Capítulo 6 ¿Que no puedo mantenerte

Debido a los recuerdos de su vida pasada, Cassandra no se sorprendió lo más mínimo cuando vio que Martin había llenado un armario con ropa para ella. Todas las prendas de ropa eran de marcas de lujo, hasta los pijamas.

En ese momento, Martin estaba cómodamente sentado en el sofá del salón. Al oír sus pasos, miró a Cassandra mientras bajaba las escaleras en pijama.

Con su belleza y su estilizada figura, además del fabuloso maquillaje nupcial, tenía un aspecto elegante y espectacular, capaz de conmover a cualquier hombre.

Martin hizo un gesto con la mano y dijo: "Ven aquí".

Cuando lo oyó, ella percibió una señal de alarma en el interior de su cabeza. Aunque no entendía por qué la había llamado, su intuición le indicaba que estaba a punto de suceder algo. Como no podía negarse, se acercó lentamente hasta él.

Cuando llegó a su lado, él la miró fríamente y le dijo: "Siéntate".

A continuación, se sentó a su lado con cuidado y se preparó para lo que vendría después. Carlos los había dejado solos, así que no había nadie más aparte de Martin y ella en el salón.

"A partir de ahora, eres mi mujer. Mientras no te pases de la raya, no te sucederá nada horrible. ¿Entiendes lo que intento decir?".

Cassandra asintió con la cabeza para mostrar su comprensión. "De hecho, hay algo que quería comentar contigo", dijo con un tono dócil.

"¿De qué se trata?", preguntó él, entornando levemente los ojos al mirarla.

Si quería tener más poder, debía cambiar su forma de actuar. Ella no podía seguir viviendo como antes.

Antes de hablar, Cassandra respiró profundamente para reunir el valor que necesitaba; luego dijo con voz vacilante: "Ya sé que ahora estamos casados, pero no puedo quedarme el resto de mi vida sin hacer nada. Me gustaría trabajar. En la universidad me gradué en interpretación y me gustaría dedicarme al mundo del espectáculo. ¿Estarías de acuerdo con eso?".

Mientras esperaba su respuesta se creó un silencio lleno de tensión entre los dos. Parecía que la temperatura del salón había descendido varios grados.

En su vida anterior, ella nunca llegó a descubrir qué tipo de persona era Martin. Solo sabía que tenía un temperamento violento y, en ese momento, lo provocaba una y otra vez.

"¿Crees que no me puedo permitir mantenerte?", preguntó él con voz ronca.

Cassandra se quedó enormemente sorprendida, pues eso no era lo que había querido decir.

Todo el mundo sabía que Martin era el hombre más rico de País H. Si él no podía mantener a su esposa, ningún hombre en el mundo podría hacerlo.

'¿Ha malinterpretado mi pregunta?', pensó ella.

"No me refería a eso en absoluto. Tú también tienes un trabajo, ¿no? Por eso, yo también debería tener algo que hacer mientras tú estás en el trabajo. No puedo estar todo el día aquí esperando a que vuelvas a casa porque eso sería patético por mi parte".

Tras las palabras de su esposa, Martin levantó la cabeza hacia ella y respondió: "Bueno, sería estupendo si pudieras hacer eso por mí".

Su mujer no necesitaba ser objeto de la atención pública, ni necesitaba ganar dinero por su cuenta puesto que él tenía suficiente dinero para mantenerlos a ambos. Tenía la intención de darle todo lo que ella deseara.

Acto seguido, Cassandra suspiró y pensó que Martin pensaba de forma diferente a la mayoría de la gente.

"¿No crees que algún día te cansarás de mí si no hago nada en todo el día? Si eso sucede, estaré totalmente desfasada de lo que pasa en el mundo. No quiero que me consideres una tonta que no sabe nada".

En ese instante, Martin miró a Cassandra y reflexionó sobre sus palabras. Ella también lo miró a los ojos con cuidado. En su vida anterior, nunca había trabajado. Dedicaba la mayoría del tiempo a buscar nuevas formas de irritar a Martin, y cuando no hacía eso, planeaba cómo escaparse de Yan Garden. Nunca se le había pasado por la cabeza ponerse a trabajar.

Después de una prolongada pausa, Martin preguntó: "¿De verdad quieres trabajar en el mundo del espectáculo?".

Rápidamente, Cassandra asintió con la cabeza y dijo: "Martin, quiero ser cada vez más fuerte. ¡Quiero ser lo suficientemente fuerte para estar a tu lado!".

Al oír esto, la cara de Martin reflejó intensos sentimientos de asombro y admiración. La miró fijamente y esto hizo que el corazón de Cassandra se acelerara. No estaba del todo segura de si él estaría de acuerdo, pero no iba a rendirse.

Aunque tuviera que luchar completamente sola, no le importaba.

"Estoy de acuerdo, pero con una condición", dijo él.

"¿Cuál es?", preguntó con voz titubeante.

Estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa si eso significaba que él la dejaría trabajar en el mundo del espectáculo.

Martin la miró con una mezcla de distintos sentimientos y, después de un rato, dijo con voz tranquila: "Duerme conmigo".

Al instante, el rostro de Cassandra se ruborizó tímidamente, sin saber qué responder.

Sin embargo, se acababan de casar y ahora eran marido y mujer. En su vida anterior, habían tenido relaciones sexuales con bastante frecuencia.

Cassandra levantó la cabeza para mirarlo a los ojos y dijo: "Martin".

"¿Qué?".

"Sé que ahora somos una pareja, pero acabo de conocerte, así que aún no estoy lista". Después de hablar, ella tosió ligeramente.