Capítulo 10.
Al llevarme, no podía hacer nada más que desmayar a los dos, nadie notaría eso en una mañana casi vacía. Primero noquee a James para después noquear a Ethan, los dejé en una banca abrazados. Me había gustado tanto que decidí sacar mi teléfono y tomarles una foto.
-Esto será un grandioso recuerdo, nos vemos chicos.
Mientras iba caminando se me ocurrió ir con Dylan, había pasado tanto en que no iba al trabajo y él se tuvo que encargar de todo solo, pero al llegar termine con una pila de papeles que tenía que llevarme.
-Tendrás que checar todo esto...-dijo mientras colocaba los papel en los brazos de Andrea-.
-¿Qué es esto?
-Realmente creíste que haría tu trabajo.
Solamente suspiré y me marche para hacer ese trabajo en mi casa, pero cuando iba caminando choque con alguien, eso hizo que mis papeles cayeran regados en todo el suelo.
-Ouh... Puedes fijarte por donde vas.
-Creo que también tu deberías ver donde caminas.
-Cruzan sus miradas-
-Pero si es el gran presidente Aiken, ¿no debería estar con su novia?
-Ella no es mi novia, creo que tu ya lo sabes...
-Diría que me disculpes, pero...
-Ambos lo dicen-Es molesto cuando la gente se disculpa.
-Alguien que logra entender eso... Bueno-se levanta-debería presentarme bien, soy Andrea Verce.
-Se levanta-Eso ya lo sabia, pero soy Nathaniel Aiken.
-Bueno, como ya nos conocemos, puedes aceptar ir a la cafetería por algo de desayunar.
-Bien...
Nos quedamos hablando todo el día, bueno, yo hablaba y él solo escuchaba, era obvio que tenía vergüenza, aunque no lo culpaba, podía hablar demasiado en ocasiones. Al llegar la noche me despedí y espere el día siguiente. Un banquete no era lo más genial que podía haber, pero era obligatorio que asistiera; tenía una invitación que me habían dado extra para invitar a una persona, así que llamé a Dylan y le ofrecí venir conmigo. Él con gusto acepto; esa noche tenía que usar un vestido y la cosa que más odiaba además del maquillaje, eran tacones que son como una máquina de tortura para las mujeres, pero no tenía opción, el vestido que llevaría era corto y se notaban mis tacones.
Dylan paso a recogerme en una limosina, al entrar me había dado cuenta que le dedico tanto a éste banquete.
-¿En serio rentaste está limosina?
-Disfrutemos la noche, ¿no crees? Incluso usas tacones, eso quiere decir que te importa.
-Y que tengo un vestido corto y no tenía opción.
Estuvimos jugando todo el camino hasta llegar, al entrar los tacones me estaban matando. En un momento Jane se acercó a mí para hablar sobre lo que había pasado y fue donde escuche su lado de la historia, terminamos arreglando todo. Cuando estaba apuntó de dar un paso para sentarme, ya que había empezado el baile, James, Ethan, Arthur y Nathaniel se acercaron a mí extendiendo su mano para invitarme a bailar.
-¿Quieres bailar conejito?
-¿Quieres bailar pequeño erizo?
-¿La dama desea bailar con su enemigo favorito?
-¿Quieres bailar conmigo, Andrea?
-Es obvio que bailará conmigo el conejito.
-Sigue soñando... Ella bailará conmigo. -Dejen de pelear y dejen que decida, ¿con quién quieres bailar Andrea?
-Sorprendida-Yo creo que... Voy a bailar con... Dylan...
Andrea me había tomado del brazo justo cuando iba a tomar un bocadillo de una bandeja, sabía que me había metido en un problema, pero aún así solo sonreí y me fui con ella. Las miradas de esas bestias estaban sobre mí, realmente era algo escalofriante.
Con James...
La conejito no había querido bailar conmigo, así que me fui a sentar con Harry que parecía estar solo. No quise preguntar que de algún modo ya sabía la respuesta, pero no podía seguir viendo a mi amigo mal, así que terminé preguntando que le sucedía.
-¿Qué sucede contigo? Te vez más triste de lo usual.
-Walter me dejó... Dijo que no le ponía dedicación a nuestra relación.
