Capítulo 3.
Cuando respondí identifique a la persona que me marcó con solo escuchar su voz una vez.
-¿Por qué llamas Félix?
-Hoy es día libre para nuestro equipo así que quería preguntarte si quisieras ir a tomar un café conmigo, te prometo que no habrá té.
-Tu mismo lo dijiste, hoy no hay trabajo así que no hay necesidad de que nos juntemos para hablar.
-Eres demasiado seria Andrea, debes divertirte aunque sea un poco.
-Bien, pero tu invitas... Para que veas que no soy seria. Adiós.
-Iré a recogerte no te vayas.
Colgué rápidamente y pensé en lo que dijo, yo no soy seria. Le debo mostrar que cambia desde la última vez que nos vimos. Dejé el teléfono en la mesa y me marche a dormir que no entendía que hacían despiertos esos dos tan temprano.
Pero no es mi problema me cambia de ropa a una camisa de manga larga y un pantalón, quien diría que cuando saliera haría tanto frío.
No podía cambiarme por que Félix me esperaba así que subí a su auto tal y como estaba, no dijimos ni una palabra hasta llegar a una cafetería y Félix se paro.
-Por qué no traes un suéter, sabes que es invierno.
-No debería importarte como me quiero vestir.
El no dijo nada y solo sacó un suéter que tenía atrás y me lo puso para que no tuviera frío, yo no sabía que decirle hasta que al fin pude decir algo.
-Gracias...
-No puede ser, Andrea Verce se sonrojo por que le di un suéter.
-Cierra la boca sino quieres que me vaya, nadie se podría sonrojar por un simple suéter.
-Jaja...Esta bien.
No podía creer que enserio me había sonrojado por algo tan tonto como un suéter. Nos bajamos del auto y entramos a la cafetería, Félix pidió un café y un pastel de chocolate, yo solo pedí un capuchino.
Mientras llegaba lo que habíamos pedido comenzamos a hablar un rato.
-Andrea, siempre quise preguntarte algo.
-¿Que cosa?
-Quien te gusta, solo recuerdo que cuando tenías 3 años te enamoraste de mi mejor amigo. Me acuerdo como te sonrojabas al verlo, te veías tan adorable.
-Si... Eso... Nunca volvimos a verlo, pero por que la pregunta. No es un tema que tenga importancia.
-Por qué quisiera ver de nuevo ver tu cara sonrojada a explotar, te decíamos fresita por eso... Jajaja...
-Jajaja... Y a ti te decía pies izquierdos, por que siempre te andabas cayendo.
Nos empezamos a reír de todo lo que había pasado desde esos años, sin mencionar que Félix siempre fue un año mayor que yo, pero éramos buenos amigos hasta que me aleje por que me había enamorado de él. Fue un momento de muchas risa hasta que llegó lo que habíamos pedido.
-Andrea este pastel es para ti.
-Aún recuerdas que me gusta el pastel de chocolate.
-Como olvidarlo cuando cumplí 10 años te comiste casi mitad de mi pastel... Jajaja...
-Solo fueron dos rebanadas, sigues siendo un exagerado... Jajaja...
Mientras reíamos mire hacia afuera de la ventana y vi a ese chico mirándonos con una mirada de odio a Félix y a mi. Me espante tanto que puse una cara seria y le susurre a Félix.
-Félix, será mejor que vayamos a otro lado.
-¿Por qué?
-Te diré, pero no vas a voltear.
-Bien.
-Atrás tuyo hay un chico que tal vez le caigo un poco mal y nos está mirando con una cara de odio.
-Nunca pensé escuchar a la famosa Andrea tenerle miedo a una persona.
-Yo no tengo miedo, pero creo que él que debe tener miedo eres tú.
-Bueno, entonces vámonos a otro lugar más divertido.
Pidió la cuenta y nos fuimos después de pagar. Me tomo de la mano hasta que cuando salimos sentí que me habían tomado de mi otro brazo.
-¿Quién es él?, Chica misteriosa.
-Soy su amigo, y tú, ¿quien eres?
-Su futuro amante.
En ese momento me sonroje y al mismo tiempo le di una patada haciendo que me soltara.
-Quién te dio permiso de llamarme tu amante, idiota.
-¿Estás bien?
-Vamonos Félix.
