-Huma, ¿dónde están tus padres? -suelta la pregunta tan inocente que me toma desprevenida.
Cambio mi rostro completamente en modo serio porque es un tema del cual no me gusta hablar, pero pues no sé porque diré esto, no suelo decirles la verdad a nadie que no sea cercano -Están muertos -contesto provocando que el escupa él vino y se le forme una pequeña tos.
-Mierda, lo siento Huma, no fue..., Es decir, no quise... -alzó mi mano indicándole que se detenga, no me gusta la lastima de las personas, aunque no conozco a muchas y tampoco me importa dar información de mi vida privada.
-No quiero tu lastima, ya fue bastante con la de mis tíos gracias -no hacen más que recordármelo cada que voy a sus estúpidas cenas y luego ponen cara de lastima, no los odio porque han sido ellos los que han ayudado en la empresa y a mí a crecer como persona, pero no los soporto, aparte de que carezco de paciencia deduzcan lo demás.
-No te la iba dar tampoco, no te la mereces griega -sonríe con malicia y puedo imaginarme que está pensando -¿Sabes que si te mereces? -pregunta cerca de mi oído y mi séptimo sentido situado en una parte no tan visible empieza a hacer acto de presencia.
-A ver, ¿qué me merezco? -pregunto hablando bajo solo para los dos.
-Mi pene dentro de ti -. susurra aún más cerca de mi oído.
Mi séptimo sentido no se hace esperar, meto mis manos debajo de mi vestido, me levanto un poco sacando mi lencería roja, Cuando llega al suelo la envuelvo y se la entrego, hoy no tendrá el control de eso me aseguró yo. Lo tomo del cuello y lo acercó un poco para tener alcance a su odio, -Baños de caballeros, ve yo entraré en unos segundos -creo que lo embelese porque no protestó, se levantó y obedeció.
Me aseguro de que no haya nadie adentro ni afuera y me aproximo a disfrutar de mi víctima de ojos miel que hay dentro.
Veo sus pies en un cubículo al final y me aproximo con desespero, cuando entro trata de tomarme del cuello empujándome a una pared, pero como dije, hoy el control lo tengo yo, lo empujó y cae sentado en la tapa del retrete, le desato la corbata y le indicó que coloque sus manos por detrás, cuando las aseguro, me dispongo a dejar besos húmedos en su cuello y a abrir su camisa lentamente, tengo su erección debajo de mi vagina haciendo presión, pero quiero torturarlo se lo merece, paso mi lengua por su torso bien definido y sí que es un puto Dios Griego, detengo mi lengua en la V que se le marca y me apresuro a quitar la correa, la enrollo en mis manos y le doy un leve azote a su pecho, Eros suelta un jadeo y Dios si sigo así tendré un orgasmo antes de que su pene toque mi vagina, subo a su boca con desespero en un beso rudo y apasionado demostrando todo lo que tengo por hacerle y haciéndole saber que es mío, para follar claro.
Me bajo de él y de inmediato desabotono su pantalón lo bajó con su ropa interior le doy un par de lamidas a su pene, que por cierto no probaré aún, procedo a levantarme y a subirme a ahorcadas de Él, ya no aguanto el juego previo, me entierro por completo y joder se siente de maravillas creo que me encuentro en el Olimpo o mejor aún, en el puto inframundo al que pertenezco. Comienzo a moverme en círculos soltando pequeños gemidos y uno que otro gruñido y jadeo de Eros, empiezo a moverme de arriba abajo con fuerza, es más, pareciera que estoy cabalgando y joder creo que estoy cerca. Eros gime mi nombre un par de veces y siento cómo se va derramando de apoco dentro de mí, así que aumentó la cabalgata y logró llegar con lo que queda de él.
Descanso mi cabeza en su hombro y -Acabó de cumplir una de mis fantasías -sonrió y error, no debí decir eso, ¿Por qué dije eso? no lo sé, pero valió la pena.
