-Sí, fue divertido -muevo mi cabeza y mi cabello se mueve conmigo para mirar a Alek y Andrei -¿Y ustedes?, ¿conocieron cosas nuevas? -El más pequeño balbucea mientras Andrei me contesta.
-No conocía muchas cosas, ¿Cuándo trabajes como reina no vas a jugar con nosotros?
-Claro que sí lo haré, tengo una idea para que estemos los tres, estando pendientes.
-¿y mis clases?
-Seguirán, le pediré a su padre permiso -Aunque yo no era de pedir permiso, era el rey de una nación desconocida y el padre de ellos.
-Si señora -murmura el niño, cuando llegó a las grandes puertas con el símbolo de la familia real, teníamos muchos símbolos de las familias, pero los que eran de reinos, eran grandes y conocidas por todo el mundo, era cultural general, teníamos que saber el significado de cada escudo familiar, para poder comprender porque ahora la economía estaba en perfecto estado, sin embargo, como alguien que estuvo estudiando demasiado tiempo estos escudos, el que siempre más me intereso fue el de Asia, al ser el mejor en tecnología siempre estaba un pasó adelante, aún más en el entrenamiento militar, era increíble.
-Pasen -no había escuchado que una de las mucamas había tocado para poder pasar, pasamos con cautela, era una oficina grande, los estantes de libros estaban tras él, había dos sofás a su izquierda y derecha, en la mitad uno individual que daba al frente de él, la alfombra de un color gris, simple...
-Que sombrío, ¿por qué todo es tan sombrío, Akim?
-Que mujer tan descortés -escuché tras de mí, todo lo había escuchado por medio del comunicador, sin embargo, esto no lo escuché por ese medio.
-¿Señor? -me encontré de frente con un hombre mayor, casi de la misma altura que Akim, no se parecían en nada, no tenían nada parecido, ni siquiera su forma neutra de verme.
-Soy el rey de esta nación -Su tono de voz es orgulloso, veo de reojo como el verdadero rey se levanta para ponerse al frente.
-¿Rey? -muevo un poco mi cabeza pareciendo inocente -Pensé que era Akim.
-Eres una vulgar -suelta el hombre haciendo fruncir su ceño, suelto una pequeña carcajada, podía sentir la tensión de toda la habitación, los guardaespaldas que eran llamados caballeros, militares de nación estaban preparados para cualquier disputa.
-¿Si? -cuando el pelinegro se iba a acercar a mí, lo detengo con un movimiento en la mano y me acercó más al hombre -Debería decirle a mis padres, para ver que le responden.
-Debería, ¿Quiénes son tus padres? -una sonrisa sale de mis labios.
-Adivina -el ceño se frunce más si es que se puede, levanta su mano mientras dice algo que en realidad no le entiendo. ¿Si le daba en las partes bajas me mandarían presa?, debo leer libros de las leyes por si algo.
-Detente -Hiro no estaba hablando en español, pero al tener el comunicador podía entenderle -Es la futura reina de esta nación, si le haces algo, será traición -el hombre mayor sigue hablando en otro idioma -Es la futura reina de América Latina -el viejo se pone blanco, más blanco de lo que era, y esta vez baja la mano de forma lenta, la mano que fue agarrada en el aire por el rey de Asia.
-¿Eres la futura reina de América?
-¿latina? -asiento -Sipí, genial, ¿no? -sonrió burlona mirándolo, me gustaba jugar con los conservadores que me provocaban, de su boca salió algo parecido a una grosería, tenía que preguntarle como decir groserías en su idioma a Akim.
-Por eso no la puedes tocar, ahora la tienes que respetar como tu futura reina -Seguían hablando en su idioma, hago puchero porque me perdía de la otra parte, suspiro para meterme en medio.
-Tiempo fuera -miro al pelinegro -¿Le das un comunicador para entender el pleito? -Él me mira unos segundos para luego soltar una risa.
-¿En serio?
-Sí, soy curiosa -alzó mis hombros despreocupada -Pero, solo entender lo que tu dices, pero lo que el señor aquí presente dice no, me aburre y me hace querer mandarlos a callar.
-¿Siempre fuiste así?
-¿Cómo?
-Autoritaria.
-En parte, pero lo retuve "Eres una princesa, no puedes mostrar tu autoridad siempre" "No puedes jugar con la mente de los demás" "No hagas esto" "No hagas aquello" -suspiro recordando todo.
-Aquí puedes ser libre.
-Lo sé, por eso no tengo miedo -Le sonrío y él me corresponde, me giro a ver al señor mayor -¿sigue enojado?
-Insolente, fui el rey de esta nación, debes respetarme -sus ojos ven a Akim mientras dice algo en su idioma.
-Me casaré con ella y nadie más, quieras o no.
-¿Está diciendo que no me casé contigo?
-Algo así -murmura.
-Pásale el comunicador -le digo a unos de los militares de nación, su cuerpo se tensa mientras busca en una bolsita y le da al señor canoso, el cual lo mira mientras el militar le explica como usarlo, al final cede en ponérselo -Mire señor, yo no tengo nada en contra suyo, entonces no joda, no intervenga en lo que no tiene nada que ver con usted, usted fue rey, muy bien dicho "Fue" -hago comillas con mis dedos -No tiene que intervenir conmigo o su hijo, respete su decisión, porque quiera o no, no estamos en los siglos pasados, ahora, el pueblo puede quitar un rey o puede dejarlo no ceder, entonces no se preocupe, haré todo para ver un mundo prospero, sin gente ambiciosa que quiera dominar al pueblo -la mueca del señor me hace comprender algo -No soy ambiciosa de poder, ¿o quiere doblegar a su reino para tener todo? -suelto una risita -Déjeme aclarar, que jamás lo haré -sentenció, mientras agarro el carrito de Alek y salimos de la habitación.
-Señorita, eso fue asombroso -habla una mientras me siguen, Andrei también, no dice nada hasta que llegó al patio.
-Es increíble como le hizo frente -me tiro al pasto mirando el cielo, estaba haciendo frío, por esa razón tenía un buso, pero no quitaba que hiciera frío, cerre mis ojos, mientras sentía el viento, los balbuceos que jamás se habían detenido en todo el camino, Andrei estaba callado, sin embargo se acostó a mi lado.
-El abuelo no le caemos bien, dice que nosotros somos una deshonra -abro mis ojos unos segundo para girarme a la derecha y verlo, ahora el tenía los ojos cerrados.
-¿Entonces hice mal? -No estaba completamente segura si había hecho mal, mayormente porque era le padre de mi futuro esposo, había sido le rey de este lugar, pero jamás lo había escuchado en mi vida, no era alguien que fuera a las reuniones que mis padres patrocinaban, y no ir significaba que estaban en contra de sus creencias; no comprendía nada de esta maldita mierda, estaba bastante confundida, y la cara de Akim me hacía ver que lo veía como una amenaza no como un aliado, ¿Qué habrá sentido vivir de esa forma?, es normal sentirse amenazado en tu propia casa cuando convives con padres estrictos, aunque solo es por momentos, puedes dormir tranquilo, sin embargo, no podía ver ese sentimiento en él, podía sentir rencor... incluso un poco de miedo, ¿Qué había hecho ese señor para que Hiro se sintiera de esa forma?