El hombre la esta desvistiendo con la mirada delante de todos, las demás chicas se dan cuenta que esto no terminará bien.
-Gata los jefes - le dice una chica delgada de pelo pequeño y negro.
Ella se pone de pie y él toma su muñeca con fuerza.
-Cuidado.
-Te dije que te pagaría.
-Me llaman los jefes...
-Quedate, yo iré ha hablar con ellos.
Las muchachas están algo nerviosas, saben que si ella se pone rebelde, esto terminará como la última vez. Las miradas son suplicantes.
Ella acaricia la mano del hombre, esos ojos oscuros se queda fijos en los de ella y se acerca a él, tan cerca que lo pone nervioso.
-Está bien, veremos qué dicen los jefes.
Él se pone de pie y se arregla el saco, sintiéndose todo un macho alfa, camina sin miedo hacia la oficina.
- Gata ve a cambiarte tu turno terminó - dice Adela.
Ella asiente con la cabeza, suelta un suspiro y camina a los camerinos.
Toma su teléfono y ve un mensaje.
GeanCarlo: Pau ya estoy en mi casa, ¿Tú cómo vas?
Ella: Ya estoy yendo a casa Gean.
GeanCarlo: Vale, descansa.
Ella: No te olvides más rato vienes, para terminar el proyecto.
GeanCarlo: Ya quiero verte, no me olvidaré.
Ella guarda su teléfono, guarda sus cosas en su pequeña maleta y sale por la parte de atrás del club.
Cuando siente que está segura. Saca sus zapatillas de la mochilas y un polo grande blanco. Se lo pone encima del vestido. Se coloca las pastillas y camina como si nada hubiera pasado.
La gente la ve pasar pero no la reconcen. Ella corre calles arriba y pide como siempre el taxi. La llevan a su departamento y es un desastre.
- Mañana limpio, lo prometo - dice mirando al techo.
Se quita la peluca, camina al baño de su habitación y se lava la cara con bastante agua y jabón, se mira al espejo.
Quiere expresar algo, pero su rostro no expresa nada y eso la frusta, pero si se pone a pensar en lo que realmente quería cuando salió de su casa.
Sin el maquillaje, se quita los lentes de contacto y toma sus jafas y las limpia lentamente,su cabello marrón corto cae sobre su rostro.
-Mejor me baño - habla para si misma.
Cuando sale de la ducha, se seca el cabello con la secadora, se lo peina a un costado. Se cubre con su bata para salir a su habitación.
Se tira sobre su cama y se queda profundamente dormida, cuando vuelve a abrir los ojos son por los golpes en la puerta principal.
Abre los ojos y se comienza a tocar, está igual que ayer, sale de su habitación y va a abrir la puerta.
- Paula llevo horas afuera.
- No seas mentiroso - le dice mirando al castaño todo sudado.
-¿Sabes siquiera qué hora es? - le pregunta.
Ingresan a la sala y está todo desordenado.
-Otra vez le falle, Dios me moría de sueño - dice ella. Va ha su sofá y tira todo lo que hay para que su amigo se siente.
GeanCarlo no pierde el tiempo y la agarra del brazo, la tira del ella. Ella se sorprende y se quedan mirando a los ojos.
-¿Piensas que eso funcionará conmigo? - le pregunta sin mucho ánimo.
-Tenía que intentarlo.
-Fallo - dice ella. La suelta y toma algunas cosas de la sala y comienza a ordenar.
-Deberías de llamar a alguien para que limpie, no cobran tan caro - dice su amigo, se sienta en el sofá y pone su mochila a un costado.
-Espera aquí, iré a cambiarme.
-Te puedes quedar con eso, después de todo ya vi todo.
- No seas idiota - dice ella. Toma algo del piso y se lo lanza en la cabeza.
Se escucha un Auch y ella ingresa a su habitación con una sonrisa en el rostro, busca entre sus cajones un pantalón, ropa interior y un polo. Sus zapatillas.
Unos jeans sueltos y gastados, un polo blanco y unas zapatillas.
-Ahora sí, vamonos...
-¿No quieres quedarte y ...
-Ni en tus más profundos sueños, ahora vamonos, debemos observar tomar fotos, de los restaurantes...
-Me dará hambre...
-Comemos algo.
-Soy pobre - dice él agarrando la mano de su amiga.
Ella comienza a reírse, le dan golpe en lo hombros.
-¿Y cuando tú has pagado? - le pregunta.
Cierra la puerta del departamento y bajan por el elevador.
-Pau, sigues trabajando...
-Si.
-No tienes la necesidad.
-Algo de o cual estoy enamorada en este mundo es del dinero y así gano lo suficientemente en una noche para vivir un mes y el resto ahorrar.
GeanCarlo muestra su rostro de incomodidad, pero Paula hace de la vista gorda a eso. Sabe que no le gusta pero tampoco lo dejara, no hasta llegar al monto que necesita para vivir como lo ha hecho.
-No se que decirte para que cambies de opinión.
-No puedes decirme nada, solo eres mi amigo y te escucharé siempre, pero ese consejo de dejarlo no está en discusión.
Gean la mira, sabe lo necia que es. Gean siempre quiso una vida con ella desde el primer momento en que la vio en la escuela, luego en el parque, en la heladería a la que iban, cuando pelearon por quien llegó primero, cuando confundieron sus órdenes y esas pequeñas cosas que enamoró a Gean quedó en el pasado. Si solo se hubiera matado trabajando por ella.