Capítulo 8 El comienzo

Al estar sentada y pensativa, pude escuchar la puerta, giré mi rostro y vi a Scott.

-Hola pequeña, ¿cómo estás? -pregunto mientras se acercaba.

-Bien, Sali a conocer el lugar, pero entre aquí y decidí revisar el lugar, recuerdo que dijiste que dormiría al frente de tu cuarto, y no te quise molestar vi que estabas ocupado al teléfono. -Baje mi rostro mientras hablaba, aún estaba abatida.

-Si, sobre eso, estaba hablando con Rogers, me dijo que ya todo estaba listo para el funeral de María. -No pude evitar que las lagrimas se me salieran, él se sentó a mi lado y puso su mano izquierda en mi espalda, acariciándome suavemente, pude sentir el calor que su cuerpo emanaba, me comencé a reír, para después estallar en llanto.

Fue un llanto diferente ya no había lamentos, solo lagrimas que caían en silencio, sentí que me ahogaba, entre sollozos logré hablar, luego de llorar un poco más de media hora.

-Cuando nos acostumbramos a vivir sin nuestro seres queridos -Levante mi rostro y me limpie las lágrimas.

-En realidad nunca te acostumbras, solo aprendes a vivir con eso, - dijo el mientras bajaba su rostro, no pude saber lo que le pasaba- a recordar los buenos momentos, con el tiempo ya no duele tanto, por eso es bueno que llores ahora, entre más te desahogues más rápidos podrás continuar. -cuando dijo esto último tomo mi mano entre en la suya y la beso suavemente.

Después de charlar por un rato y desahogar mis penas con él, nos fuimos a dormir cada uno en su cuarto, el día siguiente sería muy largo.

En un abrir y cerrar de ojos paso una semana, ya había enterrado a mi madre, ya el banco había vendido la que era mi casa, durante esa semana no fui a trabajar, Scott creyó que era mejor que descansara, y así fue, durante esa semana me desahogue, me derrumbe por completo y luego me fortalecí, era un proceso que él decía que debía pasar, las primeras noches después del funeral fueron horribles, solía soñar con mis padres, me despertaba en medio de la noche gritando y llorando, y siempre estaba Scott a mi lado, listo para darme un abrazo y ayudarme a sanar.

Scott, trabajaba en las mañanas en el hospital en un horario de 8 horas, era un medico que atendía pacientes de consulta externa del área de cardiología, en las tardes cuando llegaba yo pasaba el día encerrada no quería salir y el respeto mi espacio, hasta dos días antes de la lectura del testamento Sali del cuarto, al balcón a recibir un poco de sol, ya tenía un poco más de resignación.

Al octavo día Rogers nos llamo para leer el testamento, hasta ese día no había detallado el primer piso del pent-house, caminaba por la casa como un zombi, sin detallar el lugar.

Al final del pasillo del segundo piso donde estaba las habitaciones, se encontraban las escaleras al primer piso, al bajar frente de las escaleras estaba la sal, las sillas, eran de cuero beige, con una mesa de centro, con espacios para revistas y libros, era de madera negra, el piso de todo el pent-house era de cerámica negra, al lado derecho de la sala se podía apreciar un comedor de 10 puestos, y atrás una cocina de concepto abierto, tenia una hermosa isla con encimera de cuarzo, sillas, negras altas, al frente, entre la isla y el comedor, atrás estaba la estufa, nevera, muy grande, los cajones de la cocina integral y de más era muy bella.

Frente a la sala había un cuarto un poco grande supuse que era el despacho de Scott. Ese era todo el pent-house.

Me fui a mi cuarto, me organice, y cerca de las tres de la tarde Scott llego, yo estaba lista con un vestido, de cuello redondo y mangas tres cuartos, el vestido me llegaba hasta 4 dedos arriba de la rodilla, era ceñido a mi cuerpo, y era de color rosa pastel. Tenia unos tacones cerrados de color blanco y una cadena con una estrella, que me había regalado mi madre cuando cumplí 16 años.

Scott:

Cuando llegue a la casa y vi a Sofia sentada en la sala, quede impactado con su belleza, luego recordé que teníamos que ir a ver a Rogers.

-Me alegra que ya estes lista, voy a bañarme me cambio y vamos al despacho de Rogers.

-Está bien. -Me dio una leve sonrisa.

Al salir de ducharme me vestí rápidamente, luego de unos treinta minutos ya estaba listo.

