Capítulo 5 Conoce tu lugar...

La amplia sala de juntas quedó en silencio cuando Thomas Thousen y León Heart entraron. Tomaron posesión de sus sillas principales y comenzaron a exponer la situación del caso Richard Rivense.

Charles Vans, tenía dos asistentes apoyándole: Estela Amber y Mariam Ruiz. Ambas bastante capaces, apoyaban fielmente las decisiones de su jefe.

Otras tres mujeres en la mesa eran las encargadas temporales del departamento de relaciones externas y publicidad, la cuál debido al caso, se estaban viendo afectadas.

-...León, ¿Qué opinas?...- preguntó Thousen, esperando que León no estuviera afectado por la situación antes.

Charles lo miró con un poco de despreció. León mantenía la mirada en los reportes sobre la mesa, hizo una mueca y negó con la cabeza

-Estamos muy cortos de tiempo, Richard Rivense ha puesto algunas propiedades en venta para apostar todo a su inocencia... y ha culpado directamente a la empresa, lo que ha bajado nuestras acciones, tenemos que luchar contra un posible boicot a nuestros productos...-

-Después de la audiencia en 3 días, esto estará solucionado, el juez Gram le dará una sentencia larga además del pago por daños a la empresa, quizás por eso esta vendiendo sus propiedades...- interrumpió Charles con seguridad. Su mirada hostil hizo enojar a León. -...quizás usted tiene dudas por que no conoce de leyes-

Un silencio abrumador se apoderó de la sala, el aura de León se volvió obscura tanto incluso que Thomas se abstuvo de intervenir.

-Abogado Vans, Estoy aquí para analizar el panorama general de un caso que su departamento dejo crecer en el último mes, y no sólo eso... el caso debería estar siendo solucionado por la "asociación de protección a la personas vulnerables" ¿Ve usted a alguna persona de la asociación?...No, porque su caso involucró directamente a la empresa-

-No puedo controlar a la otra parte durante un caso, señor Heart.- contestó Charles sin perder su confianza.

-Y es por eso que usted sólo es abogado y se quedará ahí...- León se levantó y encendió la pantalla que estaba a un costado. Una de las mujeres de relaciones externas se levantó y puso una imagen -...Éste es Richard Rivense siendo apoyado por su agencia, no han dado un paso atrás desde que se les acusó... la única disculpa que dio fue hacia sus fans y eso nos hizo perder terreno...- luego pasó otra imagen-... éste es él afirmando que tiene pruebas de que es inocente y que ésta inculpado injustamente por nuestra empresa...-

-Eso ya lo discutimos señor Heart, como dije antes no puedo controlar a la otra parte- su burló nuevamente.

-A eso voy Señor Vans, ¿Qué esta haciendo su departamento con respecto a estas declaraciones?-

-El señor Rivense esta lanzando declaraciones sin sentido, para ganarse a la comunidad...-

--Entonces no están haciendo nada...- León hizo un gesto de la red social del actor Rivense donde se veía muy cariñoso con su exnovia Pamela -... ¿Y qué pasaría si es verdad? ¿Si el tiene esas pruebas? ¿Qué sucedería con la empresa, si el juez falla en nuestra contra?- León señaló a Mariam.

-La empresa sería multada con millones señor- contestó nerviosa.

León asintió con seriedad y caminó de nuevo a su lugar -Quizás usted no entiende la magnitud del problema, señor Vans. Porqué usted sólo es un abogado... pero puedo resumirlo, podría perder su empleo- León apoyó los codos en la silla y entrelazó sus dedos mientras devolvía la mirada hostil. Quién diría que en ese momento daba tanto miedo como para sólo ser el consejero de la empresa.

Charles apretó los puños por debajo de la mesa. ¡Había sido humillado en frente de la junta!.

León volvió a su actitud mas relajada y volteó a Thomas -En mi opinión debemos dar una rueda de prensa y solicitarle a la doctora Sho que venga antes de la audiencia para poder hacer un análisis de los videos de Rivense. No podremos lanzar la nueva línea de productos hasta que esto no se resuelva a nuestro favor... y que él departamento legal deje de perder el tiempo en desayunos y se ponga a organizar la evidencia- esto último lo dijo en tono en burla.

