-No, te lo juro ni siquiera te había visto yo estaba buscando a mi compañero y en eso choque contigo. Aunque la verdad tus ojos me llamaron la atención. - Dije sin quitar la vista del camino. - No es que sean raros sí no que son... son hermosos. - Ella se ruborizo y yo sólo reí. - Y son más lindos cuando te ruborizas.
-Bueno así que supongo que tú nombre no es Kevin ¿Cuál es entonces? - Preguntó.
-De hecho, mi nombre sí es Kevin.
- ¿Entonces Kevin dime que hacías en el centro entonces?
-Buscaba personas como tú. - Dije incómodo. - La CIA quiere más información sobre la Telequinesis y nos mandaron a buscar gente que pudiera verse desde lejos que podía practicar la.
- ¿Como iban a saber quién con sólo mirar a la gente? No entiendo. - Dijo extrañada.
-Haces muchas preguntas.
-Pues supongo que tengo derecho a saber, ¿no? Después de todo van a investigarme. - Pero ¿cómo supo eso?
- Leí la mente de tú compañero. - Contesto.
- ¿Qué? - Dije extrañado. - Eso es ilegal.
-No hay ninguna ley que lo prohíba, además él no se callaba ¿Que querías que hiciera? - Dijo al parecer molesta.
-Ignorarlo. - Dije obvio.
-No es fácil ignorar a alguien cuyos pensamientos no se callan e invaden tú mente es como si estuvieras hablando con una persona que jamás se callara. - De nuevo nos invadió el silencio demonios porque el cuartel tenía que estar a 2 horas de la ciudad.
-Tienes familia que pudiera llegar a preocuparse si desapareces?
-No te preocupes por eso, la única persona que me toma en cuenta como si fuera su hermana es mi mejor amiga Jane, pero creo que no hay problema con ella.
-Entonces porque tus padres te trajeron al mundo si no se iban a hacer cargo de ti?
-En realidad pues podría decirse que no estaba planeado que mi madre saliera embarazada de mí.
-Tu vida ha sido dura entonces.
-No del todo para mí ha sido fácil. Aunque sí tuve problemas al principio, pero ahora ya no.
- ¿Y la Telequinesis? ¿cómo hiciste que se desarrollara mejor? - Pregunté curioso y ella sólo se río. - ¿Que?
-Y dices que yo soy la que hace muchas preguntas.
-Bueno pues es mi turno de hacer preguntas. - Dije sonriendo. - ¿Y bien?
- ¿Qué? - Preguntó distraída.
- ¿Como lograste desarrollar la Telequinesis? - Dije parando el auto.
-Yo...no tengo idea sólo imaginaba que el objeto se movía y el tiempo mi mente se fue desarrollando.
-Bueno pues eso se lo tendrás que explicar a el Mayor Maison porque hemos llegado.
~Ciara~
Cuando entramos al cuartel me sentía muy rara había un presentimiento de que esto no iba a ser bueno, pero por otra parte ya era tarde.
-AGENTE K! - Se escucho que alguien grito. Ambos volteamos a ver de quién es ese grito.
-Él es el Mayor Maison. - Me susurro al oído Kevin. El Mayor Maison se acercó a nosotros.
-Me puede decir ¿Porque solamente ha traído a está muchachita? ¿O es que acaso ella la única persona que había en el centro? -Dijo el Mayor cabreado.
-No señor, pero me imagino que con ella lograra tener toda la información que quiera. -Dijo Kevin tranquilo.
-Así demuéstramelo. - Dijo el Mayor viéndome, volteó a ver a Kevin y el asiente de que debo hacerlo. Miro a mi alrededor y todos los objetos que hay comienzan a flotar. - Increíble, pero tenemos que empezar con los estudios de salud para ver que todo esté bien. Por aquí. - Dijo guiándome hacia uno de los pasillos blancos. -Y tú. - Señaló a Kevin. - Busca al idiota de tú compañero.
El Mayor Maison me guio hacia la puerta de un cuarto, entre al cuarto y ahí había 4 doctores.
-Le harán un chequeo de salud sin que le falte ningún detalle alguno, entendido?
-Sí señor. - Contestaron los 4 doctores a la vez.
Después de haberme hecho un largo e incómodo chequeo de salud, me dejaron en una gran habitación más bien departamento sola. La habitación no estaba mal, tenía sala, cocina, 1 habitación y un baño. En está habitación había todo lo que necesitaba excepto ropa, espero que eso no sea un problema.
Estoy en mi cama acostada, cuando siento que alguien abre la puerta y rápido me pongo de pie.
-Soy yo, soy yo. -Dijo Kevin nervioso y yo me tranquilice. - El Mayor quiere verte.
-De acuerdo. -Dije caminando hasta la puerta. - ¿Te vas a quedar hay parado?
-No, pero tengo una pregunta.
-Adelante dila.
