Capítulo 4 ¿Me veo bien

El Yan Garden era la residencia del Clan Lu, y también el lugar donde vivía Martin.

Se encontraba en una gran propiedad que contaba con tres villas diferentes, todas ellas equipadas con sus propias instalaciones de ocio y entretenimiento, y era una de las mansiones más famosas de la ciudad.

Martin estaba en la villa principal de la propiedad.

En el estudio reinaba el más absoluto silencio.

Un hombre apuesto vestido con un traje negro estaba sentado en el sofá. Su rostro mostraba unas facciones bien definidas y tenía unos ojos oscuros y profundos. Llevaba su cabello negro peinado de forma impecable. Su porte causaba una intensa impresión aunque solo estaba sentado tranquilamente.

Si Cassandra estuviera allí, reconocería a este hombre en cuanto lo viera.

Él echó un vistazo al documento que tenía delante y, a continuación, miró al hombre que estaba de pie a su lado y que sudaba profusamente.

Era Carlos, uno de los confidentes de Martín.

"Señor, su hermano ha ido demasiado lejos esta vez. ¿Qué debemos hacer?", preguntó Carlos con una expresión vacilante.

Martin entrecerró los ojos y al principio no dijo nada. Después de unos minutos, replicó en voz baja: "Hoy es el día de mi boda, así que no tengo intención de matar a nadie".

"¿Qué?", respondió Carlos sin entender la relación entre ambas cosas.

"Puedes romperle una pierna como castigo", dijo Martin con total indiferencia como si estuviera hablando del tiempo.

"¡Sí, señor!".

Entonces, Martin giró la cabeza y miró el reloj para comprobar qué hora era, luego se levantó lentamente y ordenó: "Prepara el coche".

Al oír estas palabras, Carlos se quedó atónito. "Señor, ¿vamos a ir a la iglesia ya?", preguntó.

"Sí".

Carlos no dijo ni una palabra más, sino que fue a buscar el coche y llevó a Martin a la iglesia.

Era el día de la boda de Martin, pero no se había organizado una gran ceremonia. En lugar de ello, la boda se celebró de manera informal en una iglesia.

No se había informado a nadie más del Clan Lu sobre la boda, y no había otros invitados a excepción del Clan Yan.

Carlos no sabía por qué Martín había organizado las cosas así, pero no se atrevía a preguntar. Al fin y al cabo, este matrimonio se debía a una promesa realizada por el Clan Lu y a él le había sorprendido que Martin accediera a casarse con esa mujer.

"Carlos", dijo Martin de repente desde el asiento trasero del coche.

"¿Sí, señor?".

Martin bajó los ojos y preguntó: "¿Me veo bien hoy?".

"¿Perdón, señor?".

'¿Pero de qué está hablando? ¿Está intentando coquetear conmigo? ¿Va en serio?

De cualquier manera, tiene un rostro muy atractivo, así que estaría impresionante aunque no llevara nada puesto.

¡Espera! ¿Qué me está pasando?

¿Por qué me estoy imaginando a Martin sin ropa?'. Carlos estaba totalmente perplejo.

"Señor, usted se ve bien se ponga lo que se ponga. Recuerde que dedicamos mucho tiempo a elegir el traje que lleva hoy, así que no se preocupe. ¡Es el hombre más atractivo del mundo!", dijo Carlos esbozando una amplia sonrisa.

Para ser un buen subordinado hay que saber cómo adular al jefe en los momentos adecuados.

Martin no dijo nada. Carlos no entendía por qué le había hecho esa pregunta, así que se concentró en conducir con cuidado hasta que llegaron a la iglesia.

En la iglesia.

Se había colocado una alfombra roja desde la puerta. Aparte de eso, no había ningún otro elemento decorativo que sugiriera que estaba a punto de celebrarse una boda.

En el interior del lugar, Martin estaba en la parte delantera vestido con un elegante traje negro. Junto a él, Carlos miraba ansiosamente hacia la entrada.

Varias personas entraron caminando lentamente. Delante de todos ellos estaba la novia con un bonito vestido blanco. Ella puso su brazo alrededor del de Evan y caminó lentamente por el pasillo.

Los ojos de Martin se centraron en Cassandra mientras avanzaba hacia él. Ella levantó la mirada y todo su cuerpo se tensó intensamente cuando lo miró a los ojos.

Aunque había hecho todo lo posible para prepararse mentalmente para este momento, numerosos recuerdos de su carácter violento y sanguinario acudieron a su mente, como si estuviera viendo una película de terror.

Ella se sentía totalmente aterrorizada porque creía que Martin era un monstruo.

Pero en este momento, lo único que podía hacer era caminar lentamente hacia su destino.

Aunque estaba a solo unos pasos de él, parecía que el tiempo se hubiera detenido. Cassandra hizo todo lo posible por mantener la calma, ya que no podía dejar que los demás se enteraran de que le pasaba algo.

Al final, llegó hasta la parte delantera de la iglesia agarrada del brazo de Evan y Cassandra y Martin se quedaron uno al lado del otro en silencio.

"Señor Martin Lu, ¿acepta a esta mujer, la señorita Cassandra Yan, para que sea su esposa y vivan unidos por el vínculo del matrimonio? ¿La amará, la consolará, la honrará y la mantendrá, en la salud y en la enfermedad, en el dolor y en la alegría, durante el resto de su vida?".

En la iglesia reinaba un silencio sobrecogedor y todas las miradas estaban concentradas en Martin.

Susan miró al hombre con una expresión de total incredulidad. '¿Cómo es posible? Pensé que Martin era un hombre poco atractivo. ¿Por qué está tan guapo? ¿Qué está pasando?

Tiene un aspecto noble y elegante, como un rayo de sol que reluce en el cielo después de una tormenta.

No se parece en nada al hombre que me habían descrito. ¿Por qué?

¡Debería haber sido yo la que se casara con él!

¿Cómo podía ocurrir esto?'.

Justo entonces, Martin respondió en voz baja: "Sí, quiero".