Capítulo 5 La noche

Empezaron a aparecer los primeros Flormor. Ellos se escondieron, siempre dentro de la casa, esperando a que no se dieran cuenta de ellos. Pero no podían ver esa oportunidad de no ser vistos. Poco a poco iban acercándose más y más. Cada minuto que pasaba era como un adiós a todo, pero no dejarían que los vencerán sin haber podido luchar primero.

Cuando el primer Flormor atacó, recordaron como había empezado todo. Cada vez eran más y más de ellos. Ya no eran suficientes para continuar luchando hasta, incluso, las armas empezaban a fallar. Conforme la lucha iba creciendo, veían más lejos la posibilidad de volver a ver a todos sus seres queridos y poder regresar a la normalidad. Los Flormor, empezaban a salir de todas partes y, cuando todo parecía el fin, se activo una secuencia de protección de la casa. El cual hizo que los juntara y los tiro, por lo que todos se separaron. Dalo pensó que de todas formas iba a ser su fin. Pero, la casa a la hora de tirarlos, les puso un pequeño propulsor para que no se lastimaran a la hora de aterrizar.

Dalo, por el susto que acaba de tener, no sintió cuando callo ni lo que pasó durante el resto de la noche. Por lo que, al día siguiente, ya se encontraba solo y no sabía dónde estaban los demás. Así que, tan sólo se pudo levantar, corrió a buscar a todos. Aunque no tuvo suerte, eso no lo desanimó y se propuso encontrarlos. Él no pensaba rendirse aún, así que empezó a buscar víveres y objetos para poder defenderse. Lo que le costó más encontrar fue dónde poder refugiarse.

Se tuvo que adentrarse en todo el lugar poco a poco, de esta manera podía conocerlo mejor. Hizo un pequeño mapa, por el momento.,De esta manera podría escapar de los Flormor, si fuera necesario. Dalo suspiro, mientras pensaba - mucho que no me encontraba solo. Bueno, no será por mucho tiempo y, esta vez, no me dejaré rendir tan fácilmente. Porque, esta vez, tengo un motivo por el voy a luchar - grito - ¡amigos, esperen me!, ¡los voy a encontrar y volveremos a luchar juntos hasta el final de esta gran batalla!, ¡así que no mueran! -. Dalo miró aquel atardecer y, cuando empezó a oscurecer, fue al refugio.

Durante aquella noche, no tuvo ningún problema con los Flormor, ya que ellos no se dieron cuenta de su presencia. El refugio iba encontrado, estaba casi a las afueras de aquella ciudad. De esta forma, si fuera descubierto, podría huir con mayor facilidad. Pues en el ciudad había más posibilidades de que llegara a quedar rodeado por muchos de ellos. Así empezaron a pasar los días. Dalo se iba adentrando más y más por la ciudad, buscando a más sobrevivientes. Trato de alejarse lo más que pudo de los Flormor.

Confirme avanzaban los días, iba tratando de no caer en la locura. Pues, al encontrarse solo y no conocer bien el lugar, las esperanzas de encontrarse con los demás, era casi imposible. Dalo se metía en su mente de que todo estaba bien y que no se encontraba solo. De vez en cuando, regresaba donde había empezado desde aquel día. Cuando terminaba de conocer el lugar, salía a otra ciudad. Estuvo intentando buscar el antídoto para los Flormor. Pero, por más que buscaba, las posibilidades de encontrar alguna cura era más difícil. Incluso, llegó a pensar que nunca volverían a la normalidad todos.

Seguía pasando el tiempo, Dalo sacó un cuaderno que llevaba consigo. Abrió el cuaderno y miró la fecha en que se habían separado de los demás, no podía creer que ya habían pasado casi trenes es desde aquel incidente. Se puso a pensar - si nunca hubiera hecho algo así, de seguro todos estuviéramos juntos y no separados. Pero, bueno, dije que no me iba a rendir tan fácilmente. Debo de encontrar a los demás, no fallare esta vez - se sentó en una roca y vio aquella vista del mar. Después de un rato, se a refugiar. Miró aquel panorama que lo seguía, por todos lados podía ver las flores moradas.

Al siguiente día, continuó con su travesía en busca de sus amigos. Empezó a entrar a un pueblo llamado "Palenque". Se apresuró a buscar un refugio. Al entrar la noche, Dalo sólo escuchaba el ruido que hacían Flormor. Pero, de repente, escucho la voz de Walter. Corrió a ver si era él, pues deseaba poder hablarle a él y, de esta manera, poder contarle todo lo que había pasado en su travesía. Pero se llevó una gran sorpresa, al ver que Walter estaba con Flormor sin ningún problema.

Pensó en acercarse, pero no lo hizo. Pues, al ver sus ojos, se colocaban de color rojo ante la luz de la luna. Dalo quedó en shock, no quería creer lo que veía. Deseaba que todo fuera una mentira y, riendo, abría y cerraba sus ojos pero, sin importar cuántas veces lo hacía, todo seguía igual. Pero logró reaccionar a tiempo, antes de que se dieran cuenta de que él se encontraba ahí. Regreso al refugio que había encontrado e intento dormir.

Al día siguiente, se levantó y fue a revisar todas los casas de aquel lugar. Registro con la esperanza de que lo que había visto en la noche fuera solamente un sueño y no realidad. Pero, después de her buscado en unas cuantas casas, encontró a Walter durmiendo con otros. No sabía si despertarlo o no, por temor de que fuera un Flormor. Se acercó y, dejando sus miedo atrás, le habló. Walter no despertaba, Dalo se acercó más y, viendo su rostro, se pudo dar cuenta de que tenía los dientes puntiagudos.

Dalo, recordando cuando estuvo vigilo a su familia, agarro un pedazo de vidrio roto y lastimó el brazo derecho de Walter. El brazo comenzó a verse como la herida sanaba rápidamente. Dalo ya no tuvo más duda al ver esto, ahora Walter era un Flormor. Se paró y dijo - perdóname Walter. Si no hubiera sido egoísta, nada de esto hubiera pasado. Pero te prometo que encontraré la forma de volverte a la normalidad -. Dalo salió de aquella casa y, mirando las calles, empezó a hacer su mapa lo más rápido posible. Pues, quería poder encontrar a los demás lo antes posible y, de esta manera, buscar el antídoto para salvar a Walter.

Dalo, al caer la noche, no pudo regresar al refugio, ya que había avanzado bastante y no había tenido tiempo de volver. No tuvo otra opción, que irse a resguardarse ahí. Pero, ya que le había entrado la noche, empezaron a salir los Flormor. Dalo, al darse cuenta, ya había varios de ellos en todo el lugar. Dalo pensó - no puede ser, ahora no me será fácil escapar de aquí. Voy a tratar de no llamarles la atención, mientras aún no se han dado cuenta de que estoy aquí -. Dalo continuó caminando con mucha precaución, se l contrario, se darían cuenta de que él estaba ahí.

