Odio como la gente se toma el derecho de opinar, como todos creen que tienen un derecho a intervenir en nuestra vida, no pagan dinero para el gobierno, por nosotros trabajamos invirtiendo en jóvenes emprendedores, nuestra familia antes de ser reyes habíamos sido empresarios y con eso invirtieron en varios lugares más para ahora ser uno de los mayores inversionistas.
Y ahora con ese dinero ayudábamos y contribuíamos al los demás, pero todos se daban el derecho a ver sobre nosotros, a opinar.
-¿estas bien? -Preguntaron mis hermanos al verme darle al saco que parecía humano, asentí sin hablar y siguiendo entrenando, mientras ellos me hacían algún chiste tratando de animarme.
-Vamos, Kahil, sabes que eres más que eso que dicen, tienes cerebro, carisma y fuerza -paró unos segundo para mirarlos.
-¿Creen que es así?, me dejaron para tomar el maldito trono, algo que yo no pedí, algo que nadie pidió, ahora no solo seré reina de todo un maldito país que fue continente, si no que seré de otro más -los miro sin mostrar las ganas de llorar tan grandes que tenía.
-No es por mal, no viviste lo que nosotros.
-¿Qué tanto vivieron ustedes?, díganme.
-Nosotros vimos lo celoso y la maldad de frente del ser humano, la ansía de poder -escuché la voz de alguien detrás mío, hacía mucho tiempo no lo escuchaba, cuando giré mi rostro, el estaba caminando con su traje y acomodando sus lentes.
-Dímelo, dímelo Aurón -le digo a mi hermano mayor, el mayor de todos nosotros, tenía 35 años, y había logrado ser el único descendiente de la corona en estar en la ONU; no por su apellido si no con mucho esfuerzo.
-Nos han secuestrado, nos han tratado de asesinar, nos pusieron veneno incontable veces para dañar a nuestros padres.
-¿quieres decir que me estaban salvando de ese mundo? -Mi hermano mayor asiente -Patrañas, ¿te digo por qué? -me acercó a él mientras pongo mis manos en mi cintura -Porque si fuera así, no volvería reina, no solo de esta nación, si no de la otra que desconozco -giró mi rostro -Y los otros que están escuchando a escondidas, deberían mejorar sus tácticas -habló a mis otros hermanos, mientras salgo del jardín e ir a comer, cuando lo hago me encuentro a Akim.
-Oh ya estas despierto -llegó sonriendo hacia él, había dejado su celular al lado de la mesa, supongo que había visto todas las noticias.
-Sí -su respuesta es algo directa.
-¿Dormiste bien? -asintió, y rodé los ojos -Si nos casamos, ¿siempre estarás serio? -levanto un poco su mirada para verme-Ya investigué un poco sobre ti, tienes 27 años, tomaste la corona con tal solo 20 años, y te hicieron casar a los 21 años, sin embargo... Eso se pospuso demasiado, aunque no aparece por que -Antes de irme a dormir, había investigado un poco de él, tenía muchos cabos sueltos en su vida, su madre había muerto y se decía que no era hijo legitimo del antiguo rey, lo iba a descubrir.
-Todos tenemos secretos, Printsessa -Santa madre de Dios, ¡Ayúdame!, supongo que como sonaba la palabra, significaba princesa, y joder, se escuchaba tan bien. Malditas hormonas.
-¿uhm? -vi esa sonrisa por ver el efecto que hizo esa jodida palabra en mi mente y cuerpo, me hizo por un segundo dejar de pensar.
-No soy tan serio -me guiño el ojo para levantarse mientras las mucamas levantaban los platos, lo seguí en una sana distancia.
-¿los niños ya se levantaron? -cambie de tema, no me iba a humillar demasiado.
-No creo, deben estar cansados.
-Sí, Andrei jozo bastante la fiesta con todos esos dulces -veo como lleva su mano al frente mientras la acaricia.
-No basto con ordenarle que fuera a dormir -escuchó su suspiro.
-Me preocupa más como va a tomar que nos vamos a casar.
-¿ah? -escuchó una voz, al ver al frente veo a Andrei, el cual sus ojos se llenan de lágrimas y sale corriendo.
-Der'mo -Escuchó a decir a Akim, mientras va hacia su hijo.
Suspiro pesadamente, yo y mi gran bocotá, siempre había sido imprudente, pero no debía serlo con un niño.
Una hora después, todo el castillo esta buscando a Andrei, que no ha aparecido, mis padres me miran preocupados.
-¿por qué el niño escapó?
-Se enteró por accidente que su papá se va a casar conmigo -respondo.
-Oh... No creo que un niño tomé eso a bien.
-Tampoco lo creo -le contesto mientras al final termino en el jardín, no me había quitado la ropa de deporte, seguía con el top y los short, siento que detrás de un arbusto se mueve, y veo algo moviéndose del mismo color de la pijama del niño. Me acerqué de forma lenta, y salté -¡BUUU! -el niño se sobresalta y me mira con sus ojitos llenos de lágrima; me pongo en cuclillas para tener más o menos su altura -Lo siento, no debí ser imprudente contigo.
