Capítulo 7 ¿Te lastimó

Finalmente el auto negro de Charles se estacionó frente a la florería J&G. Cklear bajó sin tantos ánimos. La puerta de vidrios trasparentes se abrió y Charles saludó con entusiasmo a Gina.

-¡Gina! Luces bastante bien- dijo saludándola con un beso en la mejilla.

Gina era una mujer de la misma edad de Cklear, su cuerpo estaba bien formado debido a las constantes operación que le exigía a Joel pagar. -¡Hola, Charles! Que gusto volver a verte- su sonrisa falsa y la forma en que repegó su cuerpo a Charles incómodo a Cklear.

"Zorra... aunque quizás estoy pensando demasiado"- se recriminó Cklear en la mente.

--Oh, Hola Cklear, no te ví...- saludó Gina con una cara fingida -... ¿Te has descuidado un poco no?-

Cklear fingió una sonrisa -Hola Gina, Tal vez puedas recomendarme alguno de tus cirujanos...-

Charles tomó a Cklear del brazo -Cklear, no seas grosera...- la regañó en voz baja -Lo siento Gina, Cklear no ha salido mucho-

-Vaya, Vaya...- Joel salió detrás de la otra puerta detrás del mostrador, su cabello chino y pelirrojo le daban una frescura y madures encantadora -... pero sí es la lengua más afilada de toda ciudad H... ¡Mi querida Cklear!- Joel se dejó llevar por la emoción y tomó a Cklear entre sus brazos y la levantó con felicidad.

-Esa es mi esposa...- Charles puso mala cara, y apartó a Cklear en cuanto Joel la puso en el suelo.

Joel lo ignoró como de costumbre – Cuando Gina me dijo que había encontrado una ayudante supliqué a los dioses que no fuera una de sus amigas o de lo contrario tendría que cerrar la florería- Aunque sus palabras era bastante juguetonas podía verse un rastro de sarcasmo.

-Al menos tú estas contento de verme- contestó Cklear con una sonrisa mas sincera.

-Oh, querida no me malinterpretes, claro que estoy contenta de tenerte cerca, ahora Joel y yo podremos salir como una pareja- Gina intentó tomar del brazo a Joel pero éste la esquivo tomando a Cklear de los hombros .

-Ven, te enseñaré el lugar y también te daré tu mandil y guantes de protección...- Joel la empujó de los hombros dejando a los otros dos con una cara de póker que no podían ocultar.

-No te preocupes Charles, lo mantendré al márgen...- Gina puso su mano en el pecho de Charles y sacudió como si tuviera polvo, en realidad estaba coqueteándole.

Éste tipo de acciones hacia sentir a Charles como un verdadero hombre, le dio un sonrisa coqueta y acarició la mejilla de Gina con delicadeza

-Gracias Gin, te marco más tarde para ver como van las cosas- Luego con la mirada buscó a Cklear que ya tenía puesto el delantal de jardinería con el logo de la florería y gritó -¡Me voy Cklear! ¡Pasaré por ti!- y salió del lugar.

Cklear miró el cristal de la florería, nuevamente Charles se alejaba en ese auto negro, con gran tristeza suspiró.

-Lo lamento Cklear...- murmuro Joel -... pero es bueno tenerte aquí-

Cklear volvió su vista a Joel y tomó los guantes -No dejes que se acerqué a mí si quieres mantener tu florería- contestó sin ganas mientras se ponía los guantes.

--Lo tendré en mente...- río divertido- ... ¿Puedes pasar estás dalias para el frente y traer las rosas blancas y rojas? Armaremos dos arreglos de prueba...-

Cklear asintió, había ayudado en el pasado a Joel junto con los chicos... los chicos eran los integrantes de la banda de preparatoria, Cklear apenas tenía amigas y cuando León mostró un interés por ella se ganó bastantes enemigas, así que ella era considerada la chica de la banda. Varias veces ayudaron a Joel para poder ir a las batallas de bandas o alguna fiesta clandestina que se organizaba en la casa de algún otro miembro de la banda.

Gina volvió a su banco detrás del mostrador, su mirada estaba juzgando cada parte de Cklear, aunque ella estaba de espaldas aún podía sentir que la observaban.

-Gina, no tarda en venir el nuevo cliente... por favor se educada y compórtate, enséñale las muestras que están en el estante en lo que traigo el resto de flores...-

--Si, si.. ya ve...- contestó de mala gana. Gina tenía intenciones de molestar a Cklear. "Esa perra tiene todo lo que era para mí, si Charles no hubiera sido el consentido del abogado Gu, mis padres lo habrían elegido como mi esposo" – pensaba.