En ese momento Félix me abrió la puerta del auto para que me subiera, pero me gire para ver a ese chico con una cara muy enojada.
-Si te subes a ese auto, me las pagarás chica misteriosa.
Lo mire con una cara enojada y le saque la lengua antes de subirme al auto. Rápido Félix también se subió y nos marchamos, mientras que dejábamos a ese chico más lejos.
-Pequeña mocosa, cuanto más te niegues más me interesa saber sobre ti.
En todo el camina después de lo que pasó, Félix no dijo ni una palabra sobre lo que acababa de pasar así que tenía que explicarle.
-Félix... Él es un chico a quien conocí por un malentendido hace unos días.
-No te preocupes, no soy nadie para juzgar con quienes hablas.
-Eres un tonto, te comportas como un hermano mayor aunque lo niegues.
-Jajaja... Tal vez tengas razón, pero soy él mejor hermano mayor que puedes tener.
Seguimos platicando hasta que ya era de noche y fuimos a cenar a un restaurante, algo que no sabía Félix es que detestaba ir a esos lugares.
En toda la noche estaba nerviosa, por que tenía que parecer alguien diferente a quien era realmente.
-¿Te pasa algo?
-No nada, estoy bien.
No dije ni una sola palabra en todo el tiempo que pasamos sentados en ese restaurante hasta que salimos y me fue a dejar a mi casa para que descansará.
-Gracias por lo de hoy.
-Pará mí fue un gusto, perder tu amistad fue lo más doloroso que me pasó en todo el tiempo que llevamos separados.
-Aun así no significa que nos llevarémos bien, en el trabajo somos rivales.
-Claro, te voy a vencer pequeña.
-Bueno adiós.
-Adiós.
Nos despedimos y entre a mi casa tirado todo al suelo, para dirigirme solo a mi habitación y descansar hasta que alguien toca mi puerta, y pensaba que era Félix que venía por su suéter.
-¿Eres tu Félix?... Se me olvido regresarte tu suéter, pero en la mañana me preguntaste que si me gustaba alguien y si, esa persona eres tu. Por eso me alejé de ti.
En ese momento abrí la puerta y me sorprendí al ver que no era Félix quien estaba detrás de la puerta sino ese chico.
-Con que te gusta ese chico.
-Eh... ¿Qué quieres?
-Eres una chica que se enamora de quien sea. Y creí que eras diferente, pero eres igual a todas.
-¡Y que tiene! ,¡¿alguna vez te enamoraste de alguien con quien no puedes estar?!
-No necesito enamorarme, consigo lo que quiero cuando lo quiera.
-¡Eres un idiota, por eso te odio. No entiendes lo que se siente enamorarse de alguien!
Azote la puerta en su cara y me fui corriendo a mi habitación para poder llorar en paz. Él tiene razón, consigue lo que quiere y yo solo estoy sola. Pero me enamore de Félix desde que tuve 18 años y aunque lo odie cuando lo veo me sonrojo demasiado.
No sabía que hacer más que llorar y quedarme dormida, al día siguiente me levante temprano y me cambié para ir al trabajo, no tarde mucho en llegar y ver a Dylan con el café que siempre compra para mi.
-Hola Andrea, te traje un café.
-Gracias Dylan.
-¿Como te ha ido en ese trabajo?
-Bien, solo que ahora tengo equipo con Julie y Félix.
-Félix, el chico que te gusta desde los 18 años.
-Si, ese mismo.
-Me imagino que te sonrojaste.
-Si... Ayer tuve una tipo cita con él y no fue lo mejor que se diga, llego ese chico de la última vez y arruinó todo.
-El presidente, Ethan, de esa famosa empresa, Andrea ahora me crees a lo que te digo.
-¿Qué cosa?
-Es obvio que le gustas, por eso se sintió celoso.
-Dylan estas mal, el puede tener a cualquier mujer. ¿Cómo le va a gustar alguien tan ordinaria como yo?
-Tu no eres tan ordinaria como dices Andrea. Eres muy diferente a todas las mujeres, tu forma de ser y de actuar.
-Mejor vamos a trabajar.
Cada quien se fue a su oficina y mientras hacía unos papeles pensaba en lo que había pasado en la noche, será cierto que le gustó y por eso se comportó así. En qué estoy pensando el tiene lo que quiere yo soy alguien en quien nadie se fijará.