Baje y vi que ella estaba leyendo un libro, me acerque despacio y la abrace, me agache a la altura de su oído.

-Hola, hermosa ya estoy listo, ¿vamos?

-Me asustaste, vamos. -deje de abrazarla, y di la vuelta me ubiqué cerca a la puerta y le extendí mi mano, ella se acerco muy elegantemente y me dio su mano, salimos de la casa y nos pusimos en camino al despacho, luego de treinta minutos de camino llegamos al despacho del abogado de María.

Me acerque a la recepcionista.

-Buenas tardes, tenemos cita con el señor Rogers.

-Buenas tardes, si señor siga él los está esperando. -Nos indico el despacho de Rogers, al entrar el se levantó y nos saludó.

-Bienvenidos tomen asiento, por favor, vamos a comenzar de una vez, ya que son muchos puntos para tratar, primeramente, Sofia te voy a contar como era la situación de la empresa, antes de que tu madre muriera y todo lo que tuvimos que hacer para mantener la empresa en pie.

Sofia:

Cuando estábamos comenzando la reunión, alguien llamo a la puerta, no le preste atención en ese momento.

-Buenas tardes, señor Rogers soy Jack Smith, el abogado de Scott.

-Oh, Buenas tardes lo estábamos esperando, recién vamos a comenzar, siga y tome asiento. -Dijo Rogers señalándole al señor Smith donde podía sentarse

-Rogers que pasa, me puedes contar que sucede. -Dije un poco preocupada, por saber que sucedía.

-Bueno comencemos, cuando tu madre comenzó con el deterioro de su salud, dejo de prestar atención a la empresa, como no confiaba en nadie, siempre lucho por mantenerla en pie, hasta hace 2 años atrás que se dio cuenta que estaban entrando en riesgo las acciones de la empresa, ahí fue que ella hipoteco la casa, durante los dos años siguientes hasta el día que su salud empeoro, ella mantuvo a flote la empresa, y la casa, pero tristemente hace tres meses nos dimos cuenta que la empresa estaba en quiebra, ella lucho para mantenerla, hasta que el Doctor aquí presente hablo con ella, y ella le comento todo lo sucedido, el decidió como vicepresidente de Lorenz y CIA comprar la compañía, y pago todas las deudas de la empresa, lo único que no pudo rescatar fue la casa, porque la hipoteca de la casa venció hace un año.

-En ese orden de ideas mi empresa ya no es mía. -Pregunte un poco sorprendida.

-La empresa sigue siendo tuya. -dijo Scott- hoy estamos aquí porque tu vas a ser la representante legal, y queremos que firmes los papeles, como te dije antes, yo no estoy pendiente de la empresa de mi padre, yo tengo un representante legal, y tú serás la representante legal de Stelar Tecnology.

-Si Sofia, además tu mamá tiene algunas clausulas que debes cumplir para que la empresa vuelva a tu poder, una de ella es que en un plazo máximo de un año te debes casar, y cuando cumplas un año de casada debes tu primer hijo. -Enserio mi madre, pidió eso- Me puedes dejar leer el testamento.

-Claro que si, en cuanto termine.

-Lo siguiente, es que debes evaluar a todos los empleados de Stelar Tecnology y dejar los que consideres capaces, la evaluación la debes hacer de perfil psicológico para ver el nivel moral y ético de cada empleado, y eso es todo. -Me extendió el testamento, lo tomé y lo leí, vi que todo lo que decía era verdad, me sorprendió no sabia como me iba a casar en un plazo de un año.

-ok, gracias, Rogers. -Luego de firmar los papeles salimos del despacho, fuimos a cenar al club. -Hablamos, por mucho tiempo, luego de salir y llegar al apartamento me fui a dormir.

Luego de dos semanas de evaluaciones a los empleados, tuvimos que despedir a más de la mitad de los empleados, ahora debía hacer entrevistas para contratar al personal que hacia falta.

Fue un mes muy pesado, al llegar esa noche al pent-house, vi que estaba arreglado con flores, y velas por todo lado me llevé una gran sorpresa.

-Hola, ¿Scott?, ya estas en casa. -El salió del despacho.

-Veo que ya llegaste, que alegría, prepare esto para ti quiero hablar contigo, de nosotros.

-Oh, que sorpresa, y tengo algo de ansiedad por saber que me quieres decir. -el me dirigió hacia el comedor tomada de su mano, saco la silla del lado derecho de la silla principal, donde el siempre se sentaba, me sirvió la cena en el plato.

