Capítulo 6 Vamos a visitar al abuelo

Por la mañana, la luz del sol se filtraba por las ventanas.

Cheryl abrió los ojos con lentitud, sorprendida al ver el hermoso rostro de su esposo a escasos centímetros del suyo. '¿Él no se fue ayer?', pensó ella.

Jarred tenía unas cejas y unos rasgos bien definidos, de hecho, era muy atractivo, a pesar de que no le gustaba sonreír. Su cara siempre estaba seria.

Cuando el hombre estaba durmiendo, lucía mucho más gentil.

La mujer no pudo resistir el impulso de tocar las cejas de su esposo.

"Cheryl", murmuró él, de forma casi inaudible.

La joven no tenía ni idea de lo que debía estar soñando.

Un segundo más tarde, sintió un agarre en la cintura.

Era como si el joven tuviera miedo de soltarla.

De inmediato, Cheryl se acurrucó en su cálido abrazo, feliz por su gesto.

Antes de que Jarred le solicitara divorcio, ella nunca creyó que él llegaría a abandonarla.

Desde que se casaron, él la había estado cuidando muy bien.

De hecho, parecía haberse convertido en otra persona.

El hombre solía ser muy generoso con su esposa y nunca le había importado el dinero que gastaba en ella. Incluso había vendido una de las tierras de la familia Fuller, la cual estaba valorada en más de cien millones de dólares, simplemente para comprar un brazalete antiguo que a ella le había gustado.

Desde la noche de bodas, él había tenido sexo con ella casi todas las noches.

Y siempre, después de hacerlo, él siempre la ayudaba a limpiar su cuerpo con delicadeza y consideración.

Por su parte, Cheryl sonrió cuando recordó lo feliz que era su matrimonio.

Cuando ella se enteró de que estaba embarazada, pensó en su futuro juntos.

No obstante, Ines regresó repentinamente.

En consecuencia, toda la paz y la felicidad que sentía Cheryl se hizo añicos.

Jarred le había pedido el divorcio con una cara apática. Él quizás deseaba regresar con su exnovia de inmediato.

'¿Acaso él se despertó abrazando a Ines ayer por la mañana?', se preguntó la joven en su mente.

En tan solo un segundo, Cheryl sintió un nudo en la garganta y la ira se apoderó de ella.

Entonces, agarró el brazo de su esposo y quiso apartarlo.

Como sabía que él había tocado a otra mujer, ella se sentía completamente asqueada.

Sin embargo, el hombre mantuvo su posición. Parecía que no tenía ni la más mínima intención de soltarla.

Repentinamente, la atrajo hacia sus brazos.

Lo hizo con tanta fuerza que parecía que quería incrustarla en su cuerpo para nunca más separarse de ella.

"¡Suéltame ahora mismo!", gritó Cheryl.

Con lentitud, Jarred abrió los ojos. A diferencia de su seriedad habitual, el hombre recién despertado lucía más amigable.

Aun así su actitud seguía siendo tan dura como de costumbre.

Puso su frente contra la de su esposa y sus ojos se oscurecieron.

"¿Qué sucede? ¿Ya ni siquiera quieres dormir en mis brazos?", preguntó él.

'¿Será que ya no está dispuesta a tocarme porque quiere amar a otra persona? ¡Nosotros ni siquiera estamos divorciados todavía! ¿De verdad va a romper todos sus lazos conmigo?', se cuestionó el hombre amargamente.

En ese momento, el corazón de Jarred se llenó de celos.

Cheryl, por otro lado, estaba hirviendo de ira. Entonces, sin mostrar signos de debilidad, ella replicó: "¿Acaso tú no estás con Ines ahora? ¡Ve y abrázala a ella en lugar de molestarme a mí!".

El joven se quedó totalmente atónito al escucharla decir eso. Al instante, una leve sonrisa se formó en sus labios.

Sus ojos parecían brillar, haciéndolos lucir mucho más cautivadores.

"¿Puede ser que estés celosa?".

"¿Qué dices? ¡Por supuesto que no lo estoy!".

Tras ello, Cheryl luchó por liberarse de él, pero luego su esposo la agarró.

"Yo solo podría dormir contigo en mis brazos", declaró él.

Un segundo después de eso, la envolvió totalmente con sus brazos.

De repente, el hombre plantó un suave y apasionado beso en sus labios.

Ante eso, las lágrimas brotaron de los ojos de la mujer.

Todos los agravios y la falta de voluntad para dejarlo ir que estaban enterrados en el fondo de su corazón estallaron de manera precipitada en su pecho.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras agarraba con fuerza los hombros de su esposo.

Sus besos se volvieron aún más apasionados por cada segundo que pasaba, entrecortando su respiración y despertando su lujuria.

Entonces, él le levantó el camisón y le pasó la mano por el vientre.

En el momento en que sus pieles se tocaron, el deseo que había en sus corazones se volvió mucho más desenfrenado.

En ese instante, Cheryl volvió a la realidad de repente.

'¡El bebé!', pensó ella.

Con eso en mente, ella apartó a Jarred de inmediato.

El joven estaba respirando con dificultad y la miraba como si se la fuera a comer.

"Yo... Me ha venido el período", señaló la chica.

Al escucharla, el hombre levantó una ceja y dijo: "Tu período menstrual generalmente viene a principios de mes".

"La verdad es que no he estado de buen humor últimamente. Es probable que esa sea la razón por la que se retrasó", con eso, Cheryl se liberó de su agarre y se enderezó.

Al instante, el cuerpo de Jarred se puso completamente rígido.

'¿Ella está de mal humor?

¿O será que se siente molesta porque no puede estar con Enoch?', se cuestionó él.

De esa manera, su deseo desapareció de inmediato.

Entonces, Jarred miró hacia abajo, totalmente abatido. Sus pestañas disimularon la ira y la tristeza que había en sus ojos.

Luego, con dificultad, dijo: "Vamos a visitar a mi abuelo hoy. Él va a apoyar nuestra decisión si eres tú quien me pide el divorcio".