelo, eso es seguro.