Capítulo 6 Dolor para unos alegría para otros

¡Princesa! ¡Princesa!

Rosi y leya entraron corriendo en los aposentos de Lotty gritando histéricamente, pero se sorprendieron al ver a Lotty sentada frente al tocador; Lotty yacía descansa con su bata blanca impecable, sus ojos azules irradiaban tristeza e impotencia, mientras un rastro de sangre corría por su blanca muñeca...

Débil, débil, ¡Soy una idiota! ¿Cómo pude confiarme?

Lotty barrió con sus manos todos los objetos del tocador, y se derrumbó en la alfombra.

¡Mi niña!

Leya corrió a ella y la Abrazó para consolarla, sus pechos marchitos la acunaron, y Lotty suspiró.

Cuéntame,. Cuéntame mi niña que es lo que a pasado... Desahógate en estos senos secos que alguna vez te alimentaron... Habla mi niña.

Rosi asustada ayudó a pararse a ambas mujeres para apoyarlas en la suave cama y corrió para vendar la herida en el blanco brazo de Lotty.

Lotty derramó una lágrima.

Sus largas pestañas revolotearon como mariposas y la mirada se le enfrió.

Nana, se llevaron a madre... Yo no pude detenerlos, me he confiado demasiado, y no se que pasó, pero eran fuertes, demasiado fuertes... Mi madre lo sabía, los conocía y lo ultimo que me dijo fue que me amaba y que me esperaría... ¿Dónde me esperaría? ¿Adónde llevaron a mi madre? ¡Oh Nana! ¿Y si ocurre algo malo?

Lotty lloró desesperada, pero se obligó a calmarse, necesitaba la mente fría, necesitaba saber quiénes eran los raptores de su madre.... ¿Era acaso obra de la Emperatriz?

.....

En otra habitación del palacio de los cielos la Emperatriz caminaba de un lado a otro mientras se mordía las largas uñas color coral. Nadie sabía los hábitos de la Emperatriz más que su fiel criada.

Calmese su majestad, tal vez esa puta de Hatice haya muerto.

¿Muerto?

La Emperatriz Deyanira Hestia, sonrió burlonente, su largo vestido de seda color caoba, se agitó mientras caminaba, su tocado de oro resplandecía en la opulencia, y sus cabellos castaños caían por su frente.

Todos la conocían por su benevolencia, amabilidad y encanto.

Pero solo ella y su criada sabía que debajo de aquella fachada existía alguien atroz, una vivora vil, que gustaba de ver sufrir a las personas, y alimentarse de ellos.

¡Yo no fui! Quisiera haber Sido yo quien matara a esa zorra! Cómo desearía comerme sus entrañas, pero no fui yo. Algo no está bien....

Golpeteó con sus delicadas uñas la mesita de estar y pensó...

La puta de Hatice era una plebeya, sus padres eran de las orillas de este reino, investiga que fue de esos granjeros , de dónde provienen y sobre todo dónde están.

¡Si su majestad!

Lyla, escúchame bien,se cuidadosa y discreta, necesitamos encontrarlos lo antes posible, no se con que a hechizado a Alexander para que el la ame de esa forma, pero juro por mis hijos que arruinare esa belleza .... Jajajjaja Lotty estará sola, es hora de ir a consolarla.

La Emperatriz sonrió con una mueca horrible mientras que su fiel sirvienta Lyla corría con sus órdenes.

El emperador cayó enfermo ese mismo día, la sola idea de perder a Hatice mataba su corazón, y la recordó ese día, ese día de juventud, el hermoso prado tan puro y limpio dónde la vio y se enamoró, tan elegante apesar de ser una granjera, y sus padres quien no les importó su estatus de príncipe heredero, aquellos ancianos morirían por su bella hija...

(Yo la cuidaré, como mi esposa, nunca le harán daño, y será la única mujer en mi corazón.)

¡Maldita sea! Rompió su promesa, y ahora Hatice no estaba... No quedaba nada de ella más que su amada Lotty fruto de su amor puro y verdadero.

El emperador suspiró con pesar mientras la puerta se habria con un lijero chirrido.