Ya casi había llegado a un lugar seguro, cuando se topo con. Walter. Dalo pensó - no puede ser, ahora qué hago. Si continuo, me va a atrapar y si no también -. De repente, Walter volteó y se dirigió hacia donde estaba Dalo. Dalo no tuvo otra opción mas que correr. Corrió de un lado a otro, intentando evitar a los otros Flormor. Pero, después de un rato, Walter lo alcanzo y lo atrapó. Dalo no pudo escapar, ya que él lo agarro con fuerza y se lo llevó al centro se la ciudad. Dalo creía que ahora sí era su fin, ya que en el centro de la ciudad había muchos de ellos. Lo único que le quedaba por hacer era intentar pensar una forma de salir de ahí, mientras Walter lo llevaba allá.

Una vez llegaron, había varios de ellos, que decían - bien hecho Walter. Has encontrado a alguien más -, tomaron a Dalo y lo pusieron en el centro amarrado. Se juntaron todos, para ver la conversión de Dalo en un Flormor. Dalo dijo, al ver que tal vez no podría salir, -me podrían conceder una respuesta, antes de que me convierta en uno de ustedes -, se rieron. Uno de ellos se acercó y dijo - Muy bien,dime lo qué deseas que te digamos -, Dalo, - quiero saber de Walter, ¿cómo están los demás del equipo? -, Walter se acercó y contestó - ya no hay nadie más del equipo. Ya todos son Flormor, tenlo por seguro. Nadie ha podido sobrevivir solo, excepto tú. Pero, eso ya se acabó, ya que desde ahora serás uno de nosotros - se reía a carcajadas - así que no te resistas, ya no tienes a dónde ir -. Dalo agacho su cabeza, mientras pensaba - no puede ser. Por mi culpa, todos sin ahora Flormor. Ahora ¿qué hago?, ¿qué debería de hacer para arreglar esto?. Sin que halla entrado la cura, no podré hacer nada -.

Ya estando cerca del momento, Dalo recordó - es cierto. Les prometí que volveríamos vernos y que terminaríamos con todo esto. Aún no me puedo rendir, debo de salir de aquí, si quiero que todos regresen a la normalidad. Pero ¿Cómo? - se recordó de algunos apuntes que había hecho. Saco una navaja, que llevaba en su bolsillo de atrás y sin qué nadie se diera cuenta, empezó a cortar la soga. Y, antes de que comenzará, sacó unas bolas negras de su bolsillo, las tiró y corrió. Todos los Flormor habían quedado inmovilizado por ellas. Dalo había recordado que, durante su investigación, había encontrado una forma de neutralizar a los Flormor por un momento. Pero, debido a su falte coraje, se le había olvidado que las tenía. Si las hubiera usado, cuando lo entraron, no tendría que haber salido corriendo de ahí.

Dalo logró encontrar donde esconderse, ya que el efecto acababa de pasar. Vio como pasaban pero no se daban cuenta de él, ya que se había puesto una manta, parecida a la que estuvo usando, para que ellos no lo detectaran. Al sentirse a salvo, se durmió. Aún, en sus sueños, iba recordando lo que había ocurrido en aquella noche, era algo muy difícil de entender para él. De pronto despertó, estaba acelerado su corazón y su respiración era muy precipitado. Miró que por la ventana entraba ya la luz del día, entonces dijo - sólo fue un sueño. Creí que estaba pasando todo de nuevo -. Busco algo para comer y, después de eso, se dirigió al refugio que había encontrado.

Llegando al refugio, agarro sus cosas y se marchó de aquella ciudad. Al ya estar casi fuera dijo - no te preocupes Walter, regresaré con el antídoto y con los demás. Por ahora, aún no puedo hacer nada para ayudarte -. Así, comenzó a irse de ese lugar, ya que al ser descubierto, de seguro lo estarían buscando. Prefirió seguir el camino y no quedarse a ser atrapado. El camino era largo para llegar a la siguiente ciudad. Mientras caminaba, se pudo dar cuenta de una pequeña casa, que se encontraba ahí. Se acercó a ella y entró. Empezó a revisar todo el lugar, pero no encontró a nadie. Entonces pensó - tal vez, los que vivían aquí, ya fueron convertidos en Flormor. Pero, no debió haber sido hace mucho tiempo, ya que todas las cosas que hay, están bien cuidadas. Pareciera que aún siguieran viviendo aquí. De seguro, debieron haber sido encontrados como yo. Pero ellos no tuvieron ninguna salida -. Se sentó afuera de la casa, para relajarse un momento y ver el paisaje que le daba la naturaleza. Después de uno momento, decidió entrar, pero cual no fue su sorpresa. Empezó a escuchar que alguien venía, se volteó preparado para luchar. Poco a poco se empezó a ver a aquella persona. Al acercarse más, logró ver se trataba de una señorita.

Ella al ver a Dalo, corrió diciendo - ¿Quién eres? Y qué estás haciendo en mi casa -, Dalo, al oír esto, se alegro. Estás palabras hicieron ver a Dalo que no era el único todavía. Ella corrió, dispuesta a defender su hogar pero, al ver a Dalo, no supo qué hacer y se detuvo, al escuchar que Dalo le decía - no te preocupes, yo soy una persona normal. No te haré daño - ella se puso enfrente de él. Lo miró y dijo - ¿Qué haces aquí? -, Dalo, - discúlpame, no era mi intención invadir tu hogar. Pero, pensé que no había nadie aquí y, por eso, pasé para conseguir donde quedarme un momento -, ella, - eso no responde mi pregunta -, Dalo, - te pido, por favor, déjame pasar la noche aquí. No te causare ningún problema, mientras me encuentre aquí -, ella, - está bien. Pasa -. Dalo sonrió y entró.

Ya estando adentro, Dalo tomó asiento. Al ver que ella se dirigió a la cocina, dijo -¿puedo ayudarte en algo? -, ella, - Sí -, Dalo, entusiasmo, pregunto - ¿en qué? -, ella, - no toques nada -. Dalo se sintió mal y no dijo nada. Espero a que ella regresara de la cocina, sin embargo, no quería quedarse sin hacer nada, ya que pensaba que tenía que ayudar en algo por ser un invitado. Además, él fue quien insistió en que lo refugiara. Pensó - buscaré una escoba y limpiare un poco -. Ya se iba a levantar a buscar la escoba, cuando ella entró al cuarto. Lo miró y le dijo - ten, un poco de café -, Dalo, - gracias - agarro la taza y tomó un poco.