-No deberías ponerle atención, encontrarás a alguien mejor... Aprovecha que estamos en un banquete, muchos hombres querrán conocerte.
-Eres bueno animando a una persona, jaja.
Había animado a Harry, mientras hablamos llegó ese chico que se había llevado a Andrea y vi mi oportunidad de buscarla para bailar, así que me despedí de Harry.
-Hola, ¿puedo sentarme?
-Claro, soy Harry...
-Dylan, vine con mi amiga.
-¿Dónde está?
-Eres tu... Se que eres buena persona, así que te puedo decir que fue a una habitación del pasillo, los tacones le habían cansado y no podía cambiar de vestido para que no se vieran.
-Típico problema de tacones, es inusual ver a una mujer que se canse tanto.
-Ya lo creo, pero ella nunca uso eso... Así que es más complicado.
Dejé hablando a Harry con ese chico y me fui corriendo para buscar a Andrea.
Con Andrea...
Busque una habitación donde descansar de los tacones y cuando por fin había encontrado una habitación me recosté mirando al techo intentando ignorar el dolor hasta que la puerta de la habitación se abrió y era James que parecía agitado.
-¿Qué haces aquí?
-Tu amigo me dijo lo que te sucede, pensé en traerte esto... Te lo iba a dar antes del banquete, pero no pude.
-Abre la caja-Esto es un vestido y unos tenis del mismo color morado.
-Puedes cambiarte.
Mire lo que me había traído y era muy lindo de su parte, pero realmente creyó que me iba a cambiar frente de él, lo mire por un largo rato, pero no se iba hasta que tome un cojín y se lo lance.
-¡Sal de aquí! No me cambiare contigo aquí.
-Esta bien, pero antes...
La conejito me lanzó un cojín y me corrió de la habitación, quería seguir molestándola y me acerque para tomarla de la cintura con mis dos manos terminando dándole un beso. Me marche dejando que se cambiará, al salir verla con ese vestido hizo que mi corazón comenzará acelerarse.
Con Andrea...
Al salir, James me miraba extraño, lo pasé de alto llegando de nuevo al gran salón y viendo que estaban apuntó de empezar los bailes de cambio de pareja, realmente odiaba eso, pero cuando intente escapar de ser solo James terminaron estando Ethan, Nathaniel y Arthur también haciendo que entrará al baile. Empecé a bailar con Nathaniel y ninguno de los dos dirigió la palabra hasta que dijeron para cambiar de pareja y me dio un beso en la frente, terminé dando vuelta y llegando con Arthur, él parecía molesto por haber visto el beso.
Al igual que Nathaniel, al tener que cambiar de parejas, Arthur me dio un beso en mi cachete derecho; ahora era el turno de Ethan, mientras bailaba con él, podía sentir que se venía un beso al igual que los dos anteriores.
Ethan de acercó a mi oreja dando una pequeña mordida y susurrando algo.
-Eres solo mía, pequeño erizo...
Ya no podía empeorar esto, terminé cambiando por último con James y él parecía que no iba a ser nada, sentí un alivio hasta que levanto su saco tapando para que no nos miraran los demás, pensé que me iba a besar y era lo que menos quería.
-Tranquila... No te voy asustar, conejito.
En ese momento entendí que eso lo hacía para que creyeran los otros que me había besado, pero justo en eso miró a su bolsillo de su saco y tenía un maquillaje para engañarlos y hacerlos creer que me había besado.
-Ponlo en mis labios, conejito.
Con toques pequeños, James ahora tenía labial en su boca y parecía que lo había besado, cuando creí que era todo, pero dijo una cosa más.
-Ponte en tu hombro para que crean que te di un pequeño regalo-una mordida-.
-¡¿Qué?! ¡No!-grito sordo-.
-Hazlo o realmente tendrás una mordida, conejito-dijo mientras dibujaba una sonrisa-es una broma, ¿quieres divertirte?
Al principió pensaba negarme, pero luego pensé que esto ayudaría a que me dejaran en paz, así que hice lo que me dijo y mucho más cuando bajó su saco parecía que me había besado y mordido en mi cuello, además, dándole un toque, ya que tenía pintura roja, hice que parecía que estaba sonrojada. Todos parecían molestos, realmente la idea de James había funcionado y estaría tranquila la noche que sobraba; me fui del baile para comer bocadillos de la gran mesa que se encontraba en medio de todo, después de tener demasiados bocadillos busque una mesa para sentarme y mientras caminaba mire una mesa donde se encontraban tres mujeres murmurando sobre mí, se preguntaran como se, fácil, no quitaban sus miradas de mí.
