Siempre Te Querré A Mi Lado
img img Siempre Te Querré A Mi Lado img Capítulo 3 Una noche de pasión
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Capítulo 16 Sin escapatoria img
Capítulo 17 Un secreto img
Capítulo 18 Paz y tranquilidad antes de un nuevo incidente img
Capítulo 19 Un ataque callejero img
Capítulo 20 Desamparada img
Capítulo 21 El brazalete de su madre img
Capítulo 22 Restaurante Pastasweet img
Capítulo 23 En la intimidad img
Capítulo 24 La maldición de la familia Evans img
Capítulo 25 La escena en el desayuno img
Capítulo 26 Un rodaje funesto img
Capítulo 27 El lado tierno de Malcolm img
Capítulo 28 La mente maestra oculta img
Capítulo 29 Un regalo inesperado img
Capítulo 30 La pulsera img
Capítulo 31 Accidentes en el Oriente Medio img
Capítulo 32 La familia Evans img
Capítulo 33 Volver a encaminarse img
Capítulo 34 La fuerza oscura img
Capítulo 35 Tortura mental img
Capítulo 36 En busca de una protagonista img
Capítulo 37 La contienda nocturna img
Capítulo 38 Una pequeña posibilidad de supervivencia img
Capítulo 39 Te extraño img
Capítulo 40 Miedo antes de la muerte img
Capítulo 41 Charcos de sangre img
Capítulo 42 El regreso de Malcolm img
Capítulo 43 Gran momento de placer img
Capítulo 44 Los recuerdos de Wilma img
Capítulo 45 El reinicio de la filmación img
Capítulo 46 Una perfecta actuación img
Capítulo 47 Una sensación en la ciudad img
Capítulo 48 La propuesta img
Capítulo 49 Un encuentro con Kathryn img
Capítulo 50 La propuesta matrimonial de Lucia img
Capítulo 51 Conociendo a la familia img
Capítulo 52 La boda img
Capítulo 53 Afecto img
Capítulo 54 Vacaciones idílicas en Bhaktapur img
Capítulo 55 La presión de Wilma img
Capítulo 56 La renuncia de Lucia img
Capítulo 57 No era tan fácil como había pensado img
Capítulo 58 La primera crisis en el matrimonio img
Capítulo 59 Días de ocio img
Capítulo 60 Usted es la señora Evans img
Capítulo 61 Asistiendo a un banquete juntos img
Capítulo 62 Ella apareció de nuevo img
Capítulo 63 Una copa juntos img
Capítulo 64 Postres img
Capítulo 65 Algo inesperado sucedió img
Capítulo 66 La frialdad entre ellos img
Capítulo 67 Invitación a comer img
Capítulo 68 Deja de soñar despierta img
Capítulo 69 La furia de Wilma img
Capítulo 70 La visita de Wilma img
Capítulo 71 El secreto img
Capítulo 72 La verdad duele img
Capítulo 73 La invitación de Lowell img
Capítulo 74 Una historia de amor img
Capítulo 75 No puedo ser como tú img
Capítulo 76 Lucia se marchó img
Capítulo 77 Todo parece haber cambiado repentinamente img
Capítulo 78 La comidilla de todos img
Capítulo 79 En compañía de Lowell img
Capítulo 80 El titular de las noticias img
Capítulo 81 Su furia img
Capítulo 82 La casa de los sueños img
Capítulo 83 La muerte de Renee img
Capítulo 84 La pesadilla de Malcolm img
Capítulo 85 El hombre en el corazón de Kathryn img
Capítulo 86 El autoaislamiento de Lucia img
Capítulo 87 Coqueteo img
Capítulo 88 Conspiración en el Medio Oriente img
Capítulo 89 Renacido img
Capítulo 90 Una misteriosa conspiración img
Capítulo 91 Primavera en su paso img
Capítulo 92 Cena con Enoch img
Capítulo 93 Coqueteando img
Capítulo 94 El impredecible Malcolm img
Capítulo 95 La opinión de Lucía sobre Lowell img
Capítulo 96 La oponente es Lucía img
Capítulo 97 La llamada telefónica perdida img
Capítulo 98 No me confundas con él img
Capítulo 99 Surgió el secreto img
Capítulo 100 Un viaje al orfanato img
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Capítulo 3 Una noche de pasión

Lucia no recordaba cómo había llegado a ese lugar con Malcolm, pero después de mirar con mayor detenimiento, recordó lo que había sucedido. Él se estaba alojando en la suite más elitista de la mejor posada del pueblo, algo que se hacía evidente en cada uno de los lujosos detalles de la suite. En efecto, no era el tipo de lugar que cualquiera pudiera permitirse pagar; ni siquiera se podía reservar así nomás, sino que si alguien deseaba alojarse en esa suite, solo estaba permitido reservarla a través de un canal privado específico.

