Capítulo 9 7. Cumpleaños de Eros

-Cierra los ojos -le pido sosteniendo su mano cuando llegamos al salón de mi departamento.

-¿Tanto misterio para que Huma? -se le escapa una risa nerviosa.

-Ya lo verás -digo emocionada.

Lo tomo de la mano y lo guio hasta mi habitación supervisando que no esté viendo.

Llegamos a mi habitación y lo dejo en la entrada para acomodar los últimos detalles.

-Ahora sí, puedes abrir los ojos -digo parada al pie de mi cama.

Abre los ojos despacio y se fija primero en el suelo, hay un camino de rosas. Segundo, en la pared, hay globos que dicen Happy Birthday. Tercero, en la cama, Chloe ayer me informó que estuvo en la milicia unos años así que le regale un uniforme negro de camuflaje, una navaja con su nombre grabado y lo más importante son dos invitaciones para la inauguración de mi hotel en Grecia.

Camina hacia mi sin dañar las rosas y se queda mirando todo, gira sobre su eje y me mira, yo espero expectante su reacción.

-¿Hiciste esto sola? -pregunta y ojalá, pero estas cosas no me salen.

-Tuve un poco de ayuda -le sonrió.

-Ya sé que tu cumpleaños es en unos días, pero el regalo principal son las invitaciones y quería dártelas antes porque es el mismo día de tu cumpleaños y no quería que hicieras... -antes de que termine con mi discurso me agarra de la cintura y me abraza elevándome y dando un giro.

-Muchas gracias -susurra en mi oído y me besa.

Es uno suave de esos que se siente de todo y te electrifica hasta el alma, pero lo remplazo por uno con urgencia que nos deja jadeando y soy yo la que rompe el beso porque fue suficiente por hoy solo quiero descansar y relajarme.

-¿Te gusto? -preguntó curiosa porque no ha dicho nada.

-Me encanto, aunque más me encanto que lo hayas hecho tu -me regala una sonrisa y procede a quitarse la camisa.

Si, Eros duerme conmigo de vez en cuando, veo que agarra su móvil y le marca a su mamá indicándole que se quedará conmigo que ellos pueden ir a su casa. Yo me quito el vestido y me meto a la ducha.

Veo que Eros se aproxima desnudo hacia la ducha y entra conmigo, me da un beso corto para luego agarrar el shampoo y ponerlo en mi cabello, me relaja mucho. Luego agarra el jabón, lo pasea por todo mi cuerpo y el mismo lo quita, yo repito la acción con el hasta que quedamos abrazados bajo la ducha unos minutos. Me permito disfrutar esta sensación de paz por unos minutos hasta que habla.

-¿Porque lo hiciste?, digo muchas veces no te entiendo, eres fría. Este no parece tu estilo -dice casi susurrando.

-No lo sé, tú sacas lo mejor de mí, pero no me permito sentir por cosas del pasado que me han dejado una huella muy grande en mi vida, aún no eh perdonado cosas, ni yo misma me eh perdonado, pero contigo me siento liberada y en paz. No sé porque, no sé con qué fin, pero muchas veces quiero estar lo más cerca posible de ti -termino por sincerarme porque de nada vale guárdame cosas que al final me terminen superando.

-Entonces no te alejes, no tenemos que ponerle etiqueta a esto, pero siente conmigo -Me mira a los ojos y me desarma.

-Soy toda tuya -termino por decir.

Salimos de la ducha, me pongo mi pijama y el la suya. Cepillamos nuestros dientes, quitamos todo de la cama y procedemos a acostarnos.

-¿Porque no te permites sentir con nadie? -pregunta y me quedo en silencio pensando si le cuento o no, al final decido contarle, por si algún día hago algo que lo aleja me perdone, porque no se merece a alguien como yo.

