-No, quería descansar luego de algunos años, y nadie estaba para molestarme -no entendí lo que quería decir.
-¿Entonces no vas a dormir?
-Tampoco es como si fuera capaz -enarco una ceja sin poder comprender -Sufro de insomnio.
-¿Y en mi cumpleaños?
-Dormí solo dos horas, luego de eso no fui capaz.
-¿Por qué no eres capaz de dormir?
-Pesadillas, muchas -el suspira mientras mira un poco hacia la ventana que estaba a mi lado -Me cansé de luchar sobre el no poder dormir, no es algo que no pueda evitar, siempre que lograba dormir las pesadillas llegaban a mi de forma tormentosa, por esa razón me lleno de trabajo para no tener la necesidad de dormir.
-Aún así, un ser humano normal necesita dormir.
-No todos tienen esa necesidad, o eso me ha pasado hasta ahora -suspiro, no iba a poder discutir más con él.
El no deja de trabajar, pero cada tanto se giraba a verme, luego de un tiempo dejó de ver que estaba haciendo y me duermo.
Cuando mi vista se pudo volver a enfocar a mi alrededor, no estaba en el avión, estaba en una cama jodidamente grande, cuando me acomode varias mucamas llegaron a mi, y levemente se inclinaron.
-Bienvenida señorita.
-Ya estas despierta -Por esas grandes puertas llegó Akim, en sus brazos estaba Alek y Andrei.
-Sí... ¿por qué les entiendo lo que dicen? -señalo a las tres chicas que estaban al lado derecho de mi cama.
-Te puse el comunicador, para que desde el principio entiendas -toqué mi oído y pude sentir que estaba el comunicador dentro, asiento ante lo que dice.
-Gracias -le sonrió de forma sincera mientras me muevo para salir de la cama.
-¿A dónde vas? -lo miro.
-¿A fuera?
-¿No estás más cansada? -niego.
-No, estoy totalmente bien -el asiente y suelta a Andrei en la cama, y se lanza sobre mí, rio un poco ante su comportamiento.
-¿Podemos ir a comer? -asiento ante lo que dice.
-¿los niños también tienen el comunicador?
-Solo Andrei, en ocasiones habla en ruso, o en cualquier idioma que le parezca fácil en el mundo, por esa razón lo puse -mira al bebé en sus brazos que juega con su traje -Tu le puedes enseñar que hablé solo tu idioma desde el principio.
-Yo también aprenderé tu idioma, así como tu el mío, es lo justo -le muestro una gran sonrisa, y me levanto para que no discuta -Es hora de conocer un diferente país, yo quería que me despertarás, siempre quise llegar al aeropuerto viendo, como era todo eso, en las películas... -Pienso un poco sobre eso -Siempre son dramáticas, ¿no?, es tipo que cuando es un lugar así, es porque va a pasar algo importante, pero siempre omitimos que para llegar a una parte que en verdad importa tenemos que pasar por muchos sentimientos, emociones -quedo frente a frente con él, levanto mi cabeza y el la baja -Me quitaste la emoción de novela romántica -veo como sale una sonrisa en su linda carita.
-La próxima te voy a despertar en cualquier momento -él se muerde el labio inferior, y siento como todo mi rostro y orejas se ponen calientas.
-Uhm... -me volteo para bajar al mayor de los niños, esta vez lo mire más, tenía el cabello negro y ondulado, sus ojos también eran rasgados, sus ojos eran marrones claro, tirando a mieles, en comparación con Alek, su cabello si era negro pero no ondulado, sus ojos no eran rasgados eran como los míos, y sus ojos eran marrones oscuros -eres bonito -sonrió mirándolo, y veo levemente como se sonroja.
-Gracias.
-Bueno -me vuelvo a girar al rey -¿a dónde vamos a ir?
-Se supone que ibas a conocer la mansión, y luego quienes te van a escoltar, la niñera de los niños -lo detuve.
