Capítulo 5 3

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Nia

Cuando llegue al segundo piso evite completamente las primeras habitación y fui directo a la última que es la que Matt había dicho que usaría. La bodega era bastante espaciosa y contaba con cocina, habitaciones y si mal no recuerdo había una sala para videojuegos.

Lo único que esperaba ver era a mi novio durmiendo como una morsa de lo ebrio que se encontraba, pero en su lugar lo encontré encima de Sherice Miller o como algunos la llamaban "Mi copia barata". Trate de salir del lugar sin hacer ruido, pero la vida no me quería lo suficiente como para permitírmelo ya que toque algún jarrón y este cayó al piso rompiéndose en pedazos como se supone debería estar mi corazón, pero no era así. Por dentro agradecía la situación, pero me jodia que fuera con ella.

Matt se alejó de cuerpo de Sherice apenas el sonido de algo roto se escuchó y cuando miro hacia la puerta su cara de volvió un poema completamente.

-Nia, princesa, déjame explicártelo, por favor – mi risa no tardo en llenar la habitación.

- ¿Qué me quieres explicar? ¿Qué me montaste el cuerno con la primera que te abrió las piernas? – ni una sola lagrima salía de mis ojos y eso confirmaba lo que venía pensando hace meses y es que no sentía nada por él.

- ¿Ahora soy cualquiera por darle lo que tú en tres meses le negaste? – su falta de amo propio era tan clara que solo me causaba lastimaba.

- Querida, deberías saber que si yo se lo negué y te busco a ti es porque eras el camino más fácil ¿o me vas a decir que te resististe cuando te llamo?

- Solo lo dices porque estas ardida de que me acosté con tu novio, de nuevo – la sonrisa en mi rostro se hizo más grande.

- Entre perras hay niveles y tu ni al más bajo le llegas. No me duele que te acuestes con él, de hecho, hasta te lo agradezco me estás dando la razón perfecta para dejarlo de una vez por todas, pero mira si les daré un pequeño consejo – el sonido de mis tacones se escuchó por todo el lugar mientras me acercaba a ellos -. Sherice, amate un poquito y dura un poco más sin abrirle las piernas al primero que se te aparezca, no creo que tu mayor sueño sea morir con una polla en la boca o alguna enfermedad por andar follando a todo aquel al que le cuelgue algo entre las piernas y Matt, gracias – a confusión lleno todo su rostro.

- ¿Por qué? – acerque mi rostro al suyo hasta dejar nuestros labios rozando.

- Porque acabas de joder la poca paciencia que te quedaba conmigo.

Me dirigí a la salida con una sonrisa en la cara y sintiéndome mejor que nunca. En el camino me topé con Caro y le avise que me iría a casa, saque las llaves de mi auto y fui a donde lo estacione. Los gritos de Matt detrás de mí me hicieron acelerar el paso y choque con un cuerpo provocando que soltara mis llaves y estas cayeran por una alcantarilla.

- Mierda, justo ahora quieren pasarme todas estas cosas – miro al hombre frente y me di cuenta que era el mismo que se había presentado en la fiesta.

- Lo siento, no te vi venir por estar hablando por teléfono – una tercera voz se unió a la maravillosa reunión en medio de la calle.

- Nia, ¿podemos habar? – me giro para darle el frente chocando mi espalda contra su pecho nuevamente y casi me termino estrellando contra el piso, pero las manos de Nathan me tomaron de la cintura para evitarlo y el toque no pasó desapercibido para Matt.

- ¿Puedes quitar tus manos de mi novia? – la exigencia de Matt hizo que pegara aún más mi cuerpo al de Nathan para provocarlo.

- Matt creo que fui lo suficientemente clara allá arriba al decirte que lo nuestro se terminó, ya no estamos juntos comienza a aceptarlo de una vez por todas.

- ¿Y tú piensas que las cosas terminan así de fácil? Creo que justo ahora estas sintiendo lo mismo que yo sentí hace un tiempo atrás además a ti te encanta el hecho de que las cosas siempre sean iguales para ambos pues creo que ya estamos iguales, ¿no lo crees? – es un grandísimo hijo de puta para querer sacarme en cara mis fallas, pero debí imaginar que lo haría algún día total solo es un muñeco más de su familia y mi padre.

- No te confundas, no siento lo mismo que tú, porque tú te derrumbaste a mis pies cuando lo supiste, pero yo, yo solo voy a seguir con mi vida porque lo que vi solo me confirmo lo que yo ya sabía, que no siento absolutamente nada por ti más que lastima, lastima por dejarte manipular tan fácil, por dejar que solo te usen como un simple objeto, porque eso es lo que hacen todos contigo, UTILIZARTE – su cuerpo entero se tensó y camino hacia mi tomándome del brazo.

- Se terminó, tu vienes conmino, ahora.

Nathan

El hombre al que le decía Matt, la tomo del brazo tratando de separarla de mi cuerpo y yo con una mano aferrada a su cintura utilice la otra para darle un empujón en el pecho al hombre y separarlo de ella.

- No dejare que la toques ni a ella ni a ninguna otra, no frente a mi así que mantén tu distancia – mi voz fue clara y nuestros ojos no se despegan mientras ambos manteníamos nuestros cuerpos tensos y mi agarre en Nia no se iba y ella tampoco se movía para quitar mi mano de su cuerpo.

- No sé quién diablos eres y tampoco me importa. Esto es algo entre nosotros dos, así que no te metas – el tipo ya estaba más allá de enojado y con justa razón yo también me volvería loco si pierdo a una mujer como ella.

Quise responder, pero la voz de Nia no me lo permitió.

-Tu no vas a decidir quién se mete y quien no, ya estoy harta de todo y mi última palabra es que esto se terminó, ya no existe un nosotros desde hace tiempo que tu no lo quisieras ver no es mi puto problema sino el tuyo.

El pareció darse cuenta que no se iría con él y termino por regresar a la fiesta mientras ella se calmaba.

-Ahora como me ire si mis llaves están dentro de una maldita alcantarilla – me burle del cambio tan drástico de la situación y ella me miro sonriendo.

-Si quieres yo te puedo llevar ya que soy el culpable de que tus llaves terminaran ahí – señale el lugar donde habían caído estas.

- Si solo déjame hacer una llamada para que vengan por el auto.