Adiós.
Las despedidas se me antojan a melancolía con una pizca de añoranza y tristeza.
Qué feo se siente decir adiós a aquellos que no hecho otra cosa que sacar sonrisas.
Alejarse se convierte en ese suspiro del alma, en el que dejamos escapar, junto al aire, sueños e ilusiones no cumplidas.
Decir adiós no es tan simple como dejar de ver, visitar o compartir.
Una despedida es dejar que un diminuto trozo de tu corazón se quede en las manos de otro, a expensas, en la intemperie.
¿Y qué puedes hacer tú? Si lo que has dado no se quita, no hay manera que te devuelvan el tiempo y sentimientos compartidos.
Acaso ¿dejar de ver no es olvidar? Por supuesto que sí, si con el tiempo ese sentimiento pierde fuerza, con el paso de los días pierdes prioridad, te meten en un cajón del alma, hasta que se olvidan de que estás ahí, mientras tú saboreas la amargura del adiós.
°García
Días grises.
Hoy estoy triste porque se vale no estar bien, lo sé, siempre lo he sabido...
Sé que existen miles de razones, incontables de hecho, para sonreír, luchar y vencer.
Hay razones para luchar y cumplir esos sueños, razones para esforzarte, para ayudar a alguien, razones para amar... Sin embargo hoy, merezco de manera culta y educada, mandar a las puertas del Hades todo.
Hoy, cuando mi mente se encuentra con este mundo que marcha a un ritmo diferente a mi tempo, con sencillez, he decidido deleitarme en los infortunios de ser una huraña, amargada y tosca porque me lo merezco, porque estoy EXHAUSTA, porque estoy molesta, porque las injusticias son demasiadas y porque las heridas las crea quien está supuesto a suturarlas.
Hoy, en la calma de mi soledad, llevo un volcán en erupción en mi interior, y ¿qué podría hacer, si no escribir?
Me he hecho amiga de las letras, quizá por el mero hecho placer de moldearlas a mi modo; egoísta, lo sé, pero es la realidad.
Las letras no me defraudan, no dan respuesta hiriente.
Entonces, hoy, dándome la licencia de no ser y punto, me quedo con las letras, porque sí, porque mi tristeza es la suya y porque pese a todo, las letras siempre están.
°García