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-Bueno te voy a contar mi vida, después de la muerte de mi padre, me refugié en los libros, me gustaba leer mucho sobre vampiros, romance, erotismo, me hice una idea del amor, por está razón cada vez que alguien se acercaba a mi generaba un gusto y apego que yo llamaba amor. -Me reí con ironía mientras recordaba lo vivido, el solo me observaba muy atentamente.
-Luego con el paso de los días, me di cuenta que pues los chicos de la preparatoria me rechazaban, muchos decían que era porque soy nerda, me decían fea, entre otras cosas, un día, una de los chicos populares del equipo de fútbol se acercó a mí, comenzamos una amistad y con el tiempo tuvimos intimidad, con él hice lo que leía en mis libros, una parte de esas cosas, el se enamoró de mí, pero yo me entere que él había estado conmigo por una apuesta, así que me aleje de él, luego de dos meses de haber estado juntos, note un sangrado muy oscuro y coágulos, me asuste le dije a mi mamá, como era irregular pensé que se acercaba alguna hemorragia, tenía mucho dolor y fuimos al hospital entones nos enteramos que había tenido un aborto espontaneo, mi mamá se molestó, pero por otro lado entendió mi situación y en vez de juzgarme me apoyo, me tuvieron que hacer un degrado, para limpiar los restos de mi bebe, naturalmente nunca nos dieron sus restos. Luego de mucho tiempo encontré otra persona, ya en la universidad e igual estuvimos juntos, pero el me fue infiel y yo por tal razón lo dejé y decidí quedarme sola, hasta que llegaste tu y pues tenia amigos para pasar el rato, naturalmente después del aborto comencé a cuidarme con pastillas.
Scott:
Su relato me impacto de gran manera, el solo hecho de pensar en todo el mal que yo pude hacer a mujeres, así como ella me sentí horrible.
-Sofia, cariño tu único pecado fue creer en el amor, nadie te puede juzgar por eso y lamento que hayas perdido a tu bebé, pero ten en cuenta que el tiempo de Dios es perfecto.
-Si, lo sé, en realidad, a pesar de que tenia la ilusión de una familia, al poco tiempo entendí que ese no era mi momento. -En su rostro se formo una sonrisa de satisfacción, me acerca más a ella y le di un tierno beso, el cual profundice en un beso apasionado, y luego me aleje besando su frente.
-Voy al estudio, tengo muchas cosas que solucionar, ya salgo para que vayamos a cenar.
-Bueno.
Después de entrar al estudio llame a mi asistente.
-Necesito, que hables con el abogado y le digas que ponga una orden de restricción en contra de Yohana, que nos se pueda acercar ni a mí, ni a mi familia, y tampoco a Sofia, y si llega a faltar a dicha orden, perderá todo lo que tiene.
-Si señor. -Respondió mi asistente.
Luego de colgar Sali, me puse mis zapatos y llamé a Sofia, pero ella no respondió así que me dirigí a su cuarto.
-Sofia estás aquí. -No hubo respuesta entra a buscarla y la encontré en el baño tomando una ducha.
-Que hermoso paisaje, si así me vas a recibir no pienso salir de tu cuarto. -Ella sonrió.
-Largo de aquí. -Dijo en un tono burlón y juguetón, naturalmente decidí no salir, me entre a la ducha con ella, con todo y ropa, no me importo, solo quería tocarla.
Comencé a besarla, mientras la oscuridad de la noche inundaba el baño, la levante y la saque en brazos, la recosté en la cama.
-Quiero hacer algo contigo, te animas a experimentar esta noche. -El titubeo unos segundos, pero luego asintió, el ambiente en el cuarto era muy seductor, era gratamente asfixiante.
Bajé a la cocina por una cubeta con hielo, y subí una botella de vino con dos copas, entre al cuarto y ella, ya se había terminado de cercar su cuerpo y se estaba peinando sentada desnuda frente al tocador, esa imagen me hizo sentir muy cálido, me acerqué lentamente y comencé a acariciar su cuello y espalda, sentí como su cuerpo se erizo, con mi tacto, mi pantalón me quedaba más ajustado de lo normal, me incline y bese sus labios, introduje mi lengua en su boca y nuestras lenguas se acariciaban muy fuerte mente, saque mi lengua lentamente y con ella acaricie sus labios, me levante nuevamente y ella comenzó acariciar mi miembro por encima del pantalón, su tacto causo un corrientazo en toda mi columna, me sentía relajado, acto seguido mi miembro comenzó a dar pequeños saltos, me sentía demasiado excitado, ella bajo la bragueta de mi pantalón y con su mano saco mi miembro y comenzó a chuparlo, sus labios se sentían muy bien y su lengua era muy suave, luego de un rato la sujete de la cabeza y comencé a hacerlo yo mismo, la cogí muy fuerte y sentí que ya iba a terminar entonces lo saque, y termine un su pecho, me asuste porque sentí que su reacción iba a ser de asco, si embargo, ella se limpio el pecho y se acerco lentamente y me beso, su reacción me impacto y éxito, completamente.
