Como cada mañan inicié mi rutina a las 5am, pero esta se vio interrumpida media hora después de haber sido iniciada, pues uno de los hombres de Manuel llegó hasta el gym a informarme que este quería verme. Fui hasta él, el cual se encontraba en el despacho, toque la puerta y este me indico que pase
-toma asiento 93- camine hasta el sillón que quedaba enfrente de él
-he invitado a Maritza junto con William, su representado- se puso de pies -necesito que estés al pendiente de ello, quiero que vigiles muy de cerca a Javier, puede llegar a ser medio loco en situaciones como esta- resopló fastidiado
-de acuerdo, si me permiten, iré a cambiarme- me mire para que pudiera ver mi estado
-te pediré que por favor cualquier situación e la informes-
-sí señor- salí de allí y fui hasta mi habitación
Mire a Javier con cierto miedo, su rostro había cambiado por completo mientras terminaba de amarrar a William y Maritza, pidió que llevaran dos baldes con agua y una pistola eléctrica
-Javier, recuerda que tu padre te pidió que no pierdas la compostura- este me miro con desagrado
-tú te callas- volvió a su afán de meter los pies de sus victimas en el agua -les preguntare por última vez, ¿qué tanto sabe la policía de nosotros?- escuche como les gritaba
Este al no obtener respuesta de ninguno tomo a Maritza a sabiendas que esta tenía una relación con William y llama a sus hombres para que la violen, primero fue uno y luego otro y otro, hasta que detuve el acto
-¿QUÉ DIABLOS TE PASA?- Javier fue tan rápido hasta donde estaba y me tomó del brazo
-eso te pregunto yo a ti, ¿qué diablos te pasa?, eres un maldito enfermo mental, ¿como puedes hacerle esto?- me safe de su agarre y fui a ayudar a Maritza a ponerse de pies, pero sentí un fuerte tirón de mi trenza, haciendo que me caiga, Javier se puso delante de mí con cara de cólera y me apuntó con su pistola
-vuelves a entrometerte entre esto que estoy haciendo y te matare-
-eres un grandisimo hijo de put* - me puse de pies, saque mi Glock y le golpee en la cara -a mi no me amenazas estúpido- le patee en el abdomen, vi como rápidamente cayó al piso en posición fetal, ayude a Maritza y la amarre junto a William y tome a javier por un brazo y lo lleve hasta donde estaba su padre; javier tan pronto se recompuso me disparo, pero su intento de herirme se vio frustrado por el golpe que Manuel le dio al hierro y el tiro fue directo al piso
-¡¡TE CALMAS, FUI YO QUIEN ORDENE QUE TE MANTUVIERAN A RAYA!!- soltó a su hijo el cual cayó al suelo
-¿cómo puedes darle más poder a una mojigata que a tu propio hijo?- escupió con ira
-desde que esa mojigata me ha dado mejores resultados que tu, ¡por Dios mírate!, tienes las pupilas dilatadas, estas hasta atrás de cocaína- manuel se volteó y caminó un poco hasta el minibar de la estancia y tomo una botella de tequila y bebió a pico de botella -estoy asqueado de tanto corregirte lo mismo Javier, debes de pensar antes de actuar, este negocio se trata de hacer las cosas con la mente fría, no debes de dejarte llevar de los impulsos- volvió a tomar
-¿y que es lo que propones?, ¿quieres que deje que esos malditos vengan a fregarnos y lo dejemos así como si nada?, ¿quieres que los demás Cárteles nos vean como unos debiluchos a los cuales pueden mangonear?, dime padre, porque si es eso lo que quieres vas por un buen camino-
-ese no es el punto Javier, no terminas de entender que el respeto se lo lleva quien menos muertos tiene, quien sale airoso de cada pinche cuatro que le pongan y mejor se manejen, hemos hecho demasiado ruido desde la muerte del alcaide y más ahora que nos están pisando los jodidos talones- tome asiento y le miro, me sentía fuera de lugar en esta conversación así que salí lo más sigilosa que pude.