Capítulo 4 Por favor, perdónelo

Rachel miró a Celine, ya que convencer a Jack parecía imposible.

Celine era la mujer que a Jack realmente le importaba.

Rachel, por otra parte, no conocía mucho a esta mujer, pero por lo que parecía, era una oficinistas con cara bonita. Sabía que entre Jack y Celine había algo, pero a Rachel no le interesaba. Sin embargo, no esperaba que su primo se involucrara.

Tampoco podía entender por qué Celine actuaba como si lo que estaba sucediendo no tuviera nada que ver con ella.

"Señorita Duan, mi primo es sin duda el culpable de lo que sucedió aquella noche, pero está arrepentido. Espero que pueda perdonarlo".

Ante lo sucedido, Rachel esperaba que Celine pudiera convencer a Jack de que dejara ir a su primo.

Pero a pesar de sus palabras, Celine solo la ignoró. Se puso de pie, miró a Jack y dijo con impaciencia: "No te metas en mis asuntos, Jack. ¿No es él el primo de tu esposa? No creo que te atrevas hacerle algo. Solo estás fingiendo querer defenderme".

Entonces, Celine se dio vuelta y caminó hacia la puerta.

Mientras le daba la espalda a Rachel, Jack inmediatamente arrojó el cigarrillo al suelo, entonces, gritó a sus hombres: "¡Córtale la mano!".

Rachel, sorprendida ante sus palabras, se dirigió rápidamente hacia Eric.

Al oír la orden, dos de sus hombres sujetaron al pobre chico sosteniéndolo sobre sus hombros. El tercer guardaespaldas sujetaba una de sus manos sobre la silla mientras tomaba el cuchillo. Eric solo se quedó de rodillas aterrorizado.

Como el chico no podía moverse, recurrió a la ayuda de su prima.

Antes de que el guardaespaldas pudiera levantar el cuchillo, ella tomó una botella de vino que estaba sobre la mesa y la rompió contra una de las manos de Eric.

"¡Crash!". El fondo de la botella golpeó la esquina de la mesa y se rompió.

Eric no podía creer lo que su prima había hecho y se le quedó mirando fijamente mientras su mano se hinchaba.

Celine se detuvo y se volvió, quedándose sorprendida ante el acontecimiento al igual que todos los presentes.

Ante la situación, el guardaespaldas se detuvo de tomar el cuchillo y solo esperó las órdenes de Jack.

Sin embargo, Jack no se inmutó. Con ojos tan oscuros como la tinta, miraba la copa de vino en la mano, agitándola lentamente, y mostrando a todos que estaba disfrutando del drama que se desarrollaba delante de él.

"Señorita Duan, por favor perdone a mi primo por ofenderla", dijo Rachel con la botella rota en la mano.

Celine solo levantó las cejas y se burló de ella mientras se dirigía hacia la puerta.

Rachel se movió de prisa. Tiró la botella que sostenía, tomó una nueva sobre la mesa y la golpeó contra la mano de Eric nuevamente.

Por segunda vez, el sonido de la botella rompiéndose resonó dentro de la habitación, seguido por el jadeo de la gente y el grito penetrante del chico, cuya mano sangraba por las heridas ocasionadas.

Eric gimió débilmente: "Rachel... por favor, es suficiente...". Su súplica rompió el silencio en la habitación.

Celine se detuvo malhumorada pero no dijo nada. Luego se volvió para mirar la mano ensangrentada del chico.

Sabiendo que Celine no diría nada, Rachel tomó otra botella nuevamente y la golpeó contra la mano de su pobre primo.

"¡Crash!".

"¡Ya basta!".

Dos personas gritaron al mismo tiempo, mientras la mano de Eric seguía sangrando.

Michael no soportaba verlo así, entonces giró la cabeza hacia un lado.

"Señorita Shen, no tiene que seguir haciendo eso. Lo perdonaré", dijo Celine seriamente. Dirigiéndose a Jack, se burló y dijo: "Bien por ti, Jack". Luego, se alejó sin mirar atrás.

Enfadada y triste al mismo tiempo, Rachel apretó el puño izquierdo con fuerza y dejó caer la botella con la mano derecha.

Michael se reclinó en su silla perezosamente mirando a Jack, y le recordó: "¿No quieres llevar a tu musa a casa? Ya es tarde. Es peligroso que vaya sola".

Después de mirarlo con frialdad, Jack se levantó y se marchó tras Celine.

Michael dejó escapar un largo suspiro de alivio. Rachel era, en efecto, una mujer de coraje. Después de todo, llevaba cinco años casada con Jack.

Entonces Rachel extendió la mano y ayudó a su primo a ponerse de pie.

Por consiguiente, los dos hombres que retenían a Eric lo soltaron y dieron un paso atrás. Después de las acciones de la mujer, ellos la miraban de manera distinta; ahora le tenían más respeto, pues por lo que parecía, Rachel era más audaz que Celine.

En ese momento, nadie se atrevió a impedirla. Ella sostenía el brazo de su primo con ambas manos, ayudándolo a salir de la habitación.

Aún podía sentir su propia mano temblar por el coraje.

De repente, Rachel vio una figura esbelta parada frente a ella, enseguida levantó la vista y se sorprendió al ver a la persona.