Dalo se sentía incómodo, pues se sentía como si estuvieran vigilando cada movimiento que hacía. Para evitar demostrar como se sentía, comenzó a decir - Éste, mi nombre es Dalo. Discúlpame por no haberme presentado antes -, ella, - mucho gusto Dalo. Mi nombre es Elva -. Dalo, al escuchar su nombre, pensó que había escuchado ese nombre en alguna parte, pero no lograba recordar. Dalo le dijo - mucho gusto Elva. ¿Vives con alguien más aquí? -, Elva, - no, ya no -, Dalo, - discúlpame, creí que sí -, Elva, - no te preocupes por eso. Bueno, antes vivía con mi hermano. Pero, desde hace un tiempo, empezó a actuar de manera extraña y desapareció -, Dalo, - Entonces, ya no lo has vuelto a ver -, Elva, - no. Y tú, dime ¿por qué estás vagando solo? -, Dalo, - verás, desde que empezaron a ver unas flores moradas, perdí a mi familia -, Elva, - discúlpame, no era mi intención preguntar algo así -, Dalo - no te preocupes por eso. Ya me he acostumbrado. Además, tengo la esperanza de volverlos a ver algún día -, Elva, - ¿Qué fue lo que les pasó? -, Dalo, - ellos se convirtieron en Flormor - -, Elva, - ¿Flormor? -, Dalo, - si, Flormor. Verás, son las personas que son afectadas por estas flores moradas. Ellas ya no son totalmente conscientes de sus acciones. Puedes velos como personas normales pero, la verdad, es que ya no se preocupan por nadie y tienden a alimentar a estas plantas con otras personas o, incluso, convertirlas en Flormor -, Elva, - dime ¿Cómo se ven exactamente los Flormor? -, Dalo, - puedes ver que alguien es un Flormor si se coloca de color rojo sus ojos con la luz de la luna. También lo puedes saber, ya que ellos se recuperan rápidamente de una herida, por lo que no le puedes hacer daño. Y, por último, tienen dientes puntiagudos, eso es todo lo sé por el momento -, Elva, - Entonces, mi hermano, debe de ser uno de ellos -, Dalo, - ¿Qué dices -, Elva, - verás. Él presentaba las mismas características que has mencionado. Por lo que deduzco que debe ser uno de ellos -.

Después de eso, ya no siguieron hablado más. Elva le mostró una habitación a Dalo, donde él pasaría la noche. Dalo le agradeció y e a dormir. Dalo pensaba - que duro debe de ser para ella que su hermano sea un Flormor. Quizás no debí haber dicho eso. Ahora, creo, que se va a preocupar y no quiero que llegue al mismo estado en que llegue -. Dalo se durmió pensando en como hacer que Elva no llegara a pensar o pasar por lo mismo que él. Pues, él no quería perder a nadie más, aunque se acaban de conocer pero, debido a lo que le dijo Walter, no quería quedarse solo.

Al siguiente día, Dalo se levantó y, al bajar, se dio una sorpresa. Toda la casa estaba completamente limpia. Se dirigió a la cocina, donde se encontraba Elva preparando el desayuno. Al verla dijo - buenos días Elva -, ella volteó al escuchar a Dalo y dijo - buenos días, puedo ver suya te has levantado. Toma asiento, que en un momento estará la comida -, Dalo, - muy bien, pero no deseo darte molestias. Además, no voy a... -, Elva - he dicho que tomes asiento. No te he dicho nada más, así que ve inmediatamente -, Dalo, algo asustado, respondió - muy bien. No te preocupes, ahora mismo voy a tomar asiento -.

Después de un raro, Elva le sirvió a Dalo y le dijo - ahora sí, ¿de qué me hablar? -, Dalo, - así, este. De que, gracias por haberme permitido pasar la noche aquí. Y, te prometo que, cuando encuentre el antídoto, te traeré de vuelta a tu hermano como agradecimiento -, Elva, - ¿crees qué te dejaré ir así de fácil? -, Dalo, - ¿Cómo así? -, Elva, - hagamos un trato -, Dalo, - ¿Cuál? -, Elva, - me permitirás ir contigo -, Dalo, - ¿Porqué? -, Elva, - no quiero quedarme con lo brazos cruzados. Además, por la expresión que pusiste al verme, me imagino que ya no debe de haber más como nosotros -, Dalo, agacho su cabeza y no dijo nada un momento. Después de eso, sin levantar la cabeza, dijo - Tienes razón. Acabo de enterarme de que mis amigos se han convertido en Flormor también. Entonces, al ver que eras normal, me puse muy feliz. Ya que me hizo sentir que no estaba solo -, Elva, - por la expresión que pusiste, me da más razón de acompañarte. Ya que, de lo contrario, también te convertirás en uno de ellos -, Dalo, - ¿Cómo? -, Elva, - si vas solo, es más probable que no puedas contra ellos. Pero, si vamos los dos, podremos combatirlos. Recuerda, dos son mejor que uno -, Dalo, - Tienes razón - sonrió - está bien, me acompañaras. Trabajaremos juntos para que todos vuelvan a la normalidad -, Elva, - así se habla. Pero, primero, debemos de prepararnos para el viaje. Así que estarás unos días más aquí, en lo que terminamos de prepararnos -, Dalo, - muy bien, vamos a esforzarnos juntos -.

Dalo y Elva estuvieron juntando víveres y haciendo algunas armas para defenderse. Dalo se sorprendió, al ver que Elva era una genio, ya que, con un poco de ayuda de Dalo, logró hacer una bolsa donde podían llevar muchas cosas, sin ocupar demasiado espacio. De esta manera, se les haría más fácil el viaje, ya que no tendrían que andar cargando mucho equipaje. Se divirtieron y empezaron a llevarse bien, durante el tiempo en que juntaron todo lo que necesitaban.

Al tener todo listo, Dalo dijo - hoy comenzaremos nuestro viaje. Espero poder contar contigo -, Elva, - claro. Si llegaras a dudar, yo misma me encargaré de hacerte volver a recordarte lo que estamos buscando -, Dalo, - claro. Eso me ayudaría bastante. En ese caso, puedes confiar en que daré lo mejor de mí y te será el final de todo -, Elva, - comencemos a caminar ya -. Salieron de la casa, Elva miró su casa y Dalo le dijo - no te preocupes. Te prometo que me encargaré de que vuelvas aquí -, Elva, - gracias. Pero, quisiera que todo volviera a la normalidad -.

Comenzaron el viaje. Se dirigieron a la próxima ciudad, la cual no estaba muy lejos. Tardaron, aproximadamente, unas cinco horas para llegar. Al llegar, buscaron de primero un refugio. Después, Dalo comenzó a explorar la ciudad, mientras Elva arreglaba el lugar. Dalo pensaba, mientras caminaba - no sé. Pero, estando con Elva, me siento mucho más seguro. Al parecer, podré revisar más tranquilamente el lugar -. Al regresar, ya que estaba empezando a oscurecer, se dio cuenta de que estaba bien arreglado el refugio, que daba la apariencia de ser su casa.