Thousen suspiró frustrado "No dijo que podía ser profesional, porqué ahora está librando una batalla en la sala de juntas" -Bien, estás a cargo de revisar los avances hasta la audiencia..- "Ja" se burló en su mente "Creíste que no te castigaría por tu imprudencia"

León sonrió de lado con perversidad -Por su puesto- "Viejo tonto, eso es exactamente lo que quería, ¿Cuándo aprenderás a no ser demasiado confiando en ti mismo"

Thomas se recriminó en silencio, ¡si!, Había caído nuevamente en la trampa de León, éste mocoso era demasiado astuto para él, o quizás se trataba de la edad... cómo sea dejaría el problema en sus manos, León jamás le había decepcionado.

-Tengo una junta con los accionistas a las 5pm, iré a comer algo... no tardes- dijo saliendo, con tres asistentes detrás de él. El resto también se puso de pie.

León volteo a las 3 chicas -Organizaremos la rueda de prensa para mañana en el salón Arcadia, nada elegante ni lujoso, colores neutros, uniforme azul... hagan su mejor esfuerzo- las tres chicas asintieron, sabían que se estaban jugando el puesto de gerente. Luego volteó al departamento legal -...necesito todo el informe completo del mes ¿Pueden tenerlo para las 7pm?-

-Lo tendrá antes...- aseguró Charles poniéndose casi frente a él -...así que trabajaremos juntos?- se burló. Charles Vans consideraba que León era un tipo sin futuro, sin cualidades que simplemente tenía suerte de haber conocido a Thomas Thousen.

León sintió aquella hostilidad descarada que ahora Vans mostraba por que Thousen ya no estaba presente. Así que tampoco planeaba ocultar su mal humor y lo encaró con un rostro mucho más sombrío que antes.

-No te equivoques Vans...- dijo con voz fría -...Tu y yo jamás trabajaremos juntos, será mejor que conozcas tu lugar, ¡Tú trabajas para mí!...- la risa sarcástica de León hirió profundamente el orgullo de Charles.

El aturdido hombre había sido humillado dos veces, y se quedó mirando la espalda de León mientras salía de la sala de juntas seguido de las tres señoritas. Mariam y Estela esperaron preocupadas a su jefe, nunca lo habían visto tan afectado por un caso como ahora. Estela sí que imaginaba la razón, pues había presenciado aquel encuentro matutino.

León se dejó caer en el sillón del escritorio principal del departamento de relaciones externas y publicidad. Se frotó las cienes con pesar, éste podría ser el trabajo más complicado... pero... la imagen de Cklear sonriendo mientras conversaban y su aroma mientras la sostenía en sus brazos llegó a su mente y pasó directo a su corazón. Cerró los ojos y se concentró en aquella imagen de Cklear tomando su late, tan feliz... tan auténtica...

"¿Qué habrá pasado entre ellos? ¿Por qué su relación se deterioro? ¿Ella no es feliz?... Definitivamente no se veía feliz... " pensó aún con los ojos cerrados.

-Señor Heart, el señor Thousen le sigue esperando abajo para ir a comer...- Interrumpió una mujer. Secretamente las 3 mujeres de aquél departamento amaban a León, les encantaba poder trabajar con él, era todo lo que una mujer podía desear: educado, gracioso, atento, inteligente y muy, muy apuesto.

León abrió lentamente los ojos, haciendo que la mujer se sonrojara. -Dalia, ¿Puedes decirle que no iré?, y llama a Tiama y a Joan... Comeremos los cuatro aquí, hay mucho trabajo...- suspiró enderezándose para revisar los papeles en el escritorio -... descuiden yo invitó- agregó tomando el teléfono para pedir algo, Aunque en realidad su mente estaba más abrumada pensando en qué estaría haciendo Cklear, estaba mas tranquila ahora?... ¿Estaría pensando él? Él si estaba pensando en ella.

Cklear estaba en casa con el corazón destrozado, no tenía apetito, había pasado el resto del tiempo mirándose en espejo con las imágenes de Charles coqueteándole a esa mujer. Con pesar decidió darse un baño, apenas cayó el agua sobre sus hombros las lágrimas bajaron... lloró un buen rato, lloró hasta sentirse cansada se acurrucó debajo de la regadera y cerró los ojos con las ganas de que el agua se llevará todo su dolor.