La tome entre mis brazos y ella me rodeo con sus piernas, acto seguido la acosté en la cama.
-Me encantas, me vuelves loco y ahora es mi turno de darte placer. -Dije con voz ronca.
-Has lo que quieras conmigo. -su voz era más suave que de costumbre.
-Abre las piernas. -lo dije mirándola con deseo mientras tomaba un hielo.
Acerqué mi mano con el hielo al medio de sus piernas y comencé a frotarlo por toda su vagina, ella se estremeció y arqueo su espalda, me recosté al lado de ella, mientras con mi mano y el hielo la acariciaba en busca de su humedad, puse mi brazo libre debajo de su cabeza, mientras la besaba, sus besos se intensificaron, luego me tomo de la camisa y me halo hacia ella, en ese momento yo estaba moviendo el hielo en su clítoris y ella, comenzó a gemir pegada a mis labios, deje de besarla para ver su reacción y ella fruncia el seño levemente mientras gemía de repente un grito ahogado salió de sus labios, mi cuerpo se estremeció, porque sentí toda su humedad mojando mi mano, pare lo que estaba haciendo y con mi miembro ya erecto comencé a penetrarla una y otra vez, muy fuerte, como me gusta hacerlo, estábamos acostados de medio lado mientras, lo hacíamos de repente, ella se separó y se subió sobre mí y comenzó a cabalgarme suavemente, e iba incrementando sus movimientos, sentí como sus paredes se contraían y anchaban al tiempo.
La abrace y la recosté sobre mi pecho, mientras me movía con ella encima la penetre muy fuertemente, ella solo gemía y gritaba, vi que estaba ruborizada, así que puse sus brazos hacia atrás, y la senté sobre mi mientras la penetraba y veía en vaivén de su pecho, esto me éxito a hacerlo cada vez más duro, sentí su humedad caer sobre mí, y luego escuche el sonido de está misma, ella temblaba y luego dio un grito muy fuerte, y yo también, terminamos al tiempo, y fue muy placentero.
Sofia callo sobre mi totalmente agotada, la noche anterior lo habíamos hecho, pero no de esa manera, su cuerpo ese día jugo a favor de los dos, respirábamos fuertemente, estábamos muy agitados, la levante suavemente y la acosté en la cama, quedo de espaldas a mí, la rodeé con mis brazos, mientras besaba su espalda suavemente, ella comenzó a arquear su espalda y yo seguí acariciándola.
Sofia:
Sentir sus labios y respiración en mi espalda me hacia sentir un hormigueo en todo mi cuerpo.
-Por favor, no me beses la espalda, porque siento que voy a excitarme de nuevo, y considero que debemos descansar. -Scott ignoro mis suplica, así que puse mi brazo en su pierna clavando mis uñas, creía que se iba a detener, pero en realidad volvió a tomar otro trozo de hielo y lo paso por mis senos bordeando mis pezones, comencé a respirar fuerte mente, y a jadear el solo seguía no quería para, me di la vuelta y con ojos lagrimosos lo beses de nuevo, se había vuelto una necesidad.
-Mi querido doctor, quiero ser tuya hazlo ya o me voy y me encierro en el baño.
Al parecer mi suplica funciono, el me puso en 4 y comenzó ha hacerlo pero no había dejado de usar el hielo, con el me acariciaba el clítoris yo solo sentí ese frio, que me hacía calentar más, cuando se detuvo gire mi cabeza para mirarlo y vi que se puso el hielo en la boca, lo chupo y luego lo paso por mi espalda, después se lo comió, y comenzó a penetrarme nuevamente, con movimientos esta vez más suaves, su mano derecha acariciaba mi clítoris mientras su mano derecha la poso en mi cuello, yo quería acostar mi cabeza, pero el me levanto y puso su brazo sobre mi hombro agarrando mi pecho, y comenzó a hacerlo más, fuerte y rápido, sus embestidas eran seguidas y muy fuertes, en un momento sentí como si me hubiera orinado, le fui a quitar la mano pero el no me dejo y se acero a mi oído.
-No te atrevas a alejarte, te viniste primero que yo, y aquí te voy a tener hasta que terminemos de nuevo juntos.
Su voz hizo que mi piel se erizara, él me tuvo pegada a su pecho mientras lo hacia luego paro y me acerco hacia la pared, que estaba atrás de la cama no me dejo acostar, así que me agarre de la cama pegando mi cabeza a la pared, y nuevamente comenzó sus embestidas fuertes y profundas, supe que estábamos a punto de terminar, porque sentí mi interior muy caliente, el toco nuevamente mi clítoris en círculos y paro para agarrar mi cintura con sus dos manos, y me embistió más rápido y fuerte, sentí como si mi cadera se fuera a partir sin embargo no lo detuvo y terminamos al tiempo con un fuerte gemido, él se alejó de mí, había caído en la cama agotado, y yo igual caí a su lado, nos besamos y nos abrasamos para quedar profundamente dormidos.