Al día siguiente, Dalo ya no tenía tantas ganas de continuar y solo podía pensar - ¿Para qué me esfuerzo?. Debería de convertirme en uno de ellos. Así, por lo menos, ya no me sentiría tan solo -. Camino por el parque y con una mirada, que parecía muerta, vio aquellas flores y dijo con una gran furia - todo esto es culpa de estas flores. Si nunca hubieran aparecido, todo seguiría bien - y con lágrimas en su rostro, grito a todo pulmón - ¡¡¡Regresame lo que me has quitado!, ¡Devuélveme la vida que tenia!!! - y entre sollozos, su voz entrecortada, continuó - por que ahora me siento tan solo.
Tengo miedo, miedo de no poder luchar; miedo de no poder ver a mi familia de vuelta a la normalidad -. Entonces se cae y, sosteniéndose con sus manos en el suelo, se tranquilizó. Volvió a su casa y se colocó en el lugar de siempre, para observar a su familia. Una vez llegada la noche ellos regresaron a reunirse, como siempre, pero esta vez Dalo no tomó todas las precauciones.
Todo parecía marchar como siempre, hasta que Dalo empezó a notar que su familia ahora ya no luchaban entre ellos, ni siquiera vieron la luna. Al parecer estaban buscando algo, Dalo se preguntaba - ¿Qué habrá pasado?, ¿Qué será lo que buscan? -. Apenas termino de preguntarse eso, cuando escucho que uno de sus hermanos decía - ¡Lo encontré!, ¡lo encontré! -. De pronto todos se dirigían hacia donde se encontraba Dalo.
Dalo asustado trató de ponerse la sábana para cubrirse y evitar que lo mirarán. - he -, pensaba Dalo, - no puede ser - se empezó a estremecerse, sus pupilas se dilataban, su corazón se empezó a acelerar - no hay nada aquí. Me encontrarán si no hago nada. - escucho que cada vez se encontraban más cerca de él - ahora que haré - . Dalo trató de no hacer ningún ruido, pero a pesar de eso, no fue suficiente. Tiraron la mesa y los costales que tenía Dalo para no ser descubierto - ¿Cómo puede ser posible?, ¿Porqué no me encontraban antes y justo ahora me hallan?. Al mirar aquella mirada asesina, que hacían sus hermanos, Dalo sin pensar más corrió con todas sus fuerzas, abriéndose paso en medio de ellos. Se tiró de la terraza y fue en dirección al parque. Apenas llegaba al parque cuando empezó a salir el sol. Dalo sonrió mientras pensaba - estoy a salvó, ellos ya no me perseguirán más -,retomando el aliento, se paró y pudo fijarse que había un hombre acostado entre la hierva. Dalo se acercó a él. Parecía que no se encontraba mal como los demás. Se acercó a él y lo tocó diciendo - Señor se encuentra bien - pero no contestó - señor, despierte. Ya amaneció y estamos a salvo ahora - Dalo se preguntaba si estaba muerto, por lo que decidió revisar al señor si no tenía ninguna herida.
Apenas lo había tocado y el señor se levantó rápidamente. Empezó a correr como loco, por lo que Dalo corrió a esconderse atrás de un árbol. Mientras el señor corría, Dalo se percato que empezó a sacar espuma de la boca, sus ojos eran rojos y sus dientes eran puntiagudos. Dalo no sabía que hacer, tampoco podía correr, ya que si lo hacía lo podía atrapar. Mientras tanto aquel hombre se acercó a las flores, que apenas las tocó, estas lo comieron. Lo único que se pudo ver fue aquel polvo colorido, que quedó de él. Dalo, asustado aún, se hecho a correr. Pasó por un camino que lo llevaba hacia el barranco. Corría con todas sus fuerzas. Aquel camino era de tierra, el cual no estaba en buen estado. Apenas Dalo iba corriendo como unas dos cuadras de aquel camino, empezó a pensar - me refugiare en la casa abandonada cerca del barranco. Sí, así ni siquiera me podrán atrapar -. Era tanta las ansias de llegar a la seguridad de aquel lugar, que Dalo no se percato que lo seguían. De pronto Dalo sintió que lo agarraron por atrás, empezó a pensar - no puede ser. ¿Será este mi final? -, - Dalo no te preocupes, soy yo - Dalo, al escuchar esa voz, sintió un enorme alivio - esa voz la conozco, la conozco. - volteó mientras se decía a sí mismo - es, es Pepe -. Apenas vio a Pepe, lo abrazó mientras, que con una gran felicidad al ver a alguien conocido a salvó, empezó a llorar, - Pepe, Pepe. Eres tú Pepe. No sabes cuan feliz me siento de verte bien -. Pepe, quien también estaba feliz de encontrar a Dalo bien, dijo - No te preocupes Dalo. Yo también me siento feliz de encontrarte bien -, y con voz seria - Muy bien. Vamos con los demás. No vaya a ser que nos atrape la noche -, Dalo, algo confundido, pregunto - ¿Los demás?. ¿Quiénes han sobrevivido a este mal? -. Pepe le agarro la mano y lo llevó sin responder ante tal pregunta.