Dalo preguntó a Elva - disculpa Elva. Pero, no será muy obvio que estamos aquí -, Elva, - no te preocupes. Esta noche, pondremos a prueba lo que has estado investigando. Si algo saliera mal, tengo un plan "B" para salir de aquí -, Dalo, - pero ¿no sería más seguro si no estuviéramos aquí? -, Elva, - así, nunca podremos tener resultado. Además, hay momentos en que nos debemos de arriesgar para obtener resultados. Pero, no te voy a obligar a estar aquí. Puedo estar yo sola aquí. Si quieres, puedes ir al refugio que tengo preparado -, Dalo, - No, iremos juntos al refugio. No quiero que te pase algo malo -, Elva, - sino quieres que me pase algo, quédate. Porque yo no pienso irme de aquí, sin ningún resultado -, Dalo, - está bien. Me quedaré, pero es sólo porque no pienso quedarme solo -.

Empezaron a pasar los Flormor, pero, debido al camuflaje que había hecho Elva, no se dieron cuenta de ellos. Dalo le dijo a Elva - no puedo creerlo. No se dieron cuenta de nosotros -. Dalo encendió la luz del cuarto que daba a la calle. Elva, al darse cuenta dijo - no enciendas la luz - pero ya era demasiado tarde, Dalo ya lo había encendido. Los Flormor, al ver la luz, se dirigieron a hacia ellos. Elva, tomando a Dalo de la mano, se dirigió a un túnel subterráneo que había hecho. Corrió con Dalo y, al llegar al refugio, enojada dijo ğ¿Cómo puedes ser tan tonto?.-,Dalo, - No era mi intención. Pero, pensé que al haber hecho ese camuflaje, no se darían cuenta -, Elva, - el camuflaje sólo es para que no noten nuestra presencia. Pero, si enciendes la luz, está claro que lo van a notar. Por eso, sólo podemos usar las luces que no dan a la calle o las que están bloqueadas, para que no salga la luz hacia afuera. Ahora, debemos de avanzar. Ya no podemos quedar os más tiempo aquí. Mañana nos dirigiremos a la siguiente ciudad -..

Al amanecer, Elva despertó a Dalo y le dijo - apresúrate, no tenemos tiempo que perder. Si no nos vamos ahora, de seguro, ya no podremos hacer nada por nadie -, Dalo, somnoliento, abrió sus ojos y dijo - buenos días, Elva. Me puedes dar cinco minutos más -, se volvió a acostar. Elva se enojo y lo jaló, Dalo se cayó y dijo - ay. Esta bien, está bien. Ya entendí, no nos podemos quedar más tiempo -. Dalo agarro las cosas y se fueron con Elva del pueblo. Durante el camino, Dalo iba diciendo - que hambre. Me estoy muriendo de hambre -, Elva, - hubieras desayunado, si me hicieras caso, cuando te dije que te levantaras. Pero, bueno, no te preocupes. En el próximo descanso, más adelante, te voy a preparar algo. Así que no te quejes y camina -, Dalo, - ¿de verdad? -, Elva, - sí - Dalo se entusiasmo y comenzó a ir más rápido.

Después de unas horas, llegaron al lugar de descanso. Elva, como prometió, le hizo una buena comida a Dalo, quien comió muy feliz. Ya una vez satisfecho, Dalo dijo - Muy bien. Ahora ¿hacia donde vamos? -, Elva, - la próxima ciudad está a unos cuanto kilómetros de aquí. No podremos llegar, a res de que anochezca. Así que, debemos de hacer un refugio en una pequeña gasolinera, que se encuentre más adelante -, Dalo, - muy bien. No se que hubiera sido de este viaje sin tu ayuda -, Elva, - ya serias un Flormor. Pero no uno cualquiera. Serias uno con una gran deuda y promesas sin cumplir -, Dalo, - qué mala. Sabes, no sé, pero siento que, contigo, puedo hablar y apoyarme. Esto es algo raro, pero siento que no necesito escóndete nada -, Elva no contestó.

Recogieron todo y continuaron el viaje. Al llegar a la gasolinera, empezaron a arreglarlo lugar para pasar la noche. Elva le dijo a Dalo - ya solo nos hace falta dos ciudades para llegar a tú hogar. Dime, ¿podremos arreglar esto cuando lleguemos? -, Dalo, - No te preocupes. No te puedo prometer que sea rápido. Pero, lo que si te puedo decir es, que estando allá, podremos recurrir a todo el equipo que necesitamos para lograrlo. Lo único que te pido es que me tengas paciencia -, Elva, - está bien. Creeré en ti, pero tengo una condición -, Dalo, - ¿Cuál es? -, Elva, - ya que somos los únicos, quiero que me prometas que no me dejaras sola. Si lo llegaras a romper, no te lo voy a perdonar, ni siquiera, si llegaras a regresar a todos a la normalidad -, Dalo, - te lo prometo, no te dejaré sola. Así que, no debes de temer que yo seré quien te proteja. Pero también, quiero pedirte algo -, Elva, - dime -, Dalo, - quiero que me des tu apoyo, siendo sincero, no creo poder lograr nada solo. Así que quiero tu apoyo -, Elva, - claro, hagamos lo mejor que podamos -.

Al siguiente día, continuaron con el viaje. Esta vez, si pidieron averiguar más sobre los Flormor y, al no tener tantos problemas se quedaron una semana. Después de eso, se dirigieron a la última ciudad, donde sería su último parada. le dijo - Ésta es la última ciudad ¿verdad? -, Eva, - Sí, después de esta, estaremos llegando a tu casa -. Comenzaron a arreglar todo. Dalo, durante todo el viaje, logró recolectar y responder varias de sus dudas que tenía. Estaba muy feliz, ya que, dependiendo de la información, podrían empezar a combatir a los Flormor.

Dalo y Elva recolectaron algunos objetos, que creían útiles para el viaje. Dalo comenzó a investigar, mientras Elva estaba arreglando el refugio. Empezó a entrar a una casa, donde encontró un cuaderno con unos apuntes. Dalo le enseñó a Elva inmediatamente, después de haber leído un poco,el cuaderno. No podían creer que el libro le pertenecía a unos científicos, que estaban estudiando estas flores. En el cuaderno decía que nunca se imaginaron lo que podía hacer esta planta. Incluso, lo que los dejaba sin palabras era que la velocidad que está tenía al comer. Era tan veloz, que o se podía ver como lo hacían. Lo único que dejaba era un tipo polvo de sus presas.