Pensé en pasar por su mesa sin que me hablaran intentando ignorarlas, pero la más hermosa de las tres me habló pidiéndome que fuera con ellas.
-¡Ey! La del plato lleno, puedes venir con nosotras... Soy Astrid.
-¿Cómo es que comes tanto? Yo cuido mucho mi figura... Por cierto, soy Gisselle.
-¿En serio? Yo creo que es poco, pero mujeres tan elegantes deben tener su forma de vida.
-Me puedes decir Astrid, la más hermosa.
-"Querrás decir la más rica"-Que bien...
-Yo soy Teresa, ¿eres muy amiga del Sr. Dalton?
-"Por eso me hablaron"-Creo que se confunden, no los conozco a ninguno, así que me iré ahora.
Me levante de la mesa para marcharme y cuando empecé a caminar la chica puso su pie para que me cayera, pero lo había visto antes y salte el pie. Los chicos estaban viendo y con mi plato en mi mano solo los salude con la mano. Ellos sonrieron y seguí caminando a una mesa que estaba sola, me senté y por fin podía comer mis bocadillos, pero un mesero llegó y se los llevó para traer el platillo de cena que era para ese momento. Había perdido mis bocadillos sin poder habido darle una mordida a alguno; pensé que esto no podía empeorar hasta que vi como se sentaban los chicos en la mesa donde estaba y de estar sola terminé estando con los cuatro hombres más codiciado en ese momento.
-Conejito, pensabas comerte todos esos bocadillos.
-¿Algún problema?
-La mayoría de las chicas prefieren cuidar su peso, pequeño erizo.
-Tu mismo lo dijiste la mayoría, yo no soy de esa mayoría.
-Mi futura esposa, es una mujer asombrosa, incluso cuando está en...
-Le tapa la boca-Concursos de baile, eso quería decir el Sr. Callen.
-Besa su mano y Andrea la quita rápidamente-Me robas las palabras, mi futura esposa.
-Señorita Verce, debe ser una apasionada del baile para después de comer tanto aún tenga una buena figura.
-Sonrisa-Supongo que si... "bailar".
Todos me miraron al ver que le había sonreído a Nathaniel y sabía que cualquier cosa que hiciera pondría celosos a estas bestias. Dylan llegó después de un rato, estaba muy feliz y había llegado justo a tiempo ya que el platillo de comida estaba siendo servido, era carne y comencé a cortarla en cuadritos, pero recordé que Dylan siempre le gustó como cortaba la carne y cambie su plato por el mío cuando termine de cortar.
Dylan me miró y sonrió, después comenzó a reír, pero yo no entendía por qué hasta que apuntó a dónde estaban los cuatro y al voltear vi que estaban fingiendo no poder cortar la carne, me sentí como una madre con sus hijos, comencé a cortar la carne y dársela a cada uno en su plato. Al terminar solo quedaba el mío, pero James me quito mi plato y comenzó a cortarlo en pedazos él.
Con James...
Al ver las manos de la conejito, sus dedos ya estaban rojos de cortar la carne de todos, así que tomé su plato para ayudarla y recibí lo único que quería en ese momento, una sonrisa de ella.
Aunque terminó siendo nada cuando volteó a ver a los demás y también sonrió, sabía que mi esfuerzo había sido en vano.
Con Ethan...
Conseguir su corazón como su amor sería demasiado difícil y creo que los cuatro lo sabíamos, la pelea por el amor de Andrea debía empezar ahora.
Con Arthur...
Después de todo ella valía cada esfuerzo para que fuera la esposa de uno de nosotros y era seguro que sería mía.
Con Nathaniel...
Quedarme seria la decisión más razonable para tener oportunidad de la felicidad que se cuenta en los cuentos de hadas.
CONTINUARÁ...
¿CON CUÁL DE LOS CUATRO SE QUEDARA ANDREA?
A) James Feng.
B) Ethan Dalton.
C) Arthur Callen.
D) Nathaniel Aiken.