-¿niñera?
-Sí.
-¿No los puedo cuidar yo solita?, con ayuda de alguna mucama personal, o algo, ¿no? -hago puchero, ya había descubierto que esto funcionaba; el duda un poco, pero luego asiente.
-Yo la voy a elegir -asiento contenta mientras doy un saltito, se me había quitado el miedo de ser como era al lado de él -Mientras veo las candidatas, quédate con estás tres, vas a recorrer la mansión, sin embargo, quiero llevarte a otro lugar para que no te quedes encerrada.
-¿esta es mi habitación? -estaba un poco sombría, pero no tenía mucho uso personal.
-Es la mía.
-Se ve muy triste -contesto entrecerrando mis ojos, veo que los otros reaccionan más que Akim.
-Lo sé, pero tampoco es que duerma demasiado aquí.
-¿entonces? -el suspira, y evita mi pregunta.
-Prepárate, las mucamas te darán el tour, mientras iré a terminar el trabajo.
-¿pueden ir los niños? -preguntó antes que salga de la habitación.
-Sí, Andrei camina, pero Alek tiene un pequeño cochecito que tu puedes manejar para que ande contigo -asiento y el se retira con otros hombres de traje, tenía trabajo.
-Señorita, bienvenida a la casa principal de los Kuznetsov -asiento.
-Gracias -cada una se presenta, Alana, Elliana, Anastia, todas son hermanas y desde que tienen mi edad han trabajado para la familia de Akim -Tengo una duda -El trío asiente -¿Dónde duerme Akim? -entre ellas se miran, pero al final Anastia da el paso adelante.
-El señor siempre duerme en la oficina, jamás ha dormido en esta habitación, ni siquiera cuando vivía su difunta esposa -Significa que no quería a su esposa... ¿o qué?
-Bueno, yo lo haré dormir en la cama, así me toqué arrastrarlo en la noche.
El lugar era mucho más grande que mi propia casa, eran el triple, toda la arquitectura se veía asombrosa, los niños tenían una habitación para dormir, y al lado era para juegos, tenían todos sus juguetes, casi no salían por la situación.
Aunque con la reforma que se consiguió, la economía se volvió mejor para cada país, en algún momento, la violencia surgió, las personas querían todo de manera fácil, nos criticaban por la forma de tomar decisiones, desde pequeños criaban al heredero al trono de una forma que comprendiera al pueblo, que supiera que nada sería fácil, otros los criaban creyéndose superior a todos, porque la humanidad no era capaz de cambiar aunque tenían todo.
Algunos no querían trabajar porque si nosotros nos estábamos ganando el dinero fácil, ¿por qué ellos no?; veía como mis padres no podían estar conmigo viendo que no iniciará un conflicto armado, una guerra, por simplemente negarse a una petición que ante los ojos de mis padres no era correcto, tantas discusiones, tantas disputas internas que nadie conocía para no alterar a los otros. Por esa razón, el pueblo no sabía nada, ¿Qué ganaban con saber?, ¿estresarse?, ¿sufrir más?, cada quien vivía su propio su infierno, nadie se puede meter en eso y juzgarlo.
Manejar un reino me recordaba a mi instituto en ciertas medidas, no fui a uno de gran categoría, podía ver como extorsionaban los que tenían dinero, como ganaban los más lambones, los que más daban de dinero, eso me llenaba de ira, ¿por qué hacían eso?, ¿por qué esa ambición de poder?, todos nos vamos a morir, todos iremos a la tumba, el que se salva es muy bueno o es muy malo, y mayormente siempre es lo segundo, ¿por qué?, existen quienes no le temen a nada, ni siquiera a la propia muerte, sin embargo, todos tenemos nuestra debilidad, y siempre la tendremos, los que no tienen miedo a la muerte, le tienen terror a que harán mientras viven.
Nosotros no tenemos miedo a la muerte, le tenemos al cómo, dónde y cuándo.