- ¿Que hubieras hecho sí no te hubieras dado cuenta de que era yo? - Preguntó curioso.
- ¿En verdad quieres saber? - El asintio con la cabeza. -Pues supongo que me hubiera defendido sin tener que usar la Telequinesis.
- ¿Sabes pelear? - Asentí. - Demuéstralo. - Dijo poniéndose en posición para pelear. Me relaje y lo ataque, el término en el suelo y yo encima de mí. - Nada mal pero no debes distraerte. - Dijo haciendo que quedará abajo de él. Pero volvimos a girar, de nuevo quedé encima de él y yo tenía una navaja en la mano.
- ¿Decías?
-Bueno ahora no tengo ventaja. - Me levanté y lo ayudé a levantarse. - Bien ahora vayamos con el Mayor que vamos tarde.
Salimos de mi habitación y caminamos hasta un elevador que nos llevó dos pisos bajo la tierra y el cual está zona se llama Actividades Paranormales.
Entramos a la sala de conferencias y hay estaba el Mayor Maison junto con otros agentes y otras personas de la CIA.
-Vaya al fin llegan. -Dijo el Mayor serio. "Está niña será un problema"(Cuando ponga " son los pensamientos según el personaje) Definitivamente el Mayor no me agrada nada.
-"Relájate" - Me dijo Kevin. - Sentimos el retraso.
-Bueno siéntese.... Como les decía la señorita West tiene el poder de la Telequinesis aún no sabemos bien que cosas puede hacer está señorita y cuál es el límite de su poder, pero con los análisis y con el tiempo lo sabremos.
- ¿Nos podría dar una demostración? -Preguntó uno de los agentes. Asentí con la cabeza y me levanté de mi lugar, el Mayor me señaló que me pusiera en medio de la sala.
"Espero que no sea otro truco de la CIA"
"Haber si está niña en serio puede hacer algo"
"Sin duda tendremos otro fracaso"
Estos y otros pensamientos invadieron mi mente. Odiaba que me dijeran niña ya soy mayor de edad ¿Es que no se dan cuenta o qué?
Suspire e imagine que todos los papeles en las mesas se elevarán y se separaran por clasificaciones.
- ¿Como sabemos que no es un truco? - Preguntó el que parece ser el Gobernador.
-Puede comprobarlo usted mismo. - Dijo el Mayor Maison en un tono desafiante. El gobernador se paró frente a mí y me miro con un poco de miedo.
-"Espero no morir aquí". - Dijo este intentando relajarse. -"Esta niña al parecer no sabe hacer nada, todo es una farsa". -Genial odio que me digan niña, él ha hablado ahora a mí me toco hacer mi parte.
Imagino que soy el tipo me cuesta trabajo imaginarlo ya que nunca había hecho esto antes, me relajo un poco y vuelvo a intentar, cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir me veo a mi misma parada al frente de mis ojos lucen violetas, pero con un poco de negro un color lindo pero extraño.
-No vuelvan a decirme Niña. - Digo escuchando mi propia voz que para ser un hombre no es muy grave que digamos. Todos me miran extrañados y luego miran donde se supone que la verdadera yo esta parada.
Enseguida veo todo borroso, cierro los ojos y los abro, he vuelto a mi cuerpo. Miro a mi alrededor y todos me miran.
- ¿Qué? - Es lo único que se me ocurre preguntar. Kevin se acerca a mi algo asustado y me limpia la nariz con un pequeño pañuelo, lo veo extrañado hasta que veo sangre en el pañuelo.
-Bueno ahora si hemos comprobado que esto es real y que pronto empezaremos los análisis. - El Mayor Maison se va de la sala y todos los demás me miran susurrando cosas entre ellos.
- "Esta chica será un peligro si la dejamos sola"
- "Que bueno que vivirá aquí, en donde todo el mundo podrá estar a salvo de ella" - Ese pensamiento me ofendió.
-Ven vamos a limpiarte bien, que no dejas de sangrar de la nariz -Dijo Kevin guiándome a la salida de esta horrible sala que ahora y siempre odiare gracias a todos estos tipos raros.
-Estoy bien. - Dije saliendo de la sala.
- ¿Segura? - Dijo en un tono preocupado.
-Se cuidarme sola.
-Lo siento, es que al verte sangrar así me asusto. - "Espero que me esté diciendo la verdad, me preocupa" -Dijo en su mente y sentí como algo raro en el estómago, no puede ser la comida no pudo haberme caído mal eso sería raro.
-No te preocupes, me iré a mi habitación, tengo que dormir ya que mañana empiezan los análisis o más bien experimentos.
- ¿Y si mejor vamos a tu casa por tus cosas? Digo pues para que nadie te las robe y de seguro necesitas tu ropa.
-Si, aunque vivo muy lejos de aquí.
-No hay problema con eso. - Dijo caminando hacia la salida de este lugar y yo solo lo seguí.