Más que mafias
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Capítulo 3 1 (+18)

1

Nia:

Las comidas en "familia" era algo obligatorio todos los domingos a menos que alguno estuviese de viaje, pero esta no era la ocasión. Nos encontrábamos todos y con esto me refiero a mi padre y madre sentados en un inmenso comedor, alejados uno de otros como cosa normal.

- Nia - la voz de mi padre me hizo dejar el cubierto a un lado para observarlo.

- Dime, papá.

- Necesito pedirte algo.

- ¿Qué es? ¿Hay algún problema? - algo que se apodera de mí siempre es la curiosidad, aunque no lo demuestre mucho, nótese mi sarcasmo.

- En unos días, aunque bueno para ser exacto el viernes tendremos una reunión en la organización y como ya todos lo saben yo dejare mi cargo.

Mi padre era la cabeza de una de las organizaciones con mayor influencia en el bajo mundo y vaya cuantas influencias tenia.

- ¿Hay algo que va mal?

- No querida - a pesar de no tener a mejor relación siempre me ha dicho de esa manera y nunca me ha molestado -. Veras el viernes habrá una reunión y vendrán las organizaciones extranjeras y el tema principal será la mercancía y como tu estas a cargo de ello creo que sería bueno si vas y te rodeas un poco más con ellos. Yo debo viajar a otra reunión importante para esos días, pero quiero tener algo seguro y no dejar todo tirado. ¿Entonces crees que tú puedas ir por mí en caso de que no llegue?

- Si papá, no hay ningún problema. Yo iré por ti - la verdad nunca había asistido sin mi padre a ninguna reunión y no es que me diera miedo porque el respeto de todos me lo había ganado a pulso, pero sería raro-. Solo hablare con mi secretaria para que mueva mis reuniones en la empresa y problema resuelto.

- Bien hija, además ya te tocaba ir sola, confío en ti.

Mi madre no opinaba absolutamente nada del tema, hace algún tiempo dejo de hacerlo y esta vez no fue la diferencia.

El timbre nos pone alerta ya que no esperábamos ninguna visita. Una de las muchachas que trabajan en casa se dirigió a ver quién era. Ellas trabajaban aquí solo por mi madre, ella era la típica esposa florero que no sabía hacer absolutamente nada más que salir de compras y viajar. Si por mi fuera estaríamos mejor sin tanta gente aquí además eso evita que estemos entre tanto peligro y traición.

- Hola señor y señora Garsia, Nia - y ese es Matt, socio de la familia en absolutamente todo y mi novio.

- Hola Matt, te hemos dicho que puedes llamarnos por nuestros nombres al final de todo somos familia.

-Lo se señor, solo que la costumbre a llamarlos por su apellido no se ha ido.

- Esta bien Matt, como desees - no entiendo porque siempre se dicen lo mismo, parecen disco rayado. Sonrió por las tonterías que digo en mi cabeza y miro al idiota llamado mi novio.

-Matt, dame unos minutos que voy por mi bolso y nos vamos.

- Bien cariño, como desees - ruedo los ojos porque él sabe que odio que me diga así, de hecho, odio todo aquel apodo cariñoso, no los soporto.

- Matt.

- Cariño, los siento, pero uno de los dos debe ponerle dulce a esta relación y tú ya te encargas de todo el hielo - la risa de mis padres no tarda en llegar mientras yo subo las escaleras ignorándolo por completo.

Hoy debíamos terminar de preparar la fiesta que haríamos como cada mes. No tenemos una razón para hacerlo a menos que el mes que toque alguno este de cumpleaños, ahí si la fiesta subía de nivel. Aún nos falta encontrar el lugar, las bebidas y la comida, prácticamente todo, aunque al DJ ya lo teníamos.

Fácilmente podríamos hacerlo en alguno de nuestros departamentos, pero sería correr demasiados riesgos y no estamos para eso.

Llegamos a una especie de bodega que parecía llenar todas mis expectativas, además de que entrarían todas las personas sin ningún problema. Porque nuestras fiestas eran famosas por toda la zona ya que estaba llena de ilegalidades y la policía nunca se aparecía por ellas.

Solo teníamos hasta mañana para poder tener todo listo ya que la hora citada ya había sido enviada con las invitaciones a cada persona y era imposible cambiarlas.

