Capítulo 4 Despedir a Charles Vans

Thomas Thousen había estado observando durante 5 minutos el inusual comportamiento de León; y es que León Heart era un hombre bastante cortes y educado con las personas, sobretodo con las mujeres, pero nunca dejaba que ellas se acercaran demasiado a él, evitaba bastante el contacto y aún mas la intromisión en sus vidas, pero ahora... ahora, León Heart estaba abrazando a una mujer, secando con delicadeza sus lágrimas de pie durante 5 minutos, esperando a que ella pudiera sentirse mejor... ella, ¡una mujer casada!.

"Esto es mi culpa, soy tan tonta... es mi culpa... quiero irme... quiero ir a casa... ella es mas hermosa... ella se ve feliz.... Charles ¿En qué te fallé? " – la mente de Cklear era un completo caos, no podía controlar su llanto, simplemente sentía una daga atravesando su corazón. -Lo siento...- se disculpó intentando parar el llanto.

León volvió a limpiar las lágrimas incesantes con su pañuelo -No te disculpes, no has hecho nada malo... en realidad, es mi culpa...-

Cklear levantó la cara –"Su culpa?"-

León le dio una sonrisa gentil -Yo, te obligué a venir aquí... perdóname...- el corazón estaba roto, una parte de sus años de terapia fue para poder superar los sentimientos tan fuertes por Cklear. Creía que después de todos estos años podría verla sin sentir algo.

Pero falló, ¡Claro que sentía!, Quería poder sacar ese dolor de ella y absorberlo para no verla llorar, quería despedazar a Charles Vans... pero también estaba consciente de que no debía interferir en su vida, que estuvieron separados mucho tiempo y que ella era una mujer casada... prohibida.

-..lo siento Cklear...- los ojos negros sinceros y la sonrisa gentil lograron detener las lágrimas de la mujer.

Thousen de aclaró la garganta para atraer su atención, León tomó la mano de Cklear y volvieron a la mesa.

-Lo siento... lo siento mucho- Cklear agachó la cabeza incapaz de levantarla frente al jefe de su esposo.

Thomas Thousen puso un poco de carne en el plato nuevo de Cklear -No te disculpes... las situaciones así pasan sin que uno lo quiera...esto iba a pasar en algún momento-

-¿En algún momento?, Espera... ¿Lo sabias?- Preguntó León molesto.

Thousen sonrió de lado, parecía que sus sospechas eran ciertas. ¿Qué tenía esta mujer casada que había atrapado al soltero más codiciado? ¿Qué la hacía especial como para que León rechazara a todas las mujeres, incluyendo a Laila Thousen, su hija?

-Tengo que saberlo... sabes que siempre buscó apoyar a mis empleados y sus familias, los rumores sobre ellos eran cada vez más frecuentes- admitió.

-Debiste deshacerte de él- la mirada de León fría y rencorosa se dirigió hacia una esquina. No quería desquitarse con su viejo amigo.

Cklear cubrió su cara con sus manos y de nuevo estalló en llanto -Lo siento... lo siento... perdónenme...-

León apretó los puños y cerró los ojos intentando calmar sus instintos - "Cklear, ¿Porqué no puedo controlarme cuando se trata de ti?, A pesar de todo este tiempo... no puedo ser indiferente a ti" - pensaba

- Charles Vans es un excelente Abogado, y hasta ahora no había confirmado nada, pero ahora puedo ayudar- Thomas sintió pena por Cklear, parecía una buena mujer

-Solo estas redimiendo tu omisión a su falta grave – recriminó León -¿De que sirve entonces la asociación? Debes ser congruente con todos, sin excepción-

Thomas asintió y continuó comiendo, mientras León sobaba la espalda de Cklear tratando de tranquilizarla.

Cklear estaba apenada. -Es mi culpa...- Murmuró -...yo, no debí salir...-

Ambos hombres la miraron con compasión y luego se miraron entre ellos unos segundos a modo de complicidad.