La campanilla de la puerta sonó y Gina volvió a su lugar -Buenos días, ¿puedo ayudarle en algo?-

--Estoy buscando al señor Joel, tenemos un compromiso...-

--Ha, es usted nuestro nuevo cliente, permítame mostrarle nuestras muestras.... -Gina buscó encima del mostrador. "Dónde dijo que estaba?, Diablos... por culpa de esa perra no escuché" -... permítame un segundo parece que Joel se las llevo sin querer, enseguida vuelvo con él- Gina salió por la misma puerta detrás del mostrador para buscar a Joel.

Cklear decidió seguir acomodando las rosas, eran tan bonitas y coloridas, Joel no le había dicho nada de atender clientes y además ella aun no sabia precios.

El hombre que había entrado la miró con curiosidad y se acercó a ella -¿Le gustan las rosas?- pregunto con voz ronca.

-¿Porqué no? Son demasiado comunes para la gente que han perdido valor, sin embargo sólo un verdadero amante puede plasmar sus sentimientos....-

-...en la vida efímera de una rosa...- completo el hombre.

Cklear volteó sorprendida hallando una hermosa sonrisa en unos labios delicados y unos brillantes ojos negros que la miraban con entusiasmo.

-¡León! ¡Viejo, tardaste tanto!- gritó Joel saliendo del mostrador con unas cajas que puso inmediatamente en el suelo.

Gina que estaba tras él, palideció un poco. Anoche Charles le había pedido un favor y le contó un poco de la situación, ella estaba más que contenta de poder ayudarle. ¿Qué haría ahora que el hombre que estaban evitando estaba aquí?

Joel llegó hasta ellos, Cklear no podía quitar la vista de León ¿Realmente era él? ¿La estaba siguiendo?. -Vamos Cklear, sé mas discreta, yo sigo siendo mas apuesto- bromeo Joel.

Cklear se ruborizó un poco y aparto la vista.

León se divirtió un poco con aquel gesto -Siento el retraso, tuve que trabajar hasta tarde ¿Estas listo? ¿Ya desayunaron?- esta última frase la dijo mirando Cklear.

Ella se mordió el labio con nerviosismo.

"Quién lo diría, sigues con esa vieja mañana de morderte..." pensó León .

-Estoy listo, vamos Cklear, deja los guantes, necesitó tu opinión sobre el espació...- Joel tomó algunas carpetas del estante en la pared.

-¡Espera!... -Gina lo detuvo del brazo -...¿Van a ir los tres solos? Joel no juegues conmigo- dijo en voz baja solo para ellos.

-¿Qué, crees que no me iba a dar cuenta de lo que tu y Charles traman? Gina, no seas ilusa.. sé que tú y él se ven a escondidas, porqué entonces Cklear tiene que estar encerrada, porqué no puede ver a ninguno de nosotros...- Reclamó en el mismo tono -... Ahora tienes dos opciones, te quedas aquí atendiendo o te callas si es que quieres ir- Joel sonrió cuando sus acompañantes estaban lo alcanzaron en el puerta.

Los tres salieron mientras Gina golpeaba el piso con el pie, estaba frustrada, pero no tenía otra opción no podía quedarse en ese lugar, al menos tenía que asegurarse de que Cklear no hiciera nada tonto.

-Cariño, casi me dejas atrás...- dijo con una nueva sonrisa falsa.

-Bien, entonces los veo allá- dijo Joel tomando a Gina de la cintura y abriendo su auto, ella no entendía hasta observó a León abrír la puerta de su Lamborghini gris para Cklear.

-No sé si sea buena idea- dijo Cklear con dudas.

-Ya escuchaste a Joel, él necesita tu opinión...- León estaba tan feliz de éste encuentro, era como si de una u otra forma estuvieran destinados a encontrarse en éste viaje.

Cklear entró al auto, León le ajusto con delicadeza el cinturón de seguridad, subió al asiento de piloto y arrancó.

-Debo suponer que declinaste nuestra vacante...- dijo algunos minutos después de ir en la carretera.

-Lo siento, fue... idea de Charles- contestó con la cabeza agachada.

León notó algo extraño en ella, había un rasguño en la parte atrás de su nuca, justo donde comenzaba el cabello , también noto sus muñecas con algunas marcas rojas-moradas. La ira comenzó a fluir por su cuerpo. Incapaz de controlarse preguntó.

