Capítulo 8 Mi nombre

Toma aire para evitar soltar toda la rabia que tiene encima por qué le ha gritado delante de Adela.

Adela la mira de pies a cabeza, sabe que él busca a la Gata con otras intenciones y eso no está dispuesta a perdonarle. Gata siempre tiene mejores ganancias, hace lo que realmente quiere con los clientes, nadie le prohíbe nada, y cada vez más gente viene a verla exclusivamente a ella para que quizá alguno tenga lo oportunidad de guardare a esa chica.

No se sienta y mira a su jefe sentado detrás del escritorio.

-Adela por favor retirate -le ordena molesto.

-Pero Lucas -dice ella con voz baja, pero él con la mirada ya ha dicho mucho. Adela se acerca a él y lo beso en los labios delante de una fastidiada Paula.

Ella pone los ojos en blanco y cuando escucha que la puerta se cierra se relaja un poco.

-Me ha mandado a llamar, me gustaría saber para que...

Él se pone de pie y le enseña una tablet, ella mira el Excel y ve que dice nombre, fecha de cumpleaños y dirección.

-¿Quiere mis datos personales? -le pregunta algo incrédula y nerviosa.

-Si claro es algo de rutina, el administrador debió estar loco cuando no te lo pidió.

Ella le extiende la tablet y él no lo toma.

-El ya tomo mis datos en su momento.

Él jefe vuelve a su lugar y se sienta mirando a una nerviosa y enfadada Paula, quién por la mirada llena de odio puede ver que está molesta.

-Entonces no trabajarás más.

Ella se encoje de hombros y está dispuesta a irse.

-No importa señor, yo puedo trabajar en otro lugar.

Por lo que cuentan sus amigos, compañeros de oficio y chicas sobre ella es que es una persona difícil se tratar que sabe bien lo que busca y lo que realmente quiere y nada la detendrá. Sabe que es especial y sabe que ciertos clientes vienen a verla porque ella les da ese aire de exclusividad a cada uno. Nadie la puede tener así ofrezcan el dinero que ofrezcan.

-Espera Gata -la llama con cierta preocupación.

Ella se detiene antes de abrir la puerta y marcharse para siempre, ha le ya pasado lo mismo con el administrador.

-Digame -dice ella fríamente. Lucas se pone en la puerta para evitar que se valla.

-Dime tu nombre -dice con un tono algo desesperado.

Ella lo mira a los ojos y sigue sin descubrir lo que realmente el siente.

-Mi nombre es ...

Abrela puerta y es el jefe de vestuario algo asustado.

-Señoe hay problemas abajo, un hombre ha atacado a otro con una copa rota.

-Mierda -gruñe frustrado. Baja hacia el salón y ve al hombre con el brazo lleno de sangre.

-Otto esta vez estás en problemas cabron de mierda.

Paula se pone en la baranda y mira hacia abajo, de inmediato reconoce a uno de los hombres de su padre y la piel se le pone de gallina. Se pasa más manos por el brazo, para darse cierto ánimo a ella misma.

Lucas tiene la mirada llena de preocupación hasta que mira hacia arriba y la ve.

-Carajo limpien esta mierda ahora. Y tu Otto sube conmigo -grita.

Los hombres más adinerados lo observan y le tienen miedo, saben que él es peligroso y que tiene toda su información por el simple hecho de que están aquí en su paraíso.

Él hombre mal herido es sacado en un auto y llevado a urgencias mientras todo el trayecto a la salida ha ido dando insultos en ruso.

Lucas y Otto suben rápido a su oficina para que él le cuente que ha pasado al jefe. Otto desvía la mirada cuando ve unas piernas largas y tonificada con esas botas, ese vestido diminuto, inmediatamente sus deseos más bajos salen a relucir.

-Otto a ella no la mires, si ...

-Cuidado gordo de mierda, que el que sigue serás tú.

Él sonríe que camina con cierta elegancia hacia él sillón de la oficina. Ella mira a Lucas quien está impresionado por su valentía tan repentina. Ella toma asiente en el sofá y mira al gordo.

-Puedes irte, contigo hablaré mañana.

-Me perdí un baile por tu culpa.¿Me pagarás igual me imagino? -dice fastidiada.

Otto elevan sus manos para tocarle el trasero, pero ella voltea y le da un bofetada bien fuerte y sonora.

-Si quieres tocar paga, que nada aquí ni una mirada es gratis -dice firme y irritada.

-No te preocupes por eso, vete ahora -ordena molesto.

Sabe bien lo peligroso que es Otto, sabe que esto es un ofensa para él, sabe también como el castiga a las mujeres insolentes, sabe muy bien de todas las denuncias de agresión que tiene en su contra por parte de su esposa y una infinidad de amantes quien tuvieron la mala suerte de toparse con ese gordo asqueroso.

-Tienes una fiera, me encanta. Ponle un precio.

Otto demuestra interés en ella de inmediato, lo único que ha hecho Gata es alentar ese ser retorcido de este depredador.

-Ella no está a la venta.

-Al parecer no eres tan profesional como lo era tu bellísima madre.

-Esa chica no es como las otras.

-Es tu amante.

-No suelta el molesto.

-¿Entonces?

-Esa chica no deja que nadie la toque, es algo especial. Pero no hablemos de una de mis chicas. ¿Qué mierda fue lo que pasó ahí abajo?

