-sabía que este momento llegaría, trata de que esto no sea una agonía- dijo resignado
-buen viaje- le disparé en la cabeza, la bala atravesó en medio de sus cejas, dándole una muerte inmediata, tome la pintura en Aerosol que llevaba y escribí lo siguiente : "Este es el primero de la Guerra", tal cual como Manuel me ordenó. Coloque el cuerpo sobre una silla y le coloqué un sombrero, dando la apariencia de estar durmiendo.
Me aseguré de no ser seguida en el trayecto hasta la casa, pero de camino vi algo que resultó ser la pieza final de un rompe cabezas, recuerdan que ya les había comentado sobre la mala vibra que me daba Richard, pues en un momento las ví infundadas, pero en este momento ya es una razón suficiente, está sentado junto a Maritza, ahora entiendo porque están investigando a Marrota y a Manuel; saqué mi móvil y les tomé varias fotografías y me desvié, ya no iré a la mansión de Manuel, debo de mostrarle esto a Marrota
-te escucho - la voz de Marrota inundó el auricular
-tenemos que hablar- mis ojos no podían desviar la vista de aquel traidor, todavía recuerdo cuando Marrota lo reclutó hace al menos dos años
- si es sobre aquello, no tenemos nada de qué hablar - hablo tajantemente
-no es de eso, aunque aún tenemos un debate pendiente, esto es algo más grave -
-dime donde estás y iré a verte-
-donde estoy no puedes venir, pero podemos vernos en el motel Ternura, allí tienen una terraza muy privada-
-te veo en diez-
Conduje hasta aquel lugar y minutos después llegó Marrota
-y bien, ¿qué es eso tan importante que debes decir?- tomó asiento y le mostré las fotos -es un desgraciado- plantó un golpe en la mesa -le abrí las puertas y nos está traicionando - pude ver cierto deje de dolor en su rostro -¿Manuel sabe esto? -
-no, quise informarte a ti primero-
-haces bien, Manuel me había comentado sobre esta tal Maritza, ahora entiendo porque tenían tanta información sobre nosotros -
Un mesero llegó y pedí dos café
-no joven, a mi tráigame un licuado de apio- le sonrió al mesero y este se marchó
-¿me vas a decir que te pasa?- le miré con enojo
-nada María, solo me duele esta traición- miró hasta la ventana
-no hablo de eso,¿crees que no he notado que hay ciertos alimentos que no consumes, qué prefieres comer ensalada o tomar batidos que antes le llamabas estúpido o de tu tan notable pérdida de peso? Y no no me vengas a decir que es una dieta, porque no eres hombre de eso, así que habla si no quieres que investigue y sea peor-
Marrota me vio y volvió su vista hasta la mesa
-me estoy muriendo María, solo me queda un mes de vida y intento prolongarla unas semanas más, tengo Cáncer de páncreas -
Mis ojos se nublaron y segundos seguidos sentí aquel líquido recorrer mis mejillas
-¿ahora entiendes porque quiero que te salgas de esta vida?- me miró con tristeza, limpie mis lágrimas, pensé en reprocharle por estar pasando por todo esto solo, pero me contuve
-¿has escuchado varias opiniones?- afirmó con pesar
-viaje hasta Japón donde estaban desarrollando una cura, pero está en la fase terminal, no se puede hacer nada y es una ironía sabes, que con tanto dinero no pueda hacer algo que me ayude a durar un poco más - tenía una sonrisa lastimera
-tal vez hay algo que aún no has hecho - le miré con ojos de traviesas
-ya agote todas las opciones María - llegó el mesero
-haremos lo que es de esperarse en situaciones como esta, vas a vivir, vamos hacer todo lo que tengas pendiente en esta put* vida, le daremos una patada en el cul* a ese cáncer - mis palabras fueron dichas con entusiasmo, no negaré que sentía un fuerte dolor en mi pecho como si mi corazón se estuviera rompiendo, Marrota es lo más cercano a un amor de padre que tengo y me sobrepasa de gran manera el hecho de saber que no va estar conmigo por mucho tiempo
-he tenido una buena vida María, no tengo más que pedirle a ella- se tomó su batido
-en una semana, en una semana nos iremos y gastaremos esos cinco millones que me diste - con aquellas palabras me levanté de la mesa con la mirada atenta de Marrota y camine tan rápido como pude para no poder ser detenida.