Después, de unos minutos de camino, al fin llegaron a la casa abandonada del barranco. Dalo pensó - así, que tuvieron la misma idea de venir a la casa del barranco -. Pepe tocó la puerta. - S shhh, shhh. Pop, Pop -, Dalo se preguntó que era aquello que había escuchado. Pepe respondió ante aquel sonido - tra, tra, tra. Sh -, una vez dijo esto, abrieron la puerta. - Hola a todos, ya he regresado - decía Pepe. Dalo no podía creer de quienes se trataban, eran, nada más ni nada menos que Martin, Walter, Sara, Florentina, Romario y Fernanda. Todos se quedaron admirados al ver que Dalo venía con Pepe. Romario dijo al ver a Dalo - quién se hubiera imaginado que alguien como tú logrará sobrevivir tanto tiempo. Bueno, quizás solo has tenido suerte de poder estar vivo aún... - Fernanda, al escuchar lo que Romario decía, le interrumpió inmediatamente - Oye Romario, no molestes a Dalo. Si el está bien, solo puede significar que es fuerte y no es tan débil como lo miras - , - Sí, Fernanda tiene razón. Si Dalo continúa bien, significa que a logrado mantenerse a salvo todo este tiempo - dijo Walter. Romario, al escuchar ésto, apretó fuerte sus dientes y haciendo un gesto de inconformidad, dio la vuelta y fue a otro cuarto.
Walter, quien siempre defendía a Dalo cuando se metía en problemas, era el más ágil y mejor amigo de Dalo. Martin era un mini genio, aunque también era muy arrogante pero a pesar de ello se podía confiar en él cada vez que se necesitaba. Romario, con quien no se llevaba bien Dalo, era el más fuerte, nadie le ganaba cuando se trataba de fuerza. Sara, quien era un poco delicada con sus cosas, era una de las personas más creativas y, sobretodo, cuando se trataba de hacer planes estratégicos ella era la mejor. Florentina, de quien estaba enamorado Dalo, era muy optimista y buscaba soluciones para salir de cualquier situación, aunque estas conllevará algún sacrificio de los involucrados, por lo que no se podría decir que ella perdiera algo. Fernanda era muy audaz para conseguir las cosas necesarias, también se podría decir que es muy buena amiga de Dalo. Pepe, quien es un as en todo lo relacionado con la informática, era quien lideraba al grupo, ya que todos confiaban en el, menos Dalo. Dalo siempre se enfrentaba contra Pepe, cuestionando aveces su forma de actuar o pensar, ya que para él solo hay una manera de hacer las cosas.
La casa abandonada, la habían convertido en una gran fortaleza. A pesar de que les hacía falta algunos instrumentos, buscaban la manera de poder sustituirlos mientras lograban encontrarlos. Dalo empezó a ver como tenían aquel lugar, con la compañía de Walter. -¡ wuau, que enorme es por dentro! - decía Dalo, al ver que habían varias habitaciones, y estas estaban bien arregladas para aprovechar el espacio, hasta hicieron un cuarto de salida de emergencia, por si algo salía mal, de esta manera no estarían en desventaja. Tenían un cuarto de control, con el que vigilaban todo el área que les fuese posible. Pero, sobre todo, tenían un cuarto para hacer experimentos y donde estaban haciendo sus armas para empezar a luchar contra los Flormor, quienes eran las personas afectadas por las flores moradas.