Ellos no pensaban que le iba a causar muchos problemas a todos. Pero si sabían que era una amenaza, por lo que intentaron matarla. Durante tantos intento, no lograron hacerle nada. Pero lo peor de todo fue, que durante la noche, empezó a radiar una luz de ella. Se habían quedado sorprendidos al ver esto, pero no tuvieron mucho cuidado, ya que está fue el comienzo de todo. Los primeros en ser afectados por ella, fueron sus compañeros de estudios. El salió corriendo para salvarse. Lamentablemente, sólo logró mantenerse bien por una semana, después de eso fue descubierto. Antes de volverse uno de ellos, escribió "me disculpo por no haber logrado encontrar una forma de deshacernos de estas plantas. Pero, lo que más lamento es no poder haber logrado proteger a su familia ni a sus amigos".

Dalo le dijo a Elva - tal vez ellos no lo lograron pero nosotros si podremos -, Elva, - sabes, confiaré en ti. No me hacer para atrás. Debemos de lograrlo por todos -, Dalo, - así es -. Se durmieron y sólo se quedaron dos días en la ciudad. Después de esos días, continuaron con su viaje. Dejaron aquella ciudad, donde habían visto a los Flormor buscando a más personas. No entendían porqué necesitaban más personas, si ya no había casi nadie. Pero esto les daba la esperanza de que aún había más personas que intentan seguir luchando en la vida.

Después de unos días, al fin llegaron a la ciudad donde vivía Dalo. Dalo, al ver que había regresado, lloro de felicidad. Elva lo abrazo y le dijo - debes de estar muy feliz de haber podido regresar a tu hogar -, Dalo - si, gracias a ti, hoy he vuelto a mi hogar - la tomo de la mano y la llevo hacia donde estaba su casa. Le mostró sus lugares favoritos, Elva estaba feliz de verlo sonreír. Después de la pequeña vuelta, Dalo la llevó a la casa abandonada.

Al llegar ahí, todo estaba igual que como lo había dejado. Dalo le dijo - Aquí debe de haber aún algo que nos pueda ayudar -, Elva se acercó y, viendo un pequeño botón, lo presionó. Al momento de hacer ésto, la casa se volvió a arreglar . Dalo no podía creer lo que estaba mirando, la casa había vuelto a la normalidad y ya no estaba destruida. Miró a Elva y le dijo - ¿Cómo lo hiciste? -, Elva, - sólo busque un botón para arreglarlo -, Dalo, - ¿Cómo sabías que tenía un botón como ese? -, Elva, - es que se parece a uno que había hecho con un viejo amigo, hace tiempo -, Dalo, - debieron de haberlo hecho muy bien. De seguro, tu amigo, debe de haberse sentido muy feliz de trabajar contigo -, Elva, - si, debes tener razón -, Dalo, - sabes qué -, Elva, - ¿Qué? -, Dalo, - cuando todo termine, presentame a tu amigo. De seguro nos llevaremos bien, ya que, si lograron hacer algo parecido a esta casa, debe de ser un genio como tú -, Elva, - muy bien, te lo presentaré -, Dalo, - espero que puedan hacer grandes cosas -, Elva, - seguro que lo haremos. Aunque - en voz baja - no llegara a terminar esta situación -.

Dalo y Elva entraron a la casa y dejaron todas sus cosas. Empezaron a reactivar la casa, la cual volvió a funcionar como antes. Dalo buscó apuntes de Martín, mas sin embargo, no los hallo. Dalo dijo - que mala suerte, si tuviéramos esos apuntes, de seguro nos ayudaría bastante -. Elva comenzó a rehabilitar las cámaras, de las cuales, algunas estaban dañadas. Por lo que, durante el día, se dedicaron a restaurar. Empezaron a recolectar nueva información. Descubrieron que, los Flormor, a pesar dormir durante el día, ya que la luz los pone locos, no les dañaba si estaban durmiendo. Aún no encontraban como lograr hacer que volvieran a la normalidad.

Elva comenzó a revisar los sistemas de la casa. Al encontrar varias fallas, le dijo a Dalo - antes de empezar nuestra lucha, debemos de arreglar lo que está dañado. De lo contrario, no podremos contra ellos -, Dalo, - muy bien. Dime que es lo que necesitas y lo buscaré -. Él va hizo una lista de todo lo que necesitaban para reparar o reemplazar lo dañado. Dalo fue en busca de algún vehículo para desplazarse en la ciudad.

Al día siguiente Dalo comenzó con la búsqueda de las piezas, mientras Elva se dedicaba a arreglar y reparar la casa. Esto les llevó una semana, por lo que, haciendo falta las últimas piezas, tuvieron buscar por todos lados. Buscaron pero fue imposible encontrar las piezas. Dalo le dijo a Elva - ahora ¿qué haremos? -, Elva, - no te preocupes por eso, sino haya piezas, las crearemos -. Haciendo esto, lograron terminar las reparaciones de la casa, la cual se miraba incluso mejor que cuando llegó Dalo la primera vez. Empezaron a revisar si ya todo estaba en completo funcionamiento, para empezar a luchar contra las flores moradas. Al ver todo estaba funcionando, Elva le dijo a Dalo - buen trabajo. Hoy haremos una fiesta para celebrar lo duro que nos hemos esforzado -, Dalo, - pero, todavía tenemos que buscar más información sobre los Flormor -, Elva, - no te preocupes, eso empezaremos mañana. Recuerda "es bueno trabajar duro. Pero si no tomas un pequeño respiro, nunca podrás terminar bien las cosas". De esta manera te vas a relajar, mañana empezamos a buscar toda la información que necesitamos -, Dalo, - está bien -.

A la mañana siguiente, comenzaron con la casería de Flormor. Ahora sólo tenían que esperar a que anocheciera, para poder buscar respuestas. Elva se quedó adentro, para vigilar y dar apoyo a Dalo, si fuera necesario. La misión era simple, Dalo se esconderá en el centro comercial y apuntaría todo lo que hicieran los Flormor. De esta manera, podrían entender un poco de su forma de actuar. Por otro lado, Elva trataría de crear armas y escudos, con la información que obtuvieran.

Al anochecer, todo comenzó. Dalo se encontraba escondido en el puesto de ropa y Elva había empezado a decirle a Dalo la ubicación de los Flormor. Cuando le dio la señal de que se acercaban al lugar donde se encontraba, Dalo empezó a observar. Se acercaron unos tres Flormor, quienes, a criterio de Dalo, parecían personas normales. Estos platicaban y caminaban sin hace mayor cosa. Dalo no podía creer que no hubiera ningún rasgo, aparte del que había encontrado, diferente.

Terminado la misión, Dalo regreso decepcionado. Al llegar, El caballero lo recibió con un poco de atol. Se sentaron y Elva dijo - felicidades, has terminado tu primera misión -, Dalo, - No sirvió de nada. ¡¿Por qué no hay nada diferente?!. Si no encontramos algo más, no podremos hacer nada -, Elva, - no te preocupes por eso, recuerda que es la primera misión. Es difícil encontrar los rasgos a la primera. En la próxima lo lograremos -, Dalo, - está bien -. Dalo se retiro a su cuarto, mientras Elva dejaba todo listo para el siguiente día. De esta manera, pasaban los días sin ningún resultado. Dalo ya estaba furioso, lo único que lo mantenía cuerdo era el apoyo de Elva.

