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Al recibir esta respuesta de María, salí feliz quería ir a verla, así que la llame.
-Sofia, hola como estás, quiero saber si te gustaría salir y ver una película o tomar un café. -Le pregunte con cara de estúpido, hasta yo estaba impactado, nunca había actuado así.
-Oh, vaya me tomas por sorpresa, si me gustaría, si quieres nos vemos a las cinco de la tarde.
-Me parece bien, a esa hora te recojo entonces, adiós.
-Adiós.
Sofia:
Después de recibir su llamada estaba impactada, estaba feliz y muy nerviosa, pase todo el día pensando en esa llamada y no entendía porque había tenido ese cambio de actitud tan repentino.
Estaba muy feliz esperaba ansiosa, mientras llegaba la hora de vernos, me puse a trabajar y el tiempo paso volando no me di cuenta, de repente recibí una llamada, cuando vi el identificador supe que era Scott, mi corazón latía y mis manos sudaban mucho.
-Hola, como estás.
-Hola, Sofia te estoy esperando baja por favor.
-Oh si, nuestra cita, se me olvido dame cinco minutos ya bajo.
-Ok, aquí te espero.
Tome mi saco y mi bolso, cerré la puerta y salí corriendo, me despedí de Ana Jackson mi asistente y tome el ascensor ejecutivo, al llegar a la puerta lo vi recostado sobre su auto y con las manos en el bolsillo se veía tan atractivo, que una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Al llegar frente a él, me detuve a un metro de distancia, él se levantó y saco sus manos del bolsillo, en la mano derecha tenía las llaves del auto, era un Maserati Ghibli hibrido, era un auto hermoso y lujoso, él se acercó lentamente, puso su mano izquierda en mi mejilla y beso mi mejilla contraria, quede estupefacta, así que el tomo mi mano derecha y me dirigió a su auto, su voz me saco de mi estado de shock.
-Como te fue hoy?
-Oh! Bien gracias, mucho trabajo, proyectos que revisar y firmar, es muy agotador, pero bueno no puedo dejar que el legado de mi padre se caiga por una mala decisión.
-Si, ese mundo empresarial es muy pesado, lo viví por un tiempo y es agotador.
-En serio tú también trabajaste en una empresa y de que era, que hacías allí.
-Pues en realidad soy el vicepresidente de la empresa Lorenz y CIA.
-Que!?, digo cómo es posible ósea esa empresa es la más grande a nivel internacional, digo como, nunca te había visto, no lo puedo creer. -Estaba impactada era algo que no me esperaba no podía entender, en las noticias nunca lo vi, siempre salía el presidente, que ahora que lo pienso debe ser su padre, pero nunca lo vi a él, es más como hace el para llevar esta doble vida estaba muy confundida y en mi cara se veía la sorpresa, el solo tenía la mirada en el camino.
-No te angusties tengo un delegado allí, el cual me reporta todo lo que sucede, nunca he salido en televisión, ni en revistas, porque le pedí a mi padre que mientras no fuera a heredar la compañía o el me cediera el puesto no quería ese tipo de atención.
Me quedé en silencio ante sus palabras, luego vi que estábamos a las afueras de la ciudad, por la salida norte entonces rompí el silencio.
-Creí que veríamos una película ¿por qué estamos tan lejos?
-Mi familia tiene una pequeña residencia a las afueras donde podremos ver la película que quieras, sin ser molestados también podremos cenar y luego te llevo a tu casa. - quede un poco sorprendida
-Pero no puedo dejar a mi mamá tanto tiempo sola, que pasa si le sucede algo. - dije con preocupación.
-No te preocupes antes de recogerte fui a visitarla y estaba estable.
-Oh, bueno gracias.
Al haber conducido por cerca de una hora, al fin nos fuimos deteniendo, entramos por una especie de condominio, tenía una enorme puerta de hierro negro, muy bella y pesada, al entrar pude ver que en el primer piso había un enorme restaurante, en el segundo piso se veía una especie de discoteca, pero se escuchaba música suave era más para pasar el tiempo, beber un poco y charlar, y en el tercer piso los vidrios eran oscuros, supuse que allí estaba la sala de cine, había un letrero en el último piso que decía Red Diamond Club, cuando entre la sorpresa fue mucho mayor.
Él aparco el auto en un estacionamiento un poco vacío, que estaba frente al edificio, al bajarnos subimos las escaleras para entrar al edificio allí un señor nos abrió la puerta y nos invitó a pasar.
-Buenas noches, señor Scott, en que le podemos servir el día de hoy.
-Gracias Ignacio, quiero que me ubiquen en la mesa de siempre, después quiero que apartes la sala de cine uno y pues cuando vaya a subir informo que película veremos hoy.
-Bueno sí señor, que tenga muy buena velada.
Después un mesero nos alcanzó y nos guio, Entramos en una estancia aislada cerca al bar, el bar se veía al fondo de todo el primer piso y en el costado izquierdo estaba la estación donde comeríamos, por la parte de atrás del bar estaba la cocina del chef, la estación donde estábamos tenía una puerta que conectaba directamente con la cocina esto hizo que sintiera calor, entonces antes de sentarme me quite mi abrigo, Scott lo recibió y lo colgó en el perchero, entonces me pidió que tomara asiento.
-Señor, señorita, sean bienvenidos, aquí tienen el menú de esta noche, en cinco minutos vendré a tomar su pedido.