-93, quería agradecerte por lo que hiciste ayer, no sabía que tú...
Yo terminaba de salir del baño y estaba completamente desnuda y Rosa no deja de mirarme sonrojada
-¿no me digas que te gusta lo que estás viendo?- di una pequeña vuelta en mi eje y sonreí con picardía
-la verdad es que me gustas desde que te vi- simuló morder sus uñas
Camine hasta ella y le puse seguro a la puerta -no tengo ningún problema en demostrarte cuán mujer puedo hacerte sentir en la cama- estaba detrás de ella, hablándole al oído mientras acariciaba su vientre -soy bastante mujer, me encantan los hombres y de eso no tengo la más mínima duda- baje hasta su entrepierna
-¿entonces...- tragó en seco -porque lo haces?- se removió en su lugar al sentir el contacto de mis manos por sus pliegues
-tengo una mala racha de hace algunos días, estoy de muy mal humor y estoy en esos días de ser amable sin importar quien, que decides ¿quieres un poco de placer sin compromiso?- al terminar mordí su oreja y apreté su sex*
Me acorraló en la pared y me beso, su lengua irrumpió como un torbellino en mi boca, envolviendome en ella y mandándome a su antojo, acaricio mis senos y luego apretó mis nalg*s. Yo termine de quitarle el vestido y la tome de la mano para ir hasta la cama, nos tocamos y friccionamos un poco nuestros cuerpos, baje hasta su monte de Venus y la hice estallar de placer, saboree mi boca y le miré
-sí que sabes dar placer- toña apenas tenía aliento, me separé de ella y abrí la puerta, miré para ambos lados y vi a uno de los hombres y le llamé , cuando se asomó lo arrastre por el cuello de su camisa
-93- sus palabras sonaron entre asombradas y eroticas
-lo siento toña, pero amo ser tocada por un hombre, espero que lo disfrutes-
Baje los pantalones de Daniel, si mal no recuerdo ese es su nombre, este rápidamente se bajo el bóxer y dejó ver su erección, yo me senté sobre la cama y abrí mis piernas, quedando expuesta para él, su mirada viajo hasta mi centro y fue hasta mi, no sin antes usar un preservativo y mientras él me penetraba toña me regalaba un sin fin de caricias lo cual me provocó un grotesco orgasmo; creí que mis gritos eran tan sutiles como la fina seda , pero al parecer inundaron la casa
-¡93!, ¿qué es esto?- entró Manuel con cara de enfado, pero al ver la escena sus ojos mostraron cierto destello
Daniel rápidamente subió sus pantalones y salió, no sin antes disculparse
-esto no es un hotel y mucho menos un prostíbulo- volvió hablar mirando a toña quien se estaba terminando de poner el vestido, yo por el contrario aún seguía desnuda y disfrutando de todo aquel show, toña salió y cerró la puerta -imagino que fuiste tú la que armó toda esta urgía -
-estaba un poco aburrida, pero ya no volverá a pasar- me puse de pies y Manuel me agarro
-espero que cuando te vuelvas a aburrir, no te pierdas buscando mi habitación - me soltó
-tengo información importante - busqué mi móvil y le mostré las fotos
-¿esto qué significa?- su voz estaba ronca
-que esos dos son los soplones de ambos lados, el hombre traicionó a Marrota y la mujer a ustedes, ya no me quedan dudas, Marrota se hará cargo de Richard - camine hasta el baño
-no piensas dejarme así 93-
Manuel masculló aquellas palabras al ver que cerraba la puerta
-invita a tu mano siempre lista y lo suficientemente pervertida para tu disfrute- sonreí ante mi malicia, segundos después escuché como azotaba la puerta.