Nathan:

Algo húmedo sobre mi polla me hizo abrir los ojos, tardando un par de segundos en comprender qué diablos era lo que estaba sucediendo. Lo primero que veo es una cabellera rubia y luego unos labios rodeando mi erección. Ella parece notar que estoy despierto ya que guía su mirada hacia la mía, una mirada llena de lujuria. Con ayuda de sus manos continúa haciéndome una mamada mañanera y no encuentro mejor despertar que este.

Mi cuerpo se tensa dándome el aviso de que me voy a correr y ella no se aleja, sino que acelera sus movimientos, rodeándome con su lengua y hundiéndome más en su boca. Siento el chorro salir de mí y la desconocida se lo traga todo, cuando saca mi polla de su boca pasa su dedo pulgar por sus labios y lo mete a su boca para terminar por chupar lo que se le había escapado.

-Buenos días - su tono sensual no pasa desapercibido mientras escala por mis piernas hasta sentarse sobre mi aun erección.

-Esos si fueron buenos días - fue mi única respuesta a lo que me dedico una sonrisa coqueta y a la vez movía sus caderas en círculos sobre mí.

-Quizás puedan mejorar si repetimos lo de anoche, ¿no crees? - sería muy hijo de puta si le digo que no recuerdo lo que hicimos así que solo jalo su cuello pegando nuestras bocas y ella suelta un jadeo por la repentina acción.

Baje mis manos acariciando su cintura para pasar a su trasero y amasarlo con mis manos. Despegue nuestras bocas para tomarla por las caderas y girarnos quedando así yo arriba. Su rostro aún mantenía una sonrisa la cual hice desaparecer cuando guie uno de mis dedos entre sus pliegues que me recibieron totalmente húmedos.

Ella jadeo y yo metí un dedo más haciendo movimientos lentos y en círculos. Su espalda se arqueaba, su cadera se pegaba más a mis dedos, su cabeza tirada hacia atrás, sus ojos cerrados y sus labios ligeramente separados para seguido morder su labio inferior y así retener cualquier sonido que quisiera salir.

Moví mis dedos más rápido cuando sus paredes se apretaron alrededor de estos y ella apretaba sus manos en las sabanas y trataba de juntar las piernas. Cuando estuvo más cerca salí de ella y solo un sonido de queja por mi acción, pero no deje que protestara porque a los segundos me coloque un preservativo y me hundí de una sola estocada en ella haciendo que un gemido de sorpresa salga de sus labios.

Una de mis manos fue a su cintura manteniéndola en su lugar y la otra viajo a su cuello haciendo presión sin lastimarla, aproveche que la tenía como quería para acelerar mis embestidas y no pudo evitar soltar gemidos por el placer que la llenaba.

Se corrió soltando un grito y yo la embestí un par de veces más y me derramé en el condón para salir de ella. Justo en ese momento unos toques en mi puerta me detuvieron de ponerla en 4 y seguir follandola.

- Jefe, es urgente - mis trabajadores sabían que no podían interrumpirme a menos que sea altamente necesario así que me quite el preservativo amarrándolo y botándolo en el tacho de basura de mi baño.

- En un momento estoy con ustedes - no respondió, pero escuche sus pisadas al irse, voltee hacia la rubia que aún seguía recuperándose de los espasmos.

- Cuando te recompongas, te vas - mi demanda fue clara y fría a o que ella solo asintió.

Me di una ducha y me fui a mi vestidor por mi traje. Cuando regrese a la habitación ya no quedaba ningún rastro de la mujer y eso me alivio porque no quería lidiar con ella.

Mi hombre de confianza me esperaba de pie en la sala principal.

- ¿Cuál es el problema?

- Uno de los hombres que le deben dinero pidió más tiempo para saldar su deuda, dos de nuestros hombres le hicieron una visita y el hombre se negó a recibirlos - esto era lo malo de ser bueno y prestar dinero, pero no me quejaba.

El hecho de que no quisieran pagar se volvía un juego divertido para mí, uno sangriento.

-Le daremos una visita y confirma mi asistencia a la junta con la organización, el viernes - el hombre asintió y saco su teléfono para comenzar a teclear mientras salíamos de la mansión para visitar a mi pequeño problema.

            
            

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