Realmente era una suite acogedora y romántica, decorada con elegancia y clase, y ofrecía una hermosa vista al agua y a todo el X Town, que se podía contemplar desde el balcón. En la habitación había una enorme cama de palisandro completamente decorada con intrincados diseños tallados.

"¿Estás satisfecha ahora?". La voz grave y mágica del hombre le llegó a sus oídos por detrás y

antes de que pudiera responder, él comenzó a besarla, no de manera salvaje, sino saboreándola con cada beso. Con una mano, bajó lentamente la cremallera del lado derecho de su vestido, mientras le pellizcaba suavemente los pechos de modo juguetón, dibujando círculos con la mano. Cuando alejó su boca de sus labios para pasar a besar su cuello con suavidad, Lucia sintió que mil hormigas le recorrieron la piel y eso logró inquietarla. No obstante, se mostró terca en no responder a su seducción, aunque tuvo que morderse los labios para contener sus gemidos ante su tacto.

Fue entonces cuando su vestido largo y fluido cayó completamente al suelo para revelar su cuerpo sensual, desnudo bajo la tenue luz de la lámpara de noche.

Todo su cuerpo estaba sonrojado por los besos y caricias, y no pudo evitar estremecerse de placer. Su rostro también estaba sonrojado por la bebida, lo que la hacía parecer aún más encantadora.

Ciertamente, Malcolm no la decepcionó, porque después de un momento, no pudo seguir conteniendo sus gemidos

se dio la vuelta para unirse a él. Lo besó apasionadamente, mientras le desabotonaba la camisa y la jalaba fuera de los pantalones para poder recorrer con sus pálidas manos su pecho fuerte y musculoso.

"Te gusta tentarme", le susurró Malcolm al oído con una voz grave y magnética, a lo que Lucia respondió con una mirada sensual y una sonrisa sugerente. Luego deslizó sus manos hasta sus pantalones para quitarle el cinturón.

Al segundo siguiente, él la alzó para arrojarla sobre la cama, se quitó los pantalones y se colocó encima de ella para sentir la presión contra todo su cuerpo.

Lucia le rodeó el cuello con los brazos, sintiendo que su corazón gritaba de placer en el deseo de que la poseyera en ese mismo momento.

Sin embargo, Malcolm se apartó de ella a propósito para frotar su erección contra su clítoris y demorar lo que ella ansiaba. Podía notar en su rostro, cada vez más enrojecido con cada segundo que pasaba, que ese suspenso le resultaba tortuoso, pero no quería complacerla tan rápido.

"¿Qué quieres, gatita?". De repente detuvo sus movimientos para mirarla profundamente a los ojos, y vio que Lucia ahora estaba un poco molesta. Ella no estaba satisfecha, pero no podía hacer nada al respecto, por eso sentía como si estuviera a punto de sufrir un colapso. Quería alejarlo, pero se dio cuenta de que no tenía la fuerza para hacerlo; obviamente era esperable que un hombre siempre fuera más fuerte que una mujer.

"¿Qué estás tratando de hacer? ¿Te estás burlando de mí?", le dijo Lucia con tono molesto.

Eso lo hizo reír y entonces ejerció más fuerza contra ella para satisfacerla sin más dilación. Después de tanto suspenso, por fin se sintió feliz y tan excitada que perdió todos sus sentidos. El placer que sentía en todo su cuerpo le nubló la mente e hizo que comenzara a retorcerse de manera incontrolable cada vez que él la penetraba con más y más fuerza.

"Lo quiero, sí...", le dijo Lucia sin poder controlarse, y dos lágrimas brotaron de sus ojos, pero no supo si era de dolor o de placer.

De repente, la habitación quedó en silencio y solo se podían escuchar sus jadeos y gemidos ocasionales que resonaban en la habitación. Ella sentía todo su cuerpo adolorido, tanto que no pudo contenerse de enterrar la cabeza en la almohada y quedarse dormida. Después de todo, había sido una noche de sexo realmente rudo y además, ella había bebido un trago de alto contenido alcohólico justo antes.

