Hola, soy Huma, pero llámenme señorita Jagtiani y arrodíllense, no me agradan las presentaciones y prefiero respeto hacia mí por todos, suelo llevarme mejor con desconocidos y odio entablar conversación que no sea importante, discúlpenme por ser así, pero es lo que hay, ¿O lo toman o lo dejan?, yo prefiero que lo tomen, aunque parezca aburrida, me gusta disfrutar de fiestas y buen sexo, nadie tiene porque saberlo así que nada de llamar a la prensa o hare que mi padre venga por ustedes.
Por cierto, ya les había dicho que suelo ser estúpida, descuidada y a veces, solo a veces, ¿Humana? esta vez lo jodí más que otras veces, ¿Me arrepiento? sí, pero fue bueno mientras duro. (cliché).
Ahora la pregunta sería, ¿Quién es el siguiente?
Despacho de Huma Jagtiani, 15:00 pm.
Hoy recibí a Eros Grayken, un ¨magnate¨ qué quiere ser socio de mis hoteles, por supuesto mandé a que lo investigaran, me entregaron una carpeta con toda su información.
24 años.
Soltero.
Padres fundadores de GLAM HOTELS en Dublín.
Hermana universitaria.
Heredero de la fortuna Grayken.
¿Saben, que significa?, así es CARNADA.
Me encantan los juegos y quiero proponerle uno, no sé si aceptara, pero necesito comprobar que mi ¨socio¨ será de mi agrado.
¿Quieren saber si voy a aceptar?, pues claro, odio todo lo que tenga que ver con mis padres y si algún día me canso, podría venderles todas mis acciones de GRECIA HOTELS.
-Eros -lo tuteo, -. Dejemos de hablar de negocios y cuéntame si disfrutas tanto de tu vida aun estando en la posición en la que te encuentras -pregunto esperando a que entienda que me lo quiero follar.
-Huma -me tutea también y frunzo el ceño hasta ahora nadie me había tuteado, -. Si te refieres a que monto orgías o hago tríos, pues no, soy un humano, no una máquina-dice en un tono bastante divertido.
Vaya, fue..., directo. Se conoce mi historial, aunque no esperaba menos, estuve hasta en los faxes por esos jodidos periodistas.
-No te conozco, te me haces demasiado atractivo y tu nombre de Dios Griego te hace atribución, no es un halago, cuida tu ego, así que hoy 8:00 pm en este hotel último piso, no te diré las razones por las cuales te cito solo se puntual la paciencia no es mi fuerte y mañana terminamos de hablar sobre negocios a la misma hora, ahora sal de aquí que tengo cosas que hacer -aparto mi vista de él para centrarme en unos papeles sobre la mesa.
-¿Quieres jugar Jagtiani? -espera mi respuesta, pero no llega, me mantengo seria -. sabes, yo también sé jugar, no te equivoques griega -susurra, pero lo ignoro.
Después de una hora salgo a buscar algunos juguetes, no uso lo mismo con todas mis víctimas. Para cuando llego a mi apartamento son las 6:00 pm así que, busco algo de comer, tomo una ducha y preparo todo.
Mi reloj marca las 8:30 pm, no fue puntual así que eso me da otra razón para amordazarlo.
Dan dos golpes en la puerta y abro, sus ojos quedan en todo mi cuerpo menos en mis ojos, sí, estoy desnuda, confío demasiado en mi físico, literal fui esculpida por los dioses.
-Llegas tarde -protesto y me dirijo a la cocina por vino, sirvo dos copas y le ofrezco una.
-Tampoco es que obedezca demasiado, ni a mis padres les hago caso griega, así que ni lo pienses -dice sentado en mi sillón.
Voy hasta Eros con la soga y me siento a ahorcadas de él, voy a enseñarle quien manda.
-Harás todo lo que yo te diga o te irás con tu maldita erección -empiezo a frotarme sobre el sin dejar de mirarlo.
Fue demasiado rápido, pero eso solo hace que mi ego aumente.
EROS
-Eres... No sé con qué palabras describirte, pero hay muchas más igual a ti -digo mirándola fijamente y creo que lastime su ego. -. Pero tranquila te daré el poder que quieres -pongo mis manos por delante y dejo que las amarre, no sabe que tengo un entrenamiento de parte de la milicia. Quería pertenecer, pero la herencia familiar resultó ser más importante.
Cuando nos dirigimos a su habitación veo distintos juguetes sexuales y aunque la mujer tenga el porte de ser mala no la creí así en todos los sentidos, me desato las cuerdas la tomo del cuello y me encamino con ella hasta la cama la dejo boca bajo y le amarro las manos yo esta vez.
Le doy la vuelta y me mira sorprendida
-Tranquila pequeña ama, pero creo que estás acostumbrada a tener el control, no me espere menos de ti, pero hoy no griega -. susurro cerca de su oído, cosa que le provoca un escalofrío.
La dejo tendida en la cama coloco sus manos sobre su cabeza y empiezo a desvestirme.
-No te conozco, te me haces muy atractiva y tu nombre de Diosa Griega te hace atribución, no es un halago, cuida tu ego -cito sus mismas palabras -. Hoy te daré tan duro que se te olvidara quién es Huma Jagtiani -la giro, me posicionó en su entrada rozando y tentando, está mojada me imagino que mis palabras le causaron cierta inquietud, me mantengo rozando mi erección sobre ella, cada vez se moja más, mi polla desliza el típico líquido pre seminal y ahí donde la penetro.
No le doy tiempo de que se acostumbre al tamaño, tengo uno muy bueno y arremeto con fuerza contra ella, se siente jodidamente excitante y exquisito estar dentro de esta mujer.
Joder...
Gruño sintiendo que voy a llegar, pero ahora le doy más lento, quiero que me ruegue.
-¿Por qué coño te detienes? No te deten... ¡¡¡Ah!!! -comienzo otra vez con el ritmo que tenía hace un rato y siento que también alcanzara la cima cuando se aprieta contra mi pene, su pelvis busca por más, gruñe, gime y llega, yo también llego y me derramo dentro de ella.
Salgo de ella y me quedo mirándola ella también me mira, la agarro de la cadera y la giro otra vez -Segundo round diosa griega -digo y la penetro desde atrás con el mismo ritmo duro y sin contemplación se nota que le gusta lo rudo por eso lo hago, juntos alcanzamos el segundo orgasmo.
La vuelvo a girar y esta vez son mis dedos los que harán magia para ella, comienzo magreando sus pechos, son redondos muy redondos y firmes, los lamo, muerdo y chupo, siento como se estremece bajo mi tacto, ahora llevo mi boca a su humedad y lamo todos sus jugos la miro y trago, con mi lengua le doy lengüetazos hasta que ella termina pidiendo más y llega nuevamente -Te dije que te iba a dar duro ¿Verdad? -le pregunto y ella asiente, se ve tan vulnerable y tan diosa en esa posición -. Pues cumpliré mi palabra -le quito la soga, pongo sus dos piernas alrededor de mi cuello y procedo a enterrarme todo en ella.
No le cederé el poder tan fácil, está acostumbrada a tener todo lo que quiere usando sus adjetivos, pero vamos, yo también soy un Dios Griego y si Zeus no fue sumiso yo menos.
Cuando termina la sesión me acuesto a su lado, ella tiene los ojos cerrados y su respiración está calmada, se ve tan sensible y frágil, me levanto y me encamino a colocarme mi ropa para regresar a mi departamento, le deje una nota diciendo que me tenía que ir, ya mañana hablaremos.
¨Sin duda fue el mejor sexo que he tenido hasta ahora¨