Él se levanta de su escritorio y eleva sus manos, entre laza sus dedos para después estirar todo el cuerpo. Julieta lo mira con mucha paciencia y esperando a que el señor recobre la postura.
-Hoy desayunadore fuera, por favor lleva el desayuno a mi madre y después me llamas para ver si se lo termino.
La señora asiente obediente a sus órdenes. Lucas sube las escaleras hasta su habitación y se tira en su cama. Adela está desnuda sobre ella con la sábanas blancas a un costado, una almohada cubre el cuerpo de la mujer quien tiene el rostro tranquilo sobre la almohada.
Lucas la mira por unos minutos antes de despertarla.
-Adela - la mueve levemente. Ella abre los ojos lentamente y sonríe al verlo a su costado.
-Buenos días Lucas - dice con una amplia sonrisa.
-Vistete por favor, debo irme a un lugar y debo llevarte a tu casa - su voz no fue dulce como anoche, sonó a una orden seca y firme.
Ella inmediatamente borra su sonrisa y Lucas nota que pudo ser algo duro con ella. Intenta tocarla pero ella se pone de pie de inmediato.
-Adela - llama con tono de voz bajo.
-Debo cambiarme tienes prisa - dice molesta. Se pone rápido la ropa y aprieta la mandíbula para evitar derramar unas lágrimas.
-No fue mi intensión ser frío contigo, pero tengo cosas que hacer.
-Si ya me he dado cuenta - dice ella con la voz torcida.
Lucas pone los ojos en blanco y también se levanta de la cama, se va a su armario y busca un polo blanco y unos jeans viejos, sus zapatillas sencillas azules y una polera.
Ambos se miran ya cambiados, Lucas sabe que ha herido los sentimientos de Adela pero por más que intente ser amable con ella no le sale el más mínimo sentimientos. Él debe admitir que Adela ayer fue una completa fuera en la cama y que eso le ha gustado pero su compañía no realmente, sintió algo vacía su conversación e incluso se distrajo más viendo a esa pareja de jóvenes pelear.
-Vamonos -dice ella con la poca fuerza que le queda. Él le habré la puerta y ella sale primero.
La mamá de Lucas observa la escena con decepción y mira a su hijo y lo fulmina con la mirada.
Ya sabe cual será el sermón que le dará su madre cuando el vuelva a casa, prácticamente el se sabe de memoria todo eso.
En el auto de camino a la casa de Adela no hablan, cuando la deja en su casa ella intenta tomar la mano del Lucas pero el sin darse cuenta lo quita. Adela niega con la cabeza.
-Adela -la llama.
Ella se baja del auto, sabe que es muy cruel con ella, así que sin pensar bien lo que hará baja de carro. Camina pensando en que hacer para dar una mala impresión a Adela, la toma de la mano y le da un beso en la boca.
Adela agarra la cintura de Lucas acercándola a él. Lucas profundiza el beso sin pensarlo y la agarra del cabello tirando de el, cuando abre los ojos ve el cabello de Adela de un color negro oscuro y lacio. Abre y cierra los ojos para darse cuenta que solo fue una ilusión y debe ser por lo cansado que se encuentra.
-Lucas.
-Debo irme Adela, podemos hablar de esto esta noche.
Ella asiente con la cabeza, con toda la emoción del mundo, camina rápidamente a su casa abre la puerta y se acerca al sofá para caer rendida y ilusionada por estas demostración de afecto por Lucas.
Paula despierta en los brazos de GeanCarlo y lo primero que hace es ver si está con ropa o sin ropa y suelta un suspiro de alivio al ver que ambos están con ropa.
Ella se mueve lentamente hacia la esquina de la cama para no levantar a su amigo y ir al baño a arreglarse.
Abre las puertas del armario de su baño y busca sus lentes negros. Luego de lavarse la cara y los dientes decide escoger su ropa que convine con sus lentes negros.
-No pensabas levantarme -le reprocha GeanCarlo.
Ella se sienta en la esquina de su cama y mira a su ex-novio.
-¿Alguna vez me has hecho caso cuando te he despertado? -le pregunta.
Él se lo piensa y ella toma una almohada y se lo tira en su cara.
-Apurate en cambiarte si quieres que te lleve en el carro.
-Me hubiera gustado nacer mujer para bailar en un tubo y que me paguen...
Ella se agarra del marco de la puerta y lo mira.
-Tambien los hombres bailan en tubos y los manosean por dinero, puedes hacerlo.
GeanCarlo la mira horrizado y niega con la cabeza mientras se imagina como bailarin de un tubo mientras los hombres lo manosean y le meten dinero por zonas donde el dinero no debería estar.
Ambos se miran con cierta nostalgia cuando ven el desayuno, antes de terminar su relación tomaban desayuno siempre juntos antes de ir a trabajar para el alquiler y la comida.
-Apura llegaremos tarde a clases.
De cierta forma Paula se fue por la opción más fácil de ganar dinero y GeanCarlo trabajo muchas horas y estudio para conseguir la beca y ahora vive ajustado pero tranquilo y tiene el respaldo de Paula quien lo ayuda.
