Capítulo 7 Por favor, espera

Michael llevaba un ramo de flores y estaba mirando fijamente a Rachel. Mientras, Marcus sonreía de manera habitual. Jack, sin embargo, tenía los labios apretados y una mirada seria.

Rachel apartó los ojos de los hombres, ya que era su turno y tenía que revisar a los pacientes a su cargo.

De los tres hombres, Michael era el más conversador e intentó hablar. Pues era la primera vez que escuchaba a Rachel decir tanto y no entendía por qué se menospreciaba frente a la amante de su marido cuando ella era la legítima esposa.

Sin embargo, cuando estuvo a punto de decir algo, ella lo interrumpió: "Estamos en un hospital, por eso eviten hacer ruido".

Michael no pudiera ocultar su molestia al ser interrumpido de esa forma, de hecho, incluso los dos guardaespaldas parados junto a la puerta se sintieron incómodos.

Después de todo, era Rachel quien acababa de reprender en voz alta a Celine, pero ahora no permitiría que los demás dijeran algo.

"No puedes privarme de mi derecho a hablar", murmuró Michael sin poder evitarlo.

Rachel lo miró, pero no dijo nada. Luego volvió a su escritorio, se sentó y comenzó a ordenar los documentos que tenía delante pues quería continuar con su trabajo habitual.

"¿Por qué están aquí?", preguntó Celine, quien estaba sorprendida por la situación al principio, y aunque ya estaba más tranquila, su voz temblaba ligeramente.

Jack la miró, así como a Rachel. "Hemos venido a ver a Eric".

Al escucharlo, Rachel dejó el bolígrafo y lo miró.

"Sí, sí, estamos aquí para visitar a Eric. ¿En qué sala está?", con su cínica sonrisa, Michael preguntó.

Ella dudó, aun así, los llevó a la habitación de su primo.

Michael volvió a acomodar su ramo de flores y, sonriente, saludó a Eric.

Jack, por su parte, simplemente lo miró, sin decir una sola palabra todo el tiempo.

'¿Viene a visitar a un paciente con esta cara de póquer?', pensó Rachel mientras veía lo que pasaba. No quería hablar mal de Jack, pero no pudo evitar pensarlo ya que su comportamiento la había enojado. Él podía hacer lo que le daba la gana, eso a Rachel no le importaba, pero cuando se trataba de su primo, no podía quedarse callada.

Jack miró a su alrededor y, de repente, algo en la mesita de noche llamó su atención. Era un termo. A causa de ello, su rostro se ensombreció.

"Preparé un poco de sopa. Cuando me enteré de que Eric estaba aquí, vine a traerle un poco", explicó Celine, sin temer a Jack.

En el momento, Rachel estaba tan furiosa que sintió ganas de abofetearla. ¿Acaso estaba provocando problemas a propósito?

Todos se quedaron en silencio cuando oyeron lo que Celine había dicho.

Jack miró a Eric, haciendo un esfuerzo deliberado para parecer menos furioso, pero no evitó que sus palabras sonaban aterradoras: "Vaya, no hay mal que por bien no venga".

Eric permaneció inmóvil en su cama. Sonreía, pero parecía haberse encogido en el lugar, probablemente debido al tono áspero de Jack; se sintió como un tonto cuando todos lo miraron.

Entonces, Michael se fijó en la mano de Eric, se acercó y la revisó. Después de un rato, preguntó: "Rachel, ¿cómo están sus heridas?".

"No es gran cosa", respondió Rachel con frialdad.

"Entonces, ¿por qué necesita permanecer tanto tiempo en el hospital?".

"Para observación".

Lo último que ella quería era hablar con estas personas. Deseaba que se fueran lo antes posible, y su voz claramente transmitía que estaba perdiendo la paciencia.

Entonces, algo le vino a la mente a la mujer. Estos últimos días había hecho todo lo posible por mantener a Eric en el hospital, pero Celine comenzó a visitarlo diariamente. ¿Era posible que Jack pensara que ella les estaba dando la oportunidad a Celine y a Eric de pasar tiempo juntos?

Todos los días, Rachel la trataba con mala cara. Sin embargo, Celine insistía en visitarlo, y esto estaba fuera de su control. Además, ella se consolaba con el hecho de que los guardaespaldas que Jack había enviado para proteger a Celine sabían exactamente cómo ella había intentado que se fuera.

Al escuchar su respuesta, Michael guardó silencio. Era notorio que hoy Rachel estaba de mal humor.

Por un momento, un silencio incómodo llenó la habitación.

"Ya que se encuentra mejor, vámonos", afirmó Jack. Luego agarró a Celine de la mano y se dirigió hacia la puerta.

Esta vez, ella no se resistió. Dejó que él la tomara de la mano y la llevara.

Michael y Marcus intercambiaron miradas significativas y siguieron a los dos.

De repente, algo cruzó por la mente de Rachel. ¿Jack solo había venido porque quería llevarse a Celine?

"¡Jack, por favor espera!". Rachel lo llamó cuando estaba apunto de cruzar por la puerta.

Él se detuvo, sin soltar la mano de Celine.

Intrigados, todos se giraron hacia Rachel.

"Tengo algo que decirte", dijo ella en un tono un poco más suave esta vez. Luego se aproximó hacia él, miró a las personas a su alrededor y dijo: "Hablemos".

Michael se volvió y caminó hacia la oficina de Rachel antes de que Jack pudiera decir que sí.

Rachel miró a Celine y, muy seria, le dijo a Jack: "Ven a mi oficina, solo".