-¿A si? -me dice desamarrando la corbata y así en esa posición me alza y me pone contra la pared -. Oh griega se te dará mejor tu raro fetiche -dice arremetiendo con todas sus fuerzas contra mí, en ese momento nos importa una mierda quien esté escuchando y quien no, estamos extasiados. Joder es definitivo, esto es el inframundo, el hombre se sabe mover y el tamaño, Dios, el tamaño es un magnífico tamaño. Siento aproximarse mi segundo orgasmo, Eros lo nota y toma un ritmo más rudo hasta que siento su líquido caliente dentro de mí, seguido del mío.
Sale de mi despacio y tengo que admitirlo -Joder sí que te sabes mover -alzó la mano en modo de que choque los 5, pero me choca a mí de espaldas contra la pared, es insaciable (ya lo había dicho él) y yo soy igual, de que me quejo.
-Vale, antes de que empiece el 3er round, sugiero otro lugar, aquí no por favor -propongo recuperando mis sentidos y mi prudencia (no es tanta, pero algo es algo).
-Veamos, ¿la griega, tiene otra fantasía por cumplir? -pregunta mirándome a los ojos.
-Claro que sí -digo imaginándome sobre el en el estacionamiento -. Sobre el capó de mi coche en el estacionamiento -le susurro acomodando mi cabello.
Salimos y nos importó una mierda los murmullos y las miradas, está empezando a gustarme su actitud.
Pago la cuenta y nos encaminamos a mi auto, Eros conduciendo y yo de copiloto, no retengo mis manos así que comienzo a tocarlo por encima del pantalón y la camisa, sé que le gusta porque se le escapa una risa ronca, para cuando llegamos a el estacionamiento de mi edificio ya estoy sobre Él restregándome, no sé cómo diablos no nos estrellamos.
-Entonces, griega mala, ¿3er round? -pregunta lamiendo mis pezones.
Respiro con dificultad, abro la puerta del conductor, lo agarro de la corbata para jalarlo conmigo y lo lanzo contra el capó.
-Esto será rudo, quiero que quedes sin energías, entiérrate tanto hasta que me escuches gritar y no te detengas -lo miro directo a los ojos para luego atrapar su labio inferior entre mis dientes.
-Ahora -mando y lo hago a un lado para sentarme sobre el capo.
Ríe para luego recorrer mis piernas dejando besos húmedos, llega entre medio de mis piernas y toma mi braga con delicadeza para bajarlas de manera lenta. La tela me hace cosquillas y empiezo a sentir la humedad y la presión.
Las cámaras apuntan hacia nosotros y eso lo hace aún más excitante, hay 1% de probabilidad de que nos estén viendo y otro 0.1% de que no, pero sigue siendo un jodido reto. Este es mi edificio y hago lo que me da la gana.
Eros mete su mano justo en el punto clave, jadeo en respuesta, se acerca a mi cuello y muerde, chupa, lame y besa como quiere. Sus labios tocan los míos y sabe a fresa, su lengua se adentra en mi boca en busca de la mía y cuando la encuentra se mueven al compás de una melodía.
Sus labios son suaves y carnosos, me gustaría quedarme pegada, pero somos humanos y necesitamos respira.
Eros se separa y aparta un poco la tela de mi falda en el lado de la V invertida, poco a poco va bajando hasta que sus calientes labios tocan mi humedad, esta vez gimo por el repentino y delicioso contacto.
Su lengua da lengüetazos por doquier y yo me sostengo de su cabello apaciguando las sensaciones, su lengua entra y sale del mundo de las maravillas y estoy tan excitada que lo quiero ya.
Levanto su cabeza, incorporándome hacia adelante un poco en un movimiento torpe para quitar la correa y abrir su pantalón, una vez liberada la ¨Bestia¨, (si tiene un buen tamaño), la dirijo hacia mi entrada para recibirlo como se merece.
Y ahí, en el estacionamiento, con vecinos y cámaras. Grite, gemí, y jadee como nunca.