-¿Él te hizo eso? ¿Te lastimó?- su voz era completamente diferente a la de antes, su mirada fija en la concurrida calle alertaron a Cklear.

-No, él jamás me lastimaría... sólo estaba molesto, Joel estaba buscando ayudante y Charles estuvo de acuerdo...- Contestó aun con evitando verlo a los ojos.

León se burló en silencio – Prefieres trabajar en una florería que en lo que tanto te preparaste, sólo por qué tu esposo se siente inseguro?- dijo con sarcasmo.

-¿Porqué te molestas? ¿Acaso estas siguiendo mis pasos? ¿No soy libre de elegir?- reclamó con dolor.

León negó con la cabeza con molestia, sabía que Cklear estaba evitando el tema contra-atacándolo.

-No, no estaba siguiéndote. Supe que Gina arruinó el contrato principal de la florería agrediendo a la hija de la primer ministro. Joel tuvo que cerrar dos sucursales para poder pagar el daño pero perdió el cliente....-

--¿De verdad?- Cklear estaba sorprendida y volteó a verlo.

-...si, lo ha pasado mal desde hace un año. Al principio quería reunirme con él para tomar algo ya que estaría tres días en la ciudad, pero luego de hablar con él por teléfono e investigar un poco decidí ofrecerle una colaboración- contestó mas relajado.

-¿Entonces eres el cliente importante?- Cklear se cruzó de brazos con curiosidad.

-¿Puedes creer que Gina no fuera capaz de reconocerme?- bromeo con una ligera risita.

Cklear también sonrió -Es una pena por Joel...-

-Lo es, pero ahora tenemos un equipo- León estaba confiado, y estacionó el auto.

Frente a ellos estaba un amplio salón, con tres puertas perfectamente construidas.

-Éste no era el salón Cristal?- preguntó Cklear.

Joel recargó su brazo en el hombro de Cklear -¿No lo sabías? Thousen Company lo compró hace mas de tres años. Ahora es el Thousen socialithy-

-Haremos una conferencia de prensa aquí a las 5, necesito que revises el lugar, quiero tonos obscuros, formales pero sin llegar a ser lúgubres...- León entró al salón seguido de Joel y Cklear, Gina se quedo algunos pasos atrás, el trabajo de campo nunca le gustó.

-Ya veo, creo que los lirios serían buena opción puedo combinarlos con algunas otras blancas, eso no descuadraría el tema que elegiste...- La explicación de Joel se quedó a la mitad debido a que León tuvo que contestar su insistente teléfono.

- ¿Ha llegado?, bien... si... ¿Puedes decirle a Dalia que ese documento es urgente?, bien... ¿Ahora?... -León miró de reojo a Cklear, discutía con Joel algunas sugerencias -... bien, las veo allá, preparen todo...- colgó y volteó a ellos -Lo siento, debo irme hay algunos cambios...-

--Esta bien, te enviaré imágenes de propuestas...-

--En realidad Joel, tu idea es perfecta... pero necesito que me prestes a Cklear en lo que resta del día.- León no parecía bromear.

Joel tampoco lo hacía cuando sonrió y aceptó -¡Por supuesto! Cualquier cambio o sugerencia Cklear puede avisarnos-

-Joel, no creo que sea buena idea...- intervino Gina preocupada.

-Cklear, ¿No te molesta ir con León verdad? Éste es un contrato importante y no puedo negarme a sus peticiones antes de firmar un contrato- suplicó Joel.

Cklear no estaba segura, pero acepto moviendo la cabeza.

Joel y León intercambiaron miradas y sin decir mas se separaron.

-¡Estas loco!? ¡Charles se enfadara conmigo!- grito Gina cuando al fin se quedaron solos.

-Soy el jefe, que me demande si lo desea...- contestó sin ganas.

Cklear estaba nerviosa, se supone que debería quedarse en la florería. Si Charles la descubría volvería a armar otro escándalo.

-Descuida, sólo necesito tu opinión para algo... ayer por más que lo intenté no logré hallar la falla- dijo León cuando la notó incómoda y silenciosa.

-Tu auto es el que me incómoda...- mintió Cklear.

-Es de doble T...- León también mintió -... escucha el caso Richard Rivense se está complicando y podría representar millones de dólares en pérdidas para nosotros. ¿Puedes solo echarle un vistazo al expediente?-

Los ojos de León se clavaron en ella, Cklear no pudo evitar mirarlo también, había algo extraño en su mirada pero no era nada malo... era confianza, confianza en ella...

"si, claro... cómo si yo pudiera hacer algo"- pensó Cklear apartando la mirada.