-Cenemos primero y luego charlamos con calma, te parece.

-Claro que si, tengo mucha hambre hoy fue un día pesado firmando contratos nuevos.

Al terminar de cenar, él recogió los platos, nos dirigimos juntos a la cocina, yo lavé los platos, mientras el los secaba, esa era nuestra rutina, llevábamos un mes conviviendo, y siempre charlábamos hasta tarde, en ocasiones discutíamos como una pareja de recién casado, pero luego el me contentaba, con dulces, abrazos y tiernos besos, al terminar de secar los platos nos dirigimos a la sala, yo me senté en la silla que daba espalda a la ventana y a las escaleras, el se sentó a mi lado y tomo mi mano.

-Sofia, tu sabes que me gustas demasiado, quiero que seas mi novio, presentarte como mi pareja, me gustas mucho y quiero intentar esto contigo, que te entregues a mí por completo. -Sus palabras me sorprendieron y me sonroje un poco ante su declaración.

-Tú también me gustas mucho, y quiero darme una oportunidad contigo, es hora de ponerle titulo a esto y tendremos mucho tiempo para conocernos.

Después de decir estás palabras, el puso su mano derecha atrás de mi cuello, y me lanzo hacia él, me beso como hacia mas de una mes no me besaba, la intensidad de sus besos hacían que me sintiera ahogada, sin embargo no me aparte, nos besamos con mucha pasión con gran necesidad, luego, me soltó y yo me mordí el labio el se lanzo sobre mí y comenzó a besarme con mayor intensidad, su cuerpo estaba sobre el mío, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, yo lo abrace, sobre sus hombros, y enrede mis piernas alrededor de su cintura, de repente el me alzo, tan fácil como alzar un muñeco, subimos las escaleras mientras me besaba, llegamos al segundo piso y entramos al cuarto de él me acostó en su cama, y se alejo para observarme, tenia una mirada depredadora, llena de deseo, su barba era suave, sentirla me hacia estremecer, yo me senté provocativamente y le hice señas con mi dedo índice que se acercara, él se subió a la cama y me beso nuevamente, esta vez su beso era suave, puso mi cuerpo debajo del suyo y puso una de su piernas en medio de mis piernas, mientras me besaba suavemente, deslizo su mano bajo mi blusa, me estremecí, cuando sentí sus manos suaves tocar mi piel, me aleje un poco de él acunando su rostro en mis manos.

-Por favor hazme tuya, no me tortures más. -dije entre jadeos

El continuo, me arranco la camisa, se arrodillo alejándose de mí, se arrancó su camisa también, y pudo ver su hermoso pecho notablemente bien trabajado, y con su bello corporal que lo hacía ver más atractivo, él se acercó a mi odio.

-Te voy a coger duro, ¿estás lista? -Yo asentí, con nerviosismo.

Acto seguido el me arranco el pantalón y se arrancó el suyo, sus actos fueron tan fuertes, que nuestras prendas quedaron totalmente desechas.

Pude sentir el deseo en el ambiente el se acostó sobre mí, y comenzó a besarme y recorrer nuevamente, luego me quito el brasier, comenzó a apretar mis grandes pechos y a lamer y chupar mis pechos con mucha fuerza, sus acciones hacían que me mojara, y que gimiera, luego me beso de nuevo y bajo su mano a mi vagina, la cual estaba mojada de tanta acción.

-Estás muy húmeda, eso me encanta.

Me beso con más pasión y fuerza, nuestras lenguas jugaban y se acariciaban como si bailaran, de repente el arranco mis bragas, y se arrancó su ropa interior, en un solo movimiento se ubicó en medio de mis piernas, y entro con gran fuerza, yo gemí y arquee mi espalda por la intensidad, luego puso su mano bajo mi espalda y puso una almohada debajo de mis glúteos para que quedara más levantada, puso sus manos en mi cadera, y comenzó a embestirme fuertemente, primero eran embestidas pausadas pero fuerte, yo comencé a mojarme, como no lo había hecho antes y el me tomo más duro de las caderas y me dio la vuelta, el se acostó sobre mi espalda y siguió haciéndolo fuertemente, pero esta vez sus movimientos eran más rápidos, una de sus manos agarro uno de mis senos, mientras que con la otra tocaba mi clítoris, lo siguió haciendo con esa velocidad hasta que los dos terminamos, al terminar él se recostó en mi espalda y me beso y nos quedamos acostados para recobrar fuerzas.

            
            

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