Después de estar buscando bastante, Elva le dijo a Dalo, al ver su impaciencia - Dalo, tengo una idea -, Dalo, - dime cuál es -, Elva, - a partir de hoy, nos tomaremos un pequeño descanso -, Dalo, - ¡eh!. ¿En qué estás pensando? -, Elva, - nosotros iremos a buscar a más sobrevivientes. Puede que parezca que no hay más pero, después de haber estado revisando un poco, me he dado cuenta de que debe de haber unas personas por aquí. Puedes decir lo que quieras pero sé muy bien de lo que hablo -, Dalo, - está bien. Me gustaría encontrarme con más personas y, si dices que debe de haber sobrevivientes aquí, los vamos a encontrar -.

Así comenzaron las búsquedas. Dalo no creía hubiera más personas pero, como Elva tenía la esperanza de encontrarlas, no la dejaría sola. Buscaban de casa en casa, incluso en lugares que eran un poco dificil de acceder. Durante los primeros tres días, no habían encontrado nada. Dalo, quien ya se estaba cansando de buscar, quería decirle a Elva que lo dejaran ya. Pero, al ver la ilusión que tenía en su mirada, no tuvo el valor de decírselo. Ya estando al medio día del cuarto día, encontraron a la primera persona.

Ella se encontraba resguardada en una tienda. Dalo se puso feliz, al ver de que se trataba de Esmeralda, y le dijo - hola Esmeralda. No creí que pudiera encontrarte aquí de nuevo -, Esmeralda, - yo también creí que no volvería a verte -. Dalo la llevo a la casa abandonada. Estaba tan feliz, que se le olvidó decirle a Elva de que había encontrado ya a alguien más.

Al llegar a la casa, entró a Esmeralda, quien decía - no puedo creer que este reconstruida -, Dalo, - Sí, todo esto es gracias a una super genio. Ella incluso reparó todos los daños que tenía -, Esmeralda, - de verdad. Me imagino que Florentina hizo un buen trabajo -, Dalo, - ella no lo hizo -, Esmeralda, - Entonces, debió haber sido... -, Dalo, - No es nadie de quien piensas -, Esmeralda, - si no es nadie de quien pienso. Entonces ¿de quién se tratara? -, Dalo, - ya te la presentaré -. Se dirigieron a la cocina, donde se encontraba Elva preparando la comida.

Al entrar, Dalo dijo - Elva he regresado con buenas noticias -, Elva, - que bueno. Siéntate y me cuentas cuáles son -, Dalo, - he encontrado a nuestro primer sobreviviente y es... - Elva voltea para ver de quién se trataba. Al ver a Esmeralda, dijo - hola, mucho gusto. Mi nombre es Elva -, Esmeralda, quien se encontraba un poco impactada, respondió - mu mucho gusto. Mi nombre es Esmeralda -, Elva, - siéntate. En un momento tendré lista la comida y podemos platicar -, Esmeralda, - gracias -.

Al empezar a comer, Dalo dijo - Elva, te quiero decir que tenias razón. Al haber encontrado a Esmeralda, significa, que debe de haber todavía más personas. Así que, mañana volveré a buscar. Cuento con tu ayuda y también la fe Esmeralda -, Elva, - cuenta conmigo -, Esmeralda, - también te ayudaré -. Después de la comida, Elva le mostró a Esmeralda donde su cuarto. Durante la noche, Elva dejó encendido todas las cámaras. Pues quería buscar un poco más unas piezas, que necesitaba para construir un vehículo para Dalo. Esmeralda entró, al ver a Elva sola. Se acercó y le dijo - ¿Qué haces? -, Elva se asustó y dijo - no me tomes de sorpresa. Bueno, verás, estoy vigilando los movimientos que hacen los Flormor -, Esmeralda, - ¿Porqué? -, Elva, - pues quiero hacer un vehículo para Dalo. De esta manera, podrá hacer una mejor movilización en la noche. Puesto, que debo hacerlo lo más rápido posible, para que no lo atrapen en caso de ser descubierto -, Esmeralda, - ¿puedo ayudarte con algo? -, Elva - si. Necesito que me busques unas piezas mañana. Esta es una lista - Esmeralda lo agarro.

Al día siguiente, Dalo emprendió nuevamente su búsqueda. Mientras tanto, Esmeralda comenzó a recolectar las piezas que Elva le había pedido. Estuvo buscando por todos lados. Tardo un poco en reunir cada pieza pero, cuando estaba buscando la última, se encontró con Romario, quien se encontraba muy lastimado. Lo llevó a la casa y, estando ahí, le atendieron sus heridas. Al parecer, se había quedado inconsciente. Lo único podía pensar era en que fue por una lucha contra los Flormor.

Dalo, al regresar, se sorprendió al ver a Romario, pero no fue su aparición lo que le sorprendió sino fueron las heridas tenía. Dalo preguntó - ¿Dónde lo encontraron? -, Esmerada, - lo encontré en las afueras de la ciudad. Pero ya estaba inconsciente y, desde que lo traje, no a despertado -, Dalo, - espero que despierte pronto -, Elva, - no te preocupes. Ya lo revisé, no presenta mayores heridas. Por lo que debe de despertar muy pronto. Hasta que despierte, debemos de tener algo de comida para darle, ya que se ve que no a comido bien -, Dalo, - muy bien, te lo agradezco, Elva -.