-¿papá va a olvidar a mamá? -me preguntó mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.
-Oh cariño, tu papá jamás va a olvidar a tu madre, nosotros nunca olvidamos a los muertos, todos tienen un lugar en nuestro corazón -pongo mi mano en su pecho -¿y Tu?, ¿quieres olvidarla? -el niega con su cabeza -¿entonces?, no debes pensar cosas malas, porque tu papá te ama, tu mamá te ama desde el cielo, y yo, empezaré a darte muchooo amor -sonrió mientras limpio sus lágrimas con cuidado.
-No olvidar...Todos en el corazón -asiento al escucharlo.
-Yo no voy a reemplazar a tu mamá, yo seré tu compañía siempre, una amiga cuando me necesites, y como amiga, cuando haces algo malo, tengo que decirlo para que mejoremos ambos, ¿cierto? -el pequeño se limpia sus lágrimas mientras asiente.
-Si... se...se... -rio suave al ver como intenta decir la "Ñ"
-Tranquilo, es difícil decirlo -cuando me levanto, agarro su mano y nos dirigimos nuevamente al castillo.
Cuando llegamos, todos nos giran a ver.
Luego de un regaño ambos nos vamos a bañar, cuando vuelvo a salir de mi habitación, escuchó llantos, y me voy hacia el cuarto de la noche anterior, y veo que la mucama trata de calmar al bebé que no paraba de llorar a gritos.
-¿ya le diste su biberon? -ella asiente mientras lo sigue meciendo -¿será el cambio de ambiente? -suspiro un poco, al ver que el pañal estaba limpio, lo agarro con cuidado de las manos de la mucama, el bebé poco a poco deja de llorar, mientras sus manos se agarran a mi camisa haciendo puchero -Oh bebé, tranquilo, todo estará bien -acaricio su espalda con suavidad.
-Te sale -escuchó una voz, la mucama hace reverencia y se retira mientras mi hermana ingresa a la habitación.
-Anth -le sonrió un poco -¿Qué me sale?
-Ser mamá.
-Es la primera vez que veo un niño más pequeño que yo.
-¿en la escuela no lo veías?
-No separaban por secciones, además de que tampoco salía demasiado del salón de clases, o la biblioteca, a menos que fuera a la cancha.
-Una nerd deportiva, ¿Quién lo diría? -suelta mi hermana con burla.
-No todos tenemos cara bonita para ser famosa -respondo.
-La princesa tiene dientes -mi hermana se acerca a mi.
-Si seré reina, tengo aprender a defenderme.
-Los reyes no se pueden defender.
-Eso debería cambiar.
-Ustedes dos, basta -anuncia mi hermano Danny.
-Daniel, interrumpiste como la pequeña princesa por fin saca los dientes -habla burlona mi hermana, algo que teníamos todos, era que podíamos llegar hacer bastantes burlonas, irónicos y sarcástico cuando nos sentíamos atacados o íbamos atacar.
-Antholy, ya basta -la voz de Dylan llega también a la habitación, miro a Alek el cual juega con camisa un poco.
Cuando no sucedía ningún evento, podíamos llevar ropa normal, pantalón, short, falda, vestido, cualquier cosa podíamos utilizar, en la calle y en la casa.
-Es divertido ver como se defiende.
-Kahil -Akim llega la habitación, pero se detiene al hablar cuando ve a mi hermanos presente, mis hermanos hacen una pequeña reverencia por el rango.
-¿Qué sucedió?
-La mucama me dijo que estabas con Alek, y Andrei quiere jugar contigo antes de irnos.
-¿se van? -pregunté un poco triste.
-Nos vamos, tu igual irás conmigo, y haremos una parada en Europa para ver a la ONU y presentar formalmente nuestro matrimonio -asiento mientras el bebé al ver a Akim estira sus manos riendo, el lo agarra con cuidado -Avísame cualquier cosa que suceda -mira de reojo a mis hermanos y se retira de la habitación, yo también iba a salir cuando mis hermanos me detienen el paso.
-¿De verdad te vas a casar con él? -pregunta Dylan.
-Sí, ¿por qué no?
-No deberías casarte con él... No sabes nada de él, somos modernos, puedes casarte por amor y heredar la corona.
-Es ambiciosa, quiere ambas coronas -suelto una pequeña risa, lo cual hace sorprender a mis hermanos, eran pocas veces la que había reído en este lugar tan grande.
-¿Ambiciosa?, al menos no soy tan egoísta como otros -los señalo -Al menos yo no me escapó de mis deberes y solo estoy cuando me conviene.
-¡Tu eres una hija legitima! -suelta mi hermana.
-¿Y?, nuestros padres siempre han mostrado el amor por igual, si me ocultaron era por el miedo de que algo me pasará, porque estaba desde el inicio que ninguno de ustedes tomaría la corona, ¿Dónde están los que son legítimos? -ninguno me contesta -¡Respondan! -exclamo enojada -Podré ser muchas cosas, pero jamás desee la corona, y en ese momento... siento que no tengo hermanos.
Empujo a los gemelos para pasar.