Capítulo 5 Realmente la amo

Parado frente a Rachel, Marcus dijo con amabilidad: "Déjame llevarlos".

Inmediatamente ella sacudió la cabeza y dijo: "No te preocupes".

Pero Marcus no le prestó atención a sus palabras y amablemente insistió: "No podrás cuidar a Eric, si al mismo tiempo conduces, por favor déjame llevarte".

Al escucharlo, Rachel reflexionó y se dio cuenta de que él tenía razón y, sin nada más que decir, asintió con la cabeza.

Para ella, lo más importante en ese momento era el bienestar de Eric, cuya mano estaba herida de gravedad y necesitaba atenderla lo antes posible.

Cuando llegaron al estacionamiento, Rachel vio a Jack obligaba a Celine a irse con él, pero esta se negaba a abordar su auto.

La escena no perturbó a Rachel, así que ayudó a Erica a llegar hasta el auto y luego le arrojó las llaves a Marcus, quien casualmente las atrapó con una sonrisa, y luego se subió al coche en el puesto del conductor.

Después de mirar al asiento trasero para asegurarse de que Rachel y Eric estaban bien acomodados, arrancó.

Jack vio que Rachel salió del estacionamiento, pero la ignoró y terminó de meter a Celine al auto.

"¿No me quedaré manco, verdad?", preguntó Erick llorando y visiblemente preocupado.

En ese momento, Rachel limpiaba sus heridas y, sin emoción, respondió:

"No".

Sin quitar la vista del camino, Marcus sonrió.

A pesar de que Rachel curaba sus heridas sin decir nada, Eric sabía que estaba molesta, así que rápidamente le susurró: "Sé que me lo busqué".

Pero ella no le respondió. En cambio, le pidió a Marcus que los llevara al hospital en el que trabajaba.

Cuando llegaron, Rachel quería pedirle a Marcus que se fuera, pero él no tenía auto para regresarse, así que después de pensárselo mejor, no le dijo nada.

Justo en ese momento, inesperadamente, él dijo:

"Bueno, ya llegamos. Este es tu territorio. Creo que lo mejor es que me vaya ahora. ¡Adiós!".

Rachel sonrió levemente, porque sintió que le quitaron un peso de encima y respondió: "Gracias por traernos, pero ¿cómo te vas a ir?".

Marcus, sonriendo, le dijo: "¿Olvidas que mi oficina está cerca? Bueno, llámame si pasa algo", luego se despidió de ambos y salió del hospital.

Al instante, Rachel llevó a Eric a emergencias. Cuando vio que su compañera de guardia no estaba, tomó un medicamento para limpiar las heridas de Eric y lo llevó a otra sala.

"¡Ay!", gritó él apenas ella comenzó a hacer su trabajo.

"¿Eres consciente de tus errores, verdad?", preguntó Rachel más calmada. Finalmente estaba lista para hablar sobre lo sucedido.

Mirando la cara de su prima, Eric dijo cuidadosamente: "No debí involucrarme con Celine".

"Dime, ¿aquella noche fuiste a la fiesta por ella?", le preguntó Rachel, después de vendar sus heridas cuidadosamente.

Al escucharla, Eric respondió exasperado: "Sí, sí, entré porque vi a Celine en peligro".

De repente, Rachel levantó la cabeza visiblemente molesta con Eric, pero su voz aún era baja y profunda cuando le dijo:

"No creo que Jack te hubiese atacado sin ningún motivo. Tú solo querías aprovecharte de la situación en la que ella se encontraba esa noche".

Eric estaba sorprendido, pues nunca había visto a su prima tan molesta. Así que inmediatamente le explicó: "No, no, mi intención no fue aprovecharme de ella, a mí realmente me gusta Celine".

"No intentes mentir, Jack no es tonto, así que, de ahora en adelante, no vuelvas a involucrarte con nada que tenga que ver con ella".

"¿Qué? Pero ¿por qué? De verdad estoy enamorado de ella", argumentó Eric de inmediato.

"¡Por lo que pasó hoy! ¿No te diste cuenta que Jack casi te corta la mano?", dijo Rachel mientras terminaba de curarle las heridas. Luego le preguntó: ¿No ves lo que puede llegar a hacerte? ¿O no tienes miedo a la muerte? ¡La próxima vez, no iré a rescatarte!".

Eric se quedó sin palabras, no supo cómo responder, pero tampoco quería renunciar a Celine. Así que en un arranque de valentía, dijo: "Puede que tú le tengas miedo a Jack, yo no. A los dos nos gusta la misma mujer, así que competiremos por ella de manera justa".

Rachel se burló: "¿No le tienes miedo? Entonces, ¿por qué llorabas hace rato? ¿Y competir? Ni siquiera puedes entrar en una universidad y tampoco tienes un buen trabajo. ¿Cómo se supone que vas a competir con él? No pienses que habrá una contienda justa, eso es imposible entre Jack y tú. ¡Casi te deja manco!".

"De todos modos, no me rendiré, espero que Celine pueda ver que soy un hombre leal", insistió Eric, cuya cara se había puesto roja, y se negaba a admitir que Rachel tenía toda la razón.

Por su parte, ella se burló y le dijo: "Bueno, me encargaré del procedimiento de hospitalización por ti. ¡Solo quiero que te quedes aquí durante los próximos días!".

"Rachel, no puedes hacerme esto. Yo... ¡tengo que volver al trabajo!", Eric tenía la sensación de que su prima solo lo obligaba a quedarse en el hospital para evitar que saliera a buscar a Celine.

Ella caminó hacia la puerta y justo antes de salir de la sala, dijo:

"Si no quieres volver a usar la mano, puedes irte ahora".

Eric no le creyó, así que intentó abrir la palma de la mano, pero un estallido de dolor la atravesó. Finalmente, se acostó sin fuerzas.

En ese momento, ya había amanecido.

Rachel caminó hacia el vestíbulo del hospital y le dijo a una enfermera que conocía: "Cindy, mi primo resultó herido. Está en la sala 103. Dile a la enfermera de turno que le compre el almuerzo de la cantina al mediodía, por favor".

"¿Herido? ¿Es de gravedad?".

"No, solo necesita descansar en el hospital por unos días. Cambiaré su vendaje cuando venga en la tarde. No te preocupes por él", dijo Rachel, enfatizando la última parte, ya que no quería que su colega revisara la lesión de Eric.

"Ya veo. No te preocupes, lo tendré en cuenta".

Rachel asintió en agradecimiento y caminó hacia la puerta del hospital, donde había una pequeña tienda que había comenzado a vender desayuno.

Le compró algo a Eric, se lo llevó y lo ayudó a acostarse en la cama antes de irse a casa. Hoy le tocaba guardia nocturna, por lo que volvería al hospital por la tarde.

Cuando volvió a casa, no vio a Jack.

Como llevaba casada con él durante varios años, sabía que no se quedaba en casa la mayoría de las noches.

Después de ducharse, Rachel comió algo y se fue a la cama.

A las cuatro de la tarde, se levantó, se lavó rápidamente la cara y se cepilló los dientes antes de irse corriendo al hospital ya que estaba un poco preocupada por su primo.

Al llegar a su habitación, Rachel frunció el ceño ligeramente cuando vio que Celine estaba ahí, entonces se preguntó: '¿Qué hace ella aquí? ¿E incluso le está dando de comer a Eric?'.