El mesero se retiró por la puerta de la cocina dejando salir los deliciosos aromas de la comida, la mesa donde nos sentamos quedaba en una esquina de la estación donde estábamos, y al lado a uno dos metros estaba el perchero, que en este momento estaba adornado por mi chaqueta y mi bolso, en compañía de la chaqueta de Wilson, la silla era como una única silla en forma de L, yo me senté en la mitad de la silla cerca a la puerta y a la vez alejada, el se sentó en el centro del otro lado, estábamos cerca y a la vez lejos.
-Dime que quieres cenar hoy.
-Pues antes que nada debí haberte dicho que tengo mucho apetito, dice mi madre que como, como mi padre.
-No te preocupes pide lo que gustes.
-Bueno en ese caso quisiera de entrada cardo salteados con foie y trufa, Salmon con salsa dulce y ensalada tropical y de postre Mousse de frutas del bosque y champaña rosada.
-Una comida muy completa, eso está bien, yo comeré lo mismo que tú.
Cuando el mesero entro le dimos nuestras ordenes, él se retiró y nos informó que entre quince y veinte minutos volvería con nuestros platos.
Entonces hice la pregunta, que rodaban mi cabeza, desde el día que salió mi madre del hospital, pero trataba de evadir.
-Scott quiero saber por qué el ultimo día que nos vimos, cuando mi madre salió del hospital, actuaste como si no hubiéramos estado charlando, como si no me conocieras.
-Estaba esperando a que hicieras esa pregunta, lo que pasa es que ese día quise separar lo personal de lo laboral, yo aprecio a tu mamá y pues tu... tú me gustaste desde la primera vez que te vi... no quise encariñarme y fue imposible... estuve pensando muchas cosas, hable con María, y ella me concedió el permiso para salir contigo, pero quiero que siempre separemos lo laboral de lo personal, tu mamá a pesar del cariño que le tengo es mi trabajo y tú, por otro lado, no lo eres.
No quiero que esto que tenemos o quiero que tengamos se acabe por un tema laboral, que se y soy consciente de que es la salud de tu madre, pero no quiero que esto nos separe, no quiero que te culpes, que culpes a tu madre o me culpes a mí, por estas circunstancias que no se pueden evitar.
Quede sorprendida con su respuesta entonces asentí y baje mi rostro, un poco apenada por haber hecho esa pregunta tan estúpida, pero entonces sentí que se acero más a mí y me levanto el rostro con su dedo índice en mi barbilla.
-No te sientas mal, era una pregunta que debías hacer y merecías una respuesta sincera y yo nunca te voy a mentir.
En ese momento el acerco su rostro a mí y sentí sus labios sobre los míos, en un tierno beso casto, que se fue profundizando, por el cosquilleo que sentimos en ese momento, el sujeto con su dos manos mi rostro inclinando su cabeza hacia mi lado derecho y yo hice lo mismo hacia el lado izquierdo para darnos espacio para respirar, mientras nuestros labios se separaban, abriendo espacio, de repente sentí su lengua deslizarse por mis labios y buscar la mía con afán, entonces respondí y nuestras lenguas se acariciaban y danzaban entre sí, sentí mariposas en mi estómago y poco a poco mi ropa interior se humedecía, su boca tenía esa capacidad que tiene el agua de quitar la sed, entonces puse mi brazo derecho en su hombro y el otro cerca de su pecho, pude sentir los latidos de su corazón acelerado, él a su vez, puso su brazo izquierdo en mi espalda, mientras que su mano izquierda sostenía mi rostro, hacía mucho tiempo no tenía estas sensaciones, desde mi primera vez no sentía algo así tan tierno y puro, entonces sentimos que la puerta se abrió de golpe, nos separamos agitados y con nuestros labios y rostros rojos por la intensidad, del momento.
Tome el vaso con agua que había en la mesa y tome un gran sorbo, él por otro lado solo respiro profundo y se puso serio, quizás molesto por la interrupción. Era el mesero con el carro que traía nuestros platos.
Nos dejó nuestras comidas en la mesa, y se retiró, entonces cenamos y no dijimos nada durante la cena, al terminar ya eran las ocho y él rompió el silencio.
-Qué película quieres ver, antes te digo que este es un cine privado y no cuenta solo con las nuevas películas, por el contrario, tenemos las nuevas, las antiguas y películas en estreno, entonces dime cual quieres ver.
-Soy amante del género de terror, quisiera ver la posesión de Verónica, ya la vi una vez, pero me gusto y quiero volverla a ver.
-ok, entonces voy a informarle a Ignacio, para que preparen la sala, por favor espérame.
Él se retiro y yo espere a que volviera mientras recogía mi abrigo y mi bolso.
Scott:
Después de dar las indicaciones a Ignacio, volví a la estancia donde encontré a Sofia quien me esperaba de pie con el abrigo y bolso en sus manos, se veía hermosa, no dude ni un minuto y me acerque suavemente, le puse mi mano derecha sobre su espalda baja y mi mano izquierda atrás de su cabeza y la acerque a mí y la volví a besar apasionadamente, quería hacerla mía en ese mismo momento, la bese apasionadamente, luego deje de besarla, le di un pequeño beso y puse mi frente en su frente.
-Me gustas muchísimo, no quiero hacer algo que no quieras, pero quiero que sepas que te quiero, coger hasta la mañana, disculpa mi sinceridad, pero tu cuerpo y como te vez hoy me tiene muy mal. - note que se sorprendió y se puso nerviosa, sin embargo, no dijo nada entonces la tome de la mano y nos dirigimos al ascensor para ir a ver la película.