Por otra parte, a los ojos de Malcolm, las mujeres eran como juguetes que le daban placer. Generalmente, ni siquiera recordaría a la mujer con la que se había acostado, pero ahora, el hermoso rostro de Lucia había quedado profundamente grabado en su mente por alguna razón.

La veía como una gatita salvaje: terca, pero completamente embriagadora, y después de haber tenido sexo con ella una vez, se había vuelto completamente adicto. Mientras estaba de pie bajo la ducha, pensó que podría intentar domesticar a esa gatita salvaje, y una sonrisa apareció en sus comisuras, atraído por la idea de ese desafío.

Después de que él se fue al baño, Lucia parecía haberse despertado de su coma de placer, ya que sin el calor de su cuerpo, había sentido frío por el aire acondicionado de la habitación. Al oír el sonido de la ducha que provenía del baño, pensó en el acto salvaje de esa noche y se sonrojó.

'¡Sin duda había sido una noche de locura!', pensó.

Malcolm parecía ejercer sobre ella algún tipo de encanto que la había llevado a seguirlo hasta allí y a tener sexo con él. Además, la había complacido tan bien que simplemente no había sido capaz de contener su deseo. Entonces le vino el recuerdo de cuando le había rogado por más hacía un momento, por lo que quería que la tierra se la tragara.

Decidida, se levantó de la cama, se vistió y se marchó sin mirar atrás. No tenía el valor de quedarse allí y volver a enfrentarse nuevamente a su seducción, especialmente en la misma habitación donde acababan de tener sexo.

Sentía que la locura en la que se había metido necesitaba terminar en ese momento y decidió pensar que esa noche en X Town había sido simplemente un sueño.

Antes de salir de la habitación, notó un condón usado en el cesto, ante lo cual dejó escapar un suspiro de alivio al darse cuenta de que ese hombre había usado protección, a diferencia de ella que lo había olvidado por completo en el estado en que se encontraba.

Estaba convencida de que Malcolm era un hombre insondable, como la oscuridad de la noche, y no parecía una persona en la que ella pudiera influir. Por eso, quería protegerse de cualquier problema futuro, ya que después de todo, sabía que no debía ser codiciosa.

Era temprano en la mañana cuando caminó sola por las calles de regreso a su posada. Allí se quitó el maquillaje, se dio una ducha y se cambió de ropa para no volver a pensar en esa noche salvaje. 'Mañana será otro día y una vez que esté de regreso en la ciudad, en medio de las ocupaciones de la vida moderna, podré olvidar fácilmente esta noche', se convenció.

Cuando Malcolm entró al dormitorio después de terminar de ducharse, vio la cama vacía, pero no se sorprendió. Era la primera vez que una mujer se había escapado de él, como si huyera de un desastre, y lo había dejado solo en la habitación.

Estaba sumergido en sus pensamientos cuando notó algo brillante en el borde de la cama. Se acercó y vio que era un pendiente con forma de camelia. '¿Ella dejó esto a propósito? ¿En serio? ¿Está jugando a hacerse la difícil?

¿Quién se cree que es? ¿De verdad quiere que la busque dejándome este pendiente? Si es eso lo que busca, ¡entonces se sobreestimó a sí misma y me subestimó a mí!'. Su mente daba vueltas. Para él, las mujeres eran simplemente un desahogo y nunca se obsesionaría con una mujer soltera. Aunque Lucia le había encantado, no iba a perder la cabeza por ella.

Tomó el pendiente y lo arrojó a la basura, pero cuando lo vio caer, se inclinó para volver a tomarlo. Después de pensarlo un poco, lo guardó en su billetera, mientras pensaba:

'¿Por qué estoy haciendo esto? Quizás sea solo un capricho'.

Su aparición en X Town sin duda habría causado pánico entre algunas personas, ya que nadie se hubiera imaginado que Malcolm estaba en un pueblo a doscientos kilómetros de S City, en lugar de estar en el extranjero.

'Algunos problemas deberían resolverse pronto', pensó. En ese momento sonó su teléfono y, después de echar un vistazo al identificador de llamadas, respondió.

"Señor, su abuela lo está buscando", anunció la voz respetuosa de un hombre desde el otro lado, ante lo cual Malcolm colgó sin proferir una palabra.

            
            

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