-No vuelvas a decir eso...- la regañó León. -... jamás te vuelvas a culpar por algo que quería hacer-

-Debí recapacitar sobre cuál es mi lugar... y éste no lo es- Cklear quito el pañuelo de las manos de León y ella misma se limpió las lágrimas restantes.

Thousen le puso especial atención al gesto de León cuando eso ocurrió y tal como esperaba, León hizo una mueca y apretó la mandíbula.

-Escuché Señorita Gu... si usted lo desea puedo despedir inmediatamente a Charles Vans... es una pena para mi, pero la lealtad a la familia es un valor primordial en mi – propuso.

-Yo... no quiero perjudicar su trabajo... estoy... cielos yo ... estoy confundida- El corazón de León se rompió al ver que los bellos ojos de Cklear volvieron a romper en llanto.

-Cklear, lo siento... es mi culpa... no debí traerte aquí- León se agacho para poder mirarla a los ojos. -Lo siento-

-Lo siento... sólo quiero ir a mi casa... quiero irme- Suplicó

-Cklear... espera, no puedes irte así...- habló con suavidad y ternura -... escucha, tengo una idea...-León puso un mechón de cabello detrás de su oreja.

Ella lo miró aun con los ojos acuosos -Lo siento León, arruiné todo... te irás de la ciudad con un mal recuerdo mío y el señor Thousen también-

-No digas eso... mira, mi amigo no se ve incómodo- León dejó que Cklear observara.

El señor Thousen estaba muy a gusto desayunando cuando notó las miradas sobre él. –Aún espero poder entrevistarte...- bromeó con seriedad.

-León sólo mencionó eso para cubrirme... lo siento-

-En realidad Cklear, ... ¿por qué no aceptas el trabajo?, es bueno, podrías desarrollarte en el ambiente por el que tanto te preparaste – alentó León.

Cklear se sorprendió, ¿Acaso estaba loco? Ella llevaba mucho tiempo fuera del mercado laboral, además... aceptar significaba que tenía que ver a Charles con esa mujer... -Soy sólo una ama de casa...- aquellas palabras en realidad eran para ella misma. Para recordar cuál era su lugar y evitar fantasear con trabajar.

-Una ama de casa con 3 carreras y menciones honoríficas...- intervino Thousen.

-Debes recordar a su padre, Jacobo Gu, el hombre logró poner en la cárcel a toda una fabrica de cosméticos piratas y llevo 7 casos en contra de "Thousen comercial company" ¿Adivina quién ayudó en los últimos dos?-

El corazón de Cklear pálpito emocionado, la forma en que León hablo de ello con sumo orgullo la hizo sentirse extraña. Sus mejillas se sonrojaron. León la miraba como si fuera una diosa.

-¿Entonces la señorita Gu, ayudó a su padre a ganar esos casos?, ¡Vaya!- río divertido Thousen -... el abogado Gu siempre se mantuvo inquebrantable, por más que lo invité a trabajar para nosotros se negaba, nos hizo perder mucho dinero con esos casos... pero también nos hizo crecer... se quedó muy cerca de lograr ser juez-

-Cklear fue su mayor satisfacción, la presumía en cualquier evento y no es para menos, ella logró que el "Hotel Venus" obtuviera la mejor inversión convirtiéndolo en el hotel icónico de la ciudad, a pesar de que el hotel es sumamente pequeño. Déjame contarte cuando Cklear recibió al gobernador en el hotel...- León estaba tan emocionado que sus ojos brillaban con cada logro que enumeraba de Cklear.

-"¿Él, recuerda todo eso?" – Basta León...- Cklear tomó la mano de León con un poco de vergüenza, haciendo que él volteara a verla -... El señor Thousen pensará que estás exagerado solo para hacerme quedar bien...- se quejó.