Salió casi una hora después, tomó una pijama bastante suelta, se amarro el cabello sin ganas y se acostó en la cama, mientras acariciaba su anillo de bodas en su dedo.

"¿Qué esta pasando realmente? ¿Acaso no soy suficiente? ¿O quizás es... por aquel suceso hace 4 años?" – pensó mientras un dolor en su pecho nuevamente apareció. Se levantó y se sentó al borde de la cama junto al pequeño tocador con el espejo -"Tengo demasiados cachetes, se puede ver aquí el exceso de grasa, y mi cabello es horrible... mi piel esta descuidada, ¿Cómo se supone que le reclame si, ni siquiera soy la mujer de antes?"- nuevamente comenzó a llorar.

-"Tanto tiempo juntos Charles, ¿No era mejor decirme que ya no te agrado?, ¿Qué tiene esa mujer? ¿Porqué...? ¿En que fallé? ¿ estás con ella ahora? ¿No es nada serio verdad? ¿Qué se supone que haga, Charles?... No puedo culparlo... es mi culpa, me he descuidado bastante..."- Cklear no dejaba de pensar y recriminarse en su mente, aquel suceso le había afectado enormemente.

Algunos años atrás ella ya tenía la sospecha de que algo estaba pasando con Charles, pero cada que sacaba el tema Charles se molestaba y se marchaba de casa por una o dos noches. Cklear siempre le llamaba o esperaba a que regresará para disculparse.

En palabras de Charles "Cklear exageraba su comportamiento debido a su depresión" y por eso ella debía disculparse de acusar a "un hombre honrado y leal" y como él.

Mientras su mente la atacaba constantemente, Cklear se acurrucó entre las sábanas y con un llanto bastante silencioso. Se sentía abatida y defraudada, culpable y sola... bastante sola.

-"¿Qué soy para ti Charles?, ¿No soy una mujer de valor?... Ni siquiera sé si tengo un valor... " Cklear no paraba de autoculparse, así estuvo un buen rato hasta que se quedó dormida.

Un sueño tranquilo y profundo la embargo, algo mucho mas perecido a un recuerdo. Cklear tenía 15 años recién cumplidos e iniciaba la preparatoria, aquel primer día se topó en la cafetería con un chico de tercer grado que sin querer le derramó su late y un sándwich.

Él se disculpó amablemente y le invitó un desayuno nuevo. Al principio no le tomó importancia, hasta esa semana llegó el baile de bienvenida, aquel chico apuesto de tercer grado tenía una banda y compuso una canción con aquel momento en que se conocieron.

Aquella tarde, el chico de tercer grado se presentó oficialmente: León Heart, 17 años. Ese día la acompañó a su casa, y al siguiente, y al siguiente... El tiempo pasaba tan rápido cuando Cklear estaba junto a él, siempre había algo divertido que hacer o de que hablar... entonces el sueño brincó a otro escenario...

El día de hoy, donde León Heart la sostuvo en la cafetería, sus brillantes ojos negros admirándola ¿La estaba admirando o se lo imaginó? Su elegante forma de caminar, su mirada profunda y tranquilizante, sus brazos tan cálidos y su tono de voz tan dulce con ella... como aquellos días escolares.

El sonido del motor y las luces del auto estacionándose la volvieron a despertar. Cklear tenía miedo de enfrentar a Charles, pero aun quería escuchar su explicación.

"¿Seria un simple mal entendido como dijo León? ¿O sería verdad como sostuvo el señor Thousen?"- con un poco de dificultad se levanto decidida a preguntar.

Cuando salió del cuarto, Charles entró en la casa, aventó el maletín al sillón molestó y la miró de arriba abajo juzgando su aspecto con mala cara, cosa que hizo sentir incómoda y culpable a Cklear.

Esa noche, abriría paso al inicio de la liberación de Cklear, pero ella aún no lo sabía, y por eso tenía miedo, no podía alzar la cara, temía ser juzgada por el hombre que amaba.