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Mientras íbamos caminando el ascensor, voltee mi rostro para verla una vez más, y lo que vi causo un corrientazo en todo mi espalda y mi miembro, causando que me emocionara más y mi deseo por follarla aumentara, ella tenía su rostro un poco rojo y se estaba mordiendo el labio inferior, por esa razón deje de verla.
-Sofia, por favor no te muerdas el labio de esa manera, si lo haces me sentenciaras a hacer esta noche lo que tanto deseo y no tengo ganas de dañar esto que está comenzando- mi voz era fría y seria, pero un poco ronca debido al éxtasis y el deseo que ella despertaba en mí.
Sofia:
Al oír esas palabras mi corazón latía cada vez más rápido no dije nada hasta que entramos al ascensor, traté de estar calmada, aunque mi cuerpo pedía a gritos sentirlo de nuevo.
Después de entrar rompí el silencio.
-Realmente no pensé que te sintieras así, me gusta que seas directo y a la vez me da un poco de miedo, yo también quiero sentirte, dentro de mí, pero no es el momento, mis experiencias pasadas me enseñaron a ir con calma, porque aún no se si esto será algo seguro, soy muy joven lo sé, pero soy muy enamoradiza y no quiero sufrir, pero no niego que siento un deseo y emoción por ti cada vez que escucho tu vos o siento que me miras.
Mientras decías estás palabras tenía el rostro mirando al suelo, pues soy muy insegura y tímida, y de repente sentí que él se ubicaba frente a mí, me levanto el rostro con su mano izquierda, ese tacto para mi causo que cerrara mis ojos, con un dolor que no logro describir, era un tacto suave pero firme y sentí como acuno mi rostro en su mano y se acercó acorralándome con su brazo derecho y sus piernas, me beso suavemente y sentí el calor de su cuerpo tan embriagador, que no quise que me soltará nunca más, cuando se abrieron las puertas del ascensor el tomo mi mano y nos dirigimos a lo que parecía ser una habitación, al entrar vi un pequeño cine, donde había alrededor de 16 sillas, y dos de ellas estaban en la parte de atrás, él me dijo que esas eran nuestras sillas.
-Scott porque solo hay 16 sillas aquí. -pregunte con curiosidad.
-normalmente vengo con mis amigos de la infancia somos 4 en total y ellos traen a sus amigas y siempre que nos sentamos aquí queremos tener un puesto libre, para los bolsos de ellas, ya que todos estamos con las manos ocupadas, si me entiendes. -dijo en un tono un poco insinuador. -Yo me reí ante tales declaraciones.
-No pensé que usaran esta sala para hacer ciertos actos que solo se deben hacer en la intimidad. -Dije en tono burlón.
-No realmente, no lo hacemos aquí, -se acercó a mi oído y me dijo en tono insinuante y seductor. – y cualquier lugar es bueno para follar, -sus palabras me hicieron pasar saliva en seco.- él se alejo y continuo en tono de superioridad y burlón.- Aquí solo calentamos, prendemos los motores, afuera de este lugar hay un pequeño hotel que se usa para aquellos actos, pero casi nadie lo sabe, fue algo que yo pedí construir cuando mi padre me obsequio este lugar, hay muchas cosas de mí que no conoces, y si quiero intentar estar contigo, quiero que estes sometida a mí, dispuesta a hacer aquellas cosas conmigo, te quiero entregada completamente.
Sus palabras hicieron que me volviera a ruborizar y sin intención mordí mi labio nuevamente para suprimir, la emoción que sentía dentro, él se dio cuenta, pero se contuvo, hasta que nos sentamos en las dos sillas superiores.
-Recuerdas que pedí que no te mordieras el labio de nuevo, si lo vuelves hacer otra vez no respondo por mis actos. -Su tono fue muy serio y demasiado ronco, me sorprendieron sus palabras, pero trate de calmarme e ignorar su frialdad en ese momento, ignoraba completamente que la tortura estaba por iniciar.
Durante la película estuvimos muy atentos a ella, yo me encontraba un poco nerviosa, pero estaba feliz de salir con un hombre como él.
Scott:
Después de decirle que no respondería por mis actos, ella no pronuncio ninguna palabra, ni realizo ningún acto, creí que estaba enojada por lo que había dicho, luego comprendí que se distrajo en la película, cuando quise poner la mano en el brazo de la silla, sentí su mano en el brazo, me estremecí completamente, pero ella no movió su mano solo me miro y sonrió, me di cuenta de que estaba nerviosa y quizás temerosa por la película, decidí tomar su mano en la mía, entre lazamos nuestro dedos y ahí no te que su mano era muy pequeña, decidí en un acto muy emotivo de besar el dorso de su mano, sentí que apretó mi mano, y me causo ternura, porque es una mano pequeña con mucho fuerza.
-Sofia, -pronuncie su nombre con suavidad y ella me miro, - quiero saber si te molestaron mis palabras.
-Para nada, solo me distraje en la película, está muy buena. -dijo sonriendo
Yo asentí y antes de que volviera a mirar a la pantalla, sujete su rostro y la bese de nuevo, nuestras lenguas jugaban entre ellas, mi respiración se aceleró y la suya también su cuerpo temblaba sentí que su pulso estaba acelerándose, intente alejarme, pero ella con su mano sujeto mi cabeza y murmuro mientras respiraba que no, siguió besándome y yo sentía como mi cuerpo se encendía nuevamente. De repente cuando estaba en mi punto más fuerte del deseo, ella me soltó y me dio un beso suave.
-Me gustas muchísimo, cuando estoy contigo siento que mis miedos se van, de alguna manera me siento segura.
Yo puse mi mano sobre su muslo, izquierdo y el aprete.
-Tu eres muy mala conmigo, me besas hasta excitarme y dejarme bien caliente y ya me dejas así, no es justo. -le hice un puchero, ella solo se rio.
-No fue mi intención, creo que debemos esperar. - En ese momento la miré con mis ojos oscurecidos y decidí vengarme.
La acerque a mi y puse mi mano derecha sujetando su cuello, comencé a besarla suavemente, mi mano izquierda estaba en su espalda baja, la bese suavemente mientras mi pulgar acariciaba su cuello, pude sentir como su piel se erizaba y seguí así, hasta acariciar su pecho y con mi mano izquierda aprete su seno derecho, deslice mis labios por su cuello llegando hacia el lóbulo de su oreja, el cual bese y chupe con si no existiera nada más, ella comenzó a temblar y note que apretó sus piernas, y en ese momento me detuve le di un beso casto, me aleje y vi como sus ojos brillan, me prendió completamente, pero me contuve.
-No voy a hacerte nada, hasta que me ruegues por que este dentro de ti. – En ese momento la película se acabó pedí que encendieran las luces, note que ella sentía deseo, pero estaba frustrada, porque no continue con mis actos, yo estaba más que satisfecho por lo que cause, al salir no pude creer lo que vi, sabia que se iba a desatar una tormenta.