-Bueno, es mejor que lo crea... por qué eres maravillosa...- León afirmó con seguridad mientras sus ojos negros se clavaban en aquellos cafés.

Cklear se sonrojó, aquel extraño brillo en los ojos de León la hicieron dudar –"Soy... maravillosa?"- se quedó aturdida por aquella repentina declaración.

-Bien, señorita Gu... el puesto es de usted... ¿Puede comenzar mañana?...- preguntó Thomas dejando los cubiertos aun lado -... Estamos trabajando en un caso muy especial, el caso Richard Rivense, supongo que ha escuchado de eso...-

-Yo... no, lo siento... no estoy en ... mi mejor momento. Me gustaría ir a casa...- Murmuró de nuevo, con la confianza esfumada.

León suspiró amargamente, "¿Por qué haces esto mas difícil? Solo di que sí..." pensó.

-Esta bien...- Thousen sabía que tenía que darle tiempo a Cklear si querían ayudarla -...León te llevará, pero piensa en nuestra propuesta, desde dónde yo lo veo podrías hacer la prueba de trabajar un mes, o llamarme mañana para despedir a tu esposo... es tu decisión, pero debes saber esto... una persona importante para León es una persona importante para mí-

Cklear pudo sentir el gran peso y confianza en aquellas palabras. No estaban bromeando, le estaban ofreciendo algo más que un empleo. Pero el esfuerzo y trabajo de Charles durante estos años también estaba en riesgo, realmente se había esforzado tanto por llegar tan lejos, no podía actuar de esa manera tan desenfrenada y vengativa

-Gracias, pero prefiero tomar un taxi... en cuánto al empleo, lo siento, no lo tomaré... creo, que tengo que escuchar la versión de mi esposo-

La palabra "mi esposo" en los labios de Cklear provocaban una cruel reacción en León, que audazmente lograba ocultar.

-Dejaré que lo pienses... - insistió Thousen con una reconfortante sonrisa.

León acompaño a Cklear a la salida, como si se tratará de un guardián, espero hasta que parara un taxi, pagó por adelantado el servicio y le abrió la puerta.

--Adiós León... -Se detuvo antes de subir con una expresión triste -...lamento todo el drama, fue lindo verte...- algunas lágrimas querían salir de nuevo -...gracias por todo, no olvides llegar tan alto que nadie pueda alcanzarte...-

León sonrió con dificultad -Descuida, estoy tan alto que sólo me falta una cosa...- "Tu"- añadió en sus pensamientos. Cklear subió al taxi. León no se movió hasta que el taxi se perdió de vista

-¿Qué piensas?- preguntó Thomas Thousen cuando estaban en el elevador privado, rumbo a la sala de juntas.

-Es solo que, me agradó verla... me gustaría más sacarla de esa horrible situación... pero entiendo que no puedo hacer nada más y aunque me siento frustrado, tengo que continuar...- aceptó con serenidad, aunque en su reflejo del elevador podían verse sus ojos melancólicos

-A decir verdad, la cabeza de Charles Vans esta pendiendo de un hilo con el caso de Richard Rivense... de perder éste caso nuestras acciones se verían sumamente afectadas – admito Thousen.

-Lo sé, pero créeme, fue una extraña coincidencia que los tres estuviéramos tan conectados...-

--Sé que no tengo que decírtelo pero necesito tu cabeza fría antes de entrar a la junta-

-Descuida doble T, ¿Cuándo he puesto mis emociones por encima del trabajo?, Pero no esperes que facilite su trabajo- la puerta del elevador se abrió y el personal ya esperaba a los dos hombres.

Unos cuantos asistentes caminaron junto a ellos, los empleados murmuraban sobre la elegancia y la belleza del acompañante del señor Thousen. Éste último sonrió con sarcasmo.

León era tan diferente ahora que si alguien lo hubiera visto en el restaurante también creería que se trataba de dos personas diferentes. Claramente esa mujer Cklear debía ser muy importante para él.