Capítulo 2 La primera vez (parte 2)

Mensaje del autor: Pido disculpas por los errores que allá, estaré pendiente y atenta a sus comentarios, espero que les guste mi narración.

continuación del relato

-En fin, no hay que estar tristes, y tú debes sonreír María, sé que te cuesta, pero debes estar tranquila vengo avisarte que hay un posible donante, - en ese momento a mi mama se le dibujo una gran sonrisa- pero sabes que antes de la cirugía debo ordenarte un cateterismo, esto con el fin de ver si tu corazón resistirá la cirugía.

-Bueno confiemos en que si resista y cuando me harán el examen. - pregunto mi mamá

-En unos minutos viene la enfermera para llevarte a realizar el examen, por esta razón aun no te han traído el desayuno.

cuando el salió yo salí corriendo detrás de él, me preocupaba que le realizaran este examen, agarré su brazo antes de que se fuera.

Scott:

Cuando salí sentí una pequeña mano en mi brazo, me estremecí por completo, me giré y la vi con la mirada triste.

-Doctor, disculpe - dijo titubeando y dudando- de que se trata el examen y cuáles son los riesgos, he oído que es un procedimiento invasivo.

Al principio vi su mano con molestia, pero al levantar el rostro y escuchar su voz, aquella molestia desapareció la miré y respondí.

-Es cierto Sofia es un procedimiento invasivo y sumamente delicado, pero es un examen que se debe hacer a todo paciente que se va a someter a una cirugía a corazón abierto,- inmediatamente su rostro se horrorizo y se tapó la boca y comenzó a negar con la cabeza, vi como sus lágrimas salían de sus ojos y acto seguido cayo de rodillas, como pude la sostuve y la rodee con mi brazo derecho poniéndolo en su cintura y levantándola con suavidad, la tome de la mano y la senté en una silla que estaba fuera de la habitación.

-Pequeña no te angusties, en el examen va a estar todo preparado en caso de alguna emergencia.

-Pero esa cirugía es terrible, sé que mucha gente muere en ella y yo aún no quiero estar sin mi madre.

Ella lloro sin consuelo, en ese momento me ganaron mis sentimientos, así que la abracé y la consolé. - No me di cuenta de que teníamos espectadores, en ese momento.

-No te preocupes el examen es para saber si se puede o no hacer esa cirugía, si no se puede intervenir te avisare inmediatamente.

Sofia sonrió levemente y se limpió sus lágrimas, se apartó de mis brazos y se levantó, yo hice lo mismo y nos retiramos del lugar.

Cuando ella se apartó de mis brazos sentí un vacío, que hacía mucho tiempo no sentía, me sentí muy asustado y nostálgico, como desprotegido.

Sofia:

Cuando sentí su abrazo, me sentí protegida y segura, no sé porque desde la primera vez que lo vi quede extasiada con su imagen, estaré mal, me abre enamorado, pero no el amor a primera vista no existe o no lo creo posible.

Cuando se llevaron a mi mamá, me dio un sentimiento de soledad y desasosiego que me tenía muy mal, durante el examen el doctor estuvo con ella no sé qué paso, pero si vi que la sacaron y la llevaron a cuidados intensivos, después de treinta horribles minutos el doctor salió de la unidad yo estaba muy asustada.

Scott:

-Robert tenemos que suspender el examen, sus latidos han disminuido muchísimo. - Robert Johnson es el cardiólogo encargado de realizar los cateterismos

-Amigo lo siento, ya no podemos hacer nada por ella, se lo que te cuesta, pero no podemos hacer nada más, ya no hay salvación para ella.

Al escuchar las palabras de mi amigo y colega, mi corazón se rompió por completo, no podía sacar de mi mente a mi madre y a Sofia, ella era aún muy joven e iba a quedar huérfana, sacamos a María entubada pues el examen le provoco un paro cardio respiratorio, en el camino pude ver a Sofia, ella estaba aterrada, me llamo, pero no pude atenderla, necesitaba estabilizar a María, al menos para que pudiera despedirse de Sofia, no sé porque, pero siento a Sofia mía, no quiero dejarla sola, me niego a alejarme así como si nada.