Una vez, entrada la noche, todos tomaron sus posiciones. Dalo observó, con mucho entusiasmo, como se preparaban para defenderse, sí fuera necesario. Walter le empezó a explicar a Dalo - Aquí todos ayudamos para proteger la casa, ya que es el único lugar que tenemos para sobrevivir -. Y, señalando a Pepe, dijo - Él se encarga de vigilar que no se acerque ningún Flormor. Mientras tanto, Fernanda se adentrará en la zona del centro comercial. Ya que necesitamos colocar un dispositivo que hizo Martin - Dalo interrumpió a Walter - Disculpa Walter. Pero ¿por qué lo deben colocar durante la noche?. No sería más seguro hacerlo durante el día - a lo que Romario respondió - es imposible que un ingenuo como tú entienda estas cosas - Dalo responde enojado - haber Romario, si es tanto lo que sabes. Dime el motivo por el cual se hace en la noche, en vez del día - Romario, rápidamente, llamo a Sara quien explicó -Escucha, Dalo, verdad. - Dalo responde moviendo la cabeza - no lo hacemos durante el día, porque, sino, no tendríamos buenos resultados. Ya que el dispositivo solamente puede recoger información de la como detectar el estado de los Flormor una vez. Y éste es más fuerte durante la noche. Y, si, lo colocaremos durante el día. Este se activará una vez tocara la tierra. Y si esperamos hasta cuando empieza a anochecer, nos estaríamos exponiendo a ser captados. Ya que por esa área hay demasiados de ellos. - Dalo, alterado aún, responde - pero si hay demasiados de ellos ahí. ¿No estaríamos en mayor peligro durante la noche? - a lo cual Florentina responde - no te preocupes por eso. Ya hemos estudiado la situación. Y sabemos que a las ocho en punto queda totalmente vacía. A partir de esa hora tenemos hora y media para entrar y regresar - Dalo, quien no podía quitar los ojos de Florentina, no se negó más, sino, al contrario se ofreció a ayudar.
Dalo se preparo para salir a cumplir la misión. Nos podía esperar a que le dieran la señal para salir, mientras pensaba - esta es mi oportunidad de demostrarle a Florentina lo genial que soy - en eso entro Fernanda, y al mirar a Dalo, dijo - Hola Dalo. Acaso vas a ayudar con la misión -, Dalo estaba tan distraído, ya que solo pensaba en impresionar a Florentina, así que Fernanda pensó, mientras sonreía - pobre Dalo. De seguro solo lo hace para impresionar a Florentina. Bueno, tendré que protegerlo para que no salga lastimado -. Justamente Fernanda iba a intentar convencer a Dalo que no fuera, pero esto no fue posible, ya que Saral es dio la orden de empezar la misión.
Fernanda y Dalo se dirigieron hacia el Centro Comercial. Tomaron el camino, que pasaba por la escuela y luego hacia el zoológico, que se encontraba ya libre por los Flormor. Fernanda, durante el camino le preguntó a Dalo - Disculpa Dalo. Pero ¿por qué decidiste formar parte de ésta misión?. Si este no es tú estilo - Dalo, mientras miraba por los lados si no los seguían, contestó - te lo diré, pero solamente a ti. Así que no quiero que le digas a nadie - Fernanda, entendiendo lo que Dalo le trataba de decir, respondió moviendo la cabeza "sí". Dalo al ver aquella expresión, respiró profundamente y dijo - Muy bien. Aquí voy. La verdad es que quiero demostrar soy un hombre a todos y, sobre todo, mostrarle a Florentina que valgo la pena -. Fernanda, viéndolo con una cara larga, dijo en voz baja - eso es todo. Si es así, no sobrevivirás, pero bueno siempre has hecho lo mismo y por eso me toca ayudarte a levantarte cuando ya no puedes -. Dalo no escucho bien lo que dijo Fernanda, quiso pedirle que lo repitiera pero no fue posible ya que fue interrumpido por Pepe, quien les hablaba por medio de un transmisor que llevaban los dos, - Fernanda, Dalo. Me escuchan. Me escucha. Respondan -, Fernanda - Sí, te escuchamos claro y fuerte - Dalo la miró y dijo - Pepe. Ya nos encontramos en la puerta del Centro Comercial. Esperamos que nos den la orden para poder entrar -, respondieron - Por supuesto. Escuchen, sólo tenemos una oportunidad así que no lo arruinen - dijo Florentina. Sara empezó a darles las instrucciones, y mientras ella decía esto Dalo y Fernanda empezaron a actuar inmediatamente, -Los estaremos viendo por medio de las cámaras, que se encuentran en la mayor parte del Centro Comercial. Muy bien, entren -, Dalo y Fernanda entraron de espaldas, para no ser sorprendidos por algún Flormor, - una vez estén dentro, se separaran. Dalo irá por el lado derecho y llevará el dispositivo al jardín, que se encuentra en el centro. Mientras tanto, Fernanda irá por el lado izquierdo y revisará cada cuarto del que no tenemos acceso por medio de las cámaras -. Dalo y Fernanda se miraron y, mirándose seriamente, se dieron una señal con la cabeza, para decirse vamos, y tomaron sus posiciones.