Romario despertó hasta la noche y, al despertar, empezó a temblar del miedo. Esmeralda y Dalo lo tranquilizaron. Al estar ya calmado, Dalo le preguntó - ¿Qué le pasó? -, Romario, - fue espantoso. Después de separarnos, me encontré en un lugar muy lejano. Comencé a caminar, para poder encontrar dónde refugiarme. Así estuve por un tiempo, hasta que me aburrí. Por lo que decidí ir a buscar los a todos. Pero, mientras los buscaba, me tope con Florentina y Pepe. Ellos me dijeron que podíamos continua con el plan, ya que sólo de esta manera nos podíamos salvar. Yo acepté y me llevaron a sus cuartel. Al entrar en el, pude notar estaba bien equipado. Entonces, me encontré con Walter, que intentaba también les estaba ayudando. Me dejaron descansar ese día pero, al siguiente día, comencé a participar en sus planes. Este era poder conseguir más información sobre los Flormor. Nos dieron unas armaduras y unas armas para defendernos. Todo comenzó bien, habíamos podido recaudar suficiente información sobre ellos. Sin embargo, todo comenzó a irse para abajo. Fuimos a otra misión con Walter pero, esa vez, nos pidieron que fuéramos por caminos separados. Esto era, según ellos, para cubrir mejor campo y conocer donde se encuentran mayormente concentrados los Flormor. Comenzamos a ir, cada quien por su ruta, por las pruebas de nuestra nuevas armas y armadura. Al finalizar, regrese al cuartel con buenas noticias, wa que había logrado vencer a dos Flormor a la vez, pero Walter no había regresado. Me preguntaba qué le había pasado por lo que ppregunté. Me enfureció, el escuchar, que Walter había fracasado la misión y fue atrapado por los Flormor. Me contuve un poco, creyendo que habían intentado ayudarlo, pero todo era mentira. Después de unos días, oí a Pepe decirle a Florentina que hubieran intentado ayudar a Walter, pero ella decía que no valía la pena. Según ella, sí no pudo regresar por su cuenta, no valía la pena lamentarse por ello. Para ella, nosotros sólo éramos mas que juguetes. No le importaba lo que nos pasara, sólo le importaba los resultados. Aunque, de lo que sí lamentaba, era el no tener a Veronica en su equipo. Pero, tenían pensado entrar la para terminar el trabajo. Yo me empecé a oponer de lo que ellos pensaban. Incluso, les reclamé el no haber ayudado a Walter. Si él se encontraba en desventaja y, di ellos no tendrían el tiempo para llegar, me hubieran avisado. Si me hubieran avisado, nada de esto tendría que haber terminado así. Pero, como no me dijeron nada y encima de todo me lo ocultaron, yo les dije que no iba a seguir con ellos. Pensé que reflexionarían pero fue en vano. Ellos no dudaron ni un momento y me echaron. Lo hicieron de la forma más cruel. Esperaron hasta que me durmiera y me sacaron afuera. Tuve suerte de no haber sido atacado por ningún Flormor. Pero, como no me había pasado nada, no le agrado a Florentina y me atacó. Apenas pude ileso de ese ataque. Con las heridas que tenía, intenté refugiarme. Así es como, en el camino, me desmayé. Hacía ya dos días que andaba sin comer ni curar mis heridas. Tuve suerte de estar vivo aún y, sobre todo, de que me hallan encontrado. Les agradezco de que me hallan curado, aunque, creo que mis heridas ya se habían infectado -, Esmeralda, - Tienes razón. Tus heridas ya infectadas. Si hubieras pasado otro poco más así, de seguro ni siquiera estarías aquí. Pero, todo fue trabajo de Elva. Ella te hizo un antibiótico y algunos medicamentos -.

Elva entra para avisar que ya está la comida. Romario, al verla, dice - gracias por haberme curado -, Elva, - no te preocupes por eso, además, no hubiese hecho nada si Esmeralda no te hubiera traído -. Romario agradeció a Esmeralda y fueron a comer. Romario sentía como recuperaba fuerzas, después de haber comido. Se fueron todos a dormir pero, Dalo y Elva, hablaron antes de ir a dormir. Dalo le decía - no puedo creer lo que Florentina piense de esa manera. Pero, más me siento mal, por no haber escuchado cuando me dijeron que ella no era de fiar -, Elva, - piensa mejor de esta manera. Si, hubieras hecho caso, no nos habíamos encontrado. También, puede ser que no estarían aquí -, Dalo, - pero eso no le da la razón para utilizar a los demás así -, Elva, - te entiendo. Mas no debes de odiarla por eso. Mejor, piensa en ayudarla para que deje de ser así -, Dalo, - pero, es que... -, Elva, - prometiste que me protegerías -, Dalo, - si -, Elva, - dime ¿Cómo me vas a proteger sino confías en mí? -, Dalo, - pero, esto no tiene nada que ver... -, Elva, - tiene mucho que ver. Si, te digo que hay que salvarla, tienes que hacerlo; te digo que no debes de odiarlos, no lo harás ;te digo que debes tomar las cosas con calma, lo debes de hacer. Todo lo que diga, aunque esté mal, debes de confiar en mí estoy mal, me debes de ayudar a entenderlo para dejar de pensar en eso -, Dalo, - está bien. Si lo dices, cumpliré con mi promesa, pero debes de cumplir tu parte también -, Elva, - no te preocupes, claro que lo haré -. Dalo se río, diciendo - siempre dices "no te preocupes" -, Elva, - tienes razón - se rieron un poco 8se fueron a dormir.

A la mañana siguiente, continuaron con sus búsqueda. Mientras se seguían equipando, Romario apoyo la busque de más sobrevivientes, aunque ya no encontraron más. Al tener ya todo, comenzó la prueba. Para hacer eso, tuvieron que practicar luchando entre ellos. Una vez terminaron de dar los últimos ajustes, sólo debían esperar el anochecer.

Fueron a su primera misión, una vez entró la noche, buscando los lugares donde había menos probabilidades de encontrarse con muchos Flormor. Al estar en la zona designada, se prepararon 0ara la lucha. Aparecieron los primeros dos Flormor, quienes los atacaron una vez los habían visto. La lucha comenzó, no era nada fácil, ya que, a pesar de las heridas que les causaban, ellos se regresaban rápidamente. Dalo y Romario, cada vez se veían en mayor desventaja. Ellos, al no ver ninguna escapatoria, fueron salvados por Esmeralda. Esmeralda llegó en el vehículo que había hecho Elva. Les tiro unas bombas de humo y se los llevó.

Al está de vuelta, Elva les dijo - ¿Cómo pueden llamar eso trabajo en equipo?. Ninguno de los dos, intento dar apoyo al otro. Todo parecía, como si cada quien estuviera sólo. Si no tratan de llevarse mejor, no lograrán vencer a los Flormor. Recuerden, nuestra misión no es exterminarlos sino alejarlos, ya que así podremos hacernos cargo de las flores moradas sin ningún peligro -. Dalo y Romario se fueron a dormir.

Después de eso, Dalo y Romario, estuvieron practicando desde muy temprano. No se querían rendir muy fácilmente, pues querían salvar a los demás. Durante el día, se dedicaban a buscar más información sobre las flores moradas y, en la noche, vigilaban la manera en que actuaban los Flormor. No se sentían bien estando sin hacer nada. Ellos empezaron a mejorar y, para la siguiente vez, lucharon mejor. Lograron ahuyentar a los Flormor. Cansados pero con una gran felicidad de haber vencido a los primer Flormor.

Al regresar, celebraron su primer triunfo. Ahora tenían la esperanza de avanzar. Pero, como todo esto no iba a durar por mucho tiempo. En su cuarta misión, se encontraron con Pepe y Florentina. No sabían como reaccionar, al ver la manera en que hacían alejar a los Flormor. El simple hecho de verlos usar a otras personas, que habían encontrado, no les parecía la manera adecuada. Dalo se acercó a Pepe y le dijo - ¿por qué no ayudas a tus aliados? -, Pepe, - no es necesario. Ellos no son tan débiles como lo eres. Pero, puedo ver que aún sigues vivo. Esto es toda una hazaña, para alguien como lo eres -, Dalo, - quiero hablar con Florentina -, Pepe, - creo que no te dejaré -, Dalo, - No me importa lo que pienses. Debo de hablar con ella, - Pepe, - si quieres verla, tendrás que pasarme de primero -, Dalo, - muy bien, lo haré -.