Cuando salí de la unidad vi a Sofia sentada fuera de la unidad, me agaché poniéndome a su altura.

-Sofi...- dijo con voz suave, tragué saliva y seguí- Sofia, lo siento mucho, no podemos hacerle la cirugía a María, ella no resistirá la anestesia. - Sofia me miro muy triste y comenzó a sollozar.

-Ahora que haremos, que debo hacer.

-Sofia, hemos estabilizado a María, lo he hecho solo por ti, para que puedan despedirse y puedan vivir lo que le quede de vida tranquilas, debes prepararte. - Después de decirle esto la abrace y le di un beso en la frente, en ese momento Robert estaba saliendo junto con Elizabeth de la unidad, no me di cuenta hasta que Robert toco mi espalda, en ese momento reaccione y me di cuenta de que tenía abrazada a Sofia entonces me levante.

-Sofia, si me permites iré con mis colegas a hablar de los pasos a seguir- ella asintió y me retire con ellos hacia mi oficina

Al llegar a mi oficina, los reclamos hacia mi cayeron como una lluvia.

-En que estás pensando amigo- me dijo Robert muy molesto- quieres perder tu trabajo, eres un imprudente.

-Sabes que te aprecio demasiado, pero te involucraste emocionalmente con la paciente y su familiar- me reprocho Elizabeth- pero igual me pareció tierno ver que la besaste en la frente, creo que te has enamorado. Robert y yo la miramos con la boca abierta, nos sorprendió su reacción.

-Eliza no estoy enamorado es imposible enamorarse tan rápido, Robert sé que estuvo mal lo que hice, pero simpatice con ellas, Sofia es una niña y va a perder a su mamá dentro de poco, todo esto me hace recordar a mi madre, y pues no sé qué me pasa, me siento bien cuando la tengo entre mis brazos, cuando me alejo me siento solo y vacío.

Mis amigos se miraron y negaron con la cabeza y dijeron al unísono.

-Te enamoraste.

Ya estaba dudando de mi así que les di la espalda.

-Por favor salgan y cierren la puerta. - ni yo mismo sabía que me ocurría, solo quería protegerla.

-Antes de irme quiero recordarte que tú eres doce años mayor que ella, que esperas de ella y que le quieres dar. - dijo Robert sin esperar mi respuesta, ellos ya se habían ido cuando me senté en mi escritorio y me quedé más confundido de lo que estaba.

Sabíamos que ella tenía dieciocho años, porque María un día que fuimos a verla a su casa nos contó que tenía una hija y estaba próxima a cumplir esa edad. No sabía que pensar, no podía sacar de mi mente el recuerdo de mi madre y lo último que me dijo.

Recuerdo de Scott:

Eran las 8 de la mañana en un día de otoño, me acababa de despertar, tenía un partido ese día, pero mi mamá estaba enferma entonces no pude ir, porque mi padre estaba trabajando, pasaba mucho tiempo en esa oficina y solía olvidar que tenía familia, estaba bastante enojado.

-Mamá hoy es el último partido, por favor déjame ir solo serán dos horas y vuelvo, puedo ir solo y volver. - Mi madre me miro con tristeza.

-Hijo quiero ir contigo sabes que me gusta verte jugar, pero hoy no me siento bien quédate conmigo, puede ser nuestro último día juntos y solo quiero abrasarte.

Sus palabras me enojaron muchísimo, sin embargo, decidí quedarme con ella, sabía que casi no se enfermaba y cuando decía sentirse mal es porque así era.

