Ya casi las 3 de la mañana y el Mayor Maison había pasado casi 3 horas regañándolos de que no podían salir cuando les diera la gana y les estaba diciendo unas cuantas reglas como se tratarán de adolescentes, pero Maison sabía que no se trataba de adolescentes si no de Adultos que se supone que ya saben cómo funciona todo y no tienen la necesidad de que se los esté recordando.
-Bueno espero que les haya quedado claro todo lo que les dije. - Dijo Maison mientras veía serio a ambos.
-Si señor. - Dijeron al mismo tiempo cosa que se les hizo raro a los 3 pero no le pusieron mucha importancia.
-Está bien ahora pasemos a la parte importante. - K y Ciara se quejaron. -Que? ¿Creyeron que solo los iba a regañar? Pues están equivocados tenemos que hablar sobre como empezaremos a hacer las pruebas mañana.
-De acuerdo entonces empiece a hablar. - Dijo Ciara cruzada de brazos mientras se acomodaba en su silla.
-Que es lo que piensan hacerle? - Pregunto K preocupado haciendo que Ciara volteara a verlo extrañada.
-Desde cuando te interesa lo que vamos a hacerle. - Dijo Maison también extrañado.
-Somos amigos está claro que me interesa lo que vaya a pasar. - Dijo K serio.
-Bueno, eh visto tus resultados de los exámenes que te hicieron y debo decirte que tu salud está en un perfecto estado, aunque tienes que alimentarte como debe de ser o puedes contraer una enfermedad.
-Es...está bien. - Dijo Ciara nerviosa.
-Lo siguiente, las pruebas las empezaremos mañana: Comenzaremos con lo principal mover objetos y todo lo relacionado con eso. Una vez que hayas pasado esa fase empezaremos a trabajar con personas y veremos qué es lo que puedes llegar a hacer.
-Pues puedo decirle que aparte de mover objetos puedo controlar personas. - Dijo Ciara viendo al Mayor Maison con desprecio y como no lo haría si todo eso sería como un entrenamiento en el cual tiene que empezar desde cero, por todas las cosas que Ciara puede hacer sin problema.
-Perfecto así será más fácil. Otra cosa que debo decirte es que ahora tu ya no existes.
-Que? - Dijo Esta vez sorprendida.
-Lo lamento Ciara. - Dijo K intentando calmarla antes de que algo malo pasara. - Debí decírtelo antes, una vez que entras a la CIA tu ya no existes tu nombre, apellidos todo desaparece como si nunca hubieras nacido.
-Entonces no volveré a ver a mi amiga?
-Puedes visitarla de vez en cuando pero solo cuando tengas autorización. ¿Queda claro? - Dijo Maison con un tono frío.
-Si. - Dijo distraída.
-Creo que eso es todo ya pueden irse les avisare si falto algo.
Ambos salieron de la oficina del Mayor Maison, los dos estaban concentrados en sus pensamientos.
Desde luego Ciara pensaba en su amiga, que es casi como su hermana serían muy pocas las veces que la iba a ver. Claro que si Ciara hace todo lo que le piden puede que la dejen salir con más frecuencia del cuartel.
Y Kevin pues pensaba en lo arrepentido que estaba al no haberle dicho a Ciara que su nombre seria borrado del mundo. Como es que no se le ocurrió haberle dicho eso antes, así Ella hubiera actuado de otra forma y no iba a estar enojada con él.
Pero ya era tarde ahora el nombre de Ciara y toda su información le pertenece a la CÍA.
Nueva York, Estados Unidos.
Centro de la Ciudad.
16 de abril de 1996
10:27 a.m.
~Mamá de Ciara~
Por fin eh terminado de hacer las compras quien diría que desde ayer en la tarde tendría que estar fuera de casa.
El mayor tiempo lo he pasado en el trabajo y ahora eh terminado de hacer las compras de decoración para el cumpleaños de Ciara que es en una semana mi hija ya va a cumplir 20 años.
Se que no he pasado mucho tiempo con ella la última vez que pase tiempo con ella fue antes de que su padre muriera lo cual eso fue hace 7 años mucho tiempo para ser verdad, pero es que con mi trabajo me quita la mayor parte del tiempo. Pero esta vez no será así ahora que mi jefe me ha dado vacaciones de un mes podré pasar mucho tiempo con mi hija.
Llego finalmente a mi casa, dejo todo en la cocina en busca de Ciara.
- ¡Ciara, Ciara! - Grito su nombre, pero la casa está en completo silencio. - ¿Ciara, cariño donde estas? - Que raro Ciara siempre está en casa. Subo a su habitación y no esta. Esto es bastante extraño.
Bajo las escaleras y veo que hay un sobre en la mesita que hay junto a estas. Tomo el sobre extrañada, lo abro y me doy cuenta de que es la letra de Ciara.
Me voy de la casa. No piensen en buscarme, que no me encontraran en ninguna parte. Les agradezco mucho por todo lo que hicieron por mí, aunque nunca pasaron mucho tiempo conmigo aun así se los agradezco hasta nunca. -Ciara.
No mi hija no pudo irse de casa, no mi niña jamás le puse la atención que merecía, pero jamás pensé que este día pasaría. Intento contener las lágrimas, aunque sea imposible lo hago, escucho el auto de Jorge mi esposo y rápido guardo la nota en el bolsillo de mi chaqueta. Camino hacia la cocina, saco unos ingredientes y me pongo a cocinar.
-Eh llegado a casa! - Grita mi esposo y padrastro de Ciara.
-Estoy en la cocina! - Le contesto.
-Huele delicioso. - Dice acercándose a mí, me saluda con un abrazo y un beso.
-En serio? Son solo unas cuantas verduras. - Dije fingiendo una sonrisa.
-Bueno pues aun así huele delicioso. - Dijo sentándose en uno de los bancos que hay en la cocina. - Donde esta Ciara? Tengo que hablar con ella.
-Ella...ella salió.
-Mmm que raro, no sabes a qué hora volverá?
-Ella no volverá.
-Como? ¿Estas bromeando verdad? - Negué con la cabeza. - No estoy para bromas mujer! ¡Dime donde esta!
-No lo sé. -Poco a poco un nudo en la garganta se fue formando. -Solo dejo una nota y sus cosas no están. - Las lágrimas comenzaron a salir, temblando saque la nota de mi bolsillo y se la entregue.
-Espero que no sea una broma! - Dijo enojado y salió de la cocina. -Ciara! ¡Ciara! - Lo seguí y vi como subía las escaleras. -Ciara! - Grito una vez más y enseguida bajo las escaleras.
-Tenemos que encontrarla Jorge, tenemos que encontrarla. - Dije abrazándolo.
-Tranquilízate mujer, ella tiene que volver, no tiene a donde ir. Esperemos unos cuantos días y si no aparece iremos a la policía a reportarla como desaparecida. - Dijo abrazándome más fuerte.
-Debimos cuidarla, nunca le prestamos atención y ahora se ha ido. Perdí a mi hija, la perdí.
-No la perdiste, ella volverá y cuando eso suceda la cuidaremos como debe de ser y seremos una familia unida. Solo hay que esperar unos días, la policía no hará nada si les avisamos en este instante.
-Prométeme que no esperaremos mucho mínimo 1 día o 2.
-Lo prometo.