-Todo empezó en época navideña de 2016, mis padres fallecieron y yo entré en un estado de shock, cada quien reacción de manera diferente a los problemas, pues yo no reaccioné tan bien que digamos. Tenía una familia muy feliz, me protegía de lo que el mundo era realmente, era una chica común sin responsabilidad ni ataduras. Hasta que ellos murieron, pase 15 días inyectándome heroína 3 dosis por día sin comer. Mis tíos me encontraron tarde, después de salir del hospital estuve 2 años en rehabilitación, yendo con psicólogos siguiendo una dieta estricta y tratando de sobrellevar todo. Logré superar todo, pero el sentimiento de dolor se convirtió en odio y los culpé, aún los culpo porque me dejaron y no lucharon por su pequeña que los esperaba, aunque ya tenía 17 seguía siendo su pequeña, me dejaron con un mundo tan cruel a mis pies -terminó recordando todo lo que viví. -Por eso no permito que las personas entren a mi vida, porque todos se van ya sea por la muerte o por alguna circunstancia. No quiero volver a vivir eso, sabes, es tan duro y tan doloroso sentirse solo -me arrepiento, pero no me retracto.

-Duerme, estaré aquí cuando despiertes y no tengo intenciones de irme de tu lado -dice Eros besando mi cabeza.

-Gracias -. susurro.

-¿Por qué? -pregunta.

-Por no alejarte a pesar de todo lo que hice o dije al comienzo -beso su mejilla y colocó mi cabeza en su pecho. A respuesta recibo otro beso en mi cabeza y de inmediato quedo dormida.

-Mamá, papá, los amo -y así con una sonrisa se fueron.

Me levanto de golpe volviendo a la realidad y quiero pensar que fue el final de las pesadillas que estuve viviendo por años. Si, los amo, eso era lo que quise decirles en su tumba y no pude, ahora si lo hice. Aunque no los eh perdonado.

Veo a Eros dormido aún con el cabello despeinado con su cabeza en dirección a mí, sonrió y voy al baño, hago mis necesidades y cepillo mis dientes.

Me quedo un momento observando mi reflejo y me veo diferente, como nueva y sonriente. Siento que me abrazan desde atrás y es Eros que también se encuentra sonriendo.

-Buen día griega -. susurra a mi oído, dejo un beso en su mejilla.

-Buen día, pediré desayuno, ¿Quieres? -preguntó mirándolo por el espejo.

-Muero de hambre -responde mirándome y sé que sus palabras tuvieron doble intención.

-Vale, ya vuelvo -digo y me separo.

-"Hola, buenos días Carolina, si, el desayuno de hoy, con todo si, pero para dos personas, gracias" -cuelgo y veo a Eros mirándome desde la cocina, voy hasta él y me alza dejándome encima de la encimera.

-¿A qué se debe tu buen humor? -pregunta besando mi cuello.

-A nada en especial solo tengo mis días -contesto en un jadeo.

-Sabes, si seguimos así, tendré mi desayuno antes de que lo traigan -jadeo otra vez cuando alza mi camisa y chupa uno de mis pezones.

-Prefiero este, ¿Tú no? -. susurra.

-Sabes que sí, pero enserio tengo hambre -lo aparto riendo.

Tocan el timbre y sé que es el servicio al cuarto, dejo que abra Eros y cuando regreso él ya está comiendo.

-Oye, no te comas todo -protesto al ver que no queda mucho.

-Tu no quisiste mi desayuno, ahora yo te quito el tuyo -me mira y ríe.

Primer día y vamos bien, espero que al pasar de los días todo siga igual y nada cambié, estoy tratando de ser un poco más abierta y aceptando esto. Es mi novio, pero no queremos etiquetas, bueno, yo no quiero etiquetas y así está mejor.

Por si se va. no dolerá tanto. Espero no joderlo todo y que él tampoco lo haga, soy cero paciente.

Terminamos de desayunar, nos duchamos, hacemos un rapidín y vamos a la oficina a arreglar mi agenda para la semana que estaré fuera con Eros en su cumpleaños. Me emociona porque me hacían falta vacaciones y quiero enseñarle muchos lugares a Eros. Aparte de que follaremos mucho y en la ciudad donde nacieron nuestros nombres así que será un buen viaje y una buena compañía.

            
            

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