Mientras Otto da absurdas explicaciones de porque actuó como un animal, Paula baila en el tubo como las demás chicas.

Cuando ha terminado su turno y sabe que tiene más dinero que las otras, sabe que debe subir donde el Jefe.

Adela la detiene del brazo con fuerza y tira de ella para arrastrarla a los camerinos.

-Escucha bien Gata, él es mío -suelta molesta. Los ojos se le abren más de lo normal y sonríe.

-Se que es tuyo, no quiero problemas.

-¿Para que te llamo arriba? -le pregunta algo inquieta, sabe que Lucas tiene cierto interés en Gata.

Todo ahí saben que él jefe ha preguntado por ella todo el transcurso de la semana mientras tenía sus encontrones sin ropa con Adela.

-Preguntale a él -dice molesta.

-No seas estúpida, si eso hubiera querido hacer hace tiempo lo hubiera hecho -dice molesta.

Paula toma la muñeca de su amiga con fuerza y presiona para que la suelte. Adela no puede contener más el dolor y la suelta.

La mirada de ambas destella cierta rivalidad, pero con dignidad camina agitando su cabello en la cara de Paula y se marcha como si esa conversación nunca hubiera pasado. Mira el reloj y son la cuatro de la mañana.

Él cuerpo ya no le da para más y decide hecarse a dormir en el sofá de su camerino. Lucas camina en silencio por todo el local mientras se le ocurre otra idea sobre el negocio.

Escucha algo de ruido en los camerinos y decide ir a ver qué es lo que realmente está pasando. Abre la puerta y la ve ahí hechada boca a abajo.

Busca con la mirada por todos lados una manta para cubrirla. Mira su hombro detenidamente y ve un lugar pequeño y bien redondo.

No encuentra la manta así que es mejor levantarla para que ella se pueda retirar a su domicilio.

Pero por más intentos que haga ella no se despierta.

-Gata ve a casa - le susurró cerca de su oído.

-Por favor un ratito más - suplica entre el cansancio.

Lucas en su desesperación la toma en brazos y decide subirla a su oficina donde podrá descansar mejor. La deja sobre el sofá y toma unas mantas del cajón y la cubre.

La observa por varios segundos hasta que se le ocurre la idea de preguntar su nombre.

-¿Cómo te llamas Gata?

Ella se mueve un poco y sonríe.

-Mi nombres es Laura - dice en voz baja.

El la observa unos segundos más y sonríe.

-Un gusto conocernos Laura -cierra con seguro por dentro la puerta de la oficina y se retira a su domicilio.

Mientras maneja el auto en la madrugada va pensando en ese nombre. Recuerda el nombre de la mujer que jugó con sus sentimientos, llevan el mismo nombre para su pesar.

Adela, el nombre de esa bailarina aparece en la pantalla de celular de Lucas, quién pone los ojos en blanco y decide apagar si teléfono.

Adela con cierta tristeza mira su teléfono y cuando vuelve a llamar la mandan a la casilla de voz. Decide no llamar más y ingresar a su casa donde va a sus amigas esperando un capítulo más en la novela que ella les ha contado a sus amigas para cubrir el hecho que la novela no es romántica sino que parece una más....

Adela sube escaleras arriba sin mucho ánimos y antes de rendirse en la cama, se mira al espejo preocupada, esperando encontrar una respuesta del porque el jefe aún deja que otros hombres la miren y la toquen.

Cuando Paula abre los ojos se da cuenta que no está en casa y que son las diez de la mañana, con mucha vergüenza toma fuerza para salir de la oficina del jefe para ver un local vacío y ya limpio y ordenado.

Sale del lugar y toma el primer taxi al departamento, cuando llega encuentra una nota de Lucas.

"Te espere a desayunar pero nunca llegaste, así que me fui a mi casa y luego iré al trabajo, escríbeme apenas llegué por favor "

Ella busca en su cartera y encuentra su teléfono. Esta mirando la pantalla del celular esperando algún regaño de Gean, pero no hay nada.

Sabe que la cabeza de Gean debe estar imaginando muchas cosas y para ser exacto las peores cosas, siente que me debe una explicación. Llama tres veces pero no le ha contestado, la manda a buzón.

Le escribe un mensaje al wsp esperando que le contesté y efectivamente le contesta con un emotivo del pulgar arriba.

Ella se tira al sofá y agarra una almohada para gritar. Sabe mi importa que es Gean Carlo para ella.

Toma aire y se limpia toda la suciedad del cuerpo.

Lucas camina por la calle y delante de él está la quién para el es Laura.

Ella camina y por donde pasa la quedan mirando, sigue caminando y el la está siguiendo.

-Laura -llama repentinamente. Ella se detiene muerta del pánico, no quiere voltear.

Alguien la ha reconocido, seguro Otto la reconoció y sabe quién es ella ahora, está muerta del miedo. Cuando se jira en su mismo lugar ve a alguien elegante y de ojos celestes y es peor de lo que se imagina.

Su jefe ahora sabe toda la verdad sobre ella, si cabeza vuela en muchas hipótesis sobre cómo descubrió que su nombre es Laura.

¿Y si Otto la renocio?

¿Se lo contará a su padre?

-¿Estás bien? - le pregunta tomando su mano.

Ella asiente con delicadeza y toma con firmeza su mano.