La mañana paso, mi equipo gano el partido a pesar de no haberme presentado, como capitán era mi responsabilidad, sin embargo mi madre me necesitaba, en la tarde mi mamá estaba más mal, temblaba y no podía respirar, me asuste y llame un par de veces a mi padre, deje muchos mensajes y ninguno fue respondido, ya alrededor de las cinco de la tarde no pude esperar más, así que me levante del lado de mi madre, pero ella me detuvo tomando mi mano, pude sentir lo fría que estaba, sin embargo me arrodille junto a ella, en el fondo sentía que era tarde.

-Hijo, no llames a nadie ya sé lo que me sucede, y quiero estar aquí contigo y no encerrada en un hospital lejos de mi familia y sola.- Sus palabras rompieron mi corazón pues mi padre no estaba, así que la familia no estaba junta, ella como si adivinara mis pensamientos dijo.- tu padre llegara a tiempo, este momento es tuyo y mío, hoy me iré y te dejare con tu padre, ten le paciencia, se tú mismo, cuídate mucho, ama mucho, algún día llegará alguien que sanara tus heridas y te ayudara a llevar tus penas, desde el primer momento en que la veas sabrás que es ella, no tengas miedo.- como si se tratara de una profeta, hoy sus palabras se volvían realidad, sin embargo me negaba a esa idea.

Su voz se ahogó y al poco tiempo antes de dar su ultimo respiro mi padre llego, estaba desesperado, vi dolor en sus ojos por primera vez, se encerró con ella en el cuarto, duraron mucho tiempo allí, cuando finalmente se abrieron las puertas mis hermanos y yo entramos y la vimos, después de dar una palabra y un mensaje a todo respiro hondo y allí murió.

Doce años después me volví cardiólogo quería ayudar a personas que sufrían lo mismo que mi madre, por eso cuando conocí a María cuando aún era pasante estudie su caso y la acompañe y juntos avanzamos hasta hoy.

Después de tres días en cuidados intensivos trasladaron a María a una habitación para observación, durante esos días, Sofia, por su parte había informado en la empresa el padecimiento de la presidente de Estelar Tecnology, está noticia conmociono a todos, después de eso Sofia solicito un informe detallado sobre las operaciones de cada área, ya que a partir de ese momento ella comenzaría a dirigir la empresa y a estudiar en la noche.

Como le hacía falta solo tres años para terminar sus estudios en Administración Empresarial y Mercado Internacional, ponerse enfrente de la empresa la ayudaría como una práctica y esto la ayudaría a obtener más rápido su título, además por sus buenas calificaciones, podía adquirir más créditos y graduarse en un año y medio.

Después de cinco días al fin le iban a dar de alta a María, entonces Scott entro a su consultorio para llamar a Sofia.

Scott:

- Hola Sofia? - pregunto Scott con un poco de nervios

- Hola, si soy yo, con quien hablo.

- Oh Disculpa, Soy Scott, el cardiólogo de tu madre, te estoy llamando porque hoy en la tarde daremos de alta a María entonces quería que por favor vinieras a firmar los papeles para darle de alta.

- Oh si, hola, Doctor Lorenz, discúlpame estaba distraída y no reconocí tu voz, - dijo Sofia con una enorme sonrisa- ahora mismo salga para allá, muchas gracias por informarme, nos vemos al rato.

Al escuchar su voz, sonaba tan alegre, me sentí feliz de escucharla, ya habíamos hablado antes por teléfono, pero este día fue diferente.

Unas horas después Sofia llego al hospital y se dirigió a la oficina de Scott.

Sofia:

- Hola doctor, ¿Cómo está? - Dijo feliz

- Hola Sofia, bien gracias, por favor toma asiento mientras le digo a Elizabeth que traiga los papeles que se deben firmar. - Dijo serio y frio, esto se le hizo extraño a Sofia porque ya llevaban varios días hablando y se podría decir que se habían vuelto amigos.

- Si me disculpas iré a ver a María. - Dijo él retirándose de la oficina

            
            

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