Capítulo 5 Dar las últimas palabras

Al entrar unos diez minutos después, encontré a mi padre llorando, realmente no sabía cuál era la razón.

__Sr. Copoa, ¿usted le ha dicho algo a mi padre para ponerlo de ese humor? __cuestioné con mis dudas y acusaciones.

Cuando el dió la vuelta, algo de la lágrimas percibí en sus ojos.

Mi papá había parado de llorar, ahora sonrió y dijo:

__Trae la comida que pedí, y recordá siempre acordarte de la promesa que acabas de hacerme.

__Si. Dijo, se puso de pies y enseguida entraron meseros con un banquete de comida, eran todas comidas favoritas de mi padre.

__¿Qué pasa? Pregunté de vuelta, parecía que ámbos me ignoraban a propósito, entonces dije.

__Ya que no soy bienvenida, voy a casa a dormir.

__Si hija mía, nos vemos luego. __Dijo, pero era una sensación rara, parecía que sus palabras eran como despedida hacia mi, no lo sentía que lo vería luego.

Esa noche dormí muy bien, como que lo que no dormí las últimas semanas me hubieran sacado todo hasta ese momento.

A la mañana siguiente bajé corriendo las escaleras, iba hacia el hospital, yo ya no trabajaba, había a mi trabajo.

Al cabo de que había tenido una buena noche de sueños, sonreí, pero tan pronto como vi los arreglos florales, todo cuanto al ambiente, mi mundo se desplomó, anoche lo había dejado comiendo, como era posible que haya muerto.

Corrí quería hablar con quién fuera, solo vi a Copoa firmar documentos, me volví loca, lloré, grité hasta quedar ronca.

Me había desmayado, según duré así un día y medio, ya había sido sepultado mi papá.

Cuando regresé a casa, todo cuanto era de la familia, era confiscado, corrí de nuevo, dije.

__Hey, donde llevan todo eso. Son las cosas de mi padre, déjalos dije de nuevo, patalee, hice todo cuanto pude, nada me fue devuelto.

Caí al suelo a llorar como una mendiga, vi acercarse un par de zapatos encharolados, muy brillantes, no quise ver quién lo portaba, hasta que oí esa voz fuerte y grave.

__¡Vamos!

Entonces levanté la vista para mirarlo, era Alejandro Copoa otra vez.

__¡Piérdete! Dije.

Se agachó y me dijo,__Estas topada en deudas, a estas alturas no puedes quedarte por aquí.

Sonrió maliciosamente y me dijo:

__Cualquiera que esté buscando a tu papá te vende para que le pagues a como ya te imaginas.

__¡Vete a la mierda! Grité.

A esta alturas sentía que lo odiaba mucho, el no me llamó cuando mi Padre murió y también se encargó de sepultarlo cuando me desmayé al día siguiente.

Dió señas a unos hombres vestidos de negro y me levantaron por los aires, me subieron a un auto y me llevaron sepa la bola.

Patalee mucho, entonces me pasaron un pañuelo por la boca y nariz y quedé inerte.

Para cuando volví a despertar, me encontraba en una enorme cama de forma diametral, creí primero que nada de lo que había pasado, era real, así que consideré que era un mal sueño, me levanté de la cama, me sentí algo aturdida volví a ver a todo el alrededor.

Entonces comprendí que estaba encerrada en una habitación áspera y grande, era rústico a la vez única su diseño, miré a todos lados, solo logre salir al balcón, entonces desde una altura de de tantos cientos de metros elevados, miré hacia la nada.

_Que rayos, me dije...

¿Por qué me habrán encerrado aquí? Pensé con enojo.

Quedé muy quieta al mirar hacia abajo, con toda la depresión y la tristeza que tenía, parecía que Copoa me dejó aquí a propósito.

***

Regresé de un pueblo cercano, me había ido desde el día anterior, no sabía que me pasaba, pero mi mente estaba en casa preocupado por la ingrata mujer que tengo por esposa, está claro para mí que ella no me ama, se encarga de restregarme en la cara a cada momento lo mal que le caigo.

Pero aún así volví, entro a mi habitación rápido, mi hombre de confianza me observa, salgo de la habitación rápidamente al no encontrarla. Grito tempestivamente.

__¡¿Dónde está?!

__¿Quién? __Pregunta la ama de llaves y el resto de la servidumbre me mira con perplejidad.

__¡Mi esposa! ?A quien más buscaría en mi habitación? Resoplo.

__¡Ella! ¿Es tu esposa? Creí...

__¡Tú, tu no tienes que creer nada! Dónde está. Casi pego el grito, lo cual sorprende a todos. Pues me conocen por ser tranquilo y silencioso.

La ama de llaves que es una mujer de unos 30 y tantos años, ha estado trabajando en mi casa por más de diez, o sea la considero alguien de confianza, me dice:

__Ella está en la habitación de la torre.

__¿Qué? Dije casi sin respiro.

__Ella está pasando por una mala situación, acaba de perder a su padre, ¿Quieren que se tire del balcón? Ya saben, ustedes serían lanzados detrás de ella si eso pasara.

Les recriminó y pasó a toda velocidad hacia la Torre, espera, ¿A quien se le ocurrió ponerla en esa habitación? Ni que fuera indeseable.

Cuando llego entro rápidamente hacia la habitación, al no hayarla me llevo las manos a mi cabello y me las paso nerviosamente, salgo al balcón para ver y no la veo, pero una voz suave, pero muy envenenada me dice.

__¿Viniste a ver si ya me había lanzado? __Trago saliva gruesa, si ella tan solo viera mi corazón, sabría cómo acaba de ponerse en su sitio lentamente.

__Tu, estás allí. __Sigo aquí. Resopla con desdén, ¿Querías verme muerta verdad? Pues no te di el gusto, ok.

Camina hacia la habitación, toma su gabardina que está lista y me dice:

__Mrcvoy de aquí, umh, antes de que intentes matarme. __Dice resoplando y trata de salir, pero la retengo.

Sinceramente solo quería abrazarla, pero ella es quisquillosa, se comporta odiosa conmigo.

La abrazo a la fuerza, y quedo así, se ve sorprendida, pero ahora mismo había pensado lo peor, entonces sería doble mi falta y el dolor, por qué creo que la amo, además su padre me la confió.

__¡Vamos a casa! __Le digo.

__¿Olvidas que no tengo casa? Me recrimina.

La retengo de nuevo y le digo señalando la enorme casa a la vista.

__Esa es nuestra casa. __Digo, mientras ella me mira con saña.

__Me iré. __Me dice con algo de distracción, __Solo me quedaré mientras hago unas llamadas. No tienes que encargarte de mi. Me dice en tono áspero.

Les digo, esta mujer me saca las canas... Ella no es Obediente ni sumisa, debo darle lecciones al parecer.

***

¿Que pasará, podrá el lobo mantener a su esposa con él? Descubramos a continuación.