Dalo comenzó a pelear contra Pepe. Las espadas chocaban entre ellas. Romario estaba a punto de intervenir, cuando Dalo le dijo - por favor, no intervengas. Esta es una pelea entre Pepe y yo -. Romario se hizo a un lado, pero no estaba de acuerdo con lo que decía Dalo. Romario tenía un mal presentimiento sobre la lucha. Dalo continuaba peleando, creía que iba a vencer a Pepe. Pero, cuando le iba a dar el último ataque, Pepe le disparo con una pistola de energía. Dalo salió volando, se estrelló con una casa. Ya no pudo levantarse, a pesar de su ansias de hacerlo. Pepe se le acercó y dijo - eso te pasa por pensar que eres mejor que yo - se río.

Pepe le iba a dar otro golpe, pero fue detenido por Florentina, quien le decía - alto. Déjame hablar con él -. Pepe se hizo a un lado, mientras Florentina se acercaba a Dalo. Al estar frente a él le dijo - valla que has podido sobrevivir. Mira, te tengo una propuesta. Vuelve a ayudarme con mis misiones -, Dalo, - No lo haré -, Florentina, - acaso ya olvidaste lo que obtendrías, si lo logras -, Dalo, - ya no necesito de eso. Ya deja de utilizar a los demás, ven a luchar con nosotros -, Florentina, - ¿Qué podría hacer con unos debiluchos como ustedes? -, Dalo, - No somos débiles. Si nos apoyamos, seremos los más fuerte. No debemos de abandonarnos, de lo contrario, terminaremos perdiendo todo -, Florentina se río. Miró a Pepe y le quito su espada. Volvió con Dalo y le hirió. Romario, al ver esto, corrió a protegerlo. Florentina no se lo pudo fácil, puede le disparo.

Romario y Dalo quedaron en el suelo. Ya no podían continuar, pero eso no le importó a Florentina, quien les siguió disparando. Ver que estaban totalmente heridos y sin fuerzas, les dijo - no seguirán sufriendo -, levanto la espada y, cuando estaban a punto de matarlos, fueron salvados por Esmeralda. Esmeralda se enfrento a Florentina, pero no era suficiente. Esmeralda no podía mantenerse. Florentina se reía, mientras le decía - esto es lo mejor qué puedes hacer. Vas a morir con ellos -, le hirió en el hombro. Esmeralda se hizo para atrás, miró a Dalo y Romario, mientras pensaba, - no puedo darme por vencida aún. Si lo hago, de seguro ellos morirán pero, sino lo hago, también podría morir. Elva, por favor, apúrate -.

Elva llegó justo a tiempo, cuando estaban por darle otro golpe a Esmeralda. Detuvo a Florentina y le dijo - no dejaré que sigas así. No te permitiré que lastimes a mi escuadrón -, Florentina, al verla, no sabía cómo responder le. Retrocedió un poco y, volviendo a estar serena, dijo - Ah. Conque tu escuadrón. Nunca creí volverte a ver pero, como siempre, no creo que me puedas derrotar - , Elva, - eso esta por verse -. Elva no se reservó y atacó con todo. Florentina, al verse en desventaja, sacó la pistola y le disparo. Al darle, dijo - haber que tal fue eso -, para su sorpresa, no le había hecho ningún daño. Elva se río y le dijo, sacudiendo un poco el polvo - Buena estrategia, como siempre lo haces. Pero, esta vez, no te dejaré ganar tan fácilmente - sacó una bola y la arrojo.

Al caer la bola, empezó a electrocardiograma a todos. Después de eso, les atacó con una espada. Esta destruyó el equipo de Florentina y sus armas, sin hacerles daño. Florentina no entendía cómo pudo hacer eso, lo más difícil de creer, era no les hizo ningún daño. Elva se paró y les dijo - es mejor que se vallan y nos dejen en paz. Pues, por lo que noto, ya no puedes continuar -. Florentina, enojada, dio la retirada y se fueron. Elva los levantó y se los llevó a la casa.

Durante la mañana, Dalo fue con Elva y le dijo - gracias por lo de ayer -, Elva, - no te preocupes. Después de todo, somos un equipo. Por eso, debemos de ayudarnos -, Dalo, - Tienes razón. Continuemos luchando juntos -. Elva miro sus heridas y preguntó - cómo están tus heridas -, Dalo, - están bien, gracias a ti -, Elva, - si te duele mucho, me avisas y los veré -, Dalo, - ya fue suficiente con lo que has hecho -. Entraron Romario y Esmeralda, por lo que ya no siguieron hablando.

Dalo y Romario, después de recuperarse por completo, continuaron entrenando. Todo el equipo se seguía fortaleciendo. Aunque aún no entraban la cura o cómo destruir las flores, no se daban por rendido, soñando con poder encontrar la cura algún día y, así, termina con todo. Lo que les impedía continuar, no era sólo los Flormor sino también Florentina y Pepe. Mientras se entraran con ellos, esto no sería fácil.

Pero, Dalo, Elva, Romario y Esmeralda, no dejarían de luchar por eso. Hasta encontrar la cura, seguirían buscando más sobrevivientes y alejando a los Flormor, para evitar estar en peligro. Dalo sentía, que a pesar de todo, mientras pueda contar con sus amigos, podrá avanzar y disfrutar la vida, aunque llegara a ser su último día. Esto lo tenía en mente, aunque llegue a ser su última día, no se arrepintiera por nada, ya que hizo todo lo posible por los demás y, sobre todo, por proteger a sus amigos.

Elva fue a la habitación de Dalo y, al entrar, le dijo - ¿Cómo te sientes? -, Dalo, - bien, gracias a todos ustedes -, Elva, - que bueno -, Dalo, - dime, no te sientes sola sin tu familia -, Elva, - no, después de todo, estoy con todo el escuadrón -, Dalo, - tienes razón. Pero, quisiera que todo fuera un sueño -, Elva, - aún no es tiempo de deprimirte. Recuerda, esto sólo es el comienzo -, Dalo, - Tienes razón - se levantó y salieron de la casa. Se dirigieron al parque, para relajarse un poco. Se acostaron en el césped, mientras miraban las nubes, Dalo pensaba - Tienes razón. Esto sólo es el comienzo. ¡Luchemos juntos!, - en voz alta - ¡Hasta el final! -, Elva, - Sí, luchemos hasta el final -.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022