Fernanda empezó a revisar cada habitación. Corría y, cuando llegaba al lugar que iba a revisar, se colocaba de espaldas en la pared y sosteniendo su vara electromagnética, que había sido creada por Martin. Esta era capaz de tirar una onda electromagnética, que lanzaba a todo lo que estuviera cerca en un radio de 2 metros, capaz de dejarlos noqueados o dejarlos electrocutados. Se asomó lentamente, aunque esta vez estaba más nerviosa de lo usual, vio hacia ambos lados y, asegurándose que no la atacarían por los lados, entró empezó a revisar cada rincón. De la misma manera revisó los demás lugares. Por otro lado, Dalo se empezó a acercar al lugar en que debía dejar el dispositivo. Mientras se acercaba pensaba - será que Fernanda estará bien. Bueno, de que me preocupo, si se trata de ella, de seguro debe estar bien -,
Dalo, quien ya iba a colocar el dispositivo en el lugar que le habían dicho, ya no lo hizo al escuchar gritar a Fernanda. Se volteó y corrió, mientras pensaba - no puede ser. Sabía que esto era una mala idea. Debí quedarme junto a ella - se detuvo frente a las gradas y miró, presurosamente, donde estaba Fernanda - ¡No!. ¡Ayuda! -, al escuchar esto Dalo, dijo - debe ser Fernanda -. No sabia hacia donde ir, pero volvió a escuchar el grito de Fernanda - debe estar arriba -, pensó, y sin perder más tiempo subió. Miró, estando en el segundo piso, y no la pudo ver, haci que subió al siguiente piso. Mientras hacía esto, gritó - ¡¡¡Fernandaaa!!!. No te preocupes, ya voy en camino -. Justamente la encontró en el área de vigilancia. Ella estaba atrapada por unas repisas y un librero, que se le habían caído encima. La cuestión, no era el no querer salir de ahí, era el simple echo de que también había quedado atrapada con los cables de los monitores y demás equipo de ese lugar. Dalo, recuperando el aliento y sintiendo alivio de no ser nada mayor, dijo - Hola, Fernanda. Creo que te estás divirtiendo aquí, mientras hago el trabajo -, Fernanda, enojada, respondió - No digas eso. Así, que ven y ayúdame a salir de aquí -, Dalo, moviendo sus dos manos, - está bien. Pero no tienes que enojarte por eso -, Fernanda, mirando a un lado, dijo - Sí no fueras tan malo en casos asi, no me tendría que enojar -.
Dalo, se acercó, miró con cuidado la manera de sacarla sin hacerle ningún daño. Al estar el librero y una de las repisas, de tal manera, que no se podía quitar ni una; ya que al hacerlo estás podrían caer encima de Fernanda. Dalo se hincó, en frente de Fernanda, y miró entre las repisas y el librero, si los cables no estaban atorados, sino, que estos pudieran estar libres y hací jalar a Fernanda y, luego, desenredarla. Dalo se estaba tomando su tiempo para examinar la situación. Mientras tanto, Fernanda, no podía soportar tener a Dalo, en esa manera y tan cerca mirando hacia atrás de ella, que empezó a ponerse roja. Dalo, al fin, encontró una manera de sacarla. Agarró a Fernanda, de los costados, y, colocando un tubo entre las repisas y el librero, la jaló. Lo hizo, de tal forma, que Fernanda quedó encima de él. Dalo, una vez había sacado a Fernanda de ése sitio, cerró los ojos por el polvo, provocado por las repisas y el librero al terminar de caerse, dijo - Eso estuvo cerca. Otro poco y.... - abrió los ojos, alterado al ver que Fernanda estaba roja - ¿qué, qué te pasó?. ¿Por qué estás toda roja? - Fernanda, avergonzada y furiosa con Dalo, dijo - ¡Qque quieres que haga!. Sí, estoy encima de ti. Y tú no me has desatado ni~,ni me has echo a un lado. - Dalo, levantándose rápidamente, se disculpó y desató a Fernanda, mientras ella decía - no sé por qué eres tan tonto. De seguro, debe ser, por estar pensando solo en Florentina. - Dalo terminó de desatar a Fernanda de todos aquellos cables, sonrió y dijo - que fue lo que te pasó -. Fernanda, tratando de no mirar a los ojos a Dalo, dijo - pues, verás... No es que quiera haber terminado así. Pero cuando pase aquí a inspeccionar, sino había ningún Flormor. Me, me topé con un ¡RATÓN!. Y me asusté mucho - Dalo, tratando de no reírse, dijo - Sí, me imagino lo asustada que estabas - Fernanda, con una sonrisa, levanto la vista hacia Dalo. Estaba a punto de agradecerle, pero, miró la pequeña risa, que intentaba ocultar, Dalo.
