Hablemos de amor.
Quiero hablar de amor, de ese tema tabú que muchos otros han tocado y que probablemente seguirán haciendo...
El amor puede hacer grandes cosas, locas y osadas; demanda sacrificios y regala pocos premios, sin embargo, como imanes atraídos a magnetos, no cesamos de buscarle.
Nos pasamos media vida anhelando un amor bonito, dulce e interminable, dejando de lado la parte cruda del mismo; esa que duele hasta los tuétanos, que entrega al punto de dar tu corazón aunque eso garantice una grieta profunda en tu pecho.
El amor real es el que se expresa a diario, con pequeños actos y muestras de interés, regalando tu tiempo y atención, ya que no es acumulativo.
El amor es constante, es firme, fuerte y perpetuo.
El amor ve tu dolor sin que lo expreses y lo enmienda con un abrazo.
El amor es ver sueños cumplidos aun si no lo están.
El amor vence derrotas, se atreve a luchar.
El amor es invicto, dulce, como una descarga eléctrica.
El amor es respetuoso, es implacable, traspasa todas las barreras.
El amor... ¡Ay el amor! Cuántas páginas harían falta para expresarlo, y de todas formas quedarse corto. Las palabras no lo abarcan y los cantos no lo definen.
Nosotros, los autores, en un vano esfuerzo, tratamos de darle a los escasos que nos leen, una leve noción de qué es amar, de lo que conlleva y requiere, de lo que ofrece, de qué esperar. Sin lugar a dudas, eso no garantiza la experiencia de sumergirse en esas aguas profundas.
Y si me preguntasen si he estado en esas corrientes, diría que sí, a ciencia cierta.
He amado y aún lo sigo haciendo, con un amor bonito, que saca sonrisas en situaciones adversas, que te mantiene soñando con los ojos abiertos, que te agobia cuando estás lejos de tu ser amado, que da lugar a interés en el otro, haciéndote menos egoísta y a la vez un ser egocéntrico porque lo quieres todo para ti... Yo he visto al amor de frente, pero no encarado en un hombre.
Y he ahí, cuando creas revuelo en una sala completa y a la vez enmudeces a cientos, cuando les abres los ojos y demuestras que el amor no es sólo eros, que no es sexo, que no se excluye a tu pareja, no es un beso o dos o tres... Que en la libertad de amar, el sentimiento da para todos y que para amar a alguien no es menester dejar de amar al resto.
El amor es motor de la vida, amor es Dios.
Y pese a todo lo que se diga, se escriba, se cante, se vea en películas, libros o historietas, siempre habrá algo que decir sobre él...
°García