Paula lo ve comer y quiero abrazarlo como antes, besarlo como antes, decirle que lo ama como antes, pero no puede. GeanCarlo y ella ahora son amigos por qué él no acepto su manera de ganar dinero y eso ella comprendió y acepto. Come con la cabeza agachada y él la observa.
Su corazón late de la misma manera que cuando la conoció, pero debe de comprender que ella tiene metas en la vida muy diferentes a las que él tiene. Sonríe.
Terminan de comer y ella busca sus llave en el sofá y corre hacia la puerta. Bajan por el elevador de lo más tranquilos posibles. Cuando el portero los ve juntos tiene cierta esperanza que ellos vuelvan. El portero como muchos otros de ese edificio admiraban mucho el amor que ellos dos se tenían.
-Paula hoy yo manejo -dice él algo emocionado.
-Ni en tus sueños dejaré que toques mi auto -chilla.
-Por favor, por mi -dice él en súplica. Ella lo mira y le lanza las llaves luego de varios segundos.
Cuando llegan a la universidad cada uno toma su camino y ella toma el camino hacia la cafetería como todas las mañanas debe ir por un café.
Cuando llega la cafetería nadie levanta la mirada para verla, nadie la saluda y de cierta manera esa paz la tranquiliza.
El chico que trabaja en la cafetería le prepara el café sin que ella se lo halla pedido. Sabe que si tiene esa profesión tiene prohibido tener una vida amorosa, sabe que volver a pasar por lo mismo que con Gean.
Le entregan su café y sin decir gracias se encamina hacia su salón de clases. Ingresa junto con los demás alumnos y se sienta en medio para no llamar la atención, escucha su clase de publicidad en silencio y tomando notas.
Cuando termina su clase camina por el pasillo sin prestar mucho interés a nadie, hasta que lleva a un parte del campus donde hay gente sentada en el césped.
Aún falta una hora para que su clase comience nuevamente así que se pondrá a leer y revisar sus notas para los próximos exámenes.
-Disculpa me puede decir dónde queda la facultad de medicina..
Ella alza la mirada y sus ojos son de sorpresa. Intenta decir algo pero no le salen las palabras.
-¿Qué? -pregunta sin pensarlo.
Lucas le regala una sonrisa falsa y sigue su camino, no voltea ni a ver a la niña con lentes.
Ella suelta el aire que lleva contenido en sus pulmones.
-Tipico de una nerd.
Continúa su camino entre la mirada de varias chicas algo inquietas por sus ojos azules y ese aspecto de hombre adulto y fuerte que da cierta seguridad a las chicas.
Se acerca a un chico algo alto. GeanCarlo lo observa detenidamente y sabe que lo ha visto antes.
-Amigo disculpa, sabes dónde puedo encontrar la facultad de medicina -le pregunta con mucha educación.
GeanCarlo se le acerca y le señala.
-Es al otro lado, continúa defrente y hay un cedro de ahí hacia la izquierda.
Él ha venido en esa dirección y nadie le pudo dar esa información.
-Gracias -dice antes de comunicar su caminata, cuando va a dar la vuelta se choca con Paula, quién algo atontada se aparta de él.
-Disculpa.
Él la mira con poca paciencia, pero entonces los mira y sonríe.
-Son los chicos del restaurante -dice mirando a los dos.
-¿Paula está bien? - le pregunta algo preocupado.
-Si si estoy bien -responde ella arreglando su lentes algo chuecos.
-Disculpen -dice él, para irse a toda marcha en la dirección que le ha dado Gean.
Se queda mirando como su jefe camina y luego desvia la mirada hacia su amigo.
-¿Te ha gustado? - le pregunta.
Ella pone lo ojos en blanco.
-Venia a decirte que termina mi clase y me iré a casa, si necesitas algo me llamas...
Gean toma la mano de Paula y inclina la cabeza hacia un costado.
-¿Qué pasa? - le pregunta.
-Nada, solo que yo bueno...
-Quiero quedarme unos días en tu casa, así me ahorrare pasaje toda la semana, ha que me traeras a la universidad.
Gean sabe que ella quiere compañía, sabe lo que implicó dejarlo todo por escapar con él.
-Si claro te puedes quedar en casa -dice mirando a su exnovio.
Me acerca a él y le da un beso en la mejilla.
-Gracias.
-Recuerda que siempre estaré para ti -le dice él para reconfortarla.
La semana pasa muy rápido y ya es viernes donde ella irá a trabajar y conocerá a las nuevas chicas que llegan.
Da la clave en la puerta pero apenas pone un pie en el club su jefe la manda llamar.
Ella con algo de miedo camina hacia la oficina para ver a Adela sentada sobre el escritorio del jefe mientras que abrocha su camisa blanca pequeña.
-Acaso no sabes tocar -le grita Lucas con fuerza. Ella sale algo asustada de la oficina.
Adela sonríe con malicia.