Se enfureció bastante, y dijo - Y, muy bien, dime. Lograste cumplir la misión - Dalo, tratando de justificarse, respondió - No. Pero, eso fue, porque te escuche gritar. Así, que creí, que estabas en problemas. Y por eso vine lo más rápido que pude -. Fernanda se sonrojo al escuchar esto. Se dio la media vuelta, y dijo - Muy bien. Terminemos esto - mientras decía esto, también pensaba - ¡Que bueno! . Se preocupó por mí. Y, yo que creía, que era la única que me preocupaba por él -. Dalo no comprendía, por completo, la actitud tal inusual de Fernanda. Así que salieron. Dalo corrió para colocar el dispositivo en el lugar de destino. Apenas había empezado a correr, cuando fue contactado por los demás. - Dalo. Shsh. Fernanda. Shsh. Nos escuchan - Dalo - Aquí, Dalo. Los escucho -, Pepe - creímos que los habíamos perdido. Ya que no nos contestaban -, - Hey, Pepe. Déjame hablar con ellos. Aquí les habla Florentina. Ya han colocado el dispositivo en su lugar -, Dalo, - No. Pero en unos minutos lo haré - . Sara, quien escuchó lo que Dalo decía, se enojo y dijo - Sí no se apresura a llegar, todo habrá sido en vano. Solamente les queda quince minutos. No creo que lo logren -, Florentina, golpeó la mesa y enfadada, dijo - no es posible. Deben lograrlo. -,miró a Martin - dime si todavía lo podemos lograr - Martin, quitándose sus lentes de laboratorio, dijo - tal vez no conozca bien a Dalo. Lo único que puedo decir es sí Dalo, aún cree que lo puede lograr, lo hará. Solamente, en este punto, nos queda observar -, Florentina movió la cabeza, dando a entender que estaba de acuerdo con Martin. Walter sonrió y miró las cámaras, mientras pensaba - Muy bien, amigo. Esta es tú oportunidad de demostrar a Florentina que eres capaz de lograr esta misión-
Dalo, estando en el segundo piso, se tuvo que detener al ver a un Flormor. - ahora que haré. No puedo pasar -, miró su reloj - si no logro pasar, será el final de la misión -. De pronto, él Flormor salió volando. Era Fernanda, quien le había disparado, y dijo - ¡Corre, Dalo!, yo me encargo de él -. Dalo hizo un gesto, para decir bien, y corrió hacia el otro lado. Ya se acercaba a la mitad del camino, para llegar a las siguientes escaleras, cuando miró hacia atrás. Pudo notar que Fernanda se encontraba en problemas. Ya no eran solo uno, sino, ahora eran cinco Flormor. Dalo retrocedió, para ayudar a Fernanda, agarro un hierro, que sacó en uno de los locales del camino, y con todas sus fuerzas golpeó a dos Flormor,quienes se hicieron a un lado, en la cabeza. Agarro de la mano a Fernanda y, aprovechando la abertura que había echo, salieron de ahí. Corrieron lo más rápido que pudieron. Empezaron a dirigirse a las gradas del otro lado, pero, no les fue posible.
Al llegar ahí, les fue imposible bajar, ya que empezaron a subir Flormor ahí. Dalo miró hacia los lados. Fernanda, por otro lado, empezó a atacarlos, intentando así, lograr encontrar una forma de escapar por ese lado. Pero, el caso era que habían demasiados de ellos y, al mirar al otro lado, se acercaban más de ellos. Prácticamente, estaban rodeados y ni siquiera podían encontrar una manera de escapar. Fernanda, quien estaba aterrorizada, dijo - Dalo, ¿este será nuestro final? -. Dalo no sabía que decir. Estaba nervioso, pero lo que más le preocupaba, era que le pasara algo a Fernanda. De pronto, se dio cuenta que podían saltar apoyándose de un cartel, que estaba colgado cerca a ellos. Abrazo a Fernanda, deshizo el nudo, rápidamente, del cartel y saltaron. Fernanda, se agarró fuertemente de Dalo, creía que no iban a escapar. Pero, aterrizaron en un colchón, que estaba de mostrario. Se levantaron inmediatamente y se dispusieron a salir.