Aunque si se comportó muy extraño cuando me vio con Félix, pero no lo conozco ni el a mi.
Mientras tanto con Ethan Dalton...
Como esa chica se atrevió a conquistar a otro, cada vez eres más emocionante. Quiero saber quien eres en realidad.
-Secretario Zang... Averigua todo sobre esa chica misteriosa y sobre ese chico Félix.
-Si presidente.
Chica misteriosa no se que le vez a ese chico, pero no te dejare ir tan fácil. Voy a pelear hasta el final.
-Presidente, su nombre es Andrea Verce tiene 24 años y tiene un empleo propio con su mejor amigo Dylan Tiurnet. Y Félix Obregón es un amigo de la señorita Verce desde que eran pequeños, su trabajo es desconocido, pero se dice que es un buen partido para cualquier mujer.
-Con que Andrea Verce, prepara mi auto iremos a visitar a la pequeña Andrea.
-Si presidente.
Cuando acabe los papeles que tenía pendientes y me fui del trabajo temprano. Mientras iba caminando por la calle un auto se detiene y podría identificarlo con solo ver sus placas es ese chico Ethan.
-Hola chica misteriosa o debería decirte Andrea.
-Ya veo que me investigaste después de decirme una mujer fácil y ofenderme, mejor aléjate de mi.
-Subes al auto o tendré que cargarte de nuevo.
-Adelante inténtalo.
Se bajó del auto y me intento levantar, pero use un pequeño hilo que tenía en mi saco y lo amarre por la espalda con mucha facilidad.
-¿Como pudiste hacer esto?
-Te dije que no me interesaba seguir hablando con alguien que me dijo que era una mujer fácil, por que no lo soy.
Me marche caminando con mis manos metidas en el saco y con una cara seria sin voltear hasta que escuché sus palabras.
-¡Tu ganas!... Lo lamento, no quise decir que eras alguien fácil... Eres diferente a todas las mujeres y no te dejare ir tan fácil.
Una sonrisa se dibujo en mi cara y saque un lapicero de puntilla y lo lance, mientras iba caminando y rompí el hilo que le había puesto tan fácil que no pare de caminar.
-Gracias por la disculpa Señor Dalton.
-¿¡Quien eres realmente Andrea Verce!?
No conteste y solo me marche muy contenta. Al llegar a mi casa recibí una llamada que era de Julie.
-Andrea, tendrás una misión en la noche iras tu sola, tendrás que matar al presidente de una empresa muy famosa su nombre es Ethan Dalton, Félix tendrá otra misión y yo lo ayudare por que quiero que se enamore de mi.
-Tengo que colgar.
No podía creer esto, tengo que asesinar a él señor Dalton, por que, quien es él realmente.
Necesito saber más de él, pero que haré con esa misión, no puedo matarlo. Tengo que llamar al Sr. Kilson y negar esa misión.
Cuando le marque me llevaba a buzón de voz muy rápido, que debo hacer ahora.
No tengo otra opción debo hacerlo, aunque eso signifique hablar con por última vez. Pero no sabrá que soy yo quien lo va a matar.
Llame a Dylan lo mas rápido que podía.
-Hola?... Dylan.
-¿Qué sucede Andrea?
-Tengo una misión muy difícil.
-No creo que sea tan difícil para ti Andrea.
-La misión es matar al Señor Ethan Dalton. Ya entiendes lo complicado Dylan.
-No lo vas a hacer, ¿verdad?. Dime que te negaste a hacerlo.
-Kilson no contesta y no tengo otra opción, pero quiero hablar con él por última vez aunque no sepa que soy yo.
-Andrea Verce... No se te ocurra matarlo.
-Sino lo hago yo alguien más lo hará, prefiero ser yo quien le dé su último adiós.
-Andrea no vayas a colgar.
-Lo lamento Dylan, pero me tengo que ir.
Colgué la llamada y me cambié para hacer esa última misión, pero me tape la cara para que no supiera que era yo y me prepare para irme.
CONTINUARÁ...
¿ANDREA REALMENTE MATARA A ETHAN DALTON?
A) No, se negara y rechazará hacerlo en el último minuto.
B) Lo hará, ya no puede retractarse.
C) La matará primero él a ella