Corrieron lo más rápido posible y, Dalo, agarro de la mano a Fernanda, ya que sino se hubiera quedado atrás. Llegaron a la puerta y salieron. Se escondieron atrás de un puesto de tacos. Vieron como pasaban los Flormor, quienes los buscaban, Dalo se preguntaba por qué ni siquiera habían sentido sus presencia - ¿Cómo es posible que no se den cuenta de que nos encontramos aquí?. Si mi familia si lograron sentir mi presencia. A menos, que sea por etapas. Sí, eso debe ser, ya que ellos tardaron un mes para poder sentir mi presencia. Fernanda miró a Dalo y dijo - ya no podremos completar la misión. Discúlpame Dalo. Si no hubiera sido por mi, hubieras podido colocar el dispositivo en el lugar de destino -. Dalo abrazo a Fernanda y, con una sonrisa, dijo - No es tú culpa. Vamos, lo importante ahora es salir de aquí. Así, que vamos -. Se levantaron y, aprovechando que no había señal de más Flormor en su camino, empezaron a regresar.
Corrieron de regreso a la casa abandonada. Apenas empezaban a llegar, cuando fueron sorprendidos por dos Flormor. Fernanda dijo a Dalo - ¿ahora que haremos? -, Dalo la miró, sin poder dar una respuesta. Éste hubiera sido su fin, sino hubieran sido salvados por Romario y Walter, quienes atacaron a los Flormor por detrás, - Vamos. No pierdan el tiempo mirando lo asombro que soy - dijo Romario, - Nos tenemos que apresurar. Ellos no estarán inconscientes por mucho tiempo - Agregó Walter. Dalo, solamente miro al Flormor y corrió junto a los demás.
Una vez llegaron a la casa abandonada, Dalo, tuvo que esperar su reprensión, por Florentina. Dalo se sentó, junto a Fernanda, y empezó a escuchar lo que le decía Florentina - Cómo es ésto posible. Confiamos en que podías con esta misión. No debí enviarte, ya que era más nuestro éxito con Pepe a cargo. Y, sobre todo, eres... -, entro Pepe, diciendo con mucha calma - buen trabajo. Los felicito por haber completado la misión. - miró a Fernanda - No sé lo que hallan echo, pero si que funcionó -. Fernanda no entendía lo que pasaba. Por tal razón, sonrió para disimular que sabía lo que le decían.
Pepe salió, una vez dejó dicho esto. Florentina, sin comprender a Pepe, suspiró, y dijo - No se que es lo que halla pasado. Pero, dejemos esto para después, vayan a descansar -. Salieron Dalo y Fernanda, sin decir nada, de la habitación. Una vez fuera, Fernanda, se dirigió con Martin, para averiguar lo que había pasado y el por qué Pepe los había felicitado.
Martin, que se encontraba en el cuarto para hacer experimentos, estaba viendo unas muestras que había recolectado de los Flormor. Fernanda entró y lo miró, diciendo - Martin, ¿Qué haces? -, Martin, levantando la cabeza, responde - Hola Fernanda. Estoy tratando de ver, que es lo que hace, que hace a los Flormor tan resistentes -. Fernanda, acercándose, miró un sobre que tenía Martin, antes que él lo escondiera. Fernanda estaba a punto de preguntar de qué se trataba aquel sobre pero, Martin al percatarse de eso, la interrumpió, diciendo - ¿Necesitas algo? -, Fernanda dio una cara de sorpresa, ante aquella pregunta - Sí, te encuentras aquí, después de una misión, como la que acaba de pasar. Solamente, puede significar, que necesitas algo de mí -. Fernanda, sin poder articular palabras, intento preguntarle por la misión. Martin, al no entenderla, le pidió que se relajará y que intentará volver a decir lo que quería. Fernanda, respiró profundamente y, ya calmada, dijo - Dime Martin. ¿Qué es lo que sabes sobre la misión? -, Martin, sorprendido por tal pregunta, dijo - acaso, ¿no sabes?. La misión fue todo un éxito -.
Fernanda, se retiro, una